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Jeremías construye un Reino

MELISSA BARREIRO/TROMPETA

Jeremías construye un Reino

Una mirada inspiradora a un sistema piadoso construido por un hombre

Hace poco llegué a comprender algo más cabalmente sobre lo que Dios hizo a través del profeta Jeremías que quiero compartir con ustedes.

La Biblia se enfoca en cómo Dios lleva a cabo Su plan para todos los seres humanos usando a la nación de Israel. Esa nación fue un buen ejemplo para el mundo durante la época del rey David y el rey Salomón, pero más tarde se dividió en dos, la gente de ambos reinos se apartó de Dios, y finalmente ambos reinos cayeron. Cuando el segundo reino se dirigía hacia el colapso, Dios levantó a Jeremías.

Jeremías fue una de las pocas personas de la Biblia a las que Dios eligió cuando aún estaba en el vientre materno (Jeremías 1:5). Dios le asignó un papel crucial que cumplir.

Dios usó a Jeremías para advertir a Judá que si el pueblo no se arrepentía hacia Dios, ¡la nación sería destruida! Dios siempre advierte a Israel, incluso a las naciones modernas de Israel, a través de Sus siervos. Jeremías dio una gran advertencia, pero también hizo mucho más.

He aquí la comisión que Dios dio a este hombre: “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar” (versículo 10).

Como Herbert W. Armstrong mostró en detalle en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, el plan de Dios para Israel no fracasó con la caída de Jerusalén, como incluso muchos cristianos suponen. Dios salvó la dinastía del rey David y continuó Su plan para Israel y toda la humanidad a través de Jeremías. Trasplantó el trono de David del reino de Judá a otro reino de israelitas: Irlanda.

Lo sabemos desde hace años, pero Dios quiere que comprendamos algo más. Lo que hace poco llegué a ver más plenamente es que Jeremías realmente plantó y construyó en el contexto de naciones y reinos.

El versículo 10 dice que Jeremías plantaría naciones y reinos, directa o indirectamente. Plantó el trono de David en Irlanda, ¡pero también tuvo que construir un reino allí! Y la historia demuestra que eso es lo que hizo.

Construyendo un reino

Jeremías dedicó su vida a Dios y sufrió mucho para difundir Su mensaje. En el proceso, aprendió a permanecer leal a Él, a tener fe y a enseñar la verdad de Dios. Luego, en un momento crítico del plan de Dios, llegó a Irlanda.

¿Qué ocurrió entonces? Jeremías no era un vagabundo ni un refugiado. ¡Fue recibido como un hombre de Dios y se le dio alto honor y autoridad para prácticamente gobernar sobre toda la nación! Dios lo usó a él y a su autoridad en esta nueva tierra para establecer Su verdad. Los historiadores dicen que Jeremías vivió en Irlanda durante 40 años y tiene su lápida allí.

Este hombre de Dios construyó un reino.

Esto nos muestra que si prestamos atención al mensaje de Dios y nos volvemos a Él, ¡Él nos guiará! Los descendientes de Israel todavía existían en el tiempo de Jeremías, y todavía existen hoy. Y si se volvían a Dios, ¡Él comenzaría inmediatamente a disminuir y resolver sus problemas personales y nacionales!

Esta es una historia muy relevante porque el libro de Jeremías es para nosotros hoy. Es especialmente para los descendientes modernos de los israelitas, que incluyen no sólo a los irlandeses, sino principalmente a los británicos y a los estadounidenses. Dios dijo a Jeremías que escribiera Su mensaje en un libro para todo Israel (Jeremías 30:1-3). Jeremías entregó ese mensaje a Judá antes de que cayera Jerusalén, pero el resto de Israel ya se había dispersado. Dios está entregando el mensaje de Jeremías hoy.

“Ollav Fola ordenó que se escribieran los antiguos registros y crónicas del reino y que se preservaran cuidadosamente en Tara, y estos formaron la base de la antigua historia de Irlanda llamada el Salterio de Tara” (Anales de los cuatro maestros). ¿Quién les ordenó hacerlo y les motivó para que lo hicieran con tanta precisión?

El historiador y ministro irlandés Frederick Glover y otros historiadores reconocen que Ollav Fola, el hombre que ejerció tan enorme influencia en Irlanda, ¡era Jeremías el profeta!

