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PublicDomainPictures/Pixabay

El rey de la deuda

Estados Unidos ha abrazado el gasto excesivo y ya ni siquiera pretende pagar lo que debe. ¿Qué podría salir mal?

Estados Unidos está haciendo explotar su deuda en una manera nunca antes vista en su historia. La nación ha acumulado grandes deudas antes, en tiempos de guerra o recesión. Pero por lo general ha pagado gran parte de ella después de que la nación se ha recuperado.

Pero ahora la nación se está recuperando, de acuerdo a la mayoría de los indicadores económicos. Durante las recuperaciones bajo las administraciones de Coolidge, Truman y Eisenhower, EE UU pagó gran parte de su deuda. Pero durante la “recuperación” de principios del siglo xxi, la nación ha continuado pidiendo prestado a gran escala.

Estados Unidos ha alcanzado un nuevo nivel de adicción a la deuda.

El 9 de febrero, el presidente Donald Trump firmó la ley de presupuesto bipartidista de 2018. El 12 de febrero, reveló su propia propuesta de presupuesto para el año fiscal que finaliza en 2019. De acuerdo a la Oficina de Administración y Presupuesto (omb, por sus siglas en inglés), estas propuestas verán que EE UU pedirá prestado $833 mil millones de dólares en 2018, equivalente a un 4,2% del producto interno bruto de EE UU. Y pronostica que la deuda estadounidense llegará cerca de los 21,5 mil billones de dólares para fin de año.

Estados Unidos se está endeudando a un ritmo sin precedentes, ¡pero lo que es aún más alarmante es que su liderazgo ni siquiera reconoce que esto sea un problema!

Es difícil llevar nuestras mentes a captar lo que significa pedir prestado mil billones de dólares para impedir la crisis financiera de 2008. ¡Pero ahora el Departamento del Tesoro prevé que EE UU pedirá prestado cerca de mil billones de dólares cada año de ahora en adelante! Eso es algo astronómico.

‘El Rey de la deuda’

La actitud de Estados Unidos sobre la deuda ha cambiado. Todos en algún momento estuvieron de acuerdo al considerar que era algo malo, incluso aunque nadie tomara ninguna acción al respecto.

En 2008, el entonces senador Barack Obama criticó públicamente al presidente George W. Bush como “irresponsable” y “antipatriótico” por llevar a EE UU de $5 mil billones a $10 mil billones en deuda. Al menos él y otros políticos expresaron retórica criticando esa enorme responsabilidad.

Pero luego el Sr. Obama fue electo presidente, y él mismo añadió otros $10 mil billones a la deuda en sólo ocho años. Para cuando dejó el cargo, ¡la deuda se había duplicado de $10 a $20 mil billones! Eso significa que Estados Unidos ya no debe 30.000 dólares por cada hombre, mujer y niño, sino que más de 60.000. ¿Es eso irresponsable y antipatriótico?

Ahora ya ni siquiera hay mucha retórica en contra de la deuda. Cuando Donald Trump estaba haciendo su campaña para la presidencia en 2016, ¡él se jactaba de lo mucho que fue capaz de “prosperar” debido a la deuda!

En una entrevista dada a cnn el 4 de mayo de 2016, dijo con respecto a sus negocios personales que, “Soy el rey de la deuda. Amo la deuda”. Al día siguiente, el Sr. Trump dijo en cnbc que, si él se convertía en presidente, pediría prestado sabiendo que “si la economía colapsaba, se podía hacer un trato. Y si la economía era buena, era bueno. Por lo tanto, no se puede perder”. El 22 de junio de 2016, él reiteró en cbs This Morning: “Soy el rey de la deuda. Soy grandioso con la deuda; nadie conoce la deuda mejor que yo. He hecho una fortuna usando la deuda, y si las cosas no funcionan, renegocio la deuda. Quiero decir, eso es algo inteligente, no algo estúpido”.

¡Acumular deudas no es algo inteligente! En algún punto vamos a ver cómo estalla la burbuja, y ya estamos viendo algunas señales perturbadoras.

Cuando se le preguntó qué significa renegociar la deuda, Trump respondió, “Tú vuelves y dices, ‘Oye, ¿adivina qué? La economía simplemente colapsó. Te devolveré la mitad’”.

En otras palabras, si la economía cae, el presidente Trump dice que Estados Unidos sencillamente pagará menos de lo que la nación realmente debe. ¡Esto es pensamiento peligroso! Nunca es sabio acumular deudas y asumir que si las cosas no funcionan usted siempre podrá renegociar. ¿Cómo van a reaccionar acreedores como China cuando EE UU diga, “Te devolveré la mitad”?

El Sr. Trump le dijo a cnbc el 11 de agosto de 2016 que, “Éste es un tiempo para pedir prestado, y pedir prestado a largo plazo, y así poder tener dinero para reconstruir nuestra infraestructura”.

