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La evacuación de Dunkerque
Transcripción de La Llave de David
John Lukacs, uno de los grandes biógrafos de Winston Churchill, tenía algo que decir sobre una batalla en la que participó Churchill, y que ocurrió en Dunkerque. En ese momento él pronunció uno de los mejores discursos de su vida , y algunos dicen que fue el mejor discurso que dio. Y miró a Dunkerque, donde sus soldados británicos y algunos franceses estaban rodeados por los alemanes, y parecía que la mayoría de ellos iban a morir. Había 220.000 soldados británicos rodeados en Dunkerque y 110.000 franceses, entonces estaban acorralados y parecía que la mayoría morirían, pero no fue así. Y acabaron recuperando a la mayoría de sus hombres, y eso casi salvó a todo el ejército de Gran Bretaña. Así que fue un tiempo muy terrible para ellos en su historia.
Y hace aquí una poderosa declaración que quiero leerles. Dijo: “Debemos cuidarnos de no darle a esta liberación los atributos de una victoria. Las guerras no se ganan con evacuaciones”. Es una afirmación poderosa, y podemos repetirla varias veces y bien valdría la pena. Pero es una expresión profunda, dijo que las guerras no se ganan con evacuaciones. Aunque salvaron a muchos de sus soldados, a la mayoría, podría haber sido casi la pérdida de todos los soldados británicos, la mayoría de ellos. Pero bueno, Churchill era un guerrero poderoso y tenía algo que decir sobre cuestiones y batallas como esa.
Y Dios nos dice que nosotros somos soldados espirituales, y que necesitamos aprender sobre los soldados físicos, pues esto nos ayuda a entender cómo ser mejores soldados espirituales y hacer lo que Dios quiere que hagamos. Estamos en una guerra espiritual.
En ii Timoteo 2 y versículo 1 dice: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”.
Versículo 3: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. (4) Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Hemos sido elegidos por Dios, elegidos para ser soldados. No fue casualidad. Dios lo convierte en Su ejército y Él elige, y escoge a esos hombres y mujeres que luchan esa guerra por Él antes de la Segunda Venida de Jesucristo.
Esto es lo que escribió John Lukacs de su gran discurso, y Churchill dijo esto: “No flaquearemos ni fracasaremos. Seguiremos hasta el fin. Lucharemos en Francia. Lucharemos en los mares y océanos. Lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire. Defenderemos nuestra isla, ¡cueste lo que cueste! Lucharemos en las playas. Lucharemos en la zona de desembarco. Lucharemos en los campos y en las calles. Lucharemos en las colinas. Nunca nos rendiremos”. Nunca nos rendiremos. Churchill continúa hablando del gran imperio, que la mayoría de la gente cree que ya había llegado a su fin. Pero Churchill hacía todo lo que podía para mantener vivo el gran Imperio de Gran Bretaña. ¡Él amaba ese Imperio!
Pero bueno, este discurso fue todo un éxito, y conmovió a mucha gente y más personas comenzaron a apreciar su liderazgo. Y cuando les hablaba así, les levantaba el ánimo en un momento muy difícil. Lo hizo durante toda la Segunda Guerra Mundial y tuvo mucho que ver con la victoria de Occidente, Gran Bretaña, Estados Unidos y otras naciones en la Segunda Guerra Mundial.
Necesitamos aprender a levantar el ánimo de la gente. Un líder se esfuerza por hacerlo porque siempre nos enfrentamos a problemas reales, y especialmente ahora en esta última hora. ¡Nos enfrentamos a problemas que la humanidad jamás ha visto! ¡Es así de malo! La mayoría de la gente no quiere mirar eso, pero Dios dice que sus propios santos serán protegidos si son leales a Él. La protección va a estar ahí para los que obedezcan a Dios y entreguen Su mensaje a este mundo sobre lo que se avecina, ¡y podríamos evitarlo si nos arrepintiéramos! Podríamos evitar este momento tan terrible al que nos enfrentamos y en el que la mayoría de la gente no quiere pensar. ¡Pero es la realidad! No podemos escapar de eso.
Y así él tenía un gran liderazgo, es decir, Churchill, y todavía podemos ser inspirados y motivados con esos poderosos mensajes que dio en la Segunda e incluso en la Primera Guerra Mundial. Es un soldado que lleva mucho tiempo activo.
Pero dijo: “De esta batalla depende la supervivencia de la civilización cristiana”. Se refiere a unos 500 años de esta civilización cristiana, y ahora parecía que podía perderse, cuando así fue durante 500 años.