A través de Israel físico y luego a través de la verdadera Iglesia de Dios, Israel espiritual, Dios ha dado a toda la humanidad un ejemplo de cómo vivir de la manera correcta. Por eso la historia bíblica es acerca de la nación de Israel. Dios llamó a este pueblo y trabajó con ellos por muchas generaciones para ser un ejemplo para el mundo. Tristemente, ellos se rebelaron una y otra vez, así que Dios permitió que el reino de Israel y luego el reino de Judá fueran destruidos. Pero luego usó a Jeremías e Irlanda para construir un espectacular ejemplo nacional para el mundo.

Por eso, la verdadera Iglesia de Dios no es sólo una idea espiritual o un grupo social. Es en realidad una civilización, ¡un nuevo mundo que Dios está preparando! Él busca usar ese ejemplo y Su justa autoridad para resolver los problemas que aquejan a nuestras naciones.

Plantado en Irlanda

En Irlanda hay un lugar de entierro llamado Gran Mergech. La persona enterrada allí es una princesa, Tea-Tefi. Este es un nombre hebreo. ¿Por qué una princesa hebrea está enterrada en un lugar prominente y honorable a 4.000 kilómetros de Jerusalén?

Como mostró el Sr. Armstrong en Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, Tea-Tefi fue la clave para que Jeremías salvara la dinastía de David y trasplantara ese trono a Irlanda. Dios había prometido que los descendientes de David siempre gobernarían sobre Israel, y aunque el rey Sedequías fue conquistado, todos sus hijos fueron ejecutados, y su reino cayó, Dios salvó a su hija. Fue esta princesa judía, portadora de la dinastía real, quien se casó con un príncipe irlandés poco antes de la caída. Dos dinastías israelitas, que antes habían estado muy enfrentadas, se unieron, y esta pareja real acompañó a Jeremías a Irlanda en 569 a. C.

Con ellos llevaron un arpa, una piedra y un arca. El arpa era el arpa de David, que aún puede verse en los símbolos nacionales de Irlanda. La piedra era la piedra del destino, símbolo del origen mismo de la nación a partir de su patriarca Jacob, nieto de Abraham. Y el arca era el arca de la alianza, símbolo del trono de Dios, en el que había estado presente entre los antiguos israelitas. Dentro del arca estaban los Diez Mandamientos, escritos en piedra por el dedo de Dios, ¡la ley fundamental para resolver los problemas y construir una vida y un reino prósperos!

Los historiadores británicos han escrito que la famosa colina de Tara, en Irlanda, es donde se colocó el arca de la alianza, y que sigue allí, enterrada con Tea-Tefi.

Tea-Tefi y su esposo, bajo Jeremías, ¡formaron parte de un proceso único de construcción del reino! Jeremías enseñó los Diez Mandamientos. La ley de Dios era la ley de la nación. Conocido como Ollav Fola en la historia irlandesa, también fundó los ollums, una orden de sacerdotes y salvadores. Según los Anales de los cuatro maestros, él erigió y estableció el edificio Mur-Ollam-han, que puede traducirse Casa de Ollam, Escuela de Ollam o Casa de los Eruditos. Era una escuela de artes liberales para educar a la gente en las leyes de Dios.

Los Anales de los cuatro maestros también registran que ordenó la Feis Teamhrach, o convención de Tara (feis significa convención o asamblea). A ella asistían los líderes de la isla, incluidos los reyes provinciales, los príncipes, los jueces o Brehons, y los bardos y mucha otra gente. Estas convenciones eran también asambleas legislativas, y Ollav Fola ordenó que se escribieran y conservaran cuidadosamente en Tara los antiguos registros y crónicas del reino. De allí emanaron la educación y la cultura que se extendieron por toda Irlanda.

¿Qué estaba ocurriendo? ¡Una princesa hebrea y un profeta hebreo estaban dando forma a Irlanda!

Fola es una palabra celta que significa “que revela, un revelador”. ¡Se refiere a un profeta! Efesios 3:5 afirma que Dios sólo da revelación a un apóstol o profeta para que la declare a la Iglesia y al mundo. Jeremías vino y reveló al pueblo de Irlanda todas estas maravillosas verdades que Dios le había revelado.

Algunos han intentado excavar en Irlanda para conocer mejor esta asombrosa historia. El primer ministro británico Arthur Balfour, que supervisaba Jerusalén, pidió permiso al Parlamento para buscar el arca de la alianza en la colina de Tara. La petición fue denegada. Las personas que han intentado excavar allí han recibido oposición, las han ahuyentado e incluso les han disparado. El misterio que rodea a Tara permanece.

