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Germany, Military

Christof Stache/AFP/Getty Images, Till Rimmele/Getty Images, Arne Immanuel Bänsche/Picture Alliance/Getty Images

Forjando una superpotencia

La industria alemana está construyendo la maquinaria para una guerra mundial —otra vez.

Alemania es un peso pesado industrial, más poderoso que Rusia, India y el Reino Unido. Su economía casi por sí sola evita que la Unión Europea se arruine. Pero en potencia militar, Alemania es un peso ligero.

A finales de 2017, la “Bundeswehr [las fuerzas armadas unificadas de Alemania] tenía 128 Eurofighters, de los cuales 39 podrían volar”, informó el Spectator. “Tenía seis submarinos, ninguno de los cuales estaba funcionando cuando se compiló el informe [del Ministerio de Defensa en febrero de 2018]. De sus 13 viejas fragatas, sólo cinco podían navegar. De sus 93 jets Tornado, 26 estaban listos para la acción. Los aprendices de la Fuerza Aérea de Alemania lucharon para calificar porque muy pocos aviones estaban listos para ser utilizados” (16 de junio de 2018). Éste no es simplemente un problema de submarinos decrépitos y aviones arruinados. El ejército de Alemania, el Bundeswehr, tiene una terrible falta de personal y necesita miles de soldados, oficiales y administradores.

A pesar de esta desolada imagen, la Trompeta espera que Alemania pronto se transfigure en una potencia militar aterradora que provocará otra guerra mundial.

Esto es lo que la Biblia predice, y por improbable que parezca, ¡esa transformación podría suceder mucho más fácil y rápidamente de lo que la mayoría de las personas saben!

¿Cómo? En última instancia, se reducirá a dos ingredientes claves: la capacidad industrial y la voluntad. Alemania ya tiene mucho de lo primero. Es la cuarta potencia industrial y el tercer exportador del mundo. Los productos de fabricación alemana, desde automóviles hasta maquinaria, productos químicos y farmacéuticos, dominan los mercados globales. El paisaje de Alemania, como cualquiera que haya conducido en la autopista sabe, es una tierra de fábricas y catedrales. Alemania ya fabrica un sinnúmero de productos militares que vende en todo el mundo.

Alemania tiene la capacidad industrial. Sólo necesita la fuerza de voluntad, el incentivo, ¡y podría transformarse militarmente de enano a un gigante formidable, virtualmente de la noche a la mañana!

¿Por qué Alemania no es ya un peso pesado militarmente hablando? Primero, su poder no es tan débil como muchos dicen. Segundo, y esto es crítico, dada la historia de la nación, el ejército es un tema extremadamente complejo y delicado, tanto a nivel nacional como internacional. Alemania no puede simplemente construir un ejército poderoso. Hasta los últimos 10 o 15 años, la Bundeswehr no pudo encender un solo tanque sin ser acusado de comenzar la Tercera Guerra Mundial.

Alemania tiene que tener mucho cuidado con la forma en que moldea su identidad militar. Desde que la nación se reunificó en 1990, los costos para su reputación, economía y política simplemente no han justificado el gasto de activar un músculo militar serio.

Pero los tiempos han cambiado. El incentivo para militarizarse se está intensificando, ¡y Alemania se está posicionando para convertirse rápidamente en un peso pesado militar!

Legado militar ilustre

Para entender el ejército de Alemania se requiere de un contexto histórico. Si bien cada raza y nación tiene una larga historia de guerras y conflictos, los alemanes tienen una propensión única hacia el combate. Esta historia se puede trazar hasta su antepasado Asur y los antiguos asirios en Mesopotamia. Pero esa es una historia para otro día.

El primero en unir a la mayoría de las tribus germánicas de Europa a gran escala fue Carlomagno, el emperador franco-alemán del siglo viii del Sacro Imperio Romano. Menos de un siglo después, la máquina de guerra germana estaba nuevamente operativa, esta vez bajo Otto el Grande. Su reino se conoce como el Sacro Imperio Romano de la nación germana. Durante los mil años siguientes, la tierra entre el mar del Norte y el mar Adriático fue uno de los territorios más devastados por la guerra en el mundo. La Guerra de los Treinta Años (1618–1648), por ejemplo, que comenzó como un conflicto entre católicos y protestantes, pero que gradualmente envolvió a la mayor parte de Europa, causó la muerte de más de 8 millones de personas y redujo la población alemana en un 20%.

