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En el bolsillo de Catar
Es más pequeño que Connecticut y tiene menos habitantes que Mongolia. La mayor parte de su diminuto territorio es un árido desierto. Tiene uno de los ejércitos más pequeños de la región. Sin embargo, en cierto modo, ha conquistado a una superpotencia.
Se trata de la pequeña nación árabe de Catar. No ha conquistado con armas, sino con oro. Gracias a sus reservas de gas natural líquido y petróleo crudo, Catar tiene el duodécimo mayor producto interior bruto per cápita del mundo, y gracias a su gobierno autoritario, controla el noveno fondo soberano más grande del mundo. Ese gobierno, una monarquía absoluta, ha utilizado su enorme riqueza para influir en la política de todo el mundo, incluyendo a quienes ayudan a dar forma a las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Antecedentes
Catar ocupa un pequeño promontorio de la península arábiga que se adentra hacia el norte en el Golfo Pérsico. Es el tercer mayor exportador mundial de gas natural, solo por detrás de EE UU y Rusia. Esto le da a su líder, el Emir Sheikh Tamim bin Hamad al Thani, mucho dinero para gastar. Doha, su capital, ha acogido la Copa Mundial de Fútbol y otros acontecimientos de talla mundial y está repleta de maravillas arquitectónicas que imitan a Venecia y otras ciudades europeas.
Pero las plataformas de perforación, los edificios relucientes y los eventos deportivos de gran importancia no son los principales campos de inversión de Catar.
Catar es también uno de los mayores patrocinadores mundiales del terrorismo islámico, incluyendo a Hamás. Como el analista Didier Billion declaró a France24, el “apoyo financiero de Catar, de 30 millones de dólares al mes, está comprobado y es público”. Estos desembolsos están justificados como pagos a los funcionarios de Gaza, que sabemos perfectamente que son miembros de Hamás. Por lo tanto, el dinero de Doha es el equivalente a un apoyo directo a esta organización que ha mantenido el enclave palestino con puño de hierro durante muchos años”.
Catar no sólo patrocina financieramente a Hamás, sino que también le proporciona cobertura diplomática. De hecho, Jaled Mashal e Ismail Haniyeh, líderes de Hamás en Gaza, ¡vivían en Catar y no en Gaza! Doha era literalmente la capital de Hamás. Esto era cierto antes de que los monstruos de Hamás perpetraran la masacre terrorista del 7 de octubre de 2023, y lo es hasta el día de hoy.
Catar también patrocinó a Al Qaeda durante décadas, incluso financió a Osama bin Laden en la década de 1990. Albergó una oficina de los talibanes afganos durante más de 10 años. Yusuf al Qaradawi, líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, vive en Catar. Del mismo modo que la mayoría de los terroristas islamistas shiíes dependen de Irán, muchos de los terroristas islamistas suníes más conocidos del mundo dependen de Catar.
Uno pensaría que EE UU le habría impuesto sanciones masivas a un país como ese. Pero no es así. Ignora el hecho de que Catar patrocina el terrorismo y se esfuerza por protegerlo activamente.
Avances hacia Washington D. C.
Durante años, Catar ha albergado y financiado la base aérea de Al Udeid, una de las bases militares estadounidenses más importantes de la región. En 2022, el presidente Joe Biden designó a Catar “principal aliado no perteneciente a la otan”. Esto otorga a la nación privilegios especiales, como la posibilidad de adquirir municiones de uranio y equipos militares con descuento, oportunidades para proyectos de investigación conjuntos y mucho más. La Escuela Walsh de Servicios Extranjeros, que educa a muchos de los principales diplomáticos de EE UU, tiene uno de sus dos campus internacionales en Doha.
¿Por qué unos vínculos militares y diplomáticos tan estrechos con un país que patrocina el terrorismo que se supone que las fuerzas y la diplomacia de EE UU deben combatir? El gobierno estadounidense nunca ha dado una respuesta clara.
Por lo tanto, siga el dinero.
Catar tiene un historial de enviar grandes cantidades de sobornos a funcionarios de gobiernos occidentales para influir en la política. En 2022, la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kailli, fue detenida en relación con los sobornos de Catar; pero aún no ha sido condenada. Dos ayudantes del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, están siendo investigados por aceptar sobornos cataríes. Incluso EE UU ha acusado a varias personas en conexión con sobornos de Catar a la fifa para poder albergar el Mundial de 2022.