La llegada de Jeremías con el arca de Dios a una isla poblada por israelitas les causó una gran impresión. Eran de la tribu de Dan, y Dios los había preparado de alguna manera para la llegada de Jeremías, Tea-Tefi y su esposo, que se convirtió en rey. Esta gente sabía por sus Biblias hebreas que Dios hablaba a Israel desde aquella arca.

El León de Judá

Un símbolo que se sigue utilizando en las Islas Británicas es el león rojo sobre un campo amarillo. Es el estandarte real de Escocia y también tiene otros usos. W. T. F. Jarrold, autor de Our Great Heritage With Its Responsibilities [Nuestro gran patrimonio con sus responsabilidades], la describió como una bandera o estandarte de color dorado, con un león rojo rampante. ¿Por qué? Obviamente, no hay leones en esas islas.

Frederick Glover escribió sobre ese símbolo del león: “Evidentemente fue una importación a ese país desde el este” (England, the Remnant of Judah and the Israel of Ephraim [Inglaterra, el remanente de Judá y el Israel de Efraín]). Se trata de una bestia autóctona de Judá, que ocupa un lugar destacado en la Biblia hebrea. David mató a un león y a un oso para proteger a sus ovejas.

Hay una buena razón para que aparezca el león de Judá en esa bandera. Fue introducido por Jeremías. Glover hace referencia a Una historia de Irlanda de Edmund Campion, para mostrar cómo el símbolo fue introducido en Escocia desde Irlanda. Cuando los descendientes de David reinaron en Irlanda, luego en Escocia y después en Inglaterra, siguieron utilizándolo en su heráldica. Glover observó cómo el león rampante era el estandarte de Irlanda o de su familia reinante, hasta que fue sustituido por el arpa durante el reinado de Enrique viii en el siglo xvi.

La mejor educación del mundo

Considere el impacto educativo que Jeremías tuvo en Irlanda, ¡y que todos sus seguidores allí tuvieron en el mundo! Fue espectacular.

El historiador británico Geoffrey Keating escribió en su Historia de Irlanda acerca de la extraordinaria educación que tuvo el pueblo irlandés: “La primitiva historia literaria de Irlanda se distingue con orgullo de la de cualquier otro país de Europa”. En la época de la caída de Roma, los eruditos sabían que podían encontrar “refugio, sustento y fuentes inagotables de información en Irlanda”, escribió Keating. Él cita al historiador británico del siglo viii Bede, quien afirmaba que mucho antes de su tiempo, “tal era la fama de las escuelas irlandesas, que cuando se echaba de menos a una persona importante de Gran Bretaña o del continente, se concluía, como algo natural, que había ‘ido a Irlanda en busca de aprendizaje”. Los profesores gozaban de la más alta estima, se les trataba como a miembros de la realeza, porque Irlanda era consciente del valor de los grandes maestros.

“No importaba de dónde vinieran o a dónde se dirigieran. La sala del colegio y la hospitalidad del colegio estaban abiertas a todos los que venían”, escribió Michael Doheny en “Memoir of Dr. Keating”. Las escuelas florecieron y se nacionalizaron. Todo se trataba sobre familia, un trabajo familiar. “Francia, España, Italia y Alemania abrieron y dotaron colegios universitarios o permitieron que los príncipes irlandeses los fundaran en sus territorios para el estudiante eclesiástico irlandés…” (ibíd.).

Keating fue enviado a uno de estos colegios extranjeros en 1586, escribió Doheny. Escribió que esta era la educación en Gran Bretaña después de que comenzara el Imperio Británico. Eso sería más de 2.000 años después del tiempo de Jeremías, sin embargo, esta educación todavía estaba impactando poderosamente el Imperio Británico, especialmente en el principio.

Los británicos son descendientes de Israel, quienes junto con los estadounidenses, recibieron la promesa de la “primogenitura” que Dios había dado a Abraham. Son el “conjunto de naciones” del que Dios profetizó en Génesis 35:11. ¡Esta poderosa educación ayudó a Gran Bretaña a construir el imperio más grande de la historia mundial! Dios quería que los británicos comprendieran de dónde provenía toda su riqueza y poder, ¡no de su ingenio, sino de que Dios bendijo a Abraham por su fe y obediencia hacia Él!

