La política de inmigración de Canadá es una maldición

La población de Canadá se incrementa con los inmigrantes. Los datos más recientes de Statistics Canada muestran que creció en 430.635 personas sólo en el tercer trimestre de 2023. Esto supone más del 1% de la población nacional y la segunda mayor tasa de crecimiento trimestral en la historia del país.

Para una nación con una población oficial de menos de 40 millones de habitantes, la llegada de millones de personas más tiene serias ramificaciones. Sin embargo, los actuales objetivos de inmigración del gobierno para 2024, 2025 y 2026 pretenden mantener y superar este crecimiento.

Además, el gobierno ha perdido la cuenta de cuántas personas está trayendo, y muchas permanecen mucho tiempo después de que sus visas han expirado. Benjamin Tal, economista jefe adjunto de cibc Capital Markets, informó que el número de residentes no permanentes (rnp) “ampliamente citado y utilizado con fines de planificación subestima el número real de rnp que residen en Canadá en cerca de 1 millón”.

Canada Mortgage and Housing Corp. informó en septiembre de 2023 que si se cumplen los objetivos de inmigración y se mantiene el ritmo actual de construcción, Canadá tendrá un déficit de 3,5 millones de viviendas para 2030.

La asequibilidad a la vivienda en Canadá se encuentra en su peor momento en 41 años. A finales del tercer trimestre, el Banco de Canadá informó que los hogares gastan el 55,2% de sus ingresos en vivienda. El apartamento promedio de dos dormitorios en Toronto cuesta 3.413 dólares al mes, lo que supone un aumento del 7,1% con respecto a hace sólo un año.

Además de la escasez de viviendas, también hay escasez de empleos. Estadísticas de Canadá informó que en el tercer trimestre, las vacantes de empleo se redujeron a medida que crecía la población activa: por cada puesto de trabajo cubierto se incorporan dos demandantes de empleo. Muchos de los puestos actualmente disponibles se concentran en las ventas y servicios, que suelen ser empleos con salarios mínimos. Mientras tanto, la inflación y los elevados tipos de interés siguen haciendo estragos en la economía en su totalidad.

El vicegobernador del Banco de Canadá, Toni Gravelle, ha admitido que las políticas de inmigración y la consiguiente demanda de vivienda son causas importantes de la inflación.

Sin embargo, el gobierno sigue queriendo acelerar la inmigración.

Incluso con el auge de la población, que significa más trabajadores en general, el producto interno bruto de Canadá apenas crece. En lugar de producir bienes o servicios, muchos inmigrantes sólo los consumen, gracias a los programas de bienestar social del gobierno.

“La economía canadiense per cápita está estancada”, dijo David Rosenberg, economista jefe y estratega de Rosenberg Research. Una población creciente “puede crear este espejismo de prosperidad económica, pero al final es eso, un espejismo”.

Estas políticas están sobrecargando la economía y la sociedad canadienses, encaminándolas hacia el colapso económico y social. La profecía bíblica lo predijo y los datos concretos lo están confirmando.

El difunto Herbert W. Armstrong demostró en su libro Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía que las profecías sobre Efraín se aplican a las naciones de la Mancomunidad Británica, incluyendo Canadá.

En el libro de Oseas, Dios predijo las políticas gubernamentales que estamos presenciando hoy en Canadá, y sus consecuencias. Oseas 7:8-9 dice: “Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada. Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo”. Fíjese bien en el empeoramiento de las condiciones económicas de Canadá y vea si su fuerza económica no está siendo devorada. Gran parte de ello se debe a una inmigración fuera de control, promovida por un gobierno que piensa como una “paloma incauta, sin entendimiento” (versículo 11).

Esto ocurre no porque se necesite un partido político diferente, sino porque la nación se ha rebelado contra Dios (versículos 10-14). Para saber más, solicite su ejemplar gratuito de Hosea—Reaping the Whirlwind [Oseas—segando el torbellino; disponible en inglés], de Gerald Flurry.