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El peligroso auge del demonismo

JULIA GODDARD/LA TROMPETA

El peligroso auge del demonismo

La celebración abierta de los espíritus malignos está creciendo en la cultura popular. No se trata sólo de una diversión inofensiva.

¡Invocar demonios nunca ha sido tan divertido!”. Esta propaganda de A Children’s Book of Demons (Un libro de demonios para niños) es una acertada descripción del mundo en que vivimos. El demonismo manifiesto está de moda, incluso es glamuroso.

En un puñado de escuelas primarias hay “clubes satánicos extraescolares”. Incluso tienen un tema musical: “Satanás no es un tipo malvado, quiere que aprendas y te preguntes por qué”. Brujas jóvenes publican en TikTok videos sobre cómo iniciarse en el paganismo. Gente con “personalidades múltiples” consigue likes por cambiar entre diferentes mentes delante de la cámara.

Dos transexuales dominaron los titulares mundiales al vestirse de Satanás para los premios Grammy. Un cantante emergente, también transexual, lleva tatuado en la frente el nombre de su demonio favorito. Un rapero publicó un video musical en el que aparecía descendiendo al infierno y haciéndole un baile erótico a Satanás. Se presentó en un anuncio del Super Bowl, al que le siguió “Satan Shoes” (Zapatos satánicos), una colaboración con Nike que permitía comprar las zapatillas deportivas que usaba Satanás, y que tienen sangre humana real.

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Las películas y los videojuegos de temática demoníaca existen desde hace años, pero cada vez son peores, y cada vez son más aceptados.

¿Qué está pasando?

¿Son reales los demonios?

Satanás y el demonismo se han convertido en parte de nuestro ciclo de noticias. El auge de todos estos temas demoníacos ha llevado a muchos a preguntarse: ¿son reales los demonios?

Los cristianos de Estados Unidos están divididos sobre si Satanás existe o no. Las encuestas suelen situar la división en torno al 50%. No es de extrañar: los cristianos estadounidenses están igualmente divididos sobre si Dios existe o no. Un estudio llegó a la extraña conclusión de que una mayoría de cristianos estadounidenses creen más en Satanás que en Dios.

¿Qué dice la Biblia?

Los Evangelios registran que Jesucristo se enfrentaba con frecuencia a demonios y los expulsaba (Mateo 4:24; 8:16; Marcos 1:32, 34, 39; Lucas 4:41). También delegó una autoridad similar en Sus discípulos (Mateo 10:8; Marcos 3:15; 6:13; Marcos 16:17; Lucas 10:17). En el libro de los Hechos se encuentran regularmente personas influenciadas por demonios.

Algunos demonios son violentos y agresivos (Mateo 8:28; Marcos 5:1-5; Lucas 8:27-29). Otros son molestos (Hechos 16:16-18). Algunas personas poseídas por demonios sufren convulsiones y pérdida de control (Mateo 17:14-16); algunas se cortan, mutilan o lastiman deliberadamente (Marcos 5:5; Lucas 9:42). Suelen proferir fuertes gritos y alaridos (Lucas 4:33-35). Algunos causan discapacidades físicas (Mateo 9:32-33; 12:22; Lucas 11:14). Varios demonios pueden poseer a la misma persona (Lucas 8:30; Marcos 16:9).

Si usted cree que la Biblia es exacta en su registro de la vida de Jesucristo, tiene que creer que los demonios son reales.

La Biblia muestra que estos seres espirituales tienen una profunda influencia en este mundo. A menudo esa influencia es invisible. Pero a medida que se fortalece, se hace más evidente.

2 Corintios 4:4 dice que Satanás es “el dios de este mundo”, e influye sutilmente en todos los que están en él (Efesios 2:2). Este ha sido el caso a lo largo de la historia de la humanidad, pero el libro de Apocalipsis dice que las cosas se ponen mucho peor al final de esa historia. Apocalipsis 12:12 describe un tiempo en el que Satanás “sabe que tiene poco tiempo”.

El tiempo de Satanás como dios de este mundo está a punto de terminar. Después de una “guerra en el cielo” (versículo 7), que Satanás perdió, “fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (versículo 9).

