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Putin, Globe

Alexei Nikolsky/Tass/Getty Images

La estrategia del Kremlin para la dominación mundial

Vladimir Putin y sus generales están siguiendo un plan presentado por un científico político neofascista para reemplazar a Estados Unidos como la superpotencia mundial.

El Kremlin está siguiendo un plan detallado para reemplazar a Estados Unidos como la superpotencia mundial. Sorprendentemente, la mayoría de los líderes estadounidenses no entienden esta realidad. Al igual que Barack Obama, el ex presidente de Estados Unidos, ellos rechazan a Rusia como un “poder regional” que ataca a naciones débiles como Ucrania, en lugar de fuertes. Su valoración no podría estar más equivocada. La conquista de Crimea en 2014 fue en realidad un paso calculado en la estrategia de Rusia para dominar el mundo.

Y esta estrategia fue elaborada con años de antelación.

El presidente ruso, Vladimir Putin, está siguiendo un modelo presentado en un libro de 1997 del científico político neofascista Aleksandr Dugin: The Foundations of Geopolitics (Los fundamentos de Geopolítica). Este libro es obligatorio para todos los oficiales militares rusos por encima del rango de coronel. Sin embargo, a pesar de su importancia, nunca se ha traducido oficialmente al inglés. Así como los líderes mundiales ignoraron el Mein Kampf de Adolf Hitler en la década de 1930, hoy están ignorando este manifiesto. Esto resultará ser un error trágico.

Dugin glorifica el pasado zarista y Estalinista de Rusia y defiende una ideología del “bolchevismo nacional”. Esta ideología fusiona al nacionalismo ruso, al socialismo bolchevique, al cristianismo ortodoxo oriental y tiene un toque de misticismo.

The Foundations of Geopolitics se lee como una lista de tareas pendientes que predice el comportamiento de Putin en las relaciones internacionales. Si bien todavía hay algunas casillas sin marcar, Rusia se esfuerza por avanzar hacia su objetivo final, el cual es superar a Estados Unidos como la única superpotencia del mundo. Esto no debería sorprender a nadie que realmente entienda la profecía bíblica.

“Rusia es la superpotencia nuclear más peligrosa y agresiva del mundo”, escribe el jefe editor de La Trompeta, el Sr. Gerald Flurry, en su folleto El príncipe de Rusia profetizado“Seguramente eso significa que Rusia debe ser mencionada en la profecía bíblica. Si usted conoce su antiguo nombre bíblico, puede encontrar profecías sobre esta nación en el Antiguo y el Nuevo Testamento”.

Estas profecías revelan el perfil de la estrategia de Rusia para dominar el mundo, y mucho más. Entonces, mientras que los líderes estadounidenses son ingenuos al ignorar The Foundations of Geopolitics, realmente necesitan estudiar El Príncipe de Rusia profetizado junto con la Biblia. Ésta revela cómo Rusia va a jugar un papel instrumental en la caída de Estados Unidos. Y que el diablo está detrás de todo esto.

Atlantismo vs. Eurasianismo

El manifiesto de Dugin comienza afirmando que los poderes terrestres y marinos se encuentran en un estado de lucha permanente entre sí. Las naciones terrestres como Alemania, Irán y Rusia representan el “Eurasianismo”, mientras que las naciones marinas como Estados Unidos y Gran Bretaña representan el “Atlantismo”. Para que el primero derrote al otro, Dugin afirma que debe establecerse una coalición de naciones antiamericanas, incluyendo Alemania, Irán, Japón y otros países de Europa y Asia.

Esta teoría fue inspirada por Karl Haushofer, el geopolítico alemán que popularizó el término lebensraum (espacio vital). Después que Hitler llegó al poder, Haushofer aconsejó una alianza entre Alemania, Rusia y Japón. Dado que Dugin responsabiliza a Estados Unidos por el colapso de la Unión Soviética, quiere especialmente que Rusia se alíe con Alemania, en contra Estados Unidos.