Incluso la Alemania moderna fue concebida en el crisol de la guerra. A comienzos del siglo xix, Alemania estaba dividida en 300 ducados. Luego llegó Otto von Bismarck, y para 1871 había unido estos Estados bajo el liderazgo prusiano. ¿Cómo lo hizo? Se peleó con los franceses. La guerra franco-prusiana (1870–1871) fue el pegamento que unió a Alemania.

Menos de 20 años después de la muerte de Bismarck, Alemania volvió a la guerra. En 1914, el káiser Guillermo comenzó la Primera Guerra Mundial manipulando al Imperio Austro-Húngaro haciéndolo entrar en conflicto con Serbia (y su aliado Rusia). Alemania fue derrotada. Unos 20 años después, Adolfo Hitler lanzó a Alemania, y a gran parte del resto del mundo, a otra terrible guerra. Alemania nuevamente fue vencida.

La total destrucción de la Segunda Guerra Mundial y los horrores del Holocausto redujeron la velocidad de la máquina de guerra alemana. Pero con el tiempo, la identidad militar de Alemania se reformó. A principios de la década de 1990, el Estado alemán recién unificado, junto con el Vaticano, desató las guerras de los Balcanes.

‘Fértil en sorpresas militares’

Una y otra vez, Alemania ha mostrado una proclividad por el subterfugio y el engaño con respecto a su capacidad y ambiciones militares. Cuando Hitler tomó el poder en 1933, la mayoría de los líderes occidentales lo consideraban un líder pacífico que sólo buscaba fortalecer la posición de su nación en Europa. Cuando estalló la guerra en septiembre de 1939, muchos se sorprendieron por la magnitud de la fuerza militar de Alemania. En sólo unos pocos años, la nación se había transformado silenciosamente, pero no en secreto, de un poder vacío a un gigante militar, y la mayoría del mundo apenas se había dado cuenta.

Winston Churchill fue uno de los pocos hombres que observaban de cerca; él entendió la capacidad de engaño de Alemania. En un discurso dado el 28 de noviembre de 1934, advirtió sobre su creciente poder aéreo. “Hasta ahora he tratado con lo que creo que es lo conocido, pero más allá de lo conocido también existe lo desconocido. Escuchamos desde todos lados de un desarrollo aéreo en Alemania muy por encima de todo lo que he dicho hoy. En cuanto a eso, todo lo que diría es: ‘¡Tengan cuidado!’ Alemania es un país fértil en sorpresas militares”.

Polonia fue uno de los primeros en experimentar de primera mano la verdad en la advertencia de Churchill cuando, en septiembre de 1939, fue aplastada bajo su asalto marcial. La famosa caballería de Polonia no era rival para los tanques de Alemania. Luego vino Francia, conquistada el 25 de junio de 1940, después de apenas seis semanas de resistencia. Cuando la Luftwaffe comenzó a bombardear Londres en septiembre de 1940, sus 2.682 aviones superaban en número a la Fuerza Aérea Real casi por 4 a 1. Si no fuera por el liderazgo inspirado de Churchill y una serie de milagros divinos, Gran Bretaña habría sido derrotada en 1941.

Sorprendentemente, Hitler pudo construir su enorme armada, fuerza aérea y ejército sin que Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos lo supieran hasta que era demasiado tarde. ¡Prácticamente todo el mundo dormía mientras Alemania se preparaba para la guerra!

¿Podría repetirse esta historia?

Muchos de los mejores y más brillantes hombres de Occidente ciertamente creían que podría suceder. Esta es la razón por la cual los líderes Aliados se reunieron en Alemania en 1945 y forjaron el Acuerdo de Potsdam. Este acuerdo exigía “el desarme completo y la desmilitarización de Alemania y la eliminación o control de toda la industria alemana que pudiera utilizarse para la producción militar”.

Estos hombres reconocieron el mortal eje entre Adolfo Hitler y la industria alemana. El Acuerdo de Potsdam frenó el poder industrial de Alemania, impidiendo así que construyera otra maquinaria de guerra. Pero el esfuerzo pronto fracasó y en pocos años las fábricas de guerra volvieron a prosperar.

