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Estados Unidos no tiene quien le ayude

(ISTOCK.COM/CACTUSOUP, MELISSA BARREIRO/IDF)

Estados Unidos no tiene quien le ayude

Estados Unidos bajo ataque: capítulo siete

Continúa de “Barack Obama y los archivos de Twitter”.

Después de que Donald Trump sorprendiera a toda la clase política y mediática ganando las elecciones de 2016, los izquierdistas radicales lanzaron un complot traicionero para destruirlo políticamente. Una de sus principales armas fue una fiscalía especial, nombrada por el Departamento de Justicia en mayo de 2017. Dirigida por Robert Mueller, tenía el propósito de investigar la “interferencia en las elecciones de 2016”.

Esta fiscalía especial no investigó las acciones inconstitucionales y otras ilegalidades de los demócratas. Investigó al presidente legítimamente electo, Donald Trump.

Probablemente la mayoría de los estadounidenses del común no creían que la campaña de Trump se hubiera confabulado con el gobierno ruso para ganar las elecciones de 2016. Al mismo tiempo, la mayoría probablemente creía y sigue creyendo que Robert Mueller estaba investigando honestamente para asegurarse de que ese fuera el caso. Ciertamente, las élites políticas y los principales medios de comunicación lo presentaron así.

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Pero eso no es cierto, como los hechos lo han demostrado desde entonces. ¡Y demuestran que toda esa gente poderosa lo sabía! Todos ellos permitieron que continuara como parte de su propia oposición al Sr. Trump y a todo lo que él representaba.

Los dos objetivos de Robert Mueller

Observe de nuevo la profecía de 2 Reyes 14:26: “Porque [el Eterno] vio que la aflicción de Israel era muy amarga, pues no quedaba nadie, ni esclavo ni libre, y no había nadie que ayudara a Israel” (versión Revised Standard). Este versículo describe perfectamente el ataque que representa la investigación de Mueller.

Considere los hechos. El presidente Barack Obama había establecido la agenda antes de dejar su cargo. Su administración intentó ayudar a Hillary Clinton a ganar las elecciones de 2016. El director del fbi, James Comey, abrió una investigación contra Donald Trump, continuó con la investigación después de que fuera investido presidente, mintió al respecto, y tendió una trampa que forzó la salida de Michael Flynn, quien habría estado en posición de descubrir lo que el Estado profundo izquierdista había estado haciendo. La investigación de Mueller fue una forma de mantener en la mira a los miembros de la administración de Trump y de encubrir la verdad sobre lo que Obama y los demás habían hecho y estaban tramando.

Dependiendo de cómo se cuente, la investigación del Departamento de Justicia duró entre 22 meses y al menos tres años —la mayor parte del primer mandato del presidente— antes de cerrarse definitivamente. Esta gente pasó años presionando, intimidando y espiando a las personas relacionadas con el presidente. Tendieron una trampa a su asesor de seguridad nacional; allanaron la casa, la oficina, el hotel y las cajas de seguridad del abogado personal del presidente; intimidaron a docenas de personas con acusaciones y amenazas de acusación. Y al final, aportaron cero pruebas de colusión entre la campaña de Trump y los operativos rusos. No aportaron pruebas porque la campaña de Trump nunca coludió con Rusia.

Todo esto es ahora de dominio público. Pero poca gente ha atado cabos para darse cuenta de lo que revelan estos hechos. Desde luego, los periodistas de la prensa convencional no lo han hecho. Han seguido encubriendo esta investigación fraudulenta.

Sólo encontrará información verdadera con analistas fuera de la prensa convencional. En el blog Conservative Treehouse, el periodista de investigación Mark Bradman conectó estos puntos: “Robert Mueller tenía dos objetivos como fiscal especial. El objetivo número uno era continuar con la operación fraudulenta del fbi y el Departamento de Justicia conocida como ‘Detener a Trump’ iniciada por James Comey, Andrew McCabe y su equipo, técnicamente llamada Crossfire Hurricane. El objetivo número dos era ocultar la acción ilegal; crear el encubrimiento necesario para todo lo que sucedió durante la operación ‘Detener a Trump” (30 de enero de 2021).