¿A dónde más va el dinero catarí? Universidades estadounidenses. Según los registros del gobierno, Catar ha gastado más de 6.300 millones de dólares en colegios y universidades estadounidenses desde 1986. Esto convierte a Catar, de lejos, en el mayor financiador extranjero de la educación superior estadounidense. China, la mayor economía del mundo, gastó 5.600 millones de dólares. ¿Cuáles son las instituciones que reciben millones de Doha? Entre ellas están Harvard, Yale, Cornell, Stanford y otras escuelas de alto nivel. ¿Cuáles son las condiciones de estos acuerdos? A menudo se ocultan al público.
“¿Qué quiere un país tan pequeño con tanta influencia?”, se preguntaba Jonathan Schanzer, antiguo analista de financiación del terrorismo del Departamento del Tesoro estadounidense, en el Washington Free Beacon. Dijo que es para “garantizar la aceptabilidad de grupos terroristas como Hamás y los talibanes”. También le gustaría que Occidente hiciera la vista gorda ante la financiación, el refugio o la normalización de otros grupos extremistas por parte del régimen…”.
La relación de Catar con el presidente Trump es más compleja. Cuando comenzó su primer mandato en 2017, Catar se encontraba en un atolladero. Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y otras naciones árabes se oponían al programa terrorista de Catar. Bloquearon el espacio aéreo, los puertos y la frontera terrestre de Catar. La administración Trump se alineó con los saudíes y los emiratíes.
La solución del jeque Tamim, como en todo lo demás, fue arrojar dinero al problema. Contrató a grupos de presión estadounidenses para influir en la Casa Blanca.
Es un hecho conocido que Catar inició una campaña masiva de grupos de presión para llegar al círculo íntimo del Sr. Trump. En 2017, casi cuadruplicó su gasto conocido en grupos de presión hasta los 16,3 millones de dólares. En 2018, empleaba directamente a 23 grupos de presión. Dos destacados miembros de grupos de presión de Nueva York reclutados por Catar dijeron al Wall Street Journal que Catar les había encargado investigar a 250 “personas que influían en Trump”.
La campaña de influencia parecía haber funcionado. En abril de 2018, el presidente Trump dio la bienvenida al jeque Tamim a Washington, donde lo calificó de “socio valioso y amigo de largo tiempo”. Ese año, se paralizó una propuesta legislativa del Congreso que habría etiquetado oficialmente a Catar como Estado patrocinador del terrorismo, algo que sin duda es. En 2021, la administración Trump negoció el fin del bloqueo de Arabia Saudí a Catar.
¿Cuánta influencia ha adquirido Catar desde entonces? ¿Cuánta influencia tiene en Washington, D. C. en este momento?
7 de octubre
Durante años, los dos principales patrocinadores de Hamás han sido Irán y Catar. Irán trabaja abiertamente para destruir Israel a través de Hamás, Hezbolá y otros subsidiarios. Sus cánticos de “Muerte a Israel” y “Muerte a Estados Unidos” son básicamente declaraciones de la política exterior iraní.
Catar, por el contrario, ha cultivado una imagen de Estado moderado abierto al diálogo con todas las partes. Es uno de los pocos países a los que Israel ha permitido enviar abiertamente dinero a Hamás en Gaza. Por lo tanto, podría decirse que Catar es un patrocinador de Hamás aún más importante que Irán.
Sin los millones de dólares que Catar ha proporcionado a Hamás cada mes, la tortura masiva, la violación y la carnicería de familias israelíes del 7 de octubre de 2023 probablemente nunca se habrían producido. Sin el apoyo político y diplomático de los cataríes, la lacra de la humanidad que es Hamás probablemente habría sido erradicada hace mucho tiempo.
“Todo lo que Catar tenía que hacer era convocar a los dirigentes de Hamás en Doha y darles un ultimátum para que liberaran a todos los rehenes inmediatamente o se enfrentarían a la deportación del Estado del Golfo”, escribió Khaled Abu Toameh para el Gatestone Institute. “Es difícil ver cómo los líderes de Hamás habrían podido decir que no a sus principales patrocinadores y apoyos políticos y financieros. La administración de Biden podía haber hecho muchas cosas para presionar a Catar. (…) Sin embargo, la administración de Biden optó por ignorar el papel de Catar en el apoyo al terrorismo islamista. Los cataríes nunca estuvieron bajo la más mínima presión”.