En el otoño de 1950, Konrad Adenauer, el canciller de Alemania Occidental, se reunió en el Monasterio de Himmerod con líderes militares y expertos que anteriormente sirvieron en la Wehrmacht de Hitler (las fuerzas armadas nazis). Los hombres discutieron cómo restaurar el ejército de la nación después de la guerra. Muchos de los asistentes recibieron posteriormente altos cargos en la Bundeswehr y la otan.

La esencia de esta discusión más tarde se convirtió en parte del “Memorándum Himmeroder” del 9 de octubre de 1950. La tesis principal del memorando era que un futuro Ejército Alemán requería la rehabilitación del Wehrmacht. Este documento sirvió de base para las negociaciones con Occidente. Si bien Adenauer negoció cuidadosamente y sabía que las demandas debían implementarse en pasos pequeños, está claro que la ambición militar de Alemania aún estaba latente.

¡Las brasas de la Segunda Guerra Mundial aún no se habían extinguido, y ya los principales líderes alemanes estaban planeando cómo reconstruir el ejército de Alemania!

En 1955, con la amenaza comunista en aumento, se le permitió a Alemania rearmarse y unirse a la recién creada Organización del Tratado del Atlántico Norte. Había condiciones: Alemania debía renunciar al derecho a las armas biológicas y químicas, la Bundeswehr debía tener un límite de 500.000 y debía operar bajo el mando de la otan. El 7 de junio de 1955, Theodor Blank fue nombrado ministro de defensa, dando a Alemania su primer ministro de defensa de la posguerra.

Los Aliados también aflojaron su prohibición del rearme alemán. Paso a paso, a la misma industria que había construido los implementos de guerra de Hitler se le permitió reiniciar las operaciones. Sus historias se cuentan no sólo en documentos ocultos sino en detalle en los sitios web oficiales de dichas compañías.

Por ejemplo, el sitio web de Rheinmetall proporciona una extensa cronología de la historia de la compañía durante la guerra. Con respecto a los años 1942 a 1944, Rheinmetall escribe: “A medida que avanza la guerra, el régimen nazi exige esfuerzos cada vez mayores por parte de la industria para aumentar la producción de armas. Los requisitos del Ejército alemán, la Armada y la Luftwaffe para las innovaciones técnicas obligan a los departamentos de desarrollo de Rheinmetall-Borsig a seguir adelante a toda velocidad también. Para julio de 1944, la compañía ha desarrollado unos 20 sistemas de armas que han sido desplegados por la Wehrmacht”. ¿Cuál es la intención de Rheinmetall con esto? ¡Algunos dirían que se jacta de su apoyo a Adolfo Hitler!

Muchas otras compañías de armas cuentan historias similares. Aún más interesante es cómo regresaron a los negocios después de habérseles prohibido en el Acuerdo de Potsdam en 1945.

Rheinmetall-Borsig AG se dividió en dos compañías para facilitar la obtención de permisos de producción. En 1950 ambas empresas recibieron permiso para fabricar productos del sector civil. En 1956, Rheinmetall fue autorizada a reanudar la producción de equipo militar. ¡De esta manera, el Acuerdo de Potsdam fue socavado no mucho después de que su tinta se hubiera secado!

La historia de Krauss-Maffei Wegmann es aún más sorprendente. El sitio web oficial de la compañía dice: “Krauss-Maffei Wegmann contempla 170 años de una historia llena de tradición y estrechamente relacionada con las localidades de Kassel y Múnich”. La compañía está “llena de tradición”, pero ¿tradición de la cual estar orgullosa?

Krauss-Maffei Wegmann contribuyó en la construcción de los tanques que avanzaron hacia Polonia y a toda Europa. En esa tradición, la compañía produce hoy tanques más grandes, más rápidos y mucho más potentes. Era una tradición nazi nombrar los tanques como los grandes felinos, como Tiger y Panther. El fin de la guerra detuvo el trabajo en otro tanque que se llamaría Leopard. Pero en la década de 1960, Krauss-Maffei Wegmann comenzó la producción del tanque de batalla Leopard 1. Le siguieron el Gepard y Leopard 2. (Para obtener más información sobre dónde están los fabricantes de armas de Hitler en la actualidad, consulte la infografía en la página 18).

