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KOD_18-08_ES

La Trompeta

La bula de Ezequías (transcripción)

Saludos a todos.

La arqueología ha comprobado muchas veces que la Biblia es la palabra de Dios. No obstante, los arqueólogos nunca descubrieron un artefacto que le pertenecía a un rey de Israel o de Judá, sino hasta 2016. Y éste fue encontrado por la arqueóloga, que yo pienso que es la mejor del mundo, la doctora Eilat Mazar. Y éste fue un pequeño sello de barro (o bula [del latín bulla], se llama), y leía en esa bula, “Le pertenece a Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá”. Este rey probablemente tuvo este sello de barro en su mano, y eso creó una sensación mundial incluso en muchos de los que reportan en la prensa secular.

Pero solamente piensen acerca de esto cuando usted ve esta bula. Yo quiero mostrárselos y como está atado a una profecía de la Biblia. Ahora bien, yo creo que usted verá que esa profecía es para USTED, es para cada persona en la Tierra y yo creo que Dios pues... quería enseñarnos una lección, y especialmente la lección que Ezequías aprendió, la cual fue la lección más grande que aprendió en toda su vida. Él, definitivamente, era un hombre que cometió errores (como todos los demás) pero él aprendió de esos errores.

Nosotros estuvimos contentos de tener dos de nuestros estudiantes ahí en esa área específica donde se encontró esa bula, y ellos recogieron algo de ese escombro y después resultó que esa bula o sello, fue encontrado en ese pequeño grupo de artefactos que pudieron hallar.

Malaquías es una profecía del tiempo del fin y quiero leerles algo, para que ustedes entiendan de lo que esta bula o sello se trata, y quiero darles un poco de contexto aquí. Voy a comenzar con Malaquías 4 y versículo 5 donde dice: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de [el Eterno], grande y terrible.”

Pues, es crítico que entendamos este tiempo de todos los tiempos, y este Día del Señor va a ser el tiempo más destructivo jamás sobre el planeta Tierra, el peor sufrimiento jamás experimentado va a suceder en ese tiempo. Este Elías (tipo de Elías) ya vino y se fue, y esto hace esta profecía muy cercana a la Segunda Venida de Jesucristo. Él viene al final o conclusión del Día del Señor.

Necesitamos ver que Cristo está usando este Día del Señor para plagar a este mundo para que se sometan a Su gobierno y Su reinado para que pueda enderezar todos estos problemas y gobernar la Tierra y darles paz, gozo y prosperidad y todo lo que realmente quieren, pero no pueden conseguir por su propia cuenta.

Veamos aquí a la primera parte de esta profecía en el versículo 2. Yo creo que usted verá aquí que aplica a usted y definitivamente representa lo que está en ese sello de Ezequías. Versículo 2: “Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia y en sus alas traerá salvación…”

Aquí tenemos el Sol de justicia, o sea, el S-U-N (simbólico de Cristo), con salvación o sanidad en Sus alas. Él viene con sanidad o sanación. Este pequeño remanente que teme Su nombre. El propio Hijo de Dios, el Sol que nos da a todos esa luz, es un símbolo de Cristo, y Él tiene sanidad en Sus alas. Él nos protege; es una representación de protección y Él también nos salva y nos sana.

¡Él sana a naciones! ¡Él sana a individuos! ¡Y eso es algo que Él quiere que nosotros entendamos! ¡Él nos ayuda si estamos dispuestos a temerle! Pero si no Le tememos pues, Él ni siquiera revela a Sí mismo a nosotros; esto es el meollo del asunto.

Entonces, tan sólo saber que uno tiene al gran ser que nos creó, protegiéndonos (si usted quiere esa protección) y que nos sana (si usted quiere esa sanidad). Pues, esto es realmente algo muy valioso. ¿Y que pudiera ser más valioso que eso?

Entonces, quiero mostrarles en pantalla aquí una foto del sello. Es un sello de barro que se usaba para sellar documentos, algún tipo de documento o carta, y representa al rey. Ustedes se fijan en este sello en el centro, ahí está el sol (un símbolo del sol), y ustedes verán dos alas a cada lado. Repito, ustedes verán que este sello está de hecho atado a una profecía de la Biblia. Pues, yo creo que Dios, definitivamente, tuvo que ver en esto y quería que nosotros entendiéramos esta valiosa lección que aprendió Ezequías, uno de los grandes reyes de Judá antigua. Y todo esto es una historia que se dice ahí en la Biblia, en el Antiguo Testamento, y Pablo dijo en I Corintios 10 y versículo 13 que debemos aprender de esos ejemplos del Antiguo Testamento, “a quienes han alcanzado los fines de los siglos”.

