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El sindicato del crimen presidencial expuesto

KASSANDRA VERBOUT/trompeta/PAUL ELLIS/AFP VÍA GETTY IMAGES, GETTY IMAGES (2)

El sindicato del crimen presidencial expuesto

Una nación fundada como experimento de libertad humana es ahora una oligarquía corrupta gobernada por delincuentes.

“Nosotros, el pueblo”. “Una unión más perfecta”. “Gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo”. Ya no existe. Estados Unidos de Norteamérica ya no es una república constitucional.

Estados Unidos ya no tiene un gobierno representativo, sino una oligarquía corrupta.

Pueden parecer afirmaciones extremas. Pero se puede demostrar que son ciertas. Cada vez hay más evidencia de que la nación está siendo dirigida por políticos a sueldo, burócratas no elegidos, generales woke [con ideas progresistas sobre las injusticias y prejuicios del sistema], jefes de espionaje, magnates de los medios de comunicación, gigantes tecnológicos, financieros de élite y criminales. Su cargo más alto está ocupado por un pretendiente al trono controlado por un presidente oculto en la sombra.

Finalmente, los miembros del Congreso están investigando la actividad criminal de Joe Biden. Siguen sin tocar el delito del robo de la presidencia, pero por fin están investigando oficialmente los gigabytes de pruebas que demuestran que, además del golpe de Estado en curso, los Biden han cometido muchos otros delitos graves.

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La mayoría de los titulares acerca de los “delitos de Biden” se centran en el hijo de Joe, Hunter, consumiendo cocaína, conduciendo de forma temeraria, teniendo relaciones sexuales con prostitutas, haciendo pagos a personas que controlan y esclavizan a prostitutas, y docenas de infracciones similares. El grupo de investigación conservador Marco Polo ha documentado en la propia computadora portátil de Hunter su participación en 459 delitos. Sin embargo, Hunter Biden sigue en libertad, un símbolo desafiante del poder que las élites de la izquierda radical ejercen en estos momentos para recompensar y castigar a su antojo (“Un historial de corrupción”).

Pero junto a las pruebas de esos delitos más lascivos hay una amplia documentación de lo que parecen sobornos de fuentes extranjeras. Esto incluye viajes inexplicables a China bajo protección del Servicio Secreto y millones de dólares aceptados de élites corruptas de Rusia, China, Kazajistán y Ucrania, todo ello mientras su padre era vicepresidente de Estados Unidos y Barack Obama presidente.

¿Cuánto sabía Barack Obama y cuánto poder tenía sobre la multimillonaria empresa político-criminal a largo plazo de Joe Biden? ¿Hasta qué punto utilizó ese poder? ¿Y cuánto lo está usando ahora?

Las pruebas de la corrupción de Joe Biden son públicas desde hace años y seguramente las élites de Washington D.C. las conocen desde hace aún más tiempo. Sin embargo, no fue hasta enero de 2023 cuando el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes abrió una investigación sobre el enriquecimiento financiero que han recibido los miembros de su familia desde que se convirtió en vicepresidente en 2009. Y no fue hasta diciembre de 2023 cuando la Cámara de Representantes, dirigida por los republicanos, aprobó una resolución oficial de investigación de destitución contra Biden.

Uno pensaría que los legisladores serían más curiosos. El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich declaró lo obvio en un podcast de septiembre de 2023 con el periodista John Solomon: “Todo esto está ocurriendo mientras Obama es presidente. Nada de esto podría haber ocurrido sin su conocimiento activo. Simplemente no es posible”.

Los registros bancarios revelan al menos 20 millones de dólares en pagos en el extranjero realizados a la familia Biden y a sus socios, algunos de los cuales desencadenaron Informes de Actividades Sospechosas de los bancos al Tesoro de Estados Unidos. Está claro que la familia Biden encontró numerosas formas de vender influencia política. Pero un análisis más detallado muestra que estos sobornos se mantuvieron dentro de cierto límite. Hicieron avanzar las políticas de la administración Obama, promoviendo inversiones autodestructivas de “energía verde” en Estados Unidos y disminuyendo activamente el poder de Estados Unidos en el extranjero.

Dinastías políticas corruptas como los Biden y los Clinton se enriquecen vendiendo el poder y los recursos estadounidenses. Pero esta corrupción va más allá del dinero.

Esto no podría haber sucedido sin la aprobación de Obama, y él sólo aprueba lo que hace que su agenda avance. Como la Trompeta ha enfatizado durante años, ¡Barack Obama es un destructor que está desmantelando a Estados Unidos desde dentro! Hunter Biden es un peón en este plan, y Joe Biden también.

Dicen que el diablo está en los detalles, pero en este caso también está en el panorama completo.