La misma industria de armas que conmocionó al mundo en la Segunda Guerra Mundial aumentó rápidamente durante la Guerra Fría. El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (sipri, por sus siglas en inglés) dice que Alemania gastó hasta el 5,2% de su producto interno bruto en su ejército en 1963. Para 1982, se fabricaban 300 tanques Leopard 2 al año. Para 1990, el ejército alemán, ahora reunificado, contaba con 500.000.

Los documentos de la otan registran que, a lo largo de la segunda mitad del siglo xx, la Bundeswehr se había convertido en la “columna vertebral de la defensa convencional de la otan en Europa Central”. Pocas décadas después del Acuerdo de Potsdam, la otan confiaba en Alemania para disuadir a Rusia en el Continente, y la industria alemana estaba produciendo en masa tanques y otros suministros militares.

El colapso de la Unión Soviética en diciembre de 1991 tuvo un impacto directo en la expansión militar de Alemania. Pero no de la manera que podría esperarse. Alemania de hecho comenzó a reducir el gasto militar. ¿Por qué?

Ahorrando dinero para la tercera ronda

Cuando terminó la Guerra Fría, Alemania en gran parte dejó de militarizarse. Incluso cuando los funcionarios de la otan exigieron que Berlín aumentara su presupuesto militar, ésta se negó.

¿Significaba eso que las ambiciones militares de Alemania se habían extinguido? Al contrario, significaba que la nueva Alemania unida rechazaba la autoridad de la otan. Dentro de la otan, Alemania había alcanzado su potencial militar autorizado. Para sobrepasar estas limitaciones impuestas, desarrolló su propio plan de dominación militar. Este plan requería enfocarse primero en lograr un país sano y fuerte, traer al redil a Alemania Oriental y asegurar el dominio sobre Europa tanto económica como políticamente.

En lugar de invertir miles de millones cada año para salvaguardar a Europa, Alemania confió en el paraguas de seguridad patrocinado por EE UU. Los miles de millones que ahorró se invirtieron en la industria civil y la economía. Sin embargo, fuera de la otan, Alemania desarrolló su industria de armas, su integración con otros ejércitos de la UE y su despliegue en el extranjero.

Hoy en día, mientras muchos países se enfrentan a la bancarrota, Alemania tiene una de las economías más fuertes del mundo.

Estados Unidos y Rusia aún se encuentran entre las mayores potencias militares del mundo. Pero, ¿qué pasa con la carrera por la próxima generación de sistemas de armas? ¿Puede EE UU o Rusia ganar esa carrera? Tecnológicamente, tienen la capacidad, pero ambos están en problemas financieros y están teniendo que recortar el gasto militar. ¡Mientras tanto, la economía de Alemania es comparativamente fuerte y está lista para financiar una mejora militar!

En esta era de guerra cibernética, inteligencia artificial y avances tecnológicos, se necesita mucho dinero y esfuerzo para mantenerse al ritmo de los competidores. En este tiempo crucial en la historia, EE UU y Rusia están forzados a realizar recortes militares, mientras que Alemania puede rearmarse.

“Alemania se ha beneficiado del hecho de que la situación estratégica ha permanecido tranquila durante dos décadas, permitiéndole invertir en la economía civil”, afirmó el experto militar suizo Albert Stahel en una entrevista con Focus Online. “Pero eso se acabó: toda la orientación del Estado debe ser replanteada. La maquinaria armamentista debe reiniciarse” (7 de febrero de 2017; traducción de la Trompeta).

Alemania hoy está lista —económica e industrialmente— para entrar nuevamente al juego del armamento militar. Cuenta con la tecnología, las fábricas y la industria. También tiene décadas de experiencia en la producción de material militar de clase mundial.

Estrategia secreta detrás de las exportaciones

“A primera vista”, escribió la cadena pública alemana ard, “Alemania parece un país profundamente pacífico. Pero eso es verdad sólo en parte. Desde mediados de la década de 1950, las compañías de armamento alemanas han estado vendiendo armas en todo el mundo” (2 de noviembre de 2017). En 2016, Handelsblatt escribió que “Alemania es uno de los mayores productores de armas del mundo” (25 de enero de 2016).