Él dijo que debemos de entender esos ejemplos de hombres como Ezequías.

Entonces Ezequías enfrentó realmente, a la superpotencia más grande de ese tiempo, Asiria. Asiria venía en camino a conquistar a Jerusalén, lo vemos aquí mencionado en los profetas menores pero también en los profetas anteriores. Pero todo esto sucede justo antes del Día del Señor, justo antes de este peor sufrimiento jamás en la Tierra.

Fíjense lo que dice Isaías 36 y versículos 1 y 2: “Aconteció en el año catorce del rey Ezequías, que Senaquerib rey de Asiría subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó”, y el versículo 2: “Y el rey de Asiría envió a Rabsaces con un gran ejército desde Laquis a Jerusalén contra el rey Ezequías; y acampó junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador”.

Ahora bien, Senaquerib ya había conquistado muchas ciudades en Judá y después vino a Jerusalén, y él sabía que si conquistaba a Jerusalén, pues todo Judá caería en sus manos. Entonces Asiria fue una potencia grande, y si ustedes ven la Asiria del tiempo moderno, es Alemania, y necesitamos tener cuidado de que es lo que pasa en Alemania, porque ellos tienen un tipo de guerra que se llama “blitzkrieg” o relámpago y se mueven rápido y hacen un daño terrible antes que la gente siquiera sepa qué pasó. Por lo menos, así es como ha sido en la historia, y Dios dice que va a suceder en la profecía, también. Y lo peor de Asiria o Alemania está por venir, dice la Biblia.

II Reyes 18, versículo 5. Esto es de los profetas anteriores, lo cual quiere decir que es profecía principalmente para este tiempo del fin. Aquí, empieza hablando acerca de Ezequías: “En [el Eterno] Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá”.

Éste es, pues, un comentario muy bueno de Dios y esto es de lo que este pequeño sello está hablando.

Déjenme darles una cita aquí que escribimos en nuestra revista: “La principal arqueóloga que hizo este descubrimiento, la doctora Eilat Mazar, dijo que esta bula es lo más cercano que hemos llegado a algo que muy posiblemente lo tuvo el rey Ezequías mismo en su mano”. Y como dije, en esta bula dice: “Le pertenece a Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá”.

Esto, como dije, creó una sensación mundial. Y estuvo por todos lados en la Internet. La Universidad Hebraica anunció cómo “los estudiantes y graduados de Herbert W Armstrong College de Edmond, Oklahoma, participaron en la excavación”. Fuimos honrados de estar ahí y participar.

Y después, los diarios en Israel también reportaron esto, y nosotros pusimos un video que produjimos acerca del descubrimiento de ese sello, y este video fue visto por más de 350.000 veces en YouTube, sólo para darle una idea de cuánto esto fue visto alrededor del mundo, e incluso gente que ni siquiera cree en Dios quedaron impresionados por este descubrimiento. Especialmente gente que cree en la Biblia estaban realmente conmovidos por ese descubrimiento sensacional.

Entonces, como lo dije, ése fue el primer sello jamás que se ha encontrado apuntando directamente a uno de los reyes de la antigua Israel o antigua Judá. Entonces, incluso las fuentes seculares estaban involucrándose en esto y tuvieron que admitir, en algunos casos, que la veracidad de la Biblia fue realmente reforzada y creída aún más completamente. Entonces fue un hallazgo muy importante.

