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La lucha de Italia por preservar la cultura ‘cristiana’ de Europa

La lucha de Italia por preservar la cultura ‘cristiana’ de Europa

En Italia están surgiendo partidos que consideran que su misión es preservar la herencia cristiana de Italia y de toda Europa. Los Fratelli d'Italia de Giorgia Meloni y su alianza de derechas con la Lega de Matteo Salvini y el partido Forza Italia de Silvio Berlusconi tienen muchas posibilidades de ganar las elecciones de septiembre. Aunque en muchos temas los partidos tienen puntos de vista distintos, todos tienen una estrecha relación con la fe católica y se comprometen a defender la herencia cristiana de Europa. Tanto si consiguen gobernar a Italia o no, su ideología y su popularidad ya son de lo más preocupante.

El partido Forza Italia de Silvio Berlusconi es el menos popular de la alianza. Sin embargo, él ya ha sido primer ministro de Italia en otras ocasiones (1994, 2001-2006 y 2008-2011) y es posiblemente el personaje político más famoso de la historia reciente de Italia. Durante su etapa como primer ministro forjó una estrecha alianza con la Iglesia católica, al tiempo que fue acusado de llevar una vida privada inmoral. En 2011, The Guardian realizó un resumen al respecto: “Durante más de 15 años, el actual primer ministro italiano fue un socio inevitable de la Iglesia católica: el líder de una fuerte mayoría parlamentaria y un defensor público de los valores morales, aunque su comportamiento privado ha sido, por decirlo con justicia, contradictorio”. El Vaticano le apoyó porque “Berlusconi se presentaba como un defensor de los valores cristianos”, concluyó The Guardian.

Matteo Salvini también tiene bastante experiencia en el gobierno y encuentros con la Iglesia católica. Durante su etapa como ministro del Interior de Italia, afirmó defender a la Europa cristiana protegiendo sus fronteras de la afluencia de inmigrantes. Las acusaciones de que se negó a salvar refugiados en el Mediterráneo lo metieron en problemas con los tribunales y con una cúpula católica liberal. Indiferente a las críticas, se ha hecho famoso por llevar una cruz y besar un rosario en los recorridos de campaña.

También parece gustarle seguir los pasos del dictador italiano y compañero de guerra de Adolfo Hitler, Benito Mussolini. The Spectator escribió el 17 de agosto de 2019: “Matteo Salvini sí tiene algo en común con Benito Mussolini: un don para conectar con la multitud. Pasa gran parte de su tiempo en Twitter y Facebook, donde tiene 3,5 millones de seguidores. Cuando sale de gira por Italia, siempre abandona el escenario para mezclarse con la multitud. Este verano, ha visitado las playas del país, a menudo sin camisa, que es justo lo que hacía Mussolini. La multitud adoraba a il Duce [Mussolini]. La multitud ama a il Capitano [Salvini]”.

El partido más popular de Italia en la actualidad es el que tiene menos experiencia de gobierno, pero quizá el que tiene más vínculos con el antiguo régimen fascista. El Fratelli d'Italia se considera el sucesor del partido de Mussolini. Si Meloni gana las elecciones, como predicen las encuestas, “será también su primera jefe de gobierno cuyo partido político nunca ha renunciado del todo a sus antecedentes fascistas”, escribió Brookings.edu. “Durante su campaña, Meloni alternó entre declaraciones tranquilizadoras y extremadamente controvertidas sobre su programa político. También definió de forma ambigua al ex primer ministro italiano Benito Mussolini como una personalidad que hay que enmarcar en un contexto histórico específico. La elección se produce casi exactamente 100 años después de la marcha de Mussolini en Roma que abrió el camino a su dictadura”.

A pesar de todos estos vínculos, los gobiernos de Polonia y Hungría muestran su pleno apoyo a la creciente coalición de derechas en Italia. Es más, algunos políticos de la corriente principal también lo hacen. Manfred Weber, presidente del Partido Popular Europeo (PPE), respaldó a Berlusconi y a la alianza de la derecha en general.

Está surgiendo un nuevo movimiento que pretende preservar y resucitar la herencia “cristiana” de Europa que se originó en el Imperio Romano. Ese también era el objetivo de Mussolini. En el primer número de La Pura Verdad, el difunto Herbert W. Armstrong escribió un artículo titulado “¿Está a punto de aparecer un dictador mundial?”. Publicado en febrero de 1934, él escribió: “Es comúnmente conocido hoy en día que todo el objetivo de Mussolini es restaurar el antiguo Imperio Romano en todo su antiguo esplendor, poder y gloria, ¡y Roma gobernó el mundo!”.

Ante nuestros ojos, podemos ver cómo se repite la historia. Y lo que es más asombroso, esto es exactamente lo que la Biblia profetizó que ocurriría. Como el Sr. Armstrong llegó a comprender más tarde, a través de la revelación de Dios, Mussolini formaba parte de la sexta cabeza del Sacro Imperio Romano profetizada en Apocalipsis 17. La Biblia profetiza que la séptima cabeza de este imperio será aún más destructiva. Para entenderlo solicite un ejemplar gratuito de nuestro libro Alemania y el Sacro Imperio Romano.


ALEMANIA Y EL SACRO IMPERIO ROMANO

Muchas personas están al tanto de las atrocidades cometidas por Alemania en la Segunda Guerra Mundial pero lo consideran como historia antigua. Estas personas ignoran por completo el legado que inspiró a Adolfo Hitler a crear su máquina de guerra nazi. Este surgimiento fue simplemente la resurrección reciente de un imperio guerrero con una larga y sangrienta historia. ¿Sabía usted que la Biblia profetizó de este régimen, así como del terrible resurgimiento de su última resurrección, en nuestros días?