CORBIS/CORBIS VIA GETTY IMAGES
Las pruebas nucleares han regresado
Momentos antes de reunirse con el líder chino Xi Jinping el miércoles, el presidente Donald Trump anunció en Truth Social el reinicio de las pruebas nucleares estadounidenses:
Debido a los programas de pruebas de otros países, he ordenado al Departamento de Guerra que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato.
Trump especificó que esto era en respuesta a las provocaciones de Rusia y China.
Estados Unidos no ha probado un arma nuclear desde 1992. En ese momento, la Guerra Fría acababa de terminar; parecía que el mundo podía dar un suspiro colectivo de alivio y avanzar más allá de la amenaza nuclear. Llegado el 2025, ese sueño es obsoleto.
La amenaza de una guerra nuclear es más grave que nunca, argumenta el historiador y autor Serhii Plokhy en su próximo libro The Nuclear Age [La era nuclear]. Una reseña del libro en el Telegraph de hoy describe la evaluación sombría del libro:
Plokhy piensa que el riesgo de un conflicto [nuclear] es mayor ahora que nunca, con al menos nueve potencias nucleares y ningún marco internacional efectivo para limitar la amenaza. (…) Es posible, afirma, que hasta 20 otras naciones estén preparadas para volverse nucleares si es necesario, quizás hasta 40.
Nadie ha usado un arma nuclear en una guerra durante 80 años, por lo que la complacencia es natural. Sin embargo, en este momento, dos potencias nucleares —Rusia e Israel— están librando grandes guerras. Otras dos, la India y Pakistán, se enfrentaron hace meses. No es exagerado afirmar que el riesgo nunca han sido más alto.
Jesucristo reprendió a los líderes judíos de su época por no discernir las circunstancias monumentales y lo que significaban: “¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!” (Mateo 16:3). La proliferación nuclear es una gran señal de los tiempos. Dios quiere que nuestra respuesta sea la de Lucas 21:36: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”.