Nadie cuestiona estos hechos. Incluso después de una de las masacres más horribles de civiles inocentes, calle por calle, casa por casa, dormitorio por dormitorio, Catar no castigó a Hamás.
¡Y EE UU no castigó a Catar!
Influencia en el círculo interno
La influencia y el trato preferente de Catar es un hecho. Y a pesar de todas las cosas positivas que está haciendo el presidente Trump, la influencia catarí dentro de su administración también es un hecho.
Steve Witkoff es el ejemplo más prominente de conflicto de intereses. Es un magnate inmobiliario y socio de la familia Trump desde hace mucho tiempo, pero no tenía experiencia diplomática antes de que el presidente Trump lo nombrara enviado especial a Oriente Medio. Pero sí tenía experiencia trabajando con Catar.
De hecho, los cataríes lo rescataron de un negocio en quiebra. Cuando uno de sus copropietarios del hotel Park Lane de Nueva York fue acusado y huyó a China, Witkoff se vio en apuros financieros, hasta que la Autoridad de Inversiones de Catar adquirió su parte y la de sus otros socios por 623 millones de dólares.
Antes de presionar a Israel en enero para que aceptara el acuerdo de cese al fuego que beneficiaba a Hamás, Witkoff estuvo en Catar preparando el acuerdo. Justo antes de que se aprobara el cese al fuego, Witkoff dijo en una entrevista en Fox News que Catar estaba “realmente haciendo la obra de Dios”.
Pam Bondi es la fiscal general de EE UU. Ella hizo algo más que aceptar regalos de Catar. Trabajó como miembro de un grupo de presión catarí, donde ganaba 115.000 dólares al mes. Los documentos de su nominación para la confirmación del Senado no lo mencionaban. Ha evitado en gran medida responder a preguntas al respecto. Una vez, cuando le preguntaron cómo se sentía al recibir dinero de un país que también financia a Hamás, dijo: “Estoy muy orgullosa del trabajo que hice. Fue algo breve, y me hubiera gustado que hubiera sido más largo, por Catar”.
En su primer día, Bondi disolvió el Grupo de Trabajo sobre Influencia Extranjera del fbi y restringió la aplicación de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, eximiendo a los grupos de presión pagados por gobiernos extranjeros.
Mike Huckabee es el embajador del presidente Trump en Israel. En 2017, un miembro de un grupo de presión catarí le pagó a Huckabee 50.000 dólares en concepto de honorarios por una visita al país. Después, Huckabee describió a Catar como “sorprendentemente bello, moderno y hospitalario”.
Susie Wiles es la jefa de gabinete del presidente Trump. En 2022-2023 fue copresidenta de las oficinas de Washington, D. C., y la Florida de la empresa de grupo de presión Mercury Public Affairs. Uno de los clientes de la empresa era la Embajada de Catar.
Kash Patel es el director del fbi del presidente Trump. La Embajada de Catar le pagó por “servicios de consultoría” hasta noviembre de 2024. Ni las sumas pagadas ni los servicios exactos se conocen públicamente, y Patel se mantiene muy reservado al respecto. El analista Mitchell Bard especuló en Jewish News Syndicate que Patel podría haber violado la Ley de Registro de Agentes Extranjeros.
Lee Zeldin es el administrador de la Agencia de Protección Medioambiental, un cargo a nivel de gabinete. Sus formularios de declaración financiera reconocen que recibió “una compensación superior a 5.000 dólares” del jeque Sultán bin Jassim, miembro de la familia real catarí. Zeldin no ha explicado qué hizo para recibir esta compensación.
Lindsey Graham es un senador de EE UU en su cuarto mandato y asesor no oficial de política exterior del presidente Trump. Catar ha gastado cientos de millones de dólares en su Estado, Carolina del Sur, incluyendo un pedido de aviones de Boeing por valor de 11.700 millones de dólares en 2016. Dos meses después del ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre, el senador Graham fue a Catar y dio una conferencia en el Foro de Doha, donde dijo: “Quiero agradecerles por lo que han hecho por mi país. Ustedes reciben algunas críticas. Hamás está aquí. Pero yo sé por qué están aquí. Están aquí para que se pueda hablar con ellos. Ustedes hacen cosas por el mundo que a veces no son tan populares. Pero quiero que sepan que aprecio lo que hacen”.