Dios advierte: “… ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira…” (versículo 12).

“Este versículo nos dice que Satanás y los ángeles caídos (millones de demonios) fueron expulsados del cielo y arrojados a la Tierra y ¡ahora están confinados aquí!”, escribe el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en su libro gratuito Estados Unidos bajo ataque. “Nunca antes este mundo ha estado tan infestado de demonios. Observe alrededor: el mal proliferando por todos lados tiene una fuente, y esta profecía lo expone”.

Esta es la realidad espiritual que se esconde tras las noticias impactantes y las tendencias modernas.

Es importante saber que algo no tiene que parecer obviamente malo para ser malo. Satanás puede venir como un ángel de luz (2 Corintios 11:14). Algo puede parecer sano, incluso parecer que viene de Dios, y sin embargo ser del diablo.

Pero a medida que la sociedad se aleja más de Dios, hay menos razones para ocultar o disfrazar el mal. Esta es la razón por la que el satanismo explícito está ahora claramente a la vista.

Múltiples personalidades

Quizás la muestra más desnuda del demonismo proviene del movimiento “multiplicidad”. El concepto fue descrito por la revista Vice en un artículo de mayo de 2015 titulado “¿Son las personalidades múltiples siempre un trastorno?”, con una introducción a través de la lente de Falah Liang, quien desde que tenía 5 años había sentido en su mente la presencia de un hombre con forma de pájaro. Conforme ella crecía, a esta presencia se le unieron otras.

Vice escribe: “Un ‘sistema de multiplicidad’ se refiere al grupo dentro del propio cuerpo (es decir, ‘soy parte de un sistema de multiplicidad’). El sistema puede estar formado por dos personas o por doscientas. (…) La comunidad de multiplicidad insiste en que se le considere sana, incluso normal. Esta es nuestra realidad, argumentan. ¿Por qué nos imponen su realidad? El Trastorno de Identidad Disociativo (tid) y su controvertido precursor, el Trastorno de Personalidad Múltiple, son términos rotundamente rechazados por la comunidad, y la mayoría de ellos no creen que pertenezcan en absoluto al Manual Diagnóstico y Estadístico (dsm, por su siglas en inglés)”.

“Con tid, es más como si el cuerpo de una persona fuera una pensión llena de muchos huéspedes, y no estás muy seguro de quién vendrá a la puerta cuando llames”, afirma un artículo de Vice de marzo de 2019.

Algunos de estos “sistemas de multiplicidad” son tan grandes que se consideran a sí mismos una ciudad en lugar de una persona. Otros presionan para conseguir más “derechos” para otros “sistemas de multiplicidad” a través de grupos como “Activismo Plural”.

Los que abrazan el tid con tanta fuerza son pocos, pero el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales publicado en 2013 por la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos estima que el 1,5% de los estadounidenses lo experimentan cada año. Otras estimaciones dicen que afecta a entre el 0,01 y el 1% de la población.

Algunos han llegado a tener seguidores en TikTok o YouTube. El más destacado tiene más de un millón de seguidores. El hashtag #DiD, que muestra videos de personas abiertamente influenciadas por demonios, tiene 2.500 millones de visitas. Un video de un “sistema” que cambia de personalidades, y el debate posterior, obtuvo 100 millones de visitas. “Recibo muchos comentarios de gente que dice: ‘¿Por qué de repente todo el mundo tiene tid?”, dijo un “anfitrión” de “un sistema con tid de 12”.

Desde que el tid se convirtió en un fenómeno de TikTok, “de repente, todos mis pacientes adolescentes piensan que tienen esto”, dijo la psicóloga Naomi Torres-Mackie a la revista Teen Vogue el año pasado.

Los videos de TikTok hacen que estas personalidades múltiples parezcan interesantes y glamurosas. La realidad, como admite Teen Vogue, es “verdaderamente aterradora”: va desde amnesia hasta ataques y convulsiones. Más del 70% de los pacientes ambulatorios que reciben tratamiento por tid han intentado suicidarse.

Dejar entrar a un montón de demonios hace a una persona muy miserable.