Entonces volvió a hablar del Imperio y dijo: “Hitler sabe que tendrá que doblegarnos en la isla o perder la guerra. Si le hacemos frente, toda Europa podrá ser libre”. ¡Si nos enfrentamos a Hitler y luchamos contra él! Ahora bien, sus propios líderes allí no querían hacer eso; querían dialogar con Hitler y ver qué declaraciones haría, qué territorios de ellos y de las numerosas pequeñas naciones de Europa quería. Así que esto afectaba también a Estados Unidos de muchas maneras, pero Churchill seguía diciendo: ¡Miren, nos hundimos en el abismo de una era oscura! ¡El abismo de una era oscura!
Ahora, escaparon de eso, pero esa nueva “era oscura” está aquí hoy frente a nosotros. Nos enfrentamos al mismo abismo oscuro y profundo, y hay muchas profecías en la Biblia que lo dicen. Tenemos que enfrentar la realidad; es nuestra única esperanza. Sólo seremos libres y estaremos seguros si lo hacemos; si nos volvemos hacia Dios.
Pero este es el abismo de una nueva era oscura. Se evitó en la Segunda Guerra Mundial y ahora, bueno, vuelve a ocurrir. ¡Esta vez se profetiza que ocurrirá el peor sufrimiento jamás visto en este planeta! ¡Eso es lo que dice Dios!
¿Estamos dispuestos a afrontarlo, arrepentirnos y dejar que Dios nos proteja? Dios dice que sus elegidos serán protegidos, aquellos que de verdad le obedecen y llevan Su mensaje al mundo. Serán protegidos. Tenemos que recordar que Dios tiene un “pequeño rebaño”. Eso es algo que debemos tener en cuenta, ya que difundirán un mensaje sobre esta nueva era oscura, el abismo de la nueva era oscura hoy. Y lo repitió una y otra vez para decirnos que algo está mal aquí, y la única esperanza, la única forma en que vamos a resolver esto es enfrentarlo yendo a Dios y arrepintiéndonos y dejando que Dios nos proteja, ¡y de eso se trata la advertencia! Dios nos está diciendo que tenemos muchos pecados y que necesitamos arrepentirnos urgentemente.
Y continuó diciendo que en el Imperio británico ése era su “mejor momento”, y aún hoy se habla de esto en todo el mundo, como entonces. No se ha olvidado. Y dice: “El abismo de una nueva era oscura que se ha vuelto más siniestro … por [bueno, todo tipo de] ciencia pervertida. ¡Todo estaba mal! ¡Era una nueva era oscura!
Algunos lo llamaban la “nueva Edad Media”, ¡pero Churchill pensaba que era mucho peor que eso! Era una nueva era oscura a la que se enfrentaban los hombres en la Segunda Guerra Mundial. ¡Muchos hombres! Y él hablaba del Imperio británico, que en realidad Dios le dio a Gran Bretaña, y al final, ciertamente, no le dieron a Dios tanto crédito. Pero eso es lo que ocurrió. Dios se los dio por la obediencia de Abraham, y todo eso se explica en nuestro libro sobre Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.
Así que hay mucha profundidad aquí sobre esta guerra y cómo iba a empeorar en la Segunda Guerra Mundial y tal vez destruir toda la civilización cristiana.
Ahora, Dios los salvó de pasar por eso, pero aún nos acecha y seguirá trayendo sufrimiento y castigo si no se arrepienten. Dios dice que sólo estamos llenos de pecado y necesitamos buscar a Dios en este momento, todo el tiempo.
Él dijo: “De esta batalla depende la supervivencia de la civilización cristiana”. ¡Así que esa civilización que había existido durante 500 años, él pensaba que quizás sería aniquilada! Así de grave fue la Segunda Guerra Mundial.
Y hoy nos enfrentamos a algo aún peor, ¡mucho peor! Pero ¿cuántas personas están dispuestas a enfrentarlo y dejar que Dios les dé el entendimiento necesario para asegurarse de no tener que pasar por ello? Pero se están hundiendo en el abismo.
ii Tesalonicenses 2 y versículo 1. Dice esto: “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, (2) que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca”. Pera ahora viene pronto.
Pero tenía que ocurrir algo más, y ya ha ocurrido, y es la gran señal de la Segunda Venida de Cristo.
Noten lo que dice en el versículo 3: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá”, es decir, la Segunda Venida de Cristo, “sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”; y todo eso ha sucedido ante nuestros ojos, y se explica específicamente en mi libro sobre El mensaje de Malaquías para la Iglesia de Dios hoy.
