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El virus de Fauci

(MANDEL NGAN/AFP VIA GETTY IMAGES)

El virus de Fauci

¿Será posible que toda la pandemia se remonte al Dr. Anthony Fauci?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acertó de nuevo. Él dijo que la covid-19 pudo haber salido de un laboratorio virológico en Wuhan, China. Eso fue en abril de 2020, hace más de un año. Y los medios de propaganda han estado aplastando al presidente Trump y a cualquier otro líder, analista o persona que afirme hechos obvios y directos sobre los orígenes de esta pandemia. !Durante un año han estado turnándose para criticar a la gente de forma creativa, ruidosa, petulante e incesante por creer en una teoría de conspiración desquiciada y peligrosa!

Ahora que han destrozado y pisoteado repetidamente la reputación y la credibilidad de todos durante meses y meses, los propagandistas están admitiendo discretamente que el presidente Trump tenía razón. Los medios han logrado su objetivo de forzar la salida del presidente del poder, y aparentemente ahora les es conveniente admitir silenciosa y sutilmente la verdad. Este comportamiento es simplemente otro ejemplo perfecto del Síndrome de Trastorno de Trump en el que los medios de comunicación han estado atrapados desde 2015.

Retrocedamos hasta la conferencia de prensa del 30 de abril de 2020 en la Casa Blanca en donde un reportero le preguntó al presidente Trump: “¿Ha visto algo hasta ahora que le dé un alto grado de certeza de que el virus se originó en el Instituto de Virología de Wuhan?”. El presidente respondió: “Sí, así es, he visto algo. Y creo que la Organización Mundial de la Salud debería avergonzarse, porque es la agencia de relaciones públicas de China”.

Pocos días después de que el presidente Trump hiciera estos comentarios, el secretario de estado Mike Pompeo dijo a abc News que había “bastante evidencia” de que la covid-19 se originó en un laboratorio de Wuhan, China. El periódico Global Times, que es propiedad del régimen comunista chino, afirmó que Pompeo había “asombrado al mundo con acusaciones infundadas”. El Dr. Shi Zhengli, que dirige el Centro de Enfermedades Infecciosas Emergentes del Instituto de Virología de Wuhan, le exigió al presidente Trump que se disculpara. ¿Y a quién respaldaron los medios de propaganda? ¿Al presidente? ¿O al Partido Comunista de China? Probablemente, usted sabe la respuesta.

Jonathan Karl, de abc, admitió recientemente que los medios de comunicación descartaron la teoría de la fuga del laboratorio de Wuhan simplemente porque quienes la plantearon eran republicanos. Y ahora cnn está informando que el gobierno de Biden anuló un esfuerzo emprendido por Mike Pompeo, secretario del Departamento de Estado, para demostrar que el coronavirus se originó en un laboratorio chino. Aparentemente, el complejo demócrata-mediático estaba desesperado por mantener en secreto los orígenes de la covid-19. En muchos sentidos, la izquierda radical piensa más como el Partido Comunista Chino que como sus compatriotas estadounidenses del Partido Republicano.

El año pasado, mi padre, el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribió un artículo titulado “¿Adónde está llevando el choque entre China y EE UU?”. Señaló que EE UU le había retirado financiación a China en 2014 por temor a los controvertidos experimentos que dicha nación estaba realizando para hacer que los patógenos sean más virulentos. Un cable no clasificado advertía de “prácticas de seguridad inadecuadas y debilidades administrativas” mientras los investigadores del Instituto de Virología de Wuhan “realizaban investigaciones sobre coronavirus procedentes de murciélagos”. El cable decía que el laboratorio tenía “una grave escasez de técnicos e investigadores debidamente capacitados para operar con seguridad este laboratorio de alta contención”.

Los jefes de los medios propagandistas sabían, como el resto del mundo, lo que estaba pasando. Sabían que China estaba llevando a cabo una investigación peligrosa sobre los coronavirus de los murciélagos, pero aun así acusaban a Donald Trump y a Mike Pompeo de andar con teorías conspirativas —y si tenían oportunidad también los acusaban de “racistas”— sólo por querer advertirle a la ciudadanía estadounidense sobre el peligro.

¿Por qué harían algo tan despreciable?

Cada vez hay más pruebas que indican que lo hicieron para proteger la reputación del director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE UU. Se trata del Dr. Anthony Fauci.

PJ Media informó recientemente que el Dr. Fauci escribió un artículo en 2012 en el que afirmaba que la investigación de “ganancia de función” [alterar un ente infeccioso para aumentar su patogenicidad, transmisibilidad o rango de organismos infectables] sobre coronavirus en murciélagos justificaba el riesgo de una pandemia si aumentaba nuestro conocimiento de las enfermedades. “En un giro de los acontecimientos improbable pero concebible, ¿qué pasaría si un científico se infecta con el virus, y esto conduce a un brote y finalmente desencadena una pandemia?”, escribió para la Sociedad Americana de Microbiología. “Los científicos que trabajan en este campo podrían decir —como yo mismo lo he dicho— que los beneficios de tales experimentos y el conocimiento resultante superan los riesgos”.

