Genocidio en Sudán: los paramilitares invaden la ciudad de Darfur

Es probable que miles de personas estén siendo masacradas en estos momentos en Sudán, ya que las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) capturaron la ciudad de El Fasher tras un asedio de 18 meses. Un cuarto de millón de civiles están atrapados en la ciudad y se están muriendo de hambre.

• Desde que la ciudad cayó el domingo, las imágenes por satélite muestran cómo se acumulan los cadáveres, según informó el Laboratorio de Investigación Humanitaria de la Universidad de Yale. Las imágenes también muestran una “decoloración rojiza del suelo”, ya sea tierra removida o sangre.

• Un video en las redes sociales muestra ejecuciones masivas.

“El Fasher parece estar inmerso en un proceso sistemático e intencionado de limpieza étnica de (…) comunidades indígenas no árabes mediante desplazamientos forzosos y ejecuciones sumarias”, escribió el laboratorio.

Las RSF es la sucesora de la tristemente célebre milicia Janjaweed que cometió un genocidio en la misma región hace 20 años. En los dos últimos años, 150.000 personas han muerto en los combates.

Estamos a punto de presenciar una imagen desgarradora de lo que realmente es un genocidio.

• Las RSF no evita los objetivos civiles, sino que los elige activamente.

• No lanzaron ningún panfleto advirtiendo cuándo y dónde atacarían.

• No han establecido ningún puesto de socorro y están alejando deliberadamente a los civiles de la ayuda internacional disponible.

Mientras se desarrolla esta crisis, las personas que protestaron contra el “genocidio” de Israel en Gaza guardan silencio. Los líderes europeos pontifican a menudo sobre este falso genocidio. Mientras tanto, son cómplices de este genocidio real en Sudán. Se acusa a la UE de ayudar a financiar y entrenar a las RSF para que éstas detuvieran la llegada de inmigrantes al norte. Estos mismos líderes acusan a Donald Trump de políticas fronterizas inmorales porque quiere construir un muro.

Las RSF están formadas por descendientes de colonizadores árabes que luchan contra los africanos indígenas. ¿Dónde están todos los estudiantes y profesores anticolonialistas?

En realidad, es probable que no veamos bien el genocidio en absoluto; se informará poco de él. Como dice el refrán: “Sin judíos no hay noticias”. Además, Sudán es un lugar mucho más peligroso e inhóspito para los periodistas.

Esta historia expone gran parte de nuestra hipocresía occidental.