Brujería y paganismo

La Biblia relaciona la brujería, la hechicería y el ocultismo con el demonismo. Algunas brujas modernas harían ellas mismas esta conexión; otras se consideran adoradoras de la naturaleza.

Cuando Dios ordenó al antiguo Israel que evitara a los que practicaban magia y ocultismo, también advirtió contra los “encantadores” (Levítico 19:31; 20:6), que hablan con demonios. En el ejemplo más detallado de brujería, la bruja de Endor en 1 Samuel 28, el rey Saúl acudió a una mujer que tenía un “espíritu de adivinación”. Esta mujer afirmaba poner a Saúl en contacto con el ya muerto profeta Samuel (versículos 11-15). La Biblia establece que los muertos no saben nada (Eclesiastés 9:5, 10). Él no podía estar hablando con Samuel: en su lugar, un demonio se estaba haciendo pasar por él.

En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo afirmó que las religiones paganas adoran directamente a los demonios (1 Corintios 10:20).


Miembros del coro Shakti Sings cantan mientras druidas, paganos y juerguistas se reúnen en el centro de Stonehenge en una ceremonia del solsticio de invierno. (Crédito: Matt Cardy/Getty Images)

La brujería moderna, la Wicca y el neopaganismo son formas de adoración al demonio. Y van en aumento.

Las primeras encuestas estimaban que en 1990 unos 8.000 estadounidenses se identificaban como wiccanos, una forma de brujería. El Pew Religious Landscape Study de 2014 estimaba que entre 1 y 1,5 millones eran wiccanos o paganos. Eso es más o menos la misma cantidad de personas que asiste a la Iglesia presbiteriana (1,4 millones). Incluso esta cifra puede estar por debajo de la realidad. La Wicca se está convirtiendo rápidamente en el movimiento de ayer; las brujas modernas son más propensas a llamarse a sí mismas “brujas eclécticas”, eligiendo qué oficios practican.

Las creencias paganas son aún más comunes. Más del 60% de los adultos estadounidenses tienen al menos una de las siguientes creencias espiritistas de la “nueva era”:

  • que la energía espiritual se puede emplazar en cosas físicas

  • en psíquicos

  • en la reencarnación

  • en astrología

Se calcula que la “industria de los servicios psíquicos”, que “incluye la astrología, la lectura del aura, los médiums, la lectura de las cartas del tarot y la quiromancia, entre otros servicios metafísicos”, mueve más de 2.000 millones de dólares al año. Famosos como la cantante Adele han declarado que utilizan cristales curativos. Accesorios de brujería como cartas del Tarot o símbolos supuestamente mágicos pueden comprarse en las principales tiendas.

“La brujería moderna, la Wicca y el neopaganismo son formas de adoración al demonio. Y van en aumento.”

Incluso prácticas tan obviamente ocultistas como el uso de médiums se están convirtiendo en algo habitual. El príncipe Harry dijo haber contactado a una médium para intentar ponerse en contacto con su madre fallecida. Y no es el único: uno de cada cinco estadounidenses afirma haber contactado con un médium. Aproximadamente la misma proporción cree que los médiums tienen la capacidad de contactar a los muertos.

Pero este movimiento también está recibiendo un glamuroso seguimiento en Internet. “WitchTok” se ha convertido en un fenómeno importante en la plataforma de intercambio de videos de TikTok. Videos con etiquetas como #WitchTok han acumulado 30.000 millones de visitas. Eso es más que etiquetas como #Biden (8.500 millones) e iguala a #Kardashians. Otras etiquetas como #babywitch, que ayuda a la gente a iniciarse en la brujería, han acumulado cientos de millones.

El movimiento transexual

Quizás la prueba más flagrante de demonismo se vea en el movimiento transgénero, que va en rápido auge.

En 1 Timoteo 4:1-3 Pablo advierte de que muchos se apartan de la fe, escuchando “doctrinas de demonios”. ¿Cuáles son estas doctrinas? Incluida en su lista está “prohibir casarse”.

La Biblia revela que los demonios son ángeles caídos. Dejaron su primer estado (Judas 6) y se rebelaron contra Dios. En algunos pasajes, se hace referencia a los demonios como los ángeles del diablo (Mateo 25:41; Apocalipsis 12:9). Al igual que los ángeles justos, los demonios no tienen sexo ni género (Mateo 22:30; Marcos 12:25).