Recuerde, se trata de Catar, una monarquía absoluta no democrática que ha patrocinado y protegido a Al Qaeda, los talibanes, la Hermandad Musulmana y otros, ¡y que activamente protege a Hamás!
Catar tiene unas pésimas condiciones de trabajo para los trabajadores extranjeros, que supuestamente han incluido el trabajo de esclavos y miles de muertes. En 2019, en respuesta a la cobertura mediática de estas condiciones por parte de periodistas y grupos de derechos humanos, un miembro de la realeza catarí realizó una inversión de 50 millones de dólares en Newsmax, una popular empresa mediática pro-Trump. En 2024, empleados actuales y antiguos declararon al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que “antes y después de la inversión, altos dirigentes de la redacción instaron al personal de Newsmax a suavizar la cobertura de Catar”. “No se nos permitía criticar a Catar”, dijo un empleado. “Se nos dijo muy claramente de arriba abajo: ‘Prohibido tocar esto”.
Estos ejemplos de influencia catarí en el círculo del presidente son extremadamente preocupantes. Bondi fue abogada personal del presidente Trump y ahora es la abogada más poderosa del país. Wiles fue el copresidente de la campaña del presidente Trump para 2024 y ahora controla en gran medida quién tiene acceso a él. Witkoff ha sido uno de los colaboradores más cercanos de Trump durante décadas y ahora habla en su nombre en Oriente Medio, así como en Rusia y otros lugares. ¡Algunos de los confidentes más cercanos del presidente han sido financiados por la misma organización que ha financiado y protegido a Al Qaeda, la Hermandad Musulmana y Hamás!
¿Ha tenido esto algún impacto en la política exterior de EE UU?
Salvando a Hamás
Durante la mayor parte de la guerra con Hamás, Netanyahu tuvo que luchar contra la presión del presidente Biden para que limitara su invasión terrestre de Gaza, renunciara a una invasión contra Hezbolá en Líbano y declarara un cese al fuego que permitiera a Hamás sobrevivir y seguir controlando Gaza.
Parecía que Netanyahu estaba aguantando y esperando una victoria de Trump en las elecciones presidenciales de EE UU de 2024. La primera administración Trump reconoció a Jerusalén como capital de Israel, reconoció la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, negoció los Acuerdos de Abraham entre Israel y cuatro Estados árabes y mostró otros favores hacia su único aliado democrático en Oriente Medio. Probablemente, Netanyahu se sintió aliviado cuando la votación de 2024 devolvió a Donald Trump a la presidencia.
Sin embargo, incluso antes de su toma de posesión, el Sr. Trump envió a Witkoff a presionar a Netanyahu para que aceptara el cese al fuego de Biden. Witkoff voló primero a Doha para coordinarse con los cataríes. Luego hizo una visita improvisada a Jerusalén en Sábado, a pesar de que el Sr. Netanyahu pidió posponer la reunión hasta después de que el Sábado concluyera al atardecer. Witkoff presionó a Israel para que dejara de destruir a Hamás en Gaza y liberara a más de 1.000 prisioneros palestinos, incluyendo terroristas culpables de asesinatos horribles. Israel anunció su aceptación del acuerdo el 16 de enero. (Solicite su ejemplar gratuito de Enero 16: el día de milagros de Dios, por Gerald Flurry).
“Israel había realizado enormes progresos eliminando la amenaza de Hamás”, escribió el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en nuestro número de marzo. “¡Pero con este acuerdo, casi todo lo que Israel logró en su guerra fue rápidamente revertido! Israel estaba tan cerca de la victoria, y ahora, de repente, ha perdido. Casi había destruido a los terroristas de Hamás, y ahora, en cambio, los ha fortalecido. (…) La realidad es que, con este acuerdo, el presidente Trump traicionó a Israel”.
En noviembre de 2024, la administración de Biden presionó finalmente a Catar para que expulsara a los dirigentes de Hamás. A estas alturas, ya era demasiado tarde: el daño a Israel ya estaba hecho, gran parte de los dirigentes de Hamás ya habían sido asesinados y el mandato de Biden estaba a punto de terminar. Hamás mantuvo una oficina en Doha pero trasladó su “capital” a Estambul, Turquía. Sin embargo, unas semanas después, los ayudantes del presidente electo Trump informaron a Catar que Hamás podía regresar a Doha.