“Aunque entonces comenzó el largo y desolador período de persecución, las escuelas irlandesas sobrevivieron”. Todavía a finales del reinado de Jorge iii en 1820, “había famosas escuelas clásicas en las que nunca se oía la lengua inglesa” (ibíd.). En otras palabras, en Gran Bretaña se hablaba la lengua gaélica. Enseñaban la educación de Irlanda. Eso también se extendió a Alemania, España y otros países europeos. Creo que el hecho de que esta educación irlandesa de primera categoría continuara durante tanto tiempo después de Jeremías demostró que Dios tenía algo que ver en ello.

¡Jeremías dejó un ejemplo para que lo viera todo el mundo! Esto es lo que Dios había estado intentando que hiciera el antiguo Israel: ¡ser un ejemplo para el mundo de cómo vivir en armonía, prosperidad, belleza y entusiasmo! ¡Esto conecta a la humanidad con su Creador! Qué testimonio nos dejó Jeremías, un ejemplo maravilloso para que lo veamos y nos inspiremos en él.

El periodo de la Reforma acabó con gran parte de la educación irlandesa. Aun así se trasladaron a otro país, Escocia, y luego a Inglaterra. Y con ellos trajeron este estandarte del león de Judá. ¿Por qué? ¡Porque la educación y la dinastía real se trazan directamente al rey David! ¡Los gobernantes de Irlanda, luego Escocia, luego Inglaterra gobernaban desde el trono de David!

El arca, el estandarte del león y la piedra señalaban a Irlanda, Gran Bretaña, Europa y al mundo hacia Israel, hacia el Dios de Israel, ¡hacia el Dios de la Biblia!

La piedra del destino

La piedra, también llamada lia-fail, la piedra de Israel o la piedra del destino, ha existido a lo largo de toda la historia de Israel, desde las Islas Británicas hasta los reyes de Judá y de Israel, desde el peregrinaje por el desierto hasta la misma noche en que fue milagrosamente creada bajo el hombre cuyo nombre Dios cambió por el de Israel. También se la ha llamado la Piedra del Pastor, en referencia a Jesucristo, que vela por Su pueblo si escucha Su mensaje y hace lo que Él dice, igual que David velaba por sus ovejas.

Esa piedra era un símbolo de los reyes de Israel, y se utilizó en las coronaciones de los reyes y reinas de Irlanda, luego de Escocia y después de Inglaterra. El rey Eduardo i llamó a esa piedra “el único monumento primitivo que une a todo el Imperio”. Se remontaba a eras y eras, y los unía.

Pero ya no es la piedra del destino. Toda la educación, la realeza y la esperanza que estaban vinculadas a esa piedra ya no están ligadas a la familia real de Inglaterra como antes. Hay una nueva piedra y un nuevo trono de David. (Explico esto a fondo en mi libro El nuevo trono de David ). ¿Dónde está la nueva piedra? Esta piedra de hoy se relaciona con el trabajo de construcción del reino que Jeremías hizo en Irlanda, en Tara. Dios dice que en este tiempo del fin, la piedra estará en la verdadera Iglesia de Dios. La nueva piedra del destino lo vincula a usted de vuelta a Jeremías e Irlanda, a todos los tronos de David, a Jerusalén y a Dios Mismo. Es un maravilloso regalo de Dios.

Los británicos solían amar la antigua piedra del destino y luchar por ella. Pero su fallecida Reina cometió el terrible error de devolvérsela a Escocia. Ya no tienen el rico significado que Dios dio a través de esa piedra. Ya no tienen un imperio. ¡Y ya no están unidos! Gran Bretaña está dividida, Estados Unidos está dividido, y la nación judía en Oriente Medio también está dividida. ¡Eso es lo que pasa cuando le damos la espalda a Dios y a Su educación real!

Gran parte de la educación conforme a Dios gira en torno al gobierno: los hombres sometiéndose a su Creador y a los que Él pone en autoridad. Gran parte de la Biblia gira en torno a la venida de Jesucristo para construir un Reino.

Antes de que Jesús naciera, un ángel profetizó a la mujer que Lo daría a luz: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:31-33).

El “Hijo del Altísimo” se convirtió en un ser humano por el bien no sólo de Judá o Israel, sino de toda la humanidad. ¡Él va a gobernar un Reino glorioso que regirá la Tierra!

¡A esto apuntan el trono, la piedra, el arca y el reino que Dios construyó a través de Jeremías! Esto no es algo como un reino. Es un Reino literal, con un gobierno, territorio, leyes, súbditos y Gobernante literales: el Reino de Dios.

¡El trono que Dios comenzó con David va a ser asumido por Cristo Mismo! Bajo la dirección de Su Padre, ¡Él gobernará desde ese trono en Jerusalén para siempre!

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?