El segundo objetivo es el que la mayoría de la gente ha pasado por alto, ¡pero es el más importante! El objetivo de la investigación de Mueller no era sólo continuar todas las acciones en contra del presidente Trump, sino también encubrir toda la acción ilegal. Tenemos que darnos cuenta de esto.

La gente sabía que nunca existió colusión con Rusia y que la investigación de Mueller era en realidad un arma política para detener a Trump. Bradman afirma que, de hecho, ¡Todos en Washington, D.C., lo sabían!

¿Quiénes lo sabían?

“Todos lo sabían”. Así es como lo dijo Bradman. “Todas las personas de cada rama del gobierno y de cada agencia federal conocían el verdadero propósito de Mueller” (ibíd.). Había pruebas abundantes de lo que había estado ocurriendo bajo la administración de Obama y de lo que el Estado profundo estaba haciendo incluso después de que el presidente Trump asumiera el cargo. Pero Mueller y su equipo utilizaron su poder para encubrirlo y hacerlo mucho más difícil de encontrar y probar. Y todos lo permitieron: ¡ellos permitieron un intento ilegal y traicionero de revocar los resultados de las elecciones de 2016!

Piense en todas las personas que tuvieron que cooperar para que la investigación de Mueller fuera tan invasiva como lo fue durante todo el tiempo que lo fue, y entonces comenzará a darse cuenta de lo profunda que es esta corrupción.

Como escribió Bradman: “El poder legislativo lo sabía. El poder judicial lo sabía. El poder ejecutivo lo sabía. El tribunal de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (fisa, por sus siglas en inglés) lo sabía. (…) Todos los que estaban involucrados sabían que la investigación de Mueller era una gran aspiradora para eliminar todas las pruebas que habrían expuesto un sistema corrupto [depravado] a Nosotros, el pueblo”.

Hicieron todo esto porque la escala del escándalo originario era tan grave que sería casi imposible para nuestra nación hacer frente a las consecuencias” (ibíd.).

Todos los involucrados en permitir esa investigación sabían que estaban participando en un intento ilegal y traicionero para anular los resultados legítimos de las elecciones de 2016. Ese era el propósito de la fiscalía especial de Mueller.

¿Qué otra cosa podría explicar una investigación en la que no hay pruebas en lo absoluto de algo que no sucedió?

La complicidad entre la clase política, incluyendo a demócratas, republicanos, los medios de comunicación y otros, es mucho más profunda de lo que los estadounidenses creen. La cantidad de poder, dinero, influencia, tecnología e intimidación que ejercen es sorprendente.

Lo que más nos debe preocupar es ese segundo objetivo: “ocultar la acción ilegal; crear el encubrimiento necesario para todo lo que ocurrió durante la operación ‘Detener a Trump”.

La corrupción profunda involucrada aquí está siendo expuesta ante nuestros ojos. Y fue profetizado en 2 Reyes 14:26. Este versículo le da una idea de la magnitud de la corrupción en Washington. La aflicción de Estados Unidos es muy amarga, y nadie con poder está ayudando.

No hay ayuda

El difunto comentarista conservador Rush Limbaugh conocía a Donald Trump. Dijo que le preguntó si era culpable de las acusaciones que la investigación de Mueller estaba utilizando como pretexto. El Sr. Trump dijo que no. Le preguntó si estaba seguro. Dijo que era absolutamente inocente. Entonces el Sr. Limbaugh dijo: Si usted sabe que eso es falso, entonces ellos también lo saben.

La investigación del fiscal especial Mueller no era legítima, dijo el Sr. Limbaugh, ¡y Donald Trump puede haber sido el único en Washington que no se dio cuenta! Dijo que intentó por todos los medios convencer al presidente de que toda la operación era un ataque político a su presidencia. El presidente Trump sabía que no era culpable de las acusaciones, pero él no podía creer que el Departamento de Justicia y el resto del gobierno fueran tan masivamente corruptos.