El futuro
Los vínculos entre Catar y Hamás son inconfundibles. Catar patrocinó a la organización mucho antes, durante y después de su demoníaca masacre del 7 de octubre. Es poco probable que abandone ese apoyo, especialmente cuando EE UU ni siquiera está ejerciendo ninguna presión para que lo haga. Con tantos funcionarios de alto nivel de la administración Trump relacionados con el dinero catarí, parece que Doha mantendrá su línea directa con Washington.
Basándose en la profecía bíblica, el Sr. Flurry ha hecho pronósticos acertados sobre la carrera política del Sr. Trump. Profetizó que el Sr. Trump recuperaría la Casa Blanca y, al hacerlo, desenmascararía a los radicales izquierdistas que intentan destruirlo a él y a EE UU. Y dijo que el regreso de Trump supondría bendiciones para el pueblo estadounidense.
Estos pronósticos se basan en una profecía de 2 Reyes 14:26-28, que se refiere a un rey israelita, Jeroboam ii, a quien Dios envió para aliviar a Israel de la “amarga aflicción” y de las fuerzas que intentaban “raer el nombre de Israel de debajo del cielo”. En este caso, “Israel” es una referencia profética a EE UU. El Sr. Flurry ha escrito mucho sobre Donald Trump cumpliendo esta profecía sobre Jeroboam. (Para saber más, solicite su ejemplar gratuito de Estados Unidos bajo ataque).
“Jeroboam era un hombre ‘valiente’ y ‘esforzado’ (1 Reyes 11:28)”, escribe el Sr. Flurry en Great Again [Grande otra vez; disponible en inglés]. “Pero terminó siendo un desastre para Israel, alejando al pueblo de Dios al institucionalizar la religión falsa (1 Reyes 12). (…)
“El Jeroboam moderno comete el mismo pecado que cometió Jeroboam en la antigüedad. Hay una razón por la que Dios utiliza a Jeroboam como una última advertencia para las naciones de Israel. El Jeroboam original cometió un gran pecado, y el Jeroboam actual está cometiendo de nuevo el mismo pecado”.
Como explica Great Again, el pecado principal es espiritual y está relacionado con decisiones domésticas específicas. Pero el punto es que este es el veredicto general de la Biblia sobre el efecto de Jeroboam.
En los meses que lleva en el cargo, el presidente Trump ha hecho mucho bien por EE UU. Le ha puesto fin al dominio de la izquierda radical sobre la política estadounidense. En gran medida, ha fortalecido la seguridad fronteriza, ha expuesto la corrupción y está afrontando la crisis del gasto público en EE UU. Pero su administración está comprometiéndose con el mal.
Dios no puede seguir bendiciendo a un hombre que permite que el jeque Tamim y otros terroristas y destructores de Israel le susurren al oído política exterior.
Bendiciones
“Cualquiera que admire sinceramente a este país quiere ver que EE UU vuelva a ser grandioso”, escribe el Sr. Flurry en Great Again. “La Biblia tiene mucho que decir sobre el estado actual de EE UU. Explica la razón inspiradora por la que esta nación fue tan grande en primer lugar. Y por qué ha sido tan ricamente bendecida”.
Pero el Sr. Flurry continúa: “La Biblia también profetiza que estas bendiciones serían quitadas en nuestros días. Los problemas de EE UU son espirituales y resolverlos requiere soluciones espirituales”.
Hasta que los líderes estadounidenses —y los estadounidenses— reconozcan este hecho, cualquier resurgimiento en EE UU será temporal. Ningún hombre, incluyendo el presidente Trump, puede resolver los problemas de EE UU sin reconocer esta realidad y volverse a Dios. La política exterior de su administración, que se ha acercado mucho a Catar, es un buen ejemplo de ello. Pero incluso mientras las maldiciones nacionales afligen a EE UU, Dios tiene un plan para hacer que la nación vuelva a ser grande. Todas las profecías, incluso la que se refiere a un Jeroboam pecador, son parte del plan. Los estadounidenses tienen lecciones vitales que aprender antes de que esto ocurra. Pero una vez que lo hagan, Dios promete llevar a EE UU, al Estado de Israel y al mundo, hacia alturas que nunca podrían haber soñado.