Y luego el versículo 4 aquí dice: “El cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”. ¡Está actuando como Dios Mismo! ¡Un hombre que tomó el control de la propia Iglesia de Dios en este tiempo del fin! Y todo este horror ya ha ocurrido, y Dios dice que se va a empeorar.
Pasemos al versículo 7 donde dice: “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad [o anarquía]: sólo que hay quien al presente lo detiene [o lo detendrá, debería leerse], hasta que sea quitado de en medio”. Había un hombre allí, este Elías del tiempo del fin (Mateo 17, versículos 10 y 11) y ya ha venido y se ha ido, y restauró todas las cosas mientras estuvo aquí.
Luego un poco más abajo, en el versículo 10 dice: “Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad…”. Ahí está el problema con el hombre. Ese es el problema de la propia Iglesia de Dios en este tiempo final: estos laodicenos, estos tibios miembros de la Iglesia de Dios. No aman la verdad; ese es su problema. Y por eso irán a la Gran Tribulación si no se arrepienten. Viene, y ese es el propio pueblo de Dios.
Él nos dice en Apocalipsis 3 y más adelante, en los versículos 20 a 22, donde habla de que debemos vencer a Satanás el diablo y a este mundo para agradar a Dios y asegurarnos de que Él nos está bendiciendo y protegiendo.
Churchill escribió esto cuando se encontraba en guerra con Alemania en particular, pero también con Italia al mismo tiempo. Él dijo: “Yo mismo nunca entraré en negociaciones de paz con Hitler.”
Ahora, él tenía un compañero líder, Neville Chamberlain, que fue a Múnich en numerosas ocasiones para hablar con Hitler porque éste quería verlo. Y siguió cediendo y cediendo ante Adolfo Hitler, y Churchill dijo: ¡Nunca hablaría con ese hombre malvado! ¡Él era esa clase de líder! Aunque parecía que podía perder su país a manos de Adolfo Hitler. Pero iba a luchar, como debe hacerlo un soldado. ¡Un verdadero soldado hace eso!
Pero en ese tiempo, la mayoría de los líderes eran apaciguadores, y eso les causaba muchos problemas, todo era bastante grave y, sin embargo, en medio de todo esto, ¡Churchill se mostraba confiado! ¡Él tenía confianza y daba ejemplo a la gente! ¡Y los animaba una y otra vez! Era un líder fuerte para su país en aquella época, e incluso para Estados Unidos. También entramos en esa guerra, un poco tarde, pero aun así lo hicimos.
Churchill realmente intuía que Hitler le tenía cierto temor, porque siempre se le enfrentó y luchó contra él, con palabras y con hechos, durante algún tiempo. Pero notó que Hitler no tenía ganas de enfrentarse a Gran Bretaña y a Churchill. Churchill percibió esto; era un hombre muy perspicaz e intuyó que Hitler estaba algo preocupado por él porque siempre se le enfrentó y le dijo: ¡Nunca jamás negociaré con ese hombre ni con ningún terrorista así! ¡Y Hitler era el mayor de todos los terroristas! Eso molestaba mucho a Hitler emocionalmente. Y Churchill nunca cedió, siempre luchó con su gran valor y se enfrentó a los enemigos con un coraje muy poderoso.
Churchill consiguió que su gente luchara. Luego habló de ese “mejor momento” que tuvieron. Habló de la sangre, el trabajo, las lágrimas y el sudor. Y estos discursos y poderosos mensajes se difundieron por todo el mundo. Y Churchill inspiró a mucha gente en toda la Tierra, especialmente en el mundo occidental, porque se enfrentó a Hitler. Y en una época, ¡Gran Bretaña era el único país que lo hacía! Estados Unidos entró tarde en esa guerra, pero más tarde se sumaron otros países y ganaron la guerra.
Pero déjenme leerles lo que Churchill y Franklin Roosevelt dijeron en un documento. “Es nuestro propósito inflexible destruir el militarismo alemán y el nazismo, y asegurarnos de que Alemania nunca más pueda perturbar la paz mundial”. ¡Estaban decididos a no permitir que Alemania volviera a levantarse! Porque han iniciado guerras a lo largo de su historia, más que nadie, más que cualquier otra nación. Su corazón malvado se ha elevado demasiado en ese Sacro Imperio Romano, aunque el pueblo alemán es un gran pueblo. Llevan años sufriendo y causando muchos problemas a causa de este imperio tan terrible que ha causado tantos problemas en este mundo.