Este plan para socavar a Estados Unidos no es solo una teoría descabellada inventada por un ruso místico. El famoso geopolítico británico, Sir Halford Mackinder en 1904 dio una conferencia titulada: “El pivote geográfico de la historia”. Argumentó que cualquier nación que gobierne Europa del Este gobernaría tanto a Eurasia como al mundo. Los geopolíticos alemanes como Friedrich Ratzel y Karl Haushofer aprovecharon la teoría de Mackinder. Ahora los geopolíticos rusos como el teniente general Nikolai Klokotov y Dugin están haciendo lo mismo. Si una alianza ruso-alemana puede subyugar a Europa del Este, tendrá el poder suficiente para desafiar a Estados Unidos y Gran Bretaña.

Específicamente, Dugin cree que Rusia necesita recuperar sus antiguos satélites soviéticos. Dugin aconseja al gobierno ruso anexar Bulgaria, Georgia, Rumania, Ucrania y todas las naciones con una mayoría ortodoxa oriental.

Putin está de acuerdo. Él invadió Georgia en 2008. Invadió Ucrania en 2014. Anexó efectivamente a Bielorrusia y Kazajstán con la creación de la Unión Económica Euroasiática en 2015. Ahora trabaja en anexiones adicionales para crear un imperio dominado por Rusia capaz de trabajar con otros europeos y las potencias asiáticas, en contra de EE UU.

“En principio, Eurasia y nuestro espacio (el corazón de Rusia) siguen siendo el área de preparación de una nueva revolución anti burguesa y antiamericana”, escribe Dugin en The Foundations of Geopolitics. “El nuevo imperio Euroasiático se construirá sobre el principio fundamental del enemigo común: el rechazo al Atlantismo, el control estratégico de EE UU y el rechazo a permitir que los valores liberales nos dominen”. Sin embargo, en lugar de provocar una confrontación militar directa con Estados Unidos, Dugin aconseja a los líderes rusos que construyan poder e influencia a través de alianzas con otras potencias euroasiáticas.

Estas ideas guían a Vladimir Putin. Y todo está sucediendo tal como lo pronostican las profecías de la Biblia.

El libro del Antiguo Testamento de Ezequiel se refiere a una personalidad de los últimos tiempos llamada el “príncipe jefe de Mesec y Tubal”. Los estudiantes de la profecía bíblica saben que los pueblos de Mesec y Tubal se establecieron en lo que hoy es Rusia. Así que el príncipe jefe de Mesec y Tubal es el líder de Rusia en el tiempo final. En Ezequiel 38: 1-2, Dios le ordena a Su vigilante que profetice contra este líder.

“El vigilante de Dios advierte a las naciones de Israel en particular sobre el peligro de Rusia y China, y cómo los eventos en estas naciones van a terminar”, escribe el Sr. Flurry en El príncipe de Rusia profetizado. “Dios específicamente advierte a tres naciones de Israel: Estados Unidos, los pueblos Británicos y el estado judío en Oriente Medio”. Más tarde explica cómo Putin es un ex agente de la kgb animado por un espíritu de venganza contra EE UU, y por los deseos de restaurar el imperio ruso. El libro de Dugin explica las tácticas que Putin usa para lograr este objetivo; el folleto del Sr. Flurry explica el papel de Putin en la profecía y la inspiración ulterior detrás de las acciones del Kremlin.

Eje Moscú – Berlín

The Foundations of Geopolitics promueve la formación de una alianza Moscú-Berlín, una alianza Moscú-Teherán y una alianza Moscú-Tokio. El general Klokotov observó en la década de 1990 que los períodos más grandes de paz en la historia rusa eran en tiempos en que Rusia se aliaba con Alemania. Se rumorea que él reclutó a Dugin para escribir The Foundations of Geopolitics como un manual de entrenamiento para oficiales rusos basado en su defensa de una alianza ruso-alemana.