Tráfico de influencias

En el verano de 2006, unos dos años antes de que Barack Obama eligiera a Joe Biden como candidato a la vicepresidencia, Hunter y James Biden, hermano de Joe Biden, compraron el fondo de cobertura Paradigm Global Advisors. Al parecer, el primer día James dijo a sus nuevos empleados: “No se preocupen por los inversores. Tenemos gente en todo el mundo que quiere invertir en Joe Biden”.

En aquel momento, Joe no era más que el miembro de mayor rango del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Pero su prestigio internacional aumentó espectacularmente cuando Obama le pidió que empezara a hacer campaña para la vicepresidencia. Obama, senador de un solo mandato, tenía poca experiencia en política exterior, y las élites extranjeras pensaron que sus políticas podrían verse influenciadas por un senador-vicepresidente de tres décadas familiarizado con líderes y diplomáticos de todo el mundo.

Hunter abandonó su trabajo como promotor de intereses durante la campaña de Obama en 2008. Pero después de que Obama ganara la presidencia, Hunter se asoció con Christopher Heinz, hijastro del senador John Kerry, para fundar Rosemont Seneca Partners, una firma de asesoría con sede en Washington diseñada para ayudar a oligarcas de todo el mundo a “invertir en Joe Biden”.

Uno de los oligarcas más poderosos que aceptó la oferta de Hunter fue Mykola Zlochevsky, empresario ucraniano del petróleo y el gas natural y ex ministro de ecología y recursos naturales del entonces presidente Víktor Yanukóvich. Poco antes de que Obama permitiera a Vladimir Putin anexar la península de Crimea en 2014, las protestas obligaron al prorruso Yanukóvich a huir del país. Zlochevsky necesitaba protección frente a los oligarcas rivales, así que ofreció a Hunter un puesto en el consejo de su corrupta empresa de gas natural: Burisma Holdings Ltd. Hunter no tenía experiencia en el negocio de la energía, pero sí en ayudar a la gente a “invertir en Joe Biden”. Por sus servicios, Hunter recibió 83.000 dólares al mes. En julio pasado se supo que una fuente fiable declaró al Buró Federal de Investigaciones que Zlochevsky admitió haber pagado un soborno de 5 millones de dólares a Hunter Biden y otro de 5 millones a Joe Biden. Afirma que tiene grabaciones que lo demuestran.

Obama, el maestro de maestros del espionaje como John Brennan y James Clapper, seguramente sabía de situaciones similares. ¿Las utilizó en su beneficio? Sabemos que desechó un plan de defensa antimisiles para Europa de la era Bush en 2009 y permitió a Putin anexarse Crimea fácilmente. Su política exterior en Europa, como en Oriente Medio y en otros lugares, redujo el poder y la influencia estadounidenses. ¿Influyeron en ello las fuentes de ingresos de Biden?

Obama dijo una vez que “Rusia era mucho más poderosa cuando Ucrania parecía un país independiente pero era una cleptocracia de la que podía mover los hilos”. Comprendió que cuanto más débil es Ucrania, más fácil es controlarla. Lo mismo puede decirse de Estados Unidos.

Hunter trabajó en varios proyectos posiblemente ilegales para oligarcas ucranianos corruptos. En abril de 2014, participó en la negociación de un acuerdo energético entre Burisma y China National Offshore Oil Corp. Ese mismo mes, recibió un correo electrónico de un vicepresidente de la empresa de investigación médica Metabiota sugiriendo que las dos empresas podrían juntas “afirmar la independencia cultural y económica de Ucrania respecto a Rusia”. Los correos electrónicos recuperados en el portátil de Hunter Biden muestran que Metabiota estaba trabajando en un “proyecto científico” especial en el que participaban biolaboratorios ucranianos. Los funcionarios rusos afirman ahora que lo que ocurría en esos laboratorios es una de las razones por las que invadieron Ucrania.

Es como escribió Mark Bradman (alias Sundance) de Conservative Treehouse: “El equipo Biden quiere dinero. El equipo Obama quiere poder. Los Biden usan el poder para conseguir dinero. El equipo Obama usa el dinero para conseguir poder”. En Ucrania, los Biden hicieron millones impulsando la visión anticolonial de Obama de una Ucrania neutral, no alineada con Occidente.

Plan de soborno

Tras la destitución del presidente Yanukóvich en 2014, Ucrania se situó como la nación más corrupta de Europa después de Rusia y la 51ª más corrupta del mundo. La administración Obama aprovechó la oportunidad para iniciar reformas anticorrupción en Ucrania. Con este pretexto, el vicepresidente Joe Biden visitó Ucrania media docena de veces. Las investigaciones han demostrado desde entonces que Biden era una gran parte del problema.