Yo les voy a dar un poco de historia aquí sobre Ezequías. Dice en II Crónicas 29, y Crónicas de hecho fue escrito de la historia de los profetas anteriores principalmente; entonces también es profético. Crónicas es el último libro de la Biblia del Antiguo Testamento, de la Biblia hebrea, y uno tiene que creer que sería profético; eso sería lógico. Pero en II Crónicas 29 y versículo 2, habla acerca de Ezequías que hizo lo que era correcto a los ojos de Dios y David su padre, espiritualmente, y que él limpió el templo. Éste había estado en desuso y falta de reparación y mostró la terrible falta de carácter de Dios en Judá, que se suponía que fueran quienes pusieran el ejemplo correcto al mundo pero no lo hicieron. Y el rey erradicó la idolatría y reestableció la música y el canto de miles de cantantes para darle alabanza y gracias a Dios, y ellos no estaban haciendo eso. No todos lo siguieron pero muchos sí. Un solo hombre defendió a Dios y decidió que él iba a corregir todo esto, y lo hizo, y él habló acerca de entregarse a Dios con gusto.

II Reyes 19, versículos 1 y 2 dice: “Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de cilicio, y entró en la casa de [el Eterno]. Y envió a Eliaquim mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz”.

Entonces, aquí esto nos está diciendo cuando él entendió que Senaquerib venía a Jerusalén entonces el rey supo que algo tenía que hacerse.

El versículo 6 dice: “E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho [el Eterno]: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria”.

Entonces Senaquerib estaba retando a Ezequías y diciéndole: “Mira, tú tienes un Dios como el de los paganos… ¡Tú no tienes al Dios verdadero!” Y Dios tomó esto a pecho. Usted puede leerlo en ese capítulo.

Él estaba presumiendo de cómo él había conquistado otras partes de Judá, muchas de las ciudades y él incluso se llama aquí en el palacio de Senaquerib en Nínive en ese palacio él hizo dibujos en un muro y los hizo esculpir en el muro de cómo conquistó las ciudades de Laquis en esa área. Y les mostraremos aquí una foto de esto para que lo vean pero también escribió acerca de esto en una inscripción larga aquí diciendo lo que sucedió, y esto es lo que dice: “En cuanto a Ezequías el judaíta que no se sometió a mi yugo, 46 de sus ciudades fuertes amuralladas yo las tomé [¡46 ciudades!]. Y Ezequías mismo como un pájaro enjaulado en Jerusalén en su ciudad real”. Pero se fijan no dice que conquistó a Jerusalén, porque no la conquistó, ¡no lo hizo!

Déjenme leer aquí en II Reyes 19, 32 al 34, que él vino y la oración de Ezequías le dio gran valentía para enfrentar a este rey de Asiria y él realmente se volvió hacia Dios y Dios le dijo: “Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo”. Y también desde luego por las oraciones de Ezequías.

Herbert W Armstrong escribió lo siguiente en marzo 1985 en la revista Good News y dijo: “Deje que Dios pelee sus batallas. Los judíos enfrentando a los asirios estaban indefensos. ¡La derrota era segura! Igualmente usted pudiera sentirse indefenso ante sus problemas. Si alguno de ustedes trata de resolver sus problemas o vencer sus malos hábitos, o resistir el pecado por su propia fuerza y poder, usted también se encontrará indefenso, rodeado, vencido y condenado a la derrota. Usted debe aprender cómo este rey antiguo lo hizo; de que Dios está listo y dispuesto a pelear batallas por usted”.

Entonces Ezequías se apuró para hacer todo lo que él pudiera. ¡Él no simplemente confió en Dios y eso fue todo! ¡Él tuvo obras! Usted puede ver aquí una foto del túnel que hizo cavar, y ese túnel estaba por debajo de la ciudad para traer el agua del manantial de Guijón a una cisterna dentro de los muros de la ciudad (II Reyes 20 y versículo 20), y los túneles fueron completados y se conectaron. Él de hecho escavó a través de la roca sólida para construir un túnel para traer toda esa agua del manantial adentro de Jerusalén, dentro del muro de Jerusalén, y le quitó el agua a Senaquerib y a su ejército que venía a destruir a Jerusalén.