“La tarea de Moscú es arrancar a Europa del control de EE UU (otan), ayudar a la unificación europea y fortalecer los lazos con Europa Central bajo la égida del eje externo fundamental Moscú-Berlín”, escribe Dugin. “Eurasia necesita una Europa unida y amigable”. A cambio de que Alemania rechazara a la otan y se uniera a una alianza rusa, Dugin propone que Rusia ayude a Alemania a ganar el dominio político sobre las naciones católicas y protestantes de Europa. Señala que tanto Francia como Alemania tienen una “firme tradición anti-Atlántica” que Rusia puede explotar para lograr este objetivo.

El experto en relaciones internacionales George Friedman pronunció un discurso en el Consejo de Asuntos Globales de Chicago, en febrero de 2015. Explicó que el gobierno de Estados Unidos trabaja para prevenir una alianza entre Alemania y Rusia porque la combinación de tecnología alemana con recursos naturales rusos, podría crear un bloque de poder con la capacidad para desafiar la posición de Estados Unidos como la única superpotencia del mundo. Los políticos rusos y los estrategas militares lo entienden, y proyectos como el gasoducto Nord Stream Pipeline están diseñados para utilizar la tecnología alemana para transportar los recursos naturales rusos a Europa.

Como escribe Dugin en The Foundations of Geopolitics, Rusia y Alemania “deben resolver todas las cuestiones en disputa juntas y por adelantado”. El objetivo del Estado Mayor ruso es aliarse con Alemania para destruir la otan y derrotar a Estados Unidos.

La profecía bíblica muestra que estos dos poderes, antes de que se enfrenten entre sí, inicialmente tendrán un gran éxito en el logro de esa meta. “Los alemanes hicieron un pacto con Rusia antes que comenzara la Segunda Guerra Mundial”, escribe el Sr. Flurry en El príncipe de Rusia profetizado. “Esta historia traicionera se repetirá en un futuro cercano. ¡Así es como ellos hacen los negocios!”

En su artículo de la Trompeta de septiembre-octubre de 2018 titulado: “La guerra secreta de Alemania y Rusia contra EE UU”, el Sr. Flurry explicó este punto al profetizar que la cooperación entre Alemania y Rusia está preparando el escenario para una enorme “olla hirviente” que se extenderá y escaldará a la gente de EE UU y Gran Bretaña (Jeremías 1: 13-15). Todos en Estados Unidos necesitan ver lo que realmente está sucediendo en Alemania y Rusia.

Eje Moscú-Teherán

Rusia reconoce que Irán es la nación más influyente en Oriente Medio. Con el fin de atraer a Irán a una alianza con Rusia, Dugin aconseja dar a Irán partes de Georgia y Azerbaiyán. A pesar de las diferencias de religión, Dugin propone que la naturaleza tradicionalista del Islam hace de la República Islámica de Irán un aliado natural de Rusia y un enemigo natural de Estados Unidos.

“La idea de una alianza continental Rusa-Islámica se encuentra en la base de la estrategia Atlantista”, escribe. “En general, toda la zona islámica representa una realidad geopolítica naturalmente amigable en relación con el imperio euroasiático, ya que la tradición islámica (...) comprende completamente la incompatibilidad espiritual de Estados Unidos y la religión”.

Una fuerte alianza con Irán daría a Rusia acceso al Golfo Pérsico y cumpliría el sueño ruso de siglos, de tener un puerto de aguas cálidas en el Océano Índico. Dugin escribe que Rusia debe ayudar a minar Turquía y Arabia Saudita para ayudar a Irán a ganar más fuerza en Oriente Medio. Dugin incluso recomienda desmembrar a Turquía si es posible.

El Kremlin quiere un régimen pro-Ruso en Irán para oponerse a Estados Unidos. Si bien Putin pudiera no estar dispuesto a renunciar a partes de Georgia y Azerbaiyán, sí está interesado en ayudar a Irán a socavar los intereses estadounidenses en Oriente Medio.

“La profunda participación de Rusia en Oriente Medio ha permitido que el brutal régimen sirio retenga el poder”, escribe el Sr. Flurry en El príncipe de Rusia profetizado. “También ha sido fundamental para ayudar a Irán a continuar con su búsqueda de armas nucleares. (...) Observe a Oseas 7: 9 en la traducción de Moffatt: “los extranjeros se comen su fuerza [de Israel]...”, extranjeros como Rusia, China, Irán y Alemania, y “hay pelos grises sobre él aquí y allá, desconocidos para él”.