Como explicó Herbert W. Armstrong en su libro La dimensión desconocida de la sexualidad (solicite su ejemplar gratuito), Dios creó el matrimonio y la familia para los seres humanos con un propósito profundo: enseñarnos verdades maravillosas sobre nuestro potencial de nacer como hijos de Dios. Los demonios no tienen este potencial ni la capacidad de reproducirse, y por eso lo odian.

Por siglos han influido en las religiones para que crean que el sexo es vergonzoso, que ser soltero es mejor que estar casado y que los sacerdotes deben ser célibes, nada de lo cual se enseña en la Biblia. Ahora este odio se manifiesta más claramente que nunca, con personas que mutilan sus propios cuerpos y adoptan pronombres de “género neutro”, imitando a los demonios sin género.

Uno de cada cuatro jóvenes lgbt utiliza pronombres de género neutro. Este movimiento incluso está inventando nuevos pronombres. Uno de los más populares [en inglés] es “fae, faer, faeself”. Fae es esencialmente una palabra pagana para un demonio o espíritu. Estos transexuales quieren que los demás se refieran a ellos como demonios. De hecho, los paganos incluso se quejan de que el movimiento lgbt se está apropiando de su palabra.

Aún más estrechamente relacionado con los demonios está el movimiento “dos espíritus”. Presentado como una versión nativa estadounidense del movimiento lgbt, creen que tener dos espíritus en ellos es la causa de su comportamiento homosexual o transexual. El movimiento dos espíritus tiene ahora su propia bandera y se enseña en escuelas de California y Canadá.

Más extremos aún son los movimientos otherkin o fictionkin, en los que las personas se identifican como animales o criaturas ficticias, como dragones, vampiros o elfos. La Biblia muestra que muchos ángeles, y por lo tanto demonios, lucen como animales (Ezequiel 1:10). Satanás mismo es descrito como un dragón. Algunos incluso se hacen tatuajes o perforaciones extremos para parecerse más al animal que creen ser, y otros se llaman a sí mismos “demonkin”, identificándose como demonios.

Los individuos lgbt, especialmente los transexuales, están fuertemente representados en otras manifestaciones abiertas de demonismo. Los que tienen personalidades múltiples suelen ser transgénero. Un repaso a los videos de #WitchTok muestra que son abrumadoramente de la “comunidad lgbt”. Una encuesta de Pew de 2015 encontró que las personas lgbt tenían el doble de probabilidades de tener una religión no cristiana, incluyendo paganismo y Wicca.

Puertas al demonismo

Hay una realidad espiritual detrás del auge del demonismo. Pero hay otras causas directas. Ciertos comportamientos abren la mente a los demonios, y estos van en aumento.

“En circunstancias normales (…) nadie debe temer que un demonio tome posesión” de su mente, escribió el Sr. Armstrong. Generalmente sólo puede ocurrir si “abre su mente dejándola en blanco, o bajo el control de otro, o si pierde la cabeza en un ataque emocional de ira” (Worldwide News, diciembre de 1980).

Ciertos rituales religiosos están diseñados para dejar la mente en blanco y permitir que un demonio tome el control. Pero mucho más comunes hoy en día son las drogas que alteran la mente, que rompen las defensas de la mente y pueden permitir la entrada de demonios. En 2021, más de 100.000 personas murieron por sobredosis de drogas en Estados Unidos. La Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2017 estimó que 20 millones de estadounidenses mayores de 12 años tenían un trastorno por sustancias. Ha habido algunos ejemplos bien publicitados de adictos que han cambiado por completo su personalidad y han llegado a atacar violentamente a otros. Uno de estos individuos se grabó a sí mismo atacando y luego comiéndose a su pareja homosexual. “Existen monstruos, demonios y fantasmas”, escribió en su página de Facebook. “Viven dentro de nosotros, y a veces ganan”.