¡Pero sí era así de corrupto! Especialmente después de ocho años de Obama moldeando el gobierno a la fuerza. El fiscal especial Mueller sabía que nunca hubo colusión con Rusia, y casi todos los demás lo sabían también. Los responsables del Departamento de Justicia lo sabían. Los responsables del fbi lo sabían. Los directores de las agencias de inteligencia lo sabían. Los miembros de los comités del Congreso, tanto republicanos como demócratas, lo sabían. Todos ellos querían crear la ilusión de que el equipo de Mueller estaba buscando la verdad, pero nunca fue así. Ellos simplemente estaban encubriendo su intento de golpe de Estado, ¡su traición en contra de esta nación!

¿Cómo pudieron los radicales mantener en silencio toda su corrupción? ¿Por qué algunos republicanos se lo permitieron? Bueno, todos ellos viven de acuerdo en “el pantano”, como se suele llamar a la clase política de Washington. El acuerdo es el siguiente: si no está de acuerdo con la forma en que se hacen las cosas, ¡los poderes establecidos se asegurarán de que lo pierda todo! Por eso, por ejemplo, un congresista republicano caracterizó a quienes apoyan a Trump como parte de una “secta”. Acusó a 75 millones de estadounidenses de pertenecer a una secta, pero él considera que la forma en que la personas del pantano llevan a cabo sus actividades son buenas y normales. Así de enfermos y retorcidos se han vuelto incluso algunos republicanos.

¡Esta gente estaba literalmente tratando de derrocar al gobierno del país! Para ver el panorama completo, el Sr. Trump habría tenido que darse cuenta de que el objetivo de ellos era encubrir la verdad sobre lo que estaban haciendo. Habría tenido que darse cuenta de que incluso algunos de sus propios abogados estaban implicados. El Sr. Limbaugh dijo que abogados como John Dowd le decían al presidente que la forma más rápida de hacer desaparecer la investigación era cooperar con ella. Así que lo hizo, sabiendo que no encontrarían ninguna colusión rusa. Pero esto hizo que la investigación pareciera legítima.

En Estados Unidos, “la inocencia hasta que se demuestre la culpabilidad” es un principio fundacional de la justicia. La carga de aportar pruebas recae sobre el acusador. Si alguien lo acusara a usted de coludir con Rusia, usted no tendría que comprobar que no lo hizo; el que lo acusa tendría que demostrar que usted lo hizo. Sin embargo, el Departamento de Justicia y el gobierno intentaron presentar a Donald Trump como culpable a menos que demostrara su inocencia, en un intento flagrante de derrocarlo.

De esto trata la profecía de 2 Reyes 14. ¡No había quien diese ayuda a Israel! ¿Ve usted alguna ayuda? Ahora incluso Rush Limbaugh, un hombre muy influyente que no temía exponer la agenda de la izquierda radical, ha muerto. ¡No hay nadie, especialmente en Washington, que sea de ayuda para Israel! ¡Dios estaba utilizando al presidente Trump, pero los izquierdistas se robaron la elección y él ha sido políticamente exiliado! Y nadie de estas élites terriblemente culpables está siendo procesado, mucho menos condenado o encarceladas, ¡porque incluso muchos de los fiscales y los jueces son corruptos!

Ahora sabemos que el Departamento de Justicia y el fbi le mintieron al tribunal de la fisa, pero ese tribunal nunca dijo nada al respecto. ¿Por qué? ¡Porque ellos también están implicados! Esto demuestra el poder del Estado profundo de la izquierda radical.

El Sr. Limbaugh dijo que a Trump le resultaba difícil aceptar lo profunda que es realmente la corrupción. Pero considere esto: los radicales lo controlan todo, la educación, los medios de comunicación, el entretenimiento, los medios sociales, las agencias de espionaje y, ahora, ¡gran parte del gobierno federal! Pueden proteger a manifestantes anárquicos y robar una elección mientras que al mismo tiempo obstruyen su libertad de expresión por decir que la elección fue robada. El programa de mi hijo Trumpet Daily ha sido censurado por YouTube.