Aunque el gasto militar de Alemania disminuyó, su industria de producción militar nunca se detuvo. De hecho, se hizo cada vez más fuerte.

La Hoja de Datos de sipri de marzo de 2018 dice: “Las exportaciones de armas combinadas de los Estados miembros de la Unión Europea representaron el 27% del total mundial entre 2013 y 2017”. Alemania sola se convirtió en el tercer exportador de armas más grande del mundo. Incluso después de los recortes recientes, sigue estando entre los cinco primeros, fabricando actualmente el 7% de las exportaciones totales de armas del mundo. Eso es impresionante, ¡especialmente para una nación que es un peso ligero militar en sí misma!

Pero ¿por qué Alemania está exportando armas a todas partes? No es por la rentabilidad. En 2017, las exportaciones de armas representaron menos del 0,5% de sus exportaciones totales.

El Ministerio de Economía de Alemania declara en su sitio web que: “Las exportaciones de armas no son recursos para la política económica”. En otras palabras, tiene una razón estratégica para fabricar y exportar armas. El gobierno da al menos dos razones: construye cooperaciones y alianzas estratégicas, y mantiene a la industria de armamentos de Alemania y, de este modo, su seguridad nacional.

La fabricación y exportación de armas trae enormes beneficios estratégicos y militares. Alemania puede haber descuidado su provisión militar en casa, pero no ha descuidado su capacidad para fabricar material militar. Ha obtenido ganancias al producir y exportar armas, mientras que otros han gastado dinero almacenando y mejorando armas. Alemania puede no tener miles de tanques y millones de ametralladoras en almacenamiento, pero tiene las fábricas, los planos y modelos, la experiencia y la habilidad para militarizar.

Alemania ha probado su armamento en varios terrenos en todo el mundo. Repetidamente, la industria ha sido alertada de fallas en el equipo, y ha mejorado y perfeccionado su armamento en tiempos de paz. Por ejemplo, Turquía usó tanques alemanes contra el Estado Islámico en Siria, dando a los alemanes comentarios que les ayudaron a perfeccionar su diseño. Si Alemania hubiera llenado sus depósitos militares con tanques, habría tenido que actualizar a expensas propias miles de tanques que no funcionaban correctamente.

Alemania produce algunos de los tanques de mayor demanda en el mundo. En cooperación con Francia, está trabajando en la próxima generación de sistemas de combate. Se predice que los tanques de nuevo diseño superarán al T-14 de Rusia. Una empresa conjunta de Airbus y Dassault Aviation apunta a dominar con los aviones de combate de la próxima generación y un Sistema de Combate Aéreo Futuro. Se prevé que los aviones de combate franco-alemanes superarán al F-35 de Estados Unidos.

Fábricas de guerra

Aunque Alemania no es un peso pesado militar, el panorama general es sólido. Su presupuesto militar es el séptimo más alto del mundo. Este rango podría aumentar repentinamente si Alemania se compromete a rearmarse, para lo cual su capacidad es poderosa.

Alemania sobresale en la industria de armas pequeñas, la cual es un conglomerado de fabricantes más pequeños y otras ramas de la industria que también producen armas y tecnologías de seguridad. Entre sus mayores armerías se encuentra Heckler & Koch, uno de los cinco fabricantes de armas más grandes del mundo, que produce pistolas, revólveres, rifles y ametralladoras. Su G3 sigue el modelo del Kalashnikov AK-47.

Otro gran fabricante es el grupo fotónico alemán Jenoptik, con productos mecatrónicos y sensoriales para los mercados civiles y militares. La compañía está presente en más de 80 países. En 2017, generó alrededor de 748 millones de euros (850 millones de dólares) en ingresos.

La empresa con sede en Múnich mtu Aero Engines produce motores para aviones de combate, como el Eurofighter y el civil Airbus A380. Fundada en 1934, la compañía se extiende hoy en todo el mundo a 14 sedes, con 10.000 empleados e ingresos de 5 mil millones de euros (5,7 mil millones de dólares).

Diehl Defense es la división de armamentos del Grupo Diehl con sede en Núremberg. La compañía se especializa en la producción de orugas para tanques, municiones y misiles guiados. La compañía está presente en 18 sedes, principalmente en Europa.