Sólo dos años después de que Fauci defendiera la investigación de “ganancia de función”, ésta fue prohibida por el gobierno estadounidense.

Pero aparentemente el Dr. Fauci encontró un resquicio legal porque ahora admite ante los legisladores estadounidenses que, bajo su dirección, los Institutos Nacionales de Salud destinaron 600.000 dólares al Instituto de Virología de Wuhan y los canalizaron al laboratorio chino a través de la organización sin fines de lucro EcoHealth Alliance. El dinero se utilizó para investigar si el coronavirus de murciélagos podía transmitirse a humanos.

Esta investigación pudo haber causado la pandemia de covid-19.

Incluso Joe Biden ahora admite que la covid-19 pudo haber sido el resultado de un accidente de laboratorio. ¡Es lógico considerar falsa toda la narrativa de los medios de comunicación de que la fuga del laboratorio de Wuhan era una “teoría de conspiración”! Tal narrativa fue utilizada para atacar al presidente Trump y ocultar el hecho de que en realidad el culpable de la pandemia de la covid-19 pudo haber sido el Dr. Fauci.

¿Por qué EE UU necesitaba financiar un laboratorio chino para investigar el coronavirus? ¿Por qué el instituto del Dr. Fauci, financiado por los impuestos de ciudadanos estadounidenses, necesitaba enviar subvenciones a un laboratorio en China?

Cuando el Dr. Fauci fue interrogado por el senador Rand Paul, dijo que su instituto tenía que enviar dinero al Instituto de Virología de Wuhan porque los murciélagos de herradura no habitan en EE UU, y que estaba seguro de que los chinos no estaban utilizando los fondos para investigaciones de “ganancia de función”. Pero a regañadientes tuvo que admitir que confiaba en que el Partido Comunista de China usaría el dinero que EE UU proporcionó para estudiar enfermedades y que no podía “garantizar que un subvencionado no nos haya mentido, porque nunca se puede saber”.

En el mundo de Fauci, si una científica del Partido Comunista dice que está utilizando subvenciones de investigación estadounidenses para estudiar enfermedades, hay que creerle y pagarle. Pero si el presidente de EE UU dice que ella puede estar haciendo un mal uso de esas subvenciones, es un mentiroso o anda en teorías conspirativas.

Y ahora un informe de inteligencia de EE UU no divulgado previamente ha revelado que las primeras tres personas que se contagiaron de covid-19 eran investigadores del Instituto de Virología de Wuhan. Biden y otros demócratas tienen que lidiar con esto mientras explican el vergonzoso cierre de la investigación de Pompeo. La covid-19 no sólo salió del Instituto de Virología de Wuhan, sino que se escapó después de haber sido creado por científicos del Partido Comunista con dinero recibido del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y del Dr. Fauci.

“La crisis del coronavirus ha expuesto la verdadera naturaleza del Partido Comunista Chino como nunca nada lo había hecho antes”, escribió mi padre en agosto pasado. “¡Esto debería ser una seria advertencia para el mundo entero! (…) Durante años, China ha trabajado ferozmente para superar a EE UU en poder económico y avances científicos. Por ahora, probablemente ha superado a EE UU en algunas medidas económicas. El Partido Comunista Chino (PCCh) también está acumulando niveles asombrosos de poder militar. Está empeñado en asegurar más y más control no sólo sobre el pueblo de China, sino también sobre el territorio y las personas en la periferia de la nación. Mientras tanto, el coronavirus que el PCCh desató sobre el mundo le ha costado billones de dólares a EE UU. Su deuda nacional sigue subiendo hacia los 30 billones de dólares. Esta desventaja será un factor importante que despojará a EE UU de su estatus de superpotencia y mucho más”.

Ahora tenemos aún más pruebas documentadas de que China estaba desarrollando la covid-19 para convertirla en un arma y que los agentes del Estado profundo de EE UU les estaban ayudando a hacerlo. La covid-19 es una plaga creada por el hombre y diseñada por izquierdistas radicales de ambos lados del océano Pacífico. Se podría pensar que más funcionarios del gobierno de EE UU sospecharían del Partido Comunista Chino, pero es como lo predijo el profeta Isaías: “¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a [el Eterno], provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite” (Isaías 1:4-6).

El hecho de que el Instituto Nacional de Salud estuviera financiando la investigación biotecnológica comunista, mientras los medios de propaganda atacaban a cualquiera que intentara hablar sobre la verdad, muestra la profundidad de la enfermedad espiritual de Estados Unidos. Es mucho peor que cualquier pandemia biológica. Debido a la enfermedad espiritual, ¡el poder político, económico y militar de Estados Unidos se está agotando! 


ESTADOS UNIDOS BAJO ATAQUE

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