Iniciaron un proceso de destitución contra el presidente Trump incluso después de que dejara la Casa Blanca en un intento de impedir que volviera a ocupar el cargo. Mientras tanto, están recompensando a las personas que se encuentran en el epicentro de esa corrupción, como Peter Strzok, con empleos bien remunerados y pagos retroactivos.

Así es como funcionan las cosas en el pantano. Ellos tienen el poder y el control. ¿Cómo se puede ganar contra eso? ¿Cómo se puede ganar si ellos manipulan las elecciones?

Retrocedamos y examinemos cómo es que Estados Unidos llegó a este punto.

Reclutando a empresas de tecnología

En nuestro mundo moderno, la vigilancia y la recopilación digitales desempeñan un papel enorme en la obtención de información. Los conflictos internacionales se han convertido en un espacio de batalla digital, y los líderes mundiales se han vuelto muy dependientes de sus servicios de inteligencia para saber lo que está ocurriendo. Esas agencias de inteligencia se están convirtiendo en la columna vertebral de los gobiernos.

Estados Unidos cuenta con algunos de los servicios de inteligencia y tecnología de recopilación de datos más sofisticados del mundo. La base de datos de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (nsa, por sus siglas en inglés) es una herramienta extraordinariamente poderosa utilizada por Estados Unidos y sus aliados. Y ahora la nsa obtiene muchos de sus datos de empresas de tecnología privadas como Facebook, Twitter, Google y Microsoft. El aparato de inteligencia ha reclutado a estas empresas como socios cruciales (vea el capítulo 5).

A través de esta asociación, Barack Obama ha convertido los servicios de inteligencia de Estados Unidos en instrumentos de ataque. Tomó con éxito un sistema creado para vigilar y neutralizar a los enemigos externos de la nación y en su lugar lo desplegó en contra de sus enemigos políticos dentro de Estados Unidos.

Obama creó efectivamente un nuevo monstruo burocrático con Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Justicia, el Buró Federal de Investigaciones y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional: una “cuarta rama del gobierno” llena de burócratas no elegidos del Estado profundo que son leales a él, a su ideología y a sus objetivos.

“Cuando la rama de inteligencia dentro del gobierno quiere llevar a cabo la vigilancia y el monitoreo de los ciudadanos estadounidenses, se topa con problemas debido a la Constitución de Estados Unidos”, escribió Mark Bradman. “Esquivan esas limitaciones legales subcontratando la recopilación de inteligencia, la extracción de datos reales, y permitiendo que partes externas (contratistas) tengan acceso a la base de datos central [hablando de la vasta base de datos de la nsa]. El gobierno no puede realizar búsquedas electrónicas (debido a la Cuarta Enmienda) sin una orden judicial; sin embargo, individuos privados pueden buscar e informar siempre y cuando tengan acceso” (26 de julio de 2021).

Esto significa que estas agencias pueden espiar a quien quieran, ¡incluso a Donald Trump mientras ejercía como presidente! Estos burócratas tienen la capacidad de entrar en su computadora y leer todo lo que usted escribe y escuchar prácticamente cada palabra que dice. Debe darse cuenta de que realmente ya no hay privacidad y, francamente, ¡no hay libertad!

Estas empresas “privadas” admiten ahora abiertamente que están ayudando a las agencias de inteligencia del gobierno a vigilar toda la actividad en sus plataformas para identificar lo que consideran “contenido extremista”. Ellos definen el extremismo, ¡y resulta que es cualquier persona con opiniones políticas opuestas! Si no les gustan sus puntos de vista —incluso si usted es el presidente del país— lo censurarán, lo pondrán en una lista negra, lo acosarán, e incluso lo encarcelarán. Han usurpado la autoridad a una escala jamás vista en este país.

Esto es anarquía absoluta. Pisotea la Constitución, ¡la ley suprema del país!

Estas empresas ahora tienen un control virtual sobre el gobierno, conforme la dirección de Obama. Se han convertido en armas de Barack Obama. A eso equivale, incluso hasta el día de hoy. Esta “cuarta rama del gobierno” no democrática está fuera de control, y controla las otras tres ramas. Y ninguna de estas personas que hacen el trabajo sucio han sido elegidas, salvo Barack Obama.

