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Estados Unidos ignora las muertes por la vacuna contra la COVID-19

(MARIO TAMA/GETTY IMAGES)

Estados Unidos ignora las muertes por la vacuna contra la COVID-19

¿Es realmente una buena idea que todos los estadounidenses se vacunen?

Mientras el gobierno de Biden insta a todos los estadounidenses a vacunarse, están surgiendo algunos detalles alarmantes sobre los peligrosos efectos secundarios de la vacuna contra la covid-19 . Datos publicados el 21 de marzo por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (cdc) muestran que 38.444 personas experimentaron un “efecto adverso” después de recibir la vacuna. Estos efectos adversos incluyen defectos de nacimiento (48 casos), abortos espontáneos (90 casos), discapacidades permanentes (734 casos), hospitalizaciones (3.968 casos) y muertes (1.739 casos).

La influyente organización anti vacunas Children's Health Defense [Defensa de la salud de los niños] se puso en contacto con el cdc el 8 de marzo con preguntas acerca de cómo la agencia estaba investigando los informes de muertes y lesiones después de las vacunas contra la covid-19. Pero ninguna de sus preguntas ha sido respondida.

En cambio, los medios de comunicación informan que “no hay pruebas de que las vacunas contra la covid-19 causan la muerte”, mientras que los epidemiólogos desestiman los informes contrarios como pura coincidencia. Sin embargo, las historias reales de personas que murieron repentinamente después de vacunarse ofrecen razones para dudar de las afirmaciones de estos epidemiólogos.

En Noruega, 23 ancianos murieron a los pocos días de recibir su primera dosis de la vacuna de Pfizer. La Agencia Noruega del Medicamento evaluó 13 de estas muertes y admitió que “los informes podrían indicar que los efectos secundarios comunes de las vacunas de ARNm, como la fiebre y las náuseas, pueden haber provocado la muerte de pacientes frágiles”.

Kassidi Kurill, de 39 años, murió a los pocos días de recibir su segunda dosis de la vacuna de Moderna contra la covid-19. Su padre afirma que estaba “sana y bien, y luego se vacunó”. Gregory Michaels, de 56 años, murió de un derrame cerebral hemorrágico dos semanas después de recibir la vacuna contra la covid-19, y su viuda afirma que murió “debido a una fuerte reacción a la vacuna contra la covid”. La ex presentadora de noticias de Detroit, Karen Hudson-Samuels, de 68 años, murió un día después de recibir la vacuna, aunque los funcionarios de salud pública afirman que se desconoce la causa de su muerte. Y Daniel Thayne Simpson, de 90 años, murió un día después de recibir la vacuna, lo que llevó a los funcionarios de salud pública a repetir una vez más que las vacunas contra la covid-19 no son nada preocupantes.

Pero, ¿cómo pueden estos funcionarios de salud pública estar tan seguros de que las vacunas contra la covid-19 son seguras?

Normalmente se necesitan de cinco a diez años de desarrollo antes de que los profesionales médicos declaren que una nueva vacuna es segura para el uso humano. Sin embargo, tanto la versión de la vacuna contra la covid-19 de Pfizer como la de Moderna se desarrollaron en un sólo año. Por lo tanto, estas vacunas no se han sometido a las rigurosas pruebas a las que se someten la mayoría de las vacunas. Esto es especialmente preocupante si se tiene en cuenta que Pfizer y Moderna han desarrollado un nuevo tipo de vacuna de ARNm. Mientras que las vacunas normales utilizan versiones muertas o inactivas de un patógeno para incitar al cuerpo a empezar a fabricar anticuerpos contra ese patógeno, las vacunas de ARNm utilizan una secuencia especializada de ácido ribonucleico para secuestrar la maquinaria de fabricación de proteínas de una célula y hacer que produzca la proteína en forma de espícula que da al coronavirus su aspecto de corona.

Así que, en lugar de inyectar a las personas con células muertas de covid-19, los profesionales de la salud médica están inyectando a las personas con ácidos que hacen que las células humanas fabriquen proteínas de covid-19. Se trata de una tecnología que puede cambiar las reglas del juego, pero los científicos aún no saben cuáles serán las consecuencias imprevistas de inyectar ARNm a las personas, a pesar de sus afirmaciones a lo contrario.

“Esta no es la vacuna normal contra la gripe”, señaló la Dra. Carrie Madej, especialista en medicina interna de Georgia. “Es algo totalmente distinto. Es un cóctel de brujas. Nunca he visto nada parecido en la ciencia o la medicina”.

Además de las moléculas experimentales de ARNm, tanto la versión de la vacuna contra la covid-19de Pfizer como la de Moderna contienen polietilenglicol, un producto petroquímico conocido por causar erupciones cutáneas, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y estado de shock. Y la versión de AstraZeneca (que no ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU) se desarrolló utilizando células renales de un bebé abortado en 1973 y un virus causante del resfriado tomado de las heces de chimpancés.

Entonces, la comparación de la Dra. Madej con un “cóctel de brujas” no está del todo fuera de lugar.

Millones de personas se dejan inyectar un cóctel de sustancias químicas y moléculas experimentales con la esperanza de que esta acción les proteja del coronavirus. Sin embargo, en miles de casos, este brebaje tóxico acaba matándolos. ¿Es ésta realmente nuestra mejor línea de defensa contra la pandemia de covid-19?

Dios inspiró al apóstol Juan para que escribiera: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2). Así que si estamos enfermos, Dios quiere sanarnos. Y quiere curarnos de una manera que no implica los efectos secundarios que resultan al inyectarse polietilenglicol, ácido ribonucleico, heces de chimpancé o células madre de fetos abortados.

Para conocer la solución de Dios para la covid-19 y otros problemas graves de salud, vea el programa de la Llave de DavidLa promesa de sanación de Dios”, por el jefe editor de la Trompeta, Gerald Flurry. 


LA PURA VERDAD ACERCA DE LA SANIDAD DIVINA

¿Ha quedado atrás la época de los milagros? ¿Continúa el Dios vivo, hoy día, sanando a los enfermos, por virtud de la fe y de la oración? ¿O es que las curaciones milagrosas sólo fueron efectuadas por Cristo y los apóstoles originales? ¿Acaso Dios es responsable de haber hecho surgir la profesión médica para nuestros días? ¿Qué decir de los que actualmente afirman poder efectuar curaciones por la fe y de los servicios públicos religiosos de sanar?