La política exterior de Estados Unidos es un desastre. Sin embargo, las personas no lo saben porque ignoran las advertencias de la Biblia.

Eje Moscú-Tokio

La piedra angular de la política exterior de Dugin en Asia, es una alianza propuesta entre Rusia y Japón. A cambio de que Japón se aliara con Rusia, propone darle a Japón las Islas Kuriles. Dugin también sugiere agitar el sentimiento antiamericano en Japón para alejar a la nación de Estados Unidos. Escribe que debe desatarse el antiamericanismo de los japoneses, “quienes recuerdan bien el genocidio nuclear y la humillación de la ocupación política”.

Curiosamente, Dugin aboga por desmembrar a China para ayudar a allanar el camino para que Japón domine el Lejano Oriente. Sin embargo, ha dado marcha atrás en esta recomendación de política desde que se publicó su manifiesto. Putin no está de acuerdo con él en este punto.

Desde que Vladimir Putin se convirtió en presidente de Rusia en 1999, él ha trabajado para forjar una fuerte alianza rusa con China. Entonces, mientras Dugin sigue insistiendo en que las relaciones rusas con Alemania, Irán y Japón son más importantes que las relaciones rusas con China, Putin ha atenuado su apoyo vocal a los movimientos de secesión en el Tíbet y Manchuria.

Si bien muchos analistas rusos se dan cuenta que el creciente poder de China en el este de Asia representa una amenaza a largo plazo para el control de Siberia por parte de Rusia, también se dan cuenta de que si Rusia y China trabajan juntas en el corto plazo, ambos pueden destronar a EE UU como la superpotencia mundial. Si Alemania domina Europa, Irán domina Oriente Medio y China domina Asia Oriental, Rusia necesitará una alianza con cada una de estas potencias para asegurarse un lugar de prominencia mundial.

La Biblia predice una alianza de Rusia con China y Japón. “Durante muchos años, los rusos se han aliado con China, al menos hasta cierto punto”, escribe el Sr. Flurry en El príncipe de Rusia profetizado. “Pero también habrá otros poderes involucrados. La profecía de Ezequiel dice que el ejército liderado por los rusos también incluirá a “Persia, Cus y Fut (…) Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo” (Ezequiel 38:5-6). Gomer se refiere a Japón, que maneja algunas de las armas y tecnología más avanzadas del mundo. Etiopía y Libia deben traducirse como ‘Cush’ y ‘Phut’. Algunos de Cush y Phut emigraron a las naciones africanas, pero el resto se estableció en partes de la India. El contexto de este pasaje muestra que se refiere a los indios de hoy en día (y quizás a los pakistaníes) en lugar de a los africanos”.

Todas estas naciones se están uniendo actualmente en contra de EE UU.

Guerra de razas en EE UU

La estrategia de Rusia se centra en debilitar a Estados Unidos. En The Foundations of Geopolitics, Dugin aboga por difundir el antiamericanismo en todo el mundo al hacer de Estados Unidos el “chivo expiatorio principal” de todo. También escribe que Rusia debería usar sus servicios de inteligencia federales para dividir a Estados Unidos desde adentro. Él menciona a los “racistas afroamericanos” como una demográfica que Rusia debería usar, “para provocar todas las formas de inestabilidad y separatismo dentro de las fronteras de Estados Unidos”.

“Es especialmente importante introducir el desorden geopolítico en la actividad estadounidense interna, alentando todo tipo de separatismo y conflictos étnicos, sociales y raciales, apoyando activamente a todos los movimientos disidentes: grupos extremistas, racistas y sectarios, desestabilizando los procesos políticos internos en Estados Unidos”, escribe él. “También tendría sentido al mismo tiempo apoyar las tendencias aislacionistas en la política Estadounidense”.