¿Como pudimos los estadounidenses permitir que esto sucediera?

Controlando la información

De todas las agencias de inteligencia, la que más quería controlar Obama era el fbi. El fbi realiza el trabajo de investigación nacional sobre cualquiera que necesite o posea una autorización de seguridad, por lo que el control sobre el fbi le puso a cargo de quién puede acceder a qué información.

Para protegerse contra el abuso de poder, la “información [de las agencias de inteligencia] es puesta deliberadamente en silos de contención; esencialmente un proceso formal para bloquear el flujo de información entre las agencias y entre las ramas originales” del gobierno, escribió Bradman (4 de julio de 2021). Estos burócratas de la inteligencia pueden mantener su información alejada de los funcionarios electos si así lo desean, ¡y prácticamente no hay supervisión! Ellos deciden a qué “silo” tiene usted acceso para que vea sólo la inteligencia que ellos quieren que vea.

La rama de los servicios de inteligencia tiene pleno control sobre lo que se considera información clasificada. Por ello esta “cuarta rama” tiene el control sobre las tres ramas constitucionales verdaderas: la ejecutiva, la legislativa y la judicial. Cuando otros poderes solicitan información de inteligencia, a menudo las agencias la proporcionan con partes clave redactadas para ocultar lo que realmente ocurre. Ellos controlan eso, sin supervisión. Los únicos que ven el panorama completo son Barack Obama y sus hombres de alto nivel.

¡Esto les da a estas personas un control sin precedentes! ¡Tenían tal poder que podían mantener al presidente Trump al margen de información y decisiones cruciales! Una y otra vez, Trump intentó colocar a gente en puestos clave, y estos burócratas se lo negaban. Tenían un control sin restricciones y podían frenarlo.

¡Esto es inconstitucional, ilícito, ilegal y traicionero! Es increíble que puedan hacer esto y salirse con la suya, pero eso es exactamente lo que están haciendo.

Utilizando la inteligencia como arma

Un artículo de Bradman se titula “Las operaciones de vigilancia y espionaje político subrayadas por John Durham son la punta del témpano”. En eso tiene razón: ¡Lo que estamos viendo es sólo una fracción de esta monstruosa cantidad de corrupción!

“Barack Obama y [el fiscal general] Eric Holder no fueron quienes crearon un Departamento de Justicia y un fbi armados”, escribió Bradman; “más bien, lo que hicieron fue tomar el sistema preexistente y reequiparlo, de manera que las armas sólo apuntaran a un lado del espectro político. Juntos recalibraron las capacidades de vigilancia doméstica, los sistemas de espionaje interno, para que sólo su oposición política fuera el objetivo” (12 de febrero de 2022). Al hacer esto, obtuvieron el control de todo el sistema, y los frutos lo demuestran. En lugar de dirigir estas poderosas herramientas en contra de terroristas y otros enemigos externos, las apuntaron contra sus oponentes políticos.

Estas personas consideran a los seguidores republicanos de Donald Trump extremistas que deben ser escudriñados e investigados. Y este sistema de seguridad nuevo que pueden utilizar en contra de ellos es extraordinariamente poderoso.

¡Lo que esta gente está haciendo es una traición descarada! Es una guerra total contra la Constitución. Ellos son inimaginablemente depravados. Y también cuentan con la bendición y la ayuda de los medios de comunicación y del sistema educativo. Odian la Constitución y están trabajando para destruirla. Si nuestro pueblo supiera aunque sea un poco de Dios y de la Biblia, lo reconocerían.

Para garantizar la supervisión legislativa de la comunidad de inteligencia, se creó la “Banda de los Ocho” integrado por los principales líderes de la Cámara y del Senado, tanto republicanos como demócratas. La comunidad de inteligencia no debe llevar a cabo operaciones de recopilación de información sin que los partidos mayoritarios y minoritarios lo sepan; eso va en contra de la ley. El poder legislativo está autorizado a examinar las operaciones de inteligencia de esta “cuarta rama”. “El diseño moderno de este sistema de supervisión se hizo para evitar que se produjeran operaciones de inteligencia deshonestas o corruptas”, escribió Bradman. “Sin embargo, (…) el proceso fue usurpado durante la era de Obama” (ibíd.).