Está claro que el presidente está poniendo ahora esas creencias en práctica. En su discurso del Estado de la Unión dado el 30 de enero, hizo un llamado al Congreso para que presente un proyecto de ley que incluya un adicional de 1,5 mil billones de dólares en gasto de infraestructura. “Construiremos relucientes nuevas carreteras, puentes, autopistas, ferrocarriles, vías fluviales en toda nuestra tierra”, dijo él. Según el secretario del tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, la infraestructura tendrá la máxima prioridad este año.

El Sr. Trump cree que sabe cómo usar la deuda para reconstruir al país.

Todos aman la deuda

El presidente de EE UU no puede aumentar la deuda él solo. Debe contar con el apoyo del Congreso.

El 8 de febrero, el senador republicano por Kentucky Rand Paul demoró los votos para el presupuesto que propuso el Sr. Trump por un par de horas al entregar un discurso en el pleno del Senado. En su discurso, él preguntó, “¿Cómo es que usted pudo estar en contra de los déficits del presidente Obama y luego venir y estar a favor de los déficits de los republicanos? … ¿No es esa la definición misma de la hipocresía?”. Él advirtió que, “este nuevo estímulo de gasto de déficit sería tan grande como el estímulo del presidente Obama”.

A pesar de que Paul expresó sus preocupaciones e inició un pequeño cierre del gobierno, el Senado aprobó la ley (71-28), y la Cámara hizo lo mismo (240-186).

“El secreto más profundo y oscuro es que a los republicanos les gusta gastar dinero tanto como a los demócratas”, dijo el representante demócrata por California Jim Costa. “A ellos simplemente les gusta gastarlo en algo diferente”.

En diciembre, cuando el Sr. Trump presentó un nuevo recorte de impuestos de 1,5 mil billones de dólares, los demócratas protestaron, diciendo que eso aumentaría la deuda nacional. Pero como lo señaló un artículo del New York Times titulado, “A medida que aumenta el déficit de mil millones de dólares, el Congreso se encoge de hombros y sigue gastando”: “Los demócratas están presionando para asegurar un aumento considerable en los programas domésticos, incluyendo miles de millones de dólares para tratar la crisis de opioides. Y los legisladores de ambos partidos está buscando aprobar al menos unos 80 mil millones de dólares en ayuda adicional en respuesta a los huracanes e incendios del año pasado” (30 de enero).

Cuando sea políticamente conveniente, los demócratas condenarán el gasto fugitivo. Pero cuando se trata de sus programas, siempre quieren gastar más. Tristemente, se puede decir lo mismo de los republicanos. Ambos partidos afirman que quieren ser fiscalmente responsables, pero ambos siguen gastando y añadiendo más deuda.

El nuevo plan de gastos del gobierno alcanzará el muy conocido techo de la deuda, que actualmente es de 20, 5 mil billones de dólares hasta mediados de marzo. En vez de elevar el límite de la deuda, el nuevo acuerdo presupuestario promulgado como ley el 9 de febrero elimina completamente el límite al endeudamiento hasta el 1 de marzo de 2019. Esto significa que la deuda nacional podrá crecer sin control durante un año entero. Cuando termine la suspensión, automáticamente se aumentará para reflejar el préstamo que ocurrió entre tanto. El Comité para un Presupuesto Federal Responsable estima que cuando se restablezca, podría fácilmente establecerse tan alto como 22 mil millones de dólares.

Estados Unidos es adicto a la deuda. Estamos enganchados a ella como lo estamos a las drogas, y nadie se pone serio para conquistar esta adicción que destruye a la nación.

La deuda se está volviendo más costosa

Al mismo tiempo que el endeudamiento de Estados Unidos está explotando, muchos están advirtiendo de que la nación pronto podría encontrar más difícil pedir dinero prestado.

El economista y ex asesor de Reagan, Martin Feldstein, dijo a Bloomberg que, “Es terrible. Esos déficits y la deuda que sigue aumentando [son] un serio problema, no sólo en el largo plazo, sino justo ahora” (31 de enero; énfasis añadido).

La deuda de Estados Unidos es tan alta que los inversores están preocupados. “La creencia en Washington y en Wall Street ha sido durante mucho tiempo de que el gobierno de EE UU podría simplemente continuar emitiendo deuda porque la gente de todo el mundo está ansiosa por comprar este activo de refugio seguro”, escribió Heather Long, del Washington Post. “Pero podría haber un límite a cuánto quiere el mercado, especialmente si la inflación comienza a aumentar y los inversores prefieren deshacerse de los bonos para las acciones de mayor rendimiento” (3 de febrero).