Involucrarse en el ocultismo es otra forma de invitar a los demonios. Dios nos amonesta: “No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11). Hoy es el entretenimiento de masas. Harry Potter abrió las compuertas principales. La mitad de los estadounidenses de 18 a 34 años ha leído al menos uno de estos libros; el 61% de los estadounidenses han visto una de las películas. Los libros y películas sobre zombis, hombres lobo, vampiros y brujas son habituales.


Un vagabundo de 24 años fuma fentanilo en Seattle, Washington.  (Crédito: John Moore/Getty Images)

Los videojuegos también pueden ser una potente puerta de entrada: son muy adictivos y a menudo van acompañados de temas violentos o demoníacos.

La Biblia revela que la música tiene una poderosa conexión con el mundo de los espíritus. La música edificante de David podía hacer que los demonios se alejaran (1 Samuel 16:14-18). Por otro lado, la Biblia dice que Lucero fue creado con flautas musicales, una habilidad musical innata (Ezequiel 28:13). Él es el verdadero autor de la música depravada, y un ambiente musical maligno puede abrir a alguien a la influencia demoníaca (artículo, página 7).

La pornografía y el sexo pervertido pueden ser otra puerta de entrada, con el odio de los demonios a los principios del matrimonio y la familia según Dios (artículo, página 35).

1 Timoteo 4:3 también califica al vegetarianismo —prohibir comer las carnes que Dios ha declarado aptas para el consumo humano— como una “doctrina de demonios”. ¿Es una coincidencia que el vegetarianismo, o una dieta “flexitariana” reducida en carne, esté siendo impulsada por las élites de este mundo? La salud física puede afectar la actitud mental. Empujar a la gente a dietas y estilos de vida poco saludables puede hacerlos más abiertos a influencias malignas.

Tenemos que proteger nuestras mentes, y las mentes de nuestros hijos, de este tipo de influencias. En lugar de eso, se les da rienda suelta.

“Ciertos comportamientos abren la mente a los demonios, y estos van en aumento.”

Isaías 57:5 da el veredicto de Dios sobre nuestra sociedad actual: “Que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?”. Hoy en día, la lujuria atrae a muchas personas a la adoración de dioses falsos y demonios.

“Antiguamente, los israelitas a veces sacrificaban físicamente a sus propios hijos”, escribe el Sr. Flurry en La visión de Isaías sobre el tiempo del fin. “Hoy sacrificamos espiritualmente a nuestros jóvenes cuando no les damos una visión inspiradora. Los sacrificamos a la lujuria sexual y a la fornicación. ¡Tan sólo la Internet genera entre 10 y 13 mil millones de dólares en negocios de pornografía cada año, sólo en Estados Unidos! Es el negocio en línea más rentable. También sacrificamos a nuestros hijos a música demoníaca, drogas y la avaricia. ¡En las naciones de Israel, esto se hace incluso antes de que a nuestros jóvenes se les enseñe a usar sus mentes!”. Tristemente, estas tendencias han llegado a tales extremos que hoy en día, algunos niños han sido poseídos.

Un Dios más poderoso que los demonios

Si bien no debemos acercarnos a los demonios ni a las influencias demoníacas, no tenemos por qué temer a los demonios. A lo largo de toda la Biblia, Dios se revela como mucho más poderoso que Satanás y los ángeles caídos. Los demonios tuvieron que obedecer a los ministros de Dios, y Cristo “vio a Satanás caer del cielo como un rayo” (Lucas 10:17-18). Los demonios tiemblan de miedo ante el poder de Dios (Santiago 2:19).

Dios es tan poderoso que puede usar a Satanás para Sus propios fines. En el libro de Job, Dios permitió que Satanás hiciera sufrir mucho a Job. Pero fue para ayudar a Job a vencer y a crecer, y el libro termina con Dios bendiciendo a Job más que nunca.

Dios está permitiendo el ataque demoníaco hoy. Pero aunque los demonios están en total rebelión contra Él, todo es para Su gloria. Esto llevará a la humanidad a aprender las horribles consecuencias de rebelarse contra Dios.

EL MISTERIO DE LOS SIGLOS

Se ha preguntado usted alguna vez: "¿Quién soy yo? ¿Qué soy? ¿Por qué existo?" Usted es un misterio. El mundo que lo rodea es un misterio. ¡Ahora usted puede comprenderlo!