Comey y su equipo estuvieron investigando a Donald Trump durante más de un año, y estos ocho miembros del Congreso nunca lo supieron. Cuando Comey testificó ante el Congreso el 20 de marzo de 2017 explicando por qué mantuvieron esto en secreto, arrogantemente respondió que era “por lo delicado del asunto”. Esencialmente dijo: Nosotros, en agencias como el fbi, sabemos cómo manejarlo. ¡No necesitamos supervisión! James Comey nunca fue elegido por nadie, y no tiene que rendir cuentas al pueblo. Sin embargo, el Congreso nunca lo presionó sobre este punto. Eso es una locura. ¡Es invitar a Satanás el diablo a que le conquiste!

Respecto al comentario de Comey, Bradman escribió: “La arrogancia fue asombrosa, y la aceptación por parte del Congreso, exasperante. Sin embargo, ese ejemplo concreto puso de manifiesto lo políticamente corrupto que se había vuelto el sistema. En esencia, el equipo de Obama usurpó todo el diseño de la supervisión del Congreso, y éste se limitó a ignorarlo”. Esto representó “la usurpación total de la razón principal de la existencia de la Banda de los Ocho: eliminar el potencial de que el poder ejecutivo utilice a la comunidad de inteligencia como un arma política. Las notificaciones de la Banda de los Ocho a la mayoría y a la minoría de la rama legislativa están específicamente diseñadas para asegurar que nunca sucediera lo que James Comey admitió haber hecho” (ibíd.). Esto significa que esta “cuarta rama del gobierno” puede hacer lo que quiera.

¿Cómo pudo ocurrir esto? Está claro que a los demócratas les gustaba lo que hacían estas agencias de inteligencia, y a algunos republicanos también. ¡Muchos de ellos eran a su vez corruptos!

Qué alarmante es que Estados Unidos no tenga líderes dispuestos a defender la verdad. Todos le temen a Barack Obama y no les gusta Donald Trump, incluyendo a la mayoría de los republicanos.

Es amargo ver a los representantes electos en el Congreso permitir que una camarilla no electa, arrogante y satánica se apodere de nuestro país. Enfurece tener a un tirano gobernando a las agencias de inteligencia y a los tres poderes constitucionales. ¡Ahora esta gente está trabajando duro para detener todos los esfuerzos de reforma electoral a nivel estatal y para eliminar las protecciones constitucionales con el fin de poder robar las elecciones!

Este Congreso complaciente parece que se doblegará ante cualquier cosa o persona que tenga poder real. Con muy pocas excepciones, no se levantarán porque temen las represalias. “Ni una sola persona en el poder dirá abiertamente lo que ha ocurrido”, escribió Bradman. “Le tienen miedo a la cuarta rama. Las pruebas de lo que ha ocurrido están frente a nuestra cara” (ibíd.). Este hombre puede verlo.

Estas agencias federales estaban espiando a los estadounidenses de forma masiva. Eso incluía a estadounidenses del común, periodistas, conservadores, miembros de la campaña de Trump ¡e incluso congresistas en funciones! En 2016, se produjo un aumento del 350% en las solicitudes oficiales para desenmascarar las identidades de los estadounidenses cuyas comunicaciones y otros detalles rastreaba el gobierno. Se sabe que encontraron mucha información incriminatoria y la utilizaron para chantajear a la gente. ¿Es por esa razón que tanta gente ha guardado silencio sobre toda esta actividad criminal? Ese es el tipo de mundo en el que vivimos.

Una democracia dirigida de esta forma no puede durar mucho tiempo. Si los estadounidenses no aman la ley y no aman el gobierno, y si no se aferran a ellos, serán despojados de ambos.

¡Un líder traicionero puede utilizar ese aparato poderoso para gobernar como un autócrata! Eso es exactamente lo que hizo Barack Obama. Dijo que iba a “transformar fundamentalmente a Estados Unidos”, y eso es lo que ha hecho. No explicó lo que quería decir con eso, pero por los frutos ahora se puede ver lo que quería decir.