Krauss-Maffei Wegmann se especializa en la fabricación de obuses, transportadores de tropas y tanques. Su famoso Leopard 2 fue construido en colaboración con Rheinmetall. kmw tiene 3.500 empleados en siete países y 30 países confían en su tecnología militar.

Rheinmetall Defense es la división de armamentos del Grupo Rheinmetall, con sede en Düsseldorf. Sus principales productos incluyen tanques, sistemas antiaéreos y municiones.

El fabricante de acero ThyssenKrupp también opera una división de armamentos. La compañía produce submarinos y embarcaciones navales de clase mundial.

Algunos de los fabricantes de armas de Alemania también se han expandido a través de fusiones más allá de las fronteras nacionales. mbda se convirtió en una empresa de defensa europea con oficinas en Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania y España. La empresa se especializa en misiles guiados.

El mayor fabricante de armas de Alemania también es una fusión. El Grupo Airbus está formado por la alemana dasa, la francesa Aérospatiale-Matra y la española casa. La compañía se especializa en aviones de combate, transportadores de tropas, aviones cisterna y helicópteros de combate. El productor europeo de aviones Airbus está clasificado como la segunda industria más grande en este campo.

Las industrias europeas de producción terrestre y marítima están experimentando fusiones similares. Los informes gubernamentales publicados en noviembre dicen que Alemania liderará la producción de un nuevo súper tanque europeo que involucra a las compañías alemanas Rheinmetall y kmw y a la francesa Nexter. El Grupo Naval estatal de Francia también busca fusionarse con ThyssenKrupp Marine Systems.

La industria alemana también ha formado negocios y asociaciones estratégicas con industrias de todo el mundo. Considere a Rheinmetall: más allá de exportar sus productos a todo el mundo, la compañía es conocida por invertir en otros países directamente. Por ejemplo, ha participado activamente en la construcción de una fábrica de tanques en Turquía.

El alcance de Rheinmetall le da poder para subyugar a los competidores. En enero, la compañía de defensa británica bae Systems anunció que está vendiendo una participación mayoritaria de su división Land UK al Grupo alemán Rheinmetall.

Andreas Schwer, un nativo alemán y ejecutivo del Grupo Düsseldorf Rheinmetall, se sienta en el consejo de las Industrias Militares de Arabia Saudí. Luego están Rheinmetall Italia y American Rheinmetall Munitions, las operaciones de la compañía en Italia y Estados Unidos.

Este fabricante fue vetado después de la Segunda Guerra Mundial, ¡y hoy es una de las principales empresas industriales del mundo!

Al combinar la fortaleza de su industria de armamentos con su industria civil, Alemania pronto podría estar produciendo tanques y otros vehículos militares en masa en lugar de automóviles. Por cierto, los grandes productores de automóviles y camiones de Europa, Mercedes, Volvo, Renault, Volkswagen y man, están todos involucrados hasta cierto punto en la producción de equipo y piezas militares.

Estos factores le dan a Alemania un enorme potencial militar. Puede que no esté llena de tanques, aviones de combate y pistolas, pero tiene la capacidad industrial para crear todas estas cosas. De hecho, las fabrica para otros. Sólo necesita mantener algunas en casa.

Tan pacífica como parece Alemania ya que su ejército se ha reducido desde 1990, su potencial militar ha crecido exponencialmente. El escenario para el rearme repentino está listo.

Estrategia europea

Al calcular el potencial militar de Alemania, es importante considerar también la capacidad de sus vecinos europeos. ¿Por qué? Porque, gracias a su posición económica y política en Europa, Alemania puede aprovechar sus activos. Además, la profecía bíblica habla de una superpotencia europea del tiempo del fin, dirigida por Alemania.

Con el tiempo, veremos a Alemania ganar más influencia e incluso ejercer un control directo sobre la fuerza aérea de Francia, la marina de Italia y la impresionante brigada de tanques de Polonia. De hecho, el esfuerzo por coordinar estos sectores dispares ya está en marcha. Alemania está trabajando para fusionar la industria de armas de Europa, su sede operativa militar, sus ejércitos y su liderazgo. La mayor parte del Ejército holandés ya está integrado en el Ejército alemán. Los ejércitos checo y rumano también han acordado unirse a los alemanes. Nuestro artículo de Tendencia detalla el progreso de la integración: “Europe’s Push Toward a Unified Military” (El empuje de Europa hacia un ejército unificado; disponible sólo en inglés).