La repentina caída de febrero, cuando el mercado accionario sufrió su más grande pérdida en la historia en un solo día, fue causada parcialmente por las tasas de interés más altas de la deuda de EE UU. El gobierno debe pagar los altos niveles de interés para atraer inversores, los que, a su vez, incrementan los costos de endeudamiento para las empresas. Los inversionistas temían que estas altas tasas dañarían a las empresas estadounidenses—compañías que también son adictas a la deuda.

Hay otra fuerza lista para presionar los costos de endeudamiento de Estados Unidos. La Reserva Federal ha estado comprando la deuda de EE UU desde la crisis financiera. La nación evitó la ruina económica aplicando parches curitas, como la impresión de grandes cantidades de dinero y pidiendo prestado de naciones como China. Pero ahora la Reserva Federal se está preparando para recortar sus compras de deuda. ¿Qué sucede si China y otras naciones también deciden comprar menos de la deuda de Estados Unidos?

“Algunos de mis clientes de Wall Street están comenzando a hablar de recesión para 2019 debido a estos puntos. La política fiscal está fuera de control”, le dijo el ex economista de impuestos del Congreso Peter Davis a Long (ibíd.).

Algunos analistas hacen la advertencia porque los altos costos de los préstamos pueden perder rápidamente el control. La Oficina de Administración y Presupuesto (omb) pronostica que Estados Unidos gastará $310 mil millones el próximo año sólo en pagos de intereses por su deuda. En este momento, la tasa de interés está cerca de su mínimo histórico. Si comienza a aumentar gradualmente, el problema se saldrá de control rápidamente. La tasa de interés de endeudamiento más alta preocupará a los inversores. Ellos tendrán menos probabilidades de comprar deuda, lo que empujará las tasas de interés aún más. Y el ciclo continúa.

El historiador y miembro senior de la Institución Hoover de la Universidad Stanford Niall Ferguson ha advertido que los imperios caen cuando el interés de su deuda es igual a lo que gastan en defensa. Según la omb, esto sucederá cerca de 2014. Si las tasas de interés aumentan, podría suceder mucho antes.

Además de unos pocos economistas conservadores, ¿quién está preocupado sobre este estado de cosas? ¿Qué partido está preocupado acerca del gasto imprudente y el efecto que tendrá en el futuro de nuestros niños y de la nación?

Advertencias de la Historia

En el siglo xix, Lord Randolph Churchill dijo, “¡El primer y más vital interés de la nación son las finanzas! Sobre las finanzas depende todo lo que está conectado con el gobierno. Las buenas finanzas aseguran un buen gobierno y la prosperidad nacional; las malas finanzas son la causa de un gobierno ineficiente y depresión nacional”.

Uno podría mantener firmemente que el primer y más vital interés de una nación es la moral de su gente, o la fuerza de sus familias, o el Estado de derecho—todos los asuntos que a Estados Unidos no le preocupa perder actualmente. Sin embargo, el punto de Churchill no debería ser ignorado. ¡Qué triste que se tenga que ir atrás varias generaciones para tener consejos tan contundentes!

George Washington estaba preocupado por la dirección que Estados Unidos tomaría después de que él dejara el cargo. En su discurso de despedida de 1796, advirtió a sus compatriotas estadounidenses como un “amigo de despedida”. Él escribió mucho sobre cómo el país necesitaba unificarse—¡pero hoy la única cosa en que EE UU parece estar de acuerdo es en que necesitamos gastar más dinero! Republicanos y demócratas parecen estar en desacuerdo en qué gastarlo, pero todos están de acuerdo en que debemos seguir gastando.

Observe lo que dijo Washington en la víspera de su retiro: “Como una fuente muy importante de fortaleza y seguridad, aprecie el crédito público. Un método para preservarlo es usarlo lo más moderadamente posible, evitando ocasiones de gasto cultivando la paz, pero recordando además que los desembolsos oportunos para prepararse para el peligro evitan frecuentemente reembolsos mucho más grandes para repelerlo, evitando así la acumulación de deuda, no sólo al evitar ocasiones de gasto, sino que haciendo un esfuerzo vigoroso en tiempo de paz para descargar las deudas que pueden haber ocasionado guerras inevitables, lanzando no sin generosidad sobre la posteridad la carga que nosotros mismos deberíamos llevar”.

Washington específicamente advirtió que Estados Unidos evitara acumular deuda. Esto es exactamente lo opuesto a lo que nuestros líderes están haciendo actualmente. ¿Cuándo fue la última vez que Estados Unidos pagó su deuda? ¡Tenemos que volver 60 años atrás a la administración de Dwight Eisenhower!

La deuda es un problema moral

El gasto deficitario no está limitado sólo al gobierno de EE UU. ¡El estadounidense promedio ama acumular deudas tanto como su gobierno lo hace! Somos adictos a la deuda en todo nivel de la sociedad.