La fuente de poder

Un tirano que piensa como el diablo ha conseguido el control de lo que queda de la gloria y la riqueza de Estados Unidos. El diablo tiene un gran poder, y tiene el objetivo ferviente de borrar lo que Dios ha hecho y está haciendo. Las personas que no están cerca de Dios no tienen ninguna posibilidad contra Satanás, ¡y la gran mayoría está bastante lejos de Dios!

Pero si usted acude a Dios, Él le mostrará exactamente lo que está haciendo Satanás y le dará el poder para resistirlo.

Satanás tiene el poder de llevar a cabo grandes males y no sólo ocultarlos sino también acusar a otros de cometerlos. Vimos esto en la forma como Obama usó el Estado profundo en general y la investigación de Mueller específicamente. Es un ejemplo de “las profundidades de Satanás” sobre las que advirtió Jesucristo (Apocalipsis 2:24). Usted puede comprobar el verdadero propósito de la investigación de Mueller; pero Satanás sabe que si lo hace lo suficientemente complicado como para requerir un estudio profundo para poder entenderlo, la mayoría de la gente no lo va a investigar, y él puede engañarlos. Una de esas “profundidades” es la forma poderosa en que Obama trabaja para destruir a la nación que lo eligió dos veces como presidente.

Así es como se puede tener a todos en el poder conscientes de que la investigación de Mueller fue un fraude para encubrir lo que ocurrió en torno a las elecciones de 2016, y conscientes del fraude en torno a las elecciones de 2020, pero a la vez exigiendo que se diga que Mueller fue completamente honesto y que las elecciones de 2020 fueron completamente justas. ¡Ellos son como un vil culto religioso!

Un ejemplo asombroso fue el del comentarista de abc George Stephanopoulos quien le exigió a gritos a un senador republicano que dijera que las elecciones eran justas. Ellos saben que muchos estadounidenses del común se dan cuenta de que algo está mal. Pretenden decirle lo que puede decir e incluso lo que puede pensar. Y si no obedece, lo exiliarán política, cultural y tecnológicamente mientras acumulan más dinero, influencia y poder.

Usted tiene que reconocer de dónde provienen esa actitud y ese espíritu.

Cómo terminará esto

Sin quien le ayude a Israel, muchas cosas terribles van a ocurrir. Ya hay otras naciones que están traicionando a Estados Unidos, al igual que sus naciones hermanas, Gran Bretaña e Israel. Irán está desarrollando armas nucleares. Está buscando formas de humillar a Estados Unidos. China se está volviendo más beligerante. Está atacando a aliados de Estados Unidos como Australia, Hong Kong y Taiwán, al tiempo que se acerca a sus enemigos realizado ejercicios con Irán y apoyando a Cuba. Europa está cada vez más decidida a independizarse de Estados Unidos y está ampliando el comercio con China. Alemania ha buscado alinearse con Rusia a través del oleoducto Nord Stream 2 y otros medios. Tal como profetizó Dios, nuestros “amantes” nacionales nos van a traicionar y asediar (Ezequiel 23). ¡A Estados Unidos no le quedará nadie que le ayude!

La gente busca esperanza en los republicanos, en los comentaristas conservadores y en los predicadores. ¡La realidad es que no hay esperanza sin Dios!

Satanás está trabajando para borrar el nombre de Israel. La buena noticia es que Dios tiene un plan maestro para salvar permanentemente a Israel, y lo está llevando a cabo. Con Dios, hay una esperanza infinita.

El mundo que nos rodea está a punto de morir. La profecía bíblica muestra que terminará de una manera terriblemente violenta y trágica. Pero será reemplazado por un maravilloso mundo nuevo gobernado por Jesucristo. Una vez que ese mundo esté aquí, nunca más se escucharán las palabras “no había quien diese ayuda a Israel”, porque toda la gente será Israel y estará en la Familia de Dios. ¡Qué esperanza tan inspiradora!

Continúa en “Robo electoral, insurrección falsa”.

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?