En 2017, las naciones de la UE lanzaron un pacto militar llamado Cooperación Estructurada Permanente (pesco, por sus siglas en inglés) que incluye misiones de logística, transporte y entrenamiento que ayudarán a coordinar las operaciones de los países miembros.

Pero el ejército y aparato militar de Europa serían en gran medida ineficaces sin un liderazgo capaz a nivel de oficiales. Por esa razón Alemania está entrenando oficiales militares en toda Europa.

La Bundeswehr, las fuerzas armadas de Alemania, cuenta actualmente con 24 instalaciones de entrenamiento abiertas para soldados de otros Estados miembros de la UE. También tiene tropas en 55 instalaciones de entrenamiento de otros ejércitos en todo el Continente. Algunos oficiales de la Bundeswehr asisten a la escuela de oficiales de élite en Saint-Cyr, donde aprenden sobre la estructura militar, estrategias, recursos y mentalidad de Francia.

Los oficiales alemanes están aprendiendo a trabajar con soldados extranjeros y a estar al mando. Están cooperando con los franceses en la tripulación de helicópteros. Los submarinos alemanes pronto podrían partir a patrullar llevando tripulaciones conjuntas alemanas y noruegas.

Preparándose para la Tercera Guerra Mundial

En 1945, Herbert W. Armstrong dijo a los oyentes de su programa de radio: “Desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, [los alemanes] han considerado la posibilidad de perder esta segunda ronda, como perdieron la primera, y han planeado cuidadosa y metódicamente, en tal eventualidad, la tercera ronda: ¡la Tercera Guerra Mundial!” (9 de mayo de 1945).

Entre 1945 y su muerte en 1986, el Sr. Armstrong entregó esta misma advertencia cientos, quizás miles, de veces. Al igual que Churchill, él entendió que Alemania “es un país fértil en sorpresas militares”. Pero el Sr. Armstrong tenía otra ventaja: él entendía los numerosos pasajes bíblicos que profetizaban la formación de unos Estados Unidos de Europa del tiempo del fin liderados por los alemanes.

Él conocía la profecía en Isaías 10, donde Dios dice que usará al “asirio” como una vara correctiva para castigar a las naciones de Israel (Estados Unidos y Gran Bretaña). El versículo 6 dice que Alemania (la Asiria moderna) tendrá el poderío militar “para pisotearlos como el barro de las calles”.

Él conocía la profecía de Daniel 7. En este capítulo se representan cuatro “bestias”, cada una representando un imperio mundial. Estos imperios se levantan y caen cronológicamente; eso significa que el cuarto está en la escena antes del regreso de Jesucristo. Esta cuarta “bestia” es la más destructiva; el versículo 7 dice que es “espantosa y terrible y en gran manera fuerte…”.

El Sr. Armstrong conocía las profecías de Apocalipsis 13 y 17. Comprendió la identidad de la “mujer” en Apocalipsis 17 que monta a la bestia de siete cabezas y 10 cuernos. Comprendió que las siete cabezas de esta bestia representan las siete resurrecciones consecutivas del Sacro Imperio Romano, y que los 10 cuernos de la séptima y última cabeza representan a un imperio europeo unido, liderado por Alemania.

Él entendió las profecías en Ezequiel, Habacuc y Mateo 24 que describen un tiempo de intensa violencia y tribulación. Note Habacuc 1:8-10, que describe a este imperio europeo del tiempo del fin: “Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará”.

¡Este pasaje describe a la fuerza militar más destructiva y aterradora de la historia de la humanidad!

¿Recuerda la matanza masiva de Genghis Khan, los gulags y purgas de Joseph Stalin y el Holocausto nazi? ¡La destrucción infligida por la máquina de guerra europea dirigida por Alemania descrita en la profecía bíblica eclipsará a todos estos!

Por eso debemos vigilar estrechamente al ejército de Alemania. Los alemanes son un pueblo laborioso, disciplinado, con muchas cualidades maravillosas. Pero la historia muestra que tienen una inclinación a la guerra y la conquista. Sería imprudente descartar siglos de historia en un momento de autojusticia políticamente correcta.