En noviembre, la Reserva Federal informó que el crédito renovable automáticamente entre los estadounidenses, principalmente de tarjetas de crédito, ¡aumentó a $1.023 mil millones de dólares! Eso es un record histórico, incluso sobrepasando al estallido de la burbuja crediticia de 2008. La deuda no renovable—que incluye préstamos estudiantiles, automóviles y otros—también aumentó, de $16,8 mil millones a $2,8 mil billones de dólares en noviembre.

Somos una nación enfocada en la gratificación instantánea, el egoísmo y la codicia. Esto explica por qué la nación más rica de la historia aún pide prestado cantidades astronómicas de dinero. Si usted quiere algo que no pude pagar, lo carga en su tarjeta de crédito. Si usted quiere los beneficios del gobierno que la nación no puede pagar, vota por el político que promete pedir prestado dinero para darle lo que usted quiere. El presidente Washington estaba profundamente preocupado sobre imponer una carga financiera sobre la próxima generación. ¿Pero incluso quién considera qué tipo de carga estamos poniendo sobre nuestras próximas generaciones?

Vivir de acuerdo al principio espiritual del dar produce prosperidad. Pedir prestado es acerca de obtener para uno mismo, sin importar las consecuencias. Dios dice en Hechos 20:35 que es más bienaventurado dar que recibir. Si usted está dando, Dios dice que será bendecido. Si usted está viviendo dentro de sus posibilidades, ahorrando, administrando y preparándose para el futuro y pensando en sus hijos, ¡entonces usted será bendecido!

En Salmo 37:21 dice: “El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da”.

Como nación, hemos cavado en un hoyo del cual no escaparemos, simplemente debido al egoísmo y la codicia.

Herbert W. Armstrong explicó en un artículo de La Pura Verdad de 1983 titulado “Prepárese para reducir grandemente su estándar de vida”, que Dios “está a punto de castigar a nuestras naciones, ¡para llevarnos finalmente a Él! Él advirtió que Gran Bretaña ya había perdido su imperio y que Estados Unidos también estaba a punto de perder su prominencia.

“La soga ya está alrededor de nuestros cuellos, ¡y se intensifica casi a diario!”, escribió. “¡Los males económicos están empezando grandemente a reducir nuestro estándar de vida!”.

Él estaba muy adelantado a su tiempo, ¡prediciendo sobre un colapso financiero que ahora está a punto de ocurrir! La gente puede haber rechazado esto en la década de 1980, pero está claro que aquellas bendiciones se están retirando rápidamente hoy, tal como él advirtió.

Aquí hay una verdad que la mayoría de la gente ignora, pero puede ser comprobada: toda la prosperidad nacional y riqueza que Estados Unidos y Gran Bretaña tienen son el resultado del cumplimiento de Dios a Sus promesas hechas a Abraham. (Le animamos a solicitar una copia gratis del libro de Herbert W. Armstrong Estados Unidos y Gran Bretaña en Profecía para comprobarlo. Con mucho gusto le enviaremos una copia). En primer lugar, la razón por la que hemos tenido riqueza sin precedentes fue porque Dios prometió bendecir a los descendientes de Abraham, no sólo para honrar a este hombre justo, sino también con la esperanza de crear una nación que pudiera servir como un ejemplo positivo al mundo. Pero en vez de estar agradecidos o incluso estar contentos de vivir en las naciones más ricas de todos los tiempos, nos hemos vuelto corruptos, deshonestos, egoístas e insaciables. En vez de usar nuestra prosperidad para dar, nos hemos vuelto hacia adentro y continuamos buscando el obtener.

Después de que Dios cumplió Sus promesas (comenzando alrededor del año 1800), éstas se volvieron condicionales a la obediencia de nuestro pueblo. En Deuteronomio 28, Dios advierte a los israelitas que, si ellos desobedecían Sus instrucciones, caerían en las deudas y se convertirían en siervos de su prestamista (versículo 44). Esta advertencia se aplica a nosotros hoy, y ahora estamos experimentando estas maldiciones del endeudamiento.

Los pecados tienen consecuencias. El Sr. Armstrong creía que una crisis financiera mundial aceleraría muchas profecías alarmantes del tiempo del fin. Él escribió que una gran crisis bancaria en Estados Unidos “podría resultar rápidamente en que las naciones europeas se unan como una nueva potencia mundial, más grande que la Unión Soviética o Estados Unidos” (Carta a los colaboradores, 22 de julio de 1984).

Tal como lo predijo el Sr. Armstrong, estamos moviéndonos rápidamente hacia el colapso del sistema financiero del mundo occidental, lo que ayudará a que los 10 reyes europeos de Apocalipsis 17 y Daniel 2 se unan en lo que se llama Sacro Imperio Romano.

La codicia de Estados Unidos, su deuda y su próxima crisis financiera tendrán ramificaciones globales. 

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