
GARY DORNING/la trompeta
Herbert W. Armstrong, Apocalipsis 17 y usted
“Los jefes de los gobiernos de Europa —todos ellos del mismo calibre inadecuado para el trabajo— han perdido toda confianza en que EE UU les proteja de las invasiones comunistas. Los rusos (…) no se retirarán. No tienen mucha prisa —(un oso avanza lentamente la mayor parte del tiempo)— pero a su debido tiempo al menos ya planean seguir avanzando. (…) Ahora Europa les teme. Los europeos quieren la unión política y militar. Ningún líder en Europa es lo suficientemente fuerte como para unirlos”.
Estas palabras son un reflejo aleccionador de la situación actual de Europa en la era del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, fueron escritas por el difunto Herbert W. Armstrong el 20 de junio de 1980.
En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el Sr. Armstrong profetizó el ascenso de Alemania a la hegemonía, la militarización de Europa y la repentina aparición de líderes fuertes. En mayo de 1953, él profetizó que en un tiempo de crisis, “10 poderosas naciones europeas combinarán sus fuerzas”.
Antes de la caída del Muro de Berlín y la ruptura de la Cortina de Hierro que dividía Europa, el Sr. Armstrong escribió el 27 de agosto de 1980: “¿Se liberará Polonia de la dominación soviética y se unirá a Yugoslavia, Rumania y posiblemente Checoslovaquia —y a Alemania, Italia, Francia, España, Portugal y Austria— en un resucitado 'Sacro Imperio Romano' medieval para dominar Europa e igualar a la urss y a EE UU en poder mundial?”.
Ahora estamos viendo cómo se forma esta unión militar ante nuestros ojos. Está inspirada por el miedo a Rusia y la desconfianza hacia EE UU, tal y como profetizó el Sr. Armstrong. También estamos empezando a ver el ascenso de algunos líderes fuertes. Esto está conduciendo al cumplimiento de una profecía bíblica clave a la que el Sr. Armstrong apuntaba a menudo: “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia” (Apocalipsis 17:12-13).
Esta “bestia” es un imperio político-militar dirigido por un emperador supremo. Ver a esta bestia levantarse hoy en Europa confirma el legado del Sr. Armstrong como hombre de Dios. (Como prueba de ello, solicite un ejemplar gratuito de nuestro folleto Edición especial: ¡Él tenía razón!).
Pero estas profecías hacen más que eso.
Durante décadas, decenas de miles de dedicados miembros de la Iglesia de Dios Universal apoyaron al Sr. Armstrong en la proclamación del mensaje de Dios a través de la televisión, la radio y la imprenta, y llevándolo directamente en persona a los líderes mundiales. Pero tras la muerte del Sr. Armstrong, muchos de estos miembros perdieron la fe y dieron la espalda a la comisión de la Iglesia. Aunque se aferren a algunas doctrinas que enseñó el Sr. Armstrong, han dejado de proclamar estas aleccionadoras profecías. Incluso si reconocen a esta bestia en ascenso por lo que es, fallan en advertir de las monstruosidades que provocará esta combinación Iglesia-Estado.
Este es un error terrible. Y Apocalipsis 17 incluye una fuerte advertencia a cualquiera que caiga en esta categoría.
Observe que la bestia de Apocalipsis 17 está controlada por una mujer (versículo 1). Una mujer en la profecía bíblica simboliza una Iglesia (vea Efesios 5). Pero esta no es la Iglesia de Dios: es una Iglesia mundana en una relación con gobiernos mundanos. Por eso Dios llama a esta Iglesia una “ramera”. A lo largo de la historia, esta relación entre Iglesia y Estado ha incitado guerras religiosas, cruzadas e inquisiciones.
El versículo 6 lanza la advertencia más sombría de todo el capítulo: “Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quede asombrado con gran asombro”.
Comentando sobre este versículo, el redactor jefe de la Trompeta , Gerald Flurry, escribió: “Se profetiza que la mujer que monta esta bestia estará ebria ‘de la sangre de los santos’. Cristo está viendo esto desde el 554 d. C. hasta el tiempo del fin. ¡Dice que esta anciana lleva mucho tiempo matando al pueblo de Dios! Sólo una Iglesia tiene ese tipo de historia”.
“Muchos laodicenos dicen cosas buenas de esa mujer, ¡pero tiene un historial de asesinatos contra el pueblo de Dios! ¡Eso es lo que mejor hace! Los laodicenos no tienen el valor suficiente para decirle a este mundo lo que ella es, aunque eso es lo que Dios nos ha ordenado hacer”.
“Observe cómo la Iglesia de Dios está entrelazada con la bestia. Somos su enemigo número uno. Y aquellos que sean laodicenos —el 95% del pueblo de Dios hoy— no serán protegidos por Dios. Finalmente van a ver —por las malas— lo mortal que es esta ramera asesina. Muchos de ellos creerán entonces a Dios y nunca más le abandonarán” (“El amor de Dios por los laodicenos” Visión Real, mayo-junio de 2015; disponible en inglés).
Mientras vemos este imperio militar en ascenso, no podemos ignorar el hecho de que se profetiza que su principal objetivo serán los propios santos tibios de Dios.
La aparición de esta bestia profética debería hacer que cualquiera que escuche este mensaje lo apoye de todo corazón, dejando atrás todos los demás intereses. Mediante el cumplimiento de estas profecías, Dios hace un llamamiento a sus santos tibios para que se vuelvan a Él.