Y usted puede leer eso en II Reyes 19, versículo 35, donde dice que Dios envió un ángel de la muerte al campo de Asiria (estoy parafraseando) para matar a 185.000 tropas de Senaquerib. ¡Dios simplemente destruyó su ejército totalmente! Y Senaquerib tuvo que regresar a Asiria, y él estaba regresando en vergüenza y unos pocos años después sus dos hijos lo mataron porque había sido tan avergonzado. Y todo es porque Ezequías estaba confiando en Dios y dejando que Dios peleara sus batallas. Pero Ezequías hizo todo lo que él pudo al grado de excavar en la roca sólida como unos 520 m. Creo que es la medida correcta. ¡Pero piensen acerca de esto! Que aquí tenemos como unos 2.700 años después encontramos una bula o sello del rey Ezequías, y éste habla acerca del Sol de Justicia, que tiene sanidad y salvación en Sus alas, y Él va a proteger a naciones enteras, Él va a proteger a individuos, Él protegerá a cualquiera si es que Le temen. Ahora pues, ¿no necesitamos saber de esto en este tiempo del fin cuando todo, realmente, se trata de la sobrevivencia humana como nuestro problema número uno? ¡Debido a todas estas armas de destrucción masiva! ¿No necesitamos que Dios salve a nuestras naciones? ¿A nuestra nación… o a un individuo, o a un grupo de individuos de cualquier tipo? Dios dice, si me temes y me obedeces, yo voy a protegerte y voy a sanarte, a salvarte cuando y donde necesitas ser sanado. Qué maravillosa promesa que Dios nos dio. ¡Es asombroso!

Yo quiero leerles a ustedes lo que Ezequías hizo. Como ven, él pudo también haber salvado a las 10 tribus de Israel o las 10 tribus “perdidas” como se les llama, porque él personalmente les advirtió. Antes que Asiria destruyera a todos ellos y los tomara cautivos y esto es lo que hizo. Quiero que ustedes escuchen esto. Éste Ezequías fue un gran rey, y él trabajó tan duro para salvar a todo Israel incluyendo a Judá. Hay 12 tribus de ellos.

Allí había antiguamente 12 naciones de Israel hoy día, pero el nombre Israel es principalmente sobre dos naciones y nuestro libro de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía le dirá exactamente cuáles dos naciones son éstas y donde está Judá hoy día. Y nosotros necesitamos entender eso, porque ésas son las dos naciones de la primogenitura y la nación del cetro.

Pero, fíjense lo que Ezequías hizo. Esto se relata en II Crónicas 29 y 30, y entonces esto incluye Efraín y Manasés, esas dos tribus que realmente sucede que son Estados Unidos y Gran Bretaña. Y déjenme leerles lo que dijo. Dice en este punto, el rey Ezequías envió a varios hombres a caballo con este mensaje: “Hijos de Israel, volveos a [el Eterno] el Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, y él se volverá al remanente que ha quedado de la mano de los reyes de Asiria. No seáis como vuestros padres y como vuestros hermanos, que se rebelaron contra [el Eterno] el Dios de sus padres, y él los entregó a desolación, como vosotros veis. No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz como vuestros padres; someteos a [el Eterno], y venid a su santuario, el cual él ha santificado para siempre; y servid a [el Eterno] vuestro Dios”.

¡Piensen acerca de estas palabras poderosas! Este rey estaba tratando de salvar a las 10 tribus de ser destruidas y tomados cautivos. Pero fue inútil. Les dijo: “Ustedes son de dura cerviz y no quieren escuchar y no quieren entender el furor de la ira de Dios debido a sus pecados”. ¿Es esto real a nosotros hoy día? Pablo dijo que será mejor que aprendamos de estos ejemplos o vamos a sufrir de la misma forma. Continúa en versículo 9: “Porque si os volviereis a [el Eterno], vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque [el Eterno] vuestro Dios es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volviereis a él”.

¿Qué les parece eso? ¡Que profecía tan potente! Y éste es el mensaje que Ezequías entregó a las tribus de Israel, ¡justo antes que Asiria los destruyera! Y luego bajó Asiria a destruir a Judá pero se salvó, mas las 10 tribus no se salvaron. ¿Por qué? Porque Ezequías temía a Dios y él se volvió a este Hijo de Justicia para su protección y para su sanación de sus pecados. Él estaba haciendo todo lo que podía para tratar de ayudar a Dios a sanar Su propio pueblo.

Qué ejemplo tan precioso es ése, y cuanto necesitamos entenderlo en este tiempo del fin. Les aseguro que ésta es una Escritura vital que necesitamos entender. Lea más sobre esto en Isaías 10, versículos 5 y 7. Profetiza esto mismo ahí.

Hasta la siguiente vez, soy Gerald Flurry, adiós amigos.