La voluntad, el incentivo para la guerra, crece casi cada semana. Dentro de Alemania, temas como la migración, el islamismo radical y la incertidumbre económica están despertando sentimientos nacionalistas. A medida que aumentan las ansiedades y los temores, las personas naturalmente comenzarán a pensar más en la necesidad de seguridad y protección, y en la necesidad de defender sus intereses en el país y en el extranjero. Cuanto más amenazados se sientan, más aceptarán la necesidad de militarizarse.

Casi toda la comunidad internacional prácticamente está rogando que Alemania haga más en el ámbito militar, y no sólo en Europa, sino también en Oriente Medio, en Asia Central y en África. ¿Cuán a menudo hemos escuchado en los últimos dos años al presidente de Estados Unidos pedirle a Berlín que gaste más en el ejército y asuma más responsabilidad por la seguridad de Europa? Ahora vemos que Francia y Alemania hacen progresos reales en el desarrollo de un ejército europeo.

Considere también las crecientes amenazas. Europa se enfrenta a la presión de Rusia, la cual no teme mostrar fuerza y se acerca cada vez más a China y Asia. Los problemas en Oriente Medio, en Irán, Siria y Turquía se extienden a Europa. La continua invasión de migrantes de Oriente Medio y África es una amenaza diaria. Mientras tanto, EE UU y Gran Bretaña, que una vez fueron los garantes de la defensa estratégica de Europa, están abandonando ese papel.

Nunca ha habido mayor incentivo para que Alemania y Europa se militaricen.

¡Pero también hay una razón aún más profunda e inspiradora para que Alemania se esté militarizando!

En 2011, el jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry, escribió: “Pero ésta es la parte más sorprendente e inspiradora de Apocalipsis 17: ¡Dios puso en la mente de los líderes de Europa hacer lo que están haciendo!” (febrero de 2011). Se refería al versículo 17, que dice: “Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios”.

¿Creerá usted lo que la Biblia dice claramente? La inminente militarización de Alemania, seguida de su iniciación de la Tercera Guerra Mundial, es en realidad la voluntad de Dios.

Pero ¿por qué Dios permitiría otra guerra mundial? Esto es difícil de entender para muchas personas.

¿La respuesta? A través de este conflicto venidero, Dios está tratando de establecer una conexión con la humanidad, particularmente con las naciones de Israel del tiempo del fin. Dios no se complace en el sufrimiento. En Ezequiel 33:11, Dios dice: “Vivo yo (…) que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?”.

Ese es el gran propósito de Dios para la tribulación que viene: Él está corrigiendo a las naciones de Israel, y a toda la humanidad, ¡para ayudarlos a volverse de sus caminos y vivir!

Desde 1931, especialmente desde diciembre de 1989, Dios le ha estado diciendo a Israel: “Volveos, volveos de vuestros malos caminos”. Dios ha estado midiendo la corrección de Israel durante muchos, muchos años. Algunos han escuchado, se han arrepentido y cambiado, y estas personas serán protegidas en un lugar de seguridad cuando llegue la tribulación (Apocalipsis 12:14). Pero la mayoría de las personas y naciones rechazan a Dios y rechazan Sus advertencias.

Hoy, la única manera en que Dios puede llamar la atención de las personas es endureciéndose. La humanidad simplemente debe ver las consecuencias de su rebelión y arrepentirse. Usted podría preguntarse: ¿No hay otra manera en que Dios pueda llegar a la humanidad? Lamentablemente, Dios ha probado todas las demás opciones.

Pero hay unos pocos, y de hecho sólo unos pocos, que entienden lo que Dios está haciendo hoy. Estos pocos entienden las profecías y ven la gran esperanza en su cumplimiento. Ellos ven la mano de Dios en los eventos mundiales. Ven la profecía bíblica como una prueba de la existencia de Dios, y que Su Palabra, la Santa Biblia, es verdadera y precisa. Estos pocos hoy proclaman el plan maestro de Dios. Estos pocos se esfuerzan por someterse a la ley y al gobierno de Dios, y experimentan la felicidad y las bendiciones resultantes. 

Boletín, AD