Reciba nuestro boletín gratis

24863

PAUL ELLIS/AFP/GETTY IMAGES

La estafa del calentamiento global

Desde los incendios forestales en California hasta un supertifón en Filipinas, desde la sequía en Kenia hasta las inundaciones repentinas en Perú, los desastres meteorológicos causan estragos en todo el mundo. La humanidad sufrió desastres meteorológicos en 2020 por valor de 50 mil millones de dólares. El monto de 2021 será probablemente similar. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y los más de 30.000 delegados que asistieron a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 culpan de estos fenómenos meteorológicos extremos al calentamiento global provocado por el hombre con el uso de combustibles fósiles. Sin embargo, una serie de estudios científicos bien documentados demuestran que estas conclusiones se basan en datos manipulados y en una ciencia deliberadamente sesgada.

Los científicos del clima financiados por el gobierno se centran en el efecto aislante que el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero tienen en la Tierra. Pero sus modelos suelen omitir factores como el aumento del crecimiento de las plantas. Según el Instituto Heartland, un “estudio de fotografías de satélite realizado por Ranga Myneni y un equipo de investigadores de la Universidad de Boston descubrió que durante los últimos 30 años, el 20% de la superficie de la Tierra se volvió más verde. Sólo el 3% de la Tierra se oscureció. Este hallazgo es extremadamente importante, porque a medida que aumenta el dióxido de carbono, también lo hace el crecimiento de las plantas, y éstas producen más oxígeno, empujando el sistema hacia el equilibrio”. En otras palabras, el planeta está diseñado para reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera cuando ésta es demasiado alta, simplemente haciendo crecer más plantas.

El Instituto Heartland también informa de que los modelos informáticos utilizados por los científicos del clima financiados por el gobierno ignoran el hecho básico de que los efectos aislantes del dióxido de carbono no son lineales.

“De hecho, las primeras 20 ppm de dióxido de carbono añadidas producen más calentamiento que las siguientes 400 ppm”, escribió el asesor político Jay Lehr en una crítica a las predicciones apocalípticas del Programa de Investigación del Cambio Global de EE UU. “Este efecto de saturación significa que casi todo el potencial de calentamiento del dióxido de carbono se ha realizado con concentraciones en la atmósfera inferiores a 100 ppm. Las concentraciones superiores a 100 ppm producen un calentamiento insignificante, incluido el nivel preindustrial de 280 ppm y la temida duplicación a 560 ppm. El dióxido de carbono atmosférico no es capaz de producir un calentamiento global catastrófico porque el potencial de calentamiento se agota esencialmente después de añadir niveles relativamente bajos de dióxido de carbono adicional. Dado que estos hechos se omiten a menudo en los modelos climáticos de los alarmistas, los modelos no describen la temperatura real y medible de la atmósfera terrestre”.

La quema de combustibles fósiles puede tener algún efecto limitado sobre las temperaturas, pero el problema de los informes de las Naciones Unidas es que ignoran los mecanismos que Dios diseñó para devolver el equilibrio a la atmósfera de la Tierra, y hacen afirmaciones no probadas sobre la relación entre la temperatura y los desastres meteorológicos. Lo que se ve en las noticias no es un debate científico abierto, en el que los mejores hechos ganan. Es el resultado de una manipulación con motivaciones políticas diseñada para asustar a la gente y hacer que renuncie a sus derechos otorgados por Dios a un comité central de planificación.

Muchos científicos se burlan de la idea de que Dios controla el clima, pero el libro de Job afirma que Dios equilibra los vapores de las nubes y calienta la Tierra con un viento del sur (Job 37:16-17). Dios ordena a las nubes que hagan su voluntad, ya sea por misericordia o por corrección (versículos 12-13). El autor del Salmo 148 mostró su comprensión del poder de Dios sobre los elementos cuando escribió sobre “el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra” (versículo 8).

Estos pasajes confirman que Dios controla el sol y equilibra los gases que componen las nubes. También confirman que Dios envía fuego y vientos tormentosos para cumplir sus promesas y sus profecías. Por lo tanto, en lugar de publicar simulaciones informáticas en extremo simplificadas sobre los efectos aislantes del dióxido de carbono en un esfuerzo por llevar a la gente al socialismo, los líderes mundiales deberían decir a su gente que se humillen, oren, busquen el rostro de Dios y se aparten de sus malos caminos. 

Este artículo fue traducido del artículo “The Global Warming Scam” de theTrumpet.com.


Boletín, AD