Dugin no es el primer estratega ruso que recomienda fomentar las tensiones raciales para socavar a Estados Unidos. El antiguo jefe de Putin en la kgb, el jefe de espías Yuri Andropov, utilizó una estrategia similar en la década de 1970 cuando trabajó para inflamar las tensiones raciales en EE UU, para distraer al país de contrarrestar la hegemonía rusa. Putin aprendió bien esta lección.

Los estadounidenses serían ingenuos al asumir que la kgb desapareció junto con la Unión Soviética. Serían igualmente ingenuos al pensar que un ex agente de la kgb en el Kremlin no es un enemigo peligroso. “Este hombre no es solo un líder autoritario”, escribió el Sr. Flurry en la edición de marzo de 2017 de Trumpet. “¡Es un agente malvado, despiadado y vengativo con métodos al estilo soviético de ofensiva psicológica, asesinato y guerra! Como lo dijo un periodista ruso, Putin “es un modelo gigante de la kgb”. Dugin ha abogado por agitar los disturbios raciales en Estados Unidos, y Putin está muy familiarizado con esta táctica.

Antiguamente, el profeta Isaías escribió esto con respecto a las terribles consecuencias de los graves pecados nacionales de Estados Unidos: “Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños” (Isaías 1: 7). Dios usará a los gentiles para castigar a los descendientes del antiguo Israel por sus pecados.

Ejércitos en Armagedón

Jesucristo, el profeta más grande de todos los tiempos, le dijo a sus discípulos que justo antes de su regreso a la Tierra, el mundo estaría dominado por naciones no israelitas. Dijo que la gente de “Jerusalén” caería a filo de espada, y que serían llevados cautivos a todas las naciones; “... y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan” (Lucas 21: 24). La profecía bíblica a menudo usa Jerusalén, la capital del antiguo Israel, para simbolizar a todo Israel.

Esto significa que todas las naciones que han descendido de los antiguos israelitas serán conquistadas y pisoteadas por las potencias gentiles: por Rusia, Alemania, Irán, China y Japón. Pero solo porque Dios castigará a Israel primero, no significa que los gentiles vayan a estar libres de castigo. Dios es el Creador de todas las naciones. Entonces, mientras Dugin y Putin pueden pensar que Rusia emergerá como la próxima superpotencia mundial, la Biblia revela que Alemania traicionará a Rusia. Después que Estados Unidos pierda su estatus de superpotencia, un imperio europeo liderado por Alemania conquistará a América del Norte. Luego, lanzará un ataque militar preventivo contra Rusia y sus aliados asiáticos. El apóstol Juan profetiza que Rusia y China amasarán un ejército de 200 millones de hombres para contrarrestar ese ataque europeo. Los ejércitos asiáticos y europeos se reunirán en Armagedón, antes de unir sus fuerzas para contrarrestar a una amenaza [mayor] en Jerusalén (Apocalipsis 9: 1-16).

Y a menos que Jesucristo Mismo interviniera, todo ser humano sufriría la extinción en una guerra nuclear devastadora entre Europa y Asia (Mateo 24:22). Afortunadamente, la Biblia registra una promesa definitiva de Dios: que Jesucristo intervendrá para ponerle fin a la locura. La gran mayoría de las personas no se da cuenta que los seres humanos simplemente son incapaces de gobernarse con justicia. Deberían ser humildes hasta el punto en que estén dispuestos a hacer las cosas a la manera de Dios. La gran mayoría de las personas son tan peligrosamente tercas, que se necesitará un holocausto nuclear para traerlos al arrepentimiento.

Dios protegerá a aquellos que voluntariamente se arrepientan, y dejen atrás los pecados de este mundo. Ellos no tendrán que sufrir estas maldiciones horrendas (Apocalipsis 18: 4). Pero, trágicamente, el resto de la humanidad deberá aprender por las malas. Mas la buena noticia es que la presencia del “príncipe jefe de Mesec y Tubal” es una señal de que Jesucristo está a punto de regresar. ¡Después de 6.000 años de maldad y sufrimiento, la gente finalmente estará lista para hacerle caso a Dios y aprender Su modo de vida! 

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