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Las ‘guerras eternas’ se intensifican
¡El mundo se dirige hacia un lugar muy oscuro! Esa fue la evaluación que hizo ayer el presentador del programa War Room, Steve Bannon, después de que hace dos días Ucrania realizara un audaz ataque con drones contra bombarderos nucleares en bases aéreas situadas a miles de kilómetros dentro de Rusia. Bannon dijo: “Y una vez que se produce una escalada en una situación como ésta, particularmente en la masa continental euroasiática (…) se convertirán en guerras de aniquilación (…) Nos dirigimos hacia un lugar oscuro”. Hoy, “Bannon”, “Zelenskyy”, “Kremlin” y “Tercera Guerra Mundial” son tendencias en X.
Estamos siendo testigos de un mundo que desciende hacia el caos. Desde el primer día de la administración del presidente Donald Trump, mi padre, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, ha estado advirtiendo que el presidente Trump no conoce el camino hacia la paz; por lo tanto, los conflictos que azotan a Ucrania, Israel y otros lugares continuarán. Inicialmente, muchos conservadores del movimiento político “Make America Great Again” [Que Estados Unidos vuelva a ser grande] eran optimistas de que el presidente Trump negociaría la paz entre Rusia y Ucrania, pero en lugar de ello la guerra se ha intensificado. Eurasia es un lugar de guerras de aniquilación y el mundo va en camino hacia la oscuridad.
Supuestamente, Ucrania llevaba 18 meses planeando este ataque con drones contra Rusia y, sin embargo, Estados Unidos no sabía nada al respecto. ¿Qué le dice eso sobre el estado del mundo en estos momentos? ¿Suena esto como si Vladimir Putin y Volodimir Zelenski estuvieran a punto de hacer las paces? ¿O parece que Rusia y Ucrania se están atrincherando en una guerra de desgaste prolongada que con el tiempo se convertirá en un Armagedón nuclear?
La profecía bíblica indica que Rusia y Alemania negociarán una tregua temporal sobre Ucrania para que cada bloque pueda dedicarse a lograr otros objetivos. Pero este tipo de treguas no traen la paz real. Nuestro folleto Rusia y China en profecía explica las profecías bíblicas que pronostican una confederación europea de 10 naciones que finalmente atacará a Rusia y luego sufrirá un contraataque devastador (Apocalipsis 8:23; 9:1-21). El ataque con drones de Ucrania a Rusia es sólo un pequeño anticipo de los tres ayes del Apocalipsis.
En las mentes de hombres como el presidente ruso Vladimir Putin, el líder de Hamás Yahya Sinwar y otros hombres que ejercen el poder hoy en día, la paz es sólo una pausa entre batallas. Los mejores esfuerzos del presidente Trump para traer la paz a través del apaciguamiento sólo fortalecerán a los enemigos de Estados Unidos a medida que desciende la oscuridad de la Tercera Guerra Mundial.
Jonathan Tobin, redactor jefe de Jewish News Syndicate, acaba de publicar un editorial sobre cómo al presidente Trump no le gustan las “guerras eternas”. Esto es comprensible. Pero les guste o no, tanto Ucrania como Israel están en guerras eternas con enemigos que rechazan su derecho incluso a existir. Su elección es entre la batalla continua o la aniquilación.
“Si hay algo que un siglo de conflicto contra los palestinos ha dejado claro, es que no renuncian a su fantasía de destruir el Estado judío”, escribió Tobin. “Esa es la guerra eterna definitiva. Si Trump quiere conservar el título que justamente se ganó en su primer mandato como el presidente más pro-Israel que jamás se haya sentado en la Casa Blanca, entonces va a tener [que] aceptar que apoyar al Estado judío implica reconocer que esta es una guerra eterna de la que ni Israel ni Estados Unidos pueden retirarse“.
A muchos conservadores del movimiento maga [Que Estados Unidos vuelva a ser grande, por sus siglas en inglés] no les gusta este mensaje. Desean desesperadamente la paz entre Ucrania y Rusia y entre Israel y Hamás. Se niegan a aceptar la realidad de la situación, la cual es que la Rusia de Putin nunca aceptará una Ucrania independiente, al igual que Hamás nunca aceptará un Israel independiente. Por lo tanto, tanto Ucrania como Israel serán destruidos a menos que su poder y su voluntad superen a los de sus enemigos mortales.
Jesucristo les dijo a sus discípulos que tanto “guerras” como “rumores de guerras” precederían a Su regreso y que estas guerras serían tan destructivas que “nadie sería salvo” (Mateo 24:6-8, 22). Estaba profetizando la aniquilación no sólo de países enteros, ¡sino de toda la raza humana! La humanidad no inventó armas capaces de aniquilar toda vida humana hasta mediados del siglo xx. Ese tiempo oscuro que Jesús profetizó es el tiempo en que estamos viviendo ahora.
Los conflictos como el de Ucrania son más mortíferos de lo que creen incluso los mejores comentaristas. ¡La profecía bíblica dice que terminaran estallando en un cataclismo global mucho peor incluso que una guerra mundial! Las naciones necesitan desesperadamente una advertencia sobre la oscuridad que se avecina, así que Dios ha proporcionado esa advertencia en Su Palabra, la Santa Biblia, y ha seleccionado a un vigilante para proclamarla.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el pueblo británico eligió a Sir Winston Churchill como su vigilante. De hecho, esto está profetizado en Ezequiel 33:2. Dios lo utilizó para salvar la civilización occidental. Hoy, el peligro es aún mayor que el de la Alemania nazi y las potencias del Eje. Toda la raza humana corre el riesgo de ser aniquilada. Esta vez no existe un Churchill, e incluso el presidente Trump es impotente para detener el desastre. Dios profetizó en Ezequiel 33:7 que esta vez, el único vigilante con un mensaje que puede salvarnos es alguien que Él Mismo está levantando: un profeta real: “A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte”.
El pueblo debe escuchar y actuar antes de que sea demasiado tarde. Esta vez, la advertencia salvadora no proviene de un líder electo. Lo dice alguien que no sólo les dirá verdades duras sobre la supervivencia nacional, sino que les revelará la razón definitiva por la que nos enfrentamos a la aniquilación. Esa razón son nuestros pecados.
Tal como profetizó Ezequiel, Dios le ordena a Su vigilante del tiempo del fin que advierta a los líderes de Estados Unidos acerca de la verdad, sin importar lo impopular que sea, alertándoles sobre los peligros que los rodean, diciéndoles la verdad acerca de sus pecados y apuntándoles hacia Dios. El diálogo no tráerá la paz. Las concesiones no traerán la paz. ¡Sólo el Arrepentimiento hacia Dios y Su intervención pueden traer la paz!