La causa raíz del odio de los alemanes hacia ‘MAGA’

Charlie Kirk pronunció “comentarios racistas, por ejemplo, hostiles a las minorías” y “pertenecía a la extrema derecha estadounidense”. Así se expresó el jefe de la oficina en Washington de la cadena pública alemana zdf, Elmar Theveßen, un día después del asesinato del popular comentarista estadounidense. Estos y otros comentarios llevaron al enviado presidencial especial Richard Grenell a exigir la retirada del visado de Theveßen a Estados Unidos.

Pero Theveßen es sólo uno de los muchos que han expresado tales opiniones. El periódico liberal-conservador alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung escribió el 11 de septiembre que Kirk “inspiró a los jóvenes a apoyar a Donald Trump, las ideas racistas y el nacionalismo cristiano”.

Esta crítica no era sólo para el Kirk asesinado, sino también para el conservadurismo estadounidense, más concretamente, para la creencia de los conservadores en la Biblia.

En “La reacción de Alemania ante el asesinato de Charlie Kirk fue más que inquietante”, el Telegraph británico señaló:

Incluso cuando los presentadores más condecorados del país intentaron la solemnidad, la máscara se resbaló.

En el zdf heute journal, la fortaleza de los medios de comunicación dominantes de Alemania, la presentadora Dunja Hayali comenzó: “El asesinato de Kirk no puede justificarse por nada”. Un comienzo decente. Pero luego, en el mismo aliento, recordó a los espectadores que Kirk era culpable de “declaraciones aborrecibles, racistas, sexistas y misántropas”, tachándolo de “adepto a la conspiración radical-religiosa”.

Este parece ser el truco periodístico: presentarse como equilibrados y luego retorcer el cuchillo. ¿El resultado? Se invita a millones de alemanes corrientes, que confían en la palabra de los presentadores de horario de máxima audiencia, a concluir que, aunque el asesinato es técnicamente condenable, esta víctima en particular apenas era humana desde el principio.

En vísperas de la Segunda Guerra Mundial, los judíos ya no eran considerados plenamente humanos, por lo que el pueblo alemán se encogió de hombros cuando comenzaron a ser deportados y asesinados. Deberíamos estar profundamente alarmados ante estos indicios de que la historia se repite.

Pero, ¿por qué los medios y los políticos alemanes deshumanizan a un individuo como Kirk? Frankfurter Allgemeine Zeitung fundamentó sus acusaciones con esta “evidencia”:

El orador del campus hizo campaña contra el aborto, incluso en casos de violación infantil, y abogó por la construcción de un muro en la frontera sur y por “Estados Unidos Primero”. (…) Kirk abogó por una “nación cristiana” y dijo en 2024: “No podemos tener libertad si no contamos con una población cristiana”. También expresó opiniones similares sobre las relaciones de género y las cuestiones familiares. Kirk aconsejó a las mujeres que ignoraran a los “machos beta” y dijo que los padres nunca deberían permitir que sus hijas tomaran la píldora.

Theveßen acusó a Kirk por razones similares. Entrevistado por el presentador Markus Lanz el 11 de septiembre, Theveßen afirmó: “Kirk dijo, por ejemplo, que los homosexuales deberían ser lapidados hasta la muerte (…) que las mujeres deberían someterse a los hombres…”.

Lanz no podía creerlo: ¿Homosexuales lapidados? Theveßen se echó atrás, diciendo que Kirk se refería a la Biblia en este caso y que no pedía el mismo castigo hoy en día.

En otras palabras, no fue Kirk quien pidió la lapidación de los homosexuales; fue el Antiguo Testamento. Por lo tanto, Theveßen no acusaba a Kirk sino a la Biblia de ser “hostil a las minorías”.

El problema con Kirk, a ojos de los comentaristas alemanes, es que su visión del mundo no se guiaba por la opinión dominante, sino por la Biblia. No todas las creencias de Kirk procedían de la Biblia, pero sí muchas de las que le criticaban.