El jefe de Hunter en Burisma sobornaba habitualmente a la fiscalía general de Ucrania para mantener a los investigadores alejados de la empresa. En 2014, Viktor Shokin fue nombrado fiscal general de Ucrania y se propuso investigar a Burisma como nunca lo habían hecho sus predecesores. La Comisión Europea elogió a Shokin por sus esfuerzos en la lucha contra la corrupción en Ucrania. Pero Joe Biden no opinaba lo mismo.

Durante una visita ahora tristemente célebre a Ucrania en marzo de 2016, Joe Biden dijo al presidente Petro Poroshenko que la administración Obama cancelaría mil millones de dólares en garantías de préstamos estadounidenses a Ucrania a menos que despidiera inmediatamente a Shokin.

Más tarde, en un acto del Consejo de Relaciones Exteriores, Biden se jactó abiertamente de haberle dicho a Poroshenko: “No vas a conseguir los mil millones. Me voy dentro de seis horas. Si el fiscal no es despedido, no tendrás el dinero”. Contó cómo amenazó con involucrar a Obama y se rio de lo rápido que los ucranianos obedecieron su orden.

Joe Biden utilizó 1.000 millones de dólares del dinero de los contribuyentes estadounidenses para proteger la corrupción de Burisma, a su hijo y a sí mismo. ¿Permitió esto Obama? Como dijo Biden: “Llámalo”. Y todo esto fue en un viaje “anticorrupción”.

Los Biden niegan estas acusaciones, al igual que Joe Biden afirmó en una de sus apariciones en la campaña presidencial: “Nunca he hablado con mi hijo sobre sus negocios en el extranjero”.

Más documentos del portátil de Hunter muestran que Burisma creó una cuenta especial en Satabank, una institución financiera maltesa que desde entonces ha sido cerrada por posible lavado de dinero. Esta cuenta se utilizó para canalizar dinero ucraniano hacia Hunter Biden, a quien el director financiero de Burisma, Vadim Pojarski, dijo que se contrató para protegerlos, “a través de su padre, de todo tipo de problemas”. Los republicanos de la Cámara creen que esta es la cuenta que se utilizó para los dos sobornos de 5 millones de dólares.

El despido de Shokin es ahora una parte central de la investigación de destitución sobre si Joe Biden abusó de los poderes de la vicepresidencia para enriquecer a su hijo y a sí mismo. Esto podría tratarse del mayor escándalo de corrupción monetaria de la historia de la política estadounidense.

Lavado de dinero

Barack Obama responsabilizó a Joe Biden de las relaciones de Estados Unidos con Ucrania por la influencia que tenía con funcionarios corruptos de toda Europa Oriental. Pero el trabajo de Hunter con Burisma y Metabiota era sólo una parte de este plan de lavado de dinero en el que también están implicados oligarcas chinos, kazajos, rumanos, rusos y de otros países.

El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes ha obtenido miles de páginas de registros financieros que muestran cómo los Biden crearon más de 20 empresas fantasma para ocultar los sobornos que recibían. Estas empresas procesaron más de 20 millones de dólares en pagos de oligarcas. En un intento de ocultar la verdad, estos pagos se efectuaron al menos a nueve miembros diferentes de la familia Biden: el hijo de Joe Biden, Hunter, su hermano James, su cuñada Sara, su nuera Melissa, su exnuera Hallie, su exnuera Kathleen, uno de sus nietos y dos de los hijos de James Biden.

¿Qué recibieron los oligarcas a cambio de sus millones?

No eran consejos sobre cómo procesar el gas natural o mejores formas de construir puertos en China. Lo único que vende la familia del crimen Biden son favores de la administración Obama.

Eric Schwerin, un antiguo socio de Hunter, visitó la Casa Blanca y la residencia de Biden la impresionante cantidad de 36 veces durante los ocho años de mandato de Obama, según un informe de Fox News Digital. Eso significa que Schwerin probablemente se reunía con el vicepresidente Biden cada tres meses. Sin embargo, Biden ha afirmado en público más de una docena de veces que nunca tuvo esas comunicaciones corruptas.

La correspondencia electrónica revisada por Fox News Digital muestra que David Wade, uno de los principales ayudantes del entonces Secretario de Estado John Kerry, dijo a algunos de sus compañeros del Departamento de Estado que Hunter y Kerry mantenían una estrecha amistad. Tanto Hunter como Schwerin mantenían un estrecho contacto con Evan Ryan, la esposa del actual Secretario de Estado Antony Blinken. Hunter también formó parte durante unos dos años de la junta del Proyecto Truman de Seguridad Nacional con Jake Sullivan, que ahora es asesor de seguridad nacional de Biden.

Más de una docena de miembros de los equipos de Obama y Biden tienen vínculos con Hunter, por lo que la investigación del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes no es sólo sobre el hijo de Joe Biden. De hecho, esta investigación no es sólo sobre la familia de Joe Biden o el propio Biden. Se trata, o debería tratarse, de todo el régimen de Obama y de cómo utilizó planes de soborno para consolidar su poder sobre los estadounidenses localmente y, al mismo tiempo, debilitar a Estados Unidos en el extranjero.

