Japón aumentará “drásticamente” su presupuesto de defensa

El 24 de mayo, el partido político gobernante en Japón aprobó aumentar “drásticamente” el presupuesto de defensa del país. La propuesta se elaboró para contrarrestar la amenaza a la seguridad que supone el aumento del gasto en defensa de China.

Según Nikkei Asia, menos de una semana antes, el ministro de defensa japonés, Nobuo Kishi, indicó que Japón dejaría de limitar el gasto en defensa al 1% del producto interno bruto (pib) de la nación. Japón no ha gastado más del 1% de su pib en defensa desde la década de 1990, con la excepción de 2009, cuando su pib se desplomó debido a la crisis financiera mundial. Kishi dijo en una entrevista: “Debemos aumentar nuestras capacidades de defensa a un ritmo radicalmente diferente al del pasado”.

“Cruzar intencionadamente la línea del 1% marcaría un punto de inflexión en la política de seguridad de Japón”, informó Nikkei.

El 16 de abril, Estados Unidos y Japón publicaron una declaración conjunta en la que “Japón resolvió reforzar su propia capacidad de defensa nacional”.

Esto va en contra del artículo 9 de la Constitución de Japón, que establece que “nunca se mantendrán las fuerzas de tierra, mar y aire, así como otro potencial bélico”. Tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos escribió esta cláusula en la Constitución de Japón para evitar que reapareciera el despiadado militarismo de la nación: “El pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio para resolver disputas internacionales”.

Desde entonces, Japón depende de Estados Unidos para su defensa. Pero su pacifismo es una fachada. El ya fallecido escritor de la Trompeta, Ron Fraser, escribió en 2013: “El hecho evidente es que, bajo el manto del artículo 9 de su Constitución, Japón (…) ha construido una de las fuerzas militares más poderosas del mundo, una fuerza con la capacidad de proyectar su poder mucho más allá del ámbito de la autodefensa”.

Esto comenzó sutilmente en la década de 1950 con la creación de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (sdf, por sus siglas en inglés) y ha continuado a lo largo de las décadas. Japón dio pasos más abiertos para abandonar su fachada pacifista con el ex primer ministro, Shinzo Abe, cuyo segundo mandato se extendió desde 2012 hasta 2020.

En septiembre de 2015, Abe lideró una campaña para reinterpretar oficialmente parte de la Constitución. En lugar de limitar la “autodefensa” a su propio suelo, la reinterpretación determinó que la autodefensa podía incluir ayudar a los aliados de Japón en cualquier lugar. Un año después, puso en práctica estos nuevos poderes enviando tropas a Sudán del Sur. Su objetivo era construir infraestructuras y mantener la paz. Pero fue un paso masivo. Por primera vez en 70 años, los soldados japoneses que se encontraban lejos de Japón estaban autorizados a utilizar la fuerza para protegerse a sí mismos, al personal de las Naciones Unidas y a los civiles en caso de ser necesario.

Durante años, la Trompeta ha estado observando el resurgimiento del militarismo japonés. Antes que nosotros, Herbert W. Armstrong, redactor jefe de La Pura Verdad, predijo que esto sucedería. “Hoy en día, Japón no tiene ningún establecimiento militar”, escribió en marzo de 1971. “Pero no debemos perder de vista que Japón se ha vuelto tan poderoso económicamente que podría construir una fuerza militar de gran poder muy rápidamente”.

El Sr. Armstrong hizo este pronóstico debido a los pasajes bíblicos que describen a “los reyes del oriente” formando un ejército de 200 millones de personas (Apocalipsis 16:12; 9:16). Ezequiel 38 muestra que este bloque de poder estará liderado por Rusia y China e incluirá a Japón.

El aumento de los gastos de defensa de Japón no es algo nuevo, sino que se ha producido gradualmente durante muchos años. Este último impulso para otro aumento “drástico” es una prueba más de la dirección general de Japón. Cada paso que Japón da hacia la construcción de su ejército es un paso más hacia la formación del ejército descrito en Apocalipsis 9:16. Nuestro folleto Rusia y China en profecía le ayudará a entender estas profecías con mayor detalle. ¡Solicite su ejemplar gratuito hoy mismo! ▪

RUSIA Y CHINA EN PROFECÍA

La posición de Estados Unidos como la única superpotencia mundial se está desvaneciendo rápidamente. Otras naciones y grupos de naciones están en la disputa por llenar ese vacío. Desde el oriente, está surgiendo un bloque de poder con un potencial enorme, tanto en número de hombres como en influencia económica y poderío militar. Su creciente presencia está intensificando la competencia global por los recursos y la influencia geopolítica. ¿A dónde conducirá esta tendencia? ¡Usted puede saberlo! ¡La profecía bíblica provee una extraordinaria y aguda visión por anticipado del futuro de Asia!