• Kirk se oponía al aborto porque creía que un embrión es un ser humano al que no tenemos derecho a matar. Los Diez Mandamientos están de acuerdo.
• Kirk creía que los hombres debían dirigir a sus familias. El Nuevo Testamento dice enfáticamente: “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”.
• Kirk creía que uno no puede cambiar su sexo. La Biblia dice que Dios creó al varón y a la hembra.
• Kirk incluso intentó guardar el día de reposo del séptimo día como manda la Biblia.

Charlie Kirk representaba a una de las partes más conservadoras de la sociedad estadounidense que apelaba a “la ley perfecta de Dios”.

En Alemania no existe un conservadurismo bíblico generalizado. Es exclusivo de Estados Unidos. Muchas de las figuras conservadoras dominantes en Alemania tienen una visión del mundo completamente diferente a la de sus homólogos estadounidenses. Por ejemplo, el exministro de Defensa Karl-Theodor zu Guttenberg comentó que muchas de las creencias de Kirk “contradicen fundamentalmente mis propios valores”.

Guttenberg fue criado en un hogar sumamente católico con siglos de tradición en los que apoyarse. Sin embargo, sus creencias actuales son “fundamentalmente” diferentes de muchas de las que sostenía Kirk, y ciertamente de las de la Biblia.

Los europeos no son necesariamente menos religiosos que sus contrapartes estadounidenses, pero practican su fe de forma distinta. Mientras que Estados Unidos se fundó sobre la libertad religiosa, la Europa actual se fundó sobre la supresión religiosa. Los cruzados convirtieron a naciones enteras por la espada. La Iglesia católica controlaba los textos religiosos. La Inquisición suprimió las creencias religiosas. Si uno quería liberarse de esa represión, huía a Estados Unidos.

Esta persecución del pensamiento basado en la Biblia resurge hoy en diferentes facetas, pero todos estos ataques están inspirados por el adversario de Dios, Satanás el diablo.

La Biblia también contiene profecías específicas sobre cómo Satanás atacaría las verdades contenidas en la Biblia.

Apocalipsis 13 y 17 describen un imperio, simbolizado por una bestia. A lo largo de los tiempos, este imperio ha dominado el continente europeo y estuvo a punto de lograr la dominación mundial en múltiples ocasiones. El difunto Herbert W. Armstrong escribió en La Pura Verdad de enero de 1979:

La religión misteriosa de Babilonia (Apocalipsis 17:5) se convirtió en una religión basada en Roma, persiguiendo a los verdaderos creyentes cristianos. El Imperio Romano fue derrocado por los bárbaros del norte en 476. Hubo un dominio semi-romano de los vándalos, los ostrogodos y los hérulos durante casi 200 años, pero los tres desaparecieron con el tiempo como si la tierra los hubiera tragado.

Mientras tanto, la Iglesia romana, que seguía reivindicando el cristianismo, ahora conocida principalmente como la Iglesia católica romana, había ganado prominencia y poder. En 554, el Papa trajo a Justiniano –que gobernaba el Imperio Romano de Oriente en Constantinopla– a Roma para una resurrección del Imperio Romano (conocido entonces como el Sacro Imperio Romano) en la que los papas reclamaban el gobierno divino infalible sobre el Estado. La Iglesia y el Estado estaban unidos, se imponía la religión romana.

Hubo altibajos en el Sacro Imperio Romano, que alcanzó su apogeo en el año 800 d. C. bajo el rey francés Carlomagno, luego otro auge bajo el alemán Otón el Grande, más tarde la dinastía austriaca de los Habsburgo alcanzó su apogeo bajo Carlos v, y finalmente el Sacro Imperio Romano llegó a su fin bajo Napoleón, quien “encontró su Waterloo” en 1814.

Los conservadores europeos no han construido sus creencias de acuerdo a la Biblia, la religión romana prohibía el conocimiento de la Biblia. Sin la Biblia como fundamento, las tradiciones no son más que las tradiciones de los hombres y están sujetas a cambios.

Se profetiza que esta “religión romana”, el sistema babilónico, resurgirá para suprimir la verdad de la Biblia. Para entender en detalle cómo sucederá esto, lea ¿Quién o qué es la bestia profética? por Herbert W. Armstrong.