Barack Obama está destruyendo activamente a Estados Unidos desde dentro. Su uso de los corruptos Biden, ahora como entonces, es parte de su agenda de “transformar fundamentalmente Estados Unidos de Norteamérica”.

Nación maldita

El soborno de Biden es una grave amenaza para la seguridad nacional del pueblo estadounidense. Los pagos millonarios a alguien llamado Biden dan lugar a decisiones gubernamentales de alto nivel que de otro modo nunca ocurrirían. Y el miedo a sacar a la luz esos sobornos influye aún más en la política estadounidense, alejándose de los intereses estadounidenses. Esto ciertamente arroja dudas sobre si la inusualmente agresiva defensa de Ucrania por parte de Biden proviene de su creencia, o de la de Obama, en la libertad de los ucranianos o de su dedicación a los intereses estadounidenses en todo el mundo.

La implicación de la familia Biden con traficantes de drogas, prostitutas y oligarcas extranjeros son escándalos que destruyen la nación. Pero más allá de esto está toda la evidencia de que, a pesar de ello, altos espías y otras élites fueron capaces de robar unas elecciones, y se están preparando para robar otra. Las posiciones de liderazgo de Estados Unidos ya no se determinan mediante elecciones libres y justas. Ellos, y las decisiones y políticas que se derivan de ellos, están determinados por una especie de mafia, muy parecida a las clases gobernantes corruptas de lugares como China, Kazajistán, Rumania, Rusia y Ucrania.

Al igual que nuestros antepasados bíblicos, Estados Unidos se ha visto fatalmente debilitado, no por ataques militares, sino por el pecado. Durante el reinado del rey israelita Jeroboam ii, Israel amplió sus fronteras y se hizo con el control de lucrativas rutas comerciales que conectaban Asiria y Egipto. Sin embargo, mientras Jeroboam hacía guerra, una nueva clase de élites se enriqueció comerciando con aceite de oliva, vino y caballos de guerra; utilizaron su riqueza para explotar a su propio pueblo (Amós 6:1-7). Dios condenó a estas élites que “duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los novillos de en medio del engordadero; (...) y no se afligen por el quebrantamiento de José”. Estos “[dilatan] el día malo”, actuando como si su fastuoso estilo de vida fuera a durar para siempre e ignorando las amenazas a la nación. Así que Dios promete que ellos serán llevados cautivos primero cuando Estados Unidos caiga inevitablemente.

Hoy en día, esta misma actitud infecta a Estados Unidos, especialmente a la clase política que está vendiendo el poderío industrial y la riqueza de recursos de Estados Unidos para obtener beneficios. Cegados por la codicia, ignoran las amenazas a la nación. El presidente Trump ha trabajado para frenar esta corrupción y luchar por los intereses de Estados Unidos. Pero su campaña para hacer a Estados Unidos grande otra vez durará poco si los estadounidenses no se arrepienten de los pecados que nos han llevado a este punto.

Como mi padre, redactor jefe de la Trompeta Gerald Flurry, ha explicado, el presidente Trump es un rey Jeroboam ii del tiempo del fin. Trump está siendo usado por Dios para salvar temporalmente a la nación de la destrucción (2 Reyes 14:27), al mismo tiempo que Dios advierte: “No lo toleraré más” (Amós 7:8). Esta es la última oportunidad de Estados Unidos para arrepentirse. Por eso Dios se está asegurando de que se exponga tanta corrupción gubernamental: Él está tratando de despertar a la gente ante el mal que nos rodea, y ante la lamentable fragilidad de nuestra sociedad y civilización pecaminosas, para llevarnos al arrepentimiento.

Cuanto más se profundiza en los problemas que asolan hoy a Estados Unidos, más feo y retorcido se vuelve el panorama. Siga observando la investigación de destitución de Biden. Puede que no resulte en su destitución todavía, ¡pero expondrá muchas cosas que Dios quiere que sean expuestas y allanará el camino para algunos grandes cambios!

ESTADOS UNIDOS BAJO ATAQUE

La profecía bíblica le ayudará a entender la traición en nuestro país. Gerald Flurry, autor del libro de 2013 Estados Unidos bajo ataque, ha expandido considerablemente el libro a 208 páginas, incluyendo apéndices, un glosario y un índice. El nuevo libro todavía no está disponible en español, pero abajo usted puede solicitar su ejemplar por adelantado. Conforme traducimos cada capítulo, los publicamos en laTrompeta.es. Usted puede encontrar la primera parte aquí. Haga clic aquí y suscríbase para recibir nuestros correos con las traducciones más recientes.