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El peligro oculto en la coronación

VICTORIA JONES - WPA POOL/GETTY IMAGES

El peligro oculto en la coronación

El esplendor que rodeó la coronación del rey Carlos III apunta a una historia ilustre y un futuro glorioso. También reveló un terrible error de la familia real.

Gran Bretaña acaba de celebrar su primera coronación en 70 años. Gran parte de la coronación del rey Carlos iii fue inspiradora. Estaba saturada de referencias bíblicas y significado espiritual.

La coronación puso la Biblia en escena. Un coro interpretó el himno coral de Handel “Sadoc el Sacerdote”, con texto de 1 Reyes 1:38-40, acerca de Salomón siendo ungido rey. Los sacerdotes le presentaron al rey una Biblia, llamándola “el regalo más valioso que este mundo ofrece”. “Esta es la ley real, estos son los oráculos vivos de Dios”, dijo el arzobispo de Canterbury.

En el juramento de coronación, el arzobispo le preguntó a Carlos: “¿Mantendrá, en la medida de sus posibilidades, las leyes de Dios y la verdadera profesión del evangelio? ¿Mantendrá usted, en la medida de sus posibilidades, en el Reino Unido la religión reformada protestante establecida por ley? ¿Mantendrá y preservará inviolablemente el establecimiento de la Iglesia de Inglaterra, y la doctrina, el culto, la disciplina y el gobierno de ésta, según lo establece la ley en Inglaterra? ¿Y preservará para los obispos y el clero de Inglaterra, y para las iglesias allí encomendadas a su cargo, todos los derechos y privilegios que por ley les corresponden o corresponderán a ellos o a cualquiera de ellos?”. Y él respondió: “Todo esto prometo hacer”.

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Cuando estas palabras se pronunciaron por última vez en una coronación británica, eran otros tiempos. Hoy, suenan huecas entre un pueblo que ya no tiene respeto por la Biblia. Ellos han perdido su fe en Dios y su anclaje moral al mismo tiempo.

Existe una conexión indiscutible entre el hecho de que Gran Bretaña perdiera su creencia en Dios y la conexión de Él con la monarquía, y los cambios masivos en deterioro de las creencias y la moral británicas.

Esto en realidad apunta a un peligro oculto en esa coronación que casi nadie notó.

Multiculturalismo y monarquía

La madre del rey Carlos, la reina Isabel ii, también juró mantener la religión británica. Pero no lo hizo. Hizo movimientos sin precedentes para reconciliarse con el Vaticano: visitó al papa Juan Pablo ii en Roma; organizó su visita a Gran Bretaña en 1982, siendo el primer Papa en hacerlo desde la Reforma protestante del siglo xvi; permitió que celebrara servicios conjuntos con el arzobispo de Canterbury; y nombró a un católico romano como su capellán.

Eso no quiere decir que la religión reformada protestante sea la única religión verdadera. Pero en la medida en que siguió la Biblia, Gran Bretaña fue bendecida por mantenerla. Hoy, sin embargo, Gran Bretaña es un cúmulo de secularismo, peligrosa confusión religiosa multicultural y sumisión a la religión de Europa a la que una vez se opuso firmemente.

El rey Carlos está aún más comprometido con las religiones extranjeras que su madre. En su coronación, introdujo varios reconocimientos a otras religiones y culturas. Incluyó saludos oficiales de líderes judíos, hindúes, sijs, musulmanes y budistas de Gran Bretaña.

Hoy en día, a muchos les parece correcto. La sociedad moderna prácticamente se ha tragado por completo la mentira de que “la diversidad es nuestra fuerza”. Pero basta con mirar los desastrosos resultados de tal pensamiento. Ha dejado a Gran Bretaña sin fe, materialista, dividida y vulnerable a los extremistas extranjeros.

El regreso de Jesucristo es inminente. Solo 10.000 santos obedientes estarán ahí cuando Él venga (Deuteronomio 33:2; Judas 14).

Todas las denominaciones deben arrepentirse o experimentarán el peor sufrimiento jamás visto en esta Tierra. Los 10.000 serán protegidos de la ira de Dios.

La Iglesia de Inglaterra ha perdido su autoridad moral, relajando sus estándares en todos los temas culturalmente cargados de actualidad: mujeres en el clero, sexo prematrimonial, homosexualidad. Esta fue la primera coronación que incluyó mujeres sacerdotes. La monarquía, en lugar de trabajar para evitar el declive moral y defender los estándares piadosos, simplemente lo ha visto suceder e incluso lo ha seguido. Como resultado, la sociedad británica ha sufrido enormemente.

El cambio masivo en la relación de Gran Bretaña con la Iglesia católica se mostró al mundo en la coronación.

La coronación mas católica en 500 años

El papa se sienta en un trono. También el rey. Si la gente entendiera la verdadera historia de esos dos tronos, ¡entenderían tanto! La historia completa de esos dos tronos revela hacia dónde se dirige este mundo y cómo está a punto de llenarse de felicidad y alegría, después de un terrible sufrimiento.

La mayoría de los católicos no entienden la verdadera historia de su propia iglesia. Y la mayoría de los británicos no entienden la verdadera historia del trono del rey.

Incluso bajo la reina Isabel, la Reforma protestante estaba siendo revertida. Carlos ha llevado eso aún más lejos.

Dos cardenales asistieron a la coronación, probablemente la primera vez que sucede algo así desde que la católica María i fue coronada en 1553. ¡Esa coronación no funcionó bien para Gran Bretaña! María se hizo conocida como “María la Sanguinaria” debido a todos los protestantes que ejecutó. Pero pocos en Gran Bretaña creen que la historia es relevante.

El cardenal Vincent Nichols participó en la coronación, pronunciando una bendición pública sobre el Rey. El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, representó al papa Francisco en el evento.

La arquidiócesis de Westminster señaló que en la coronación de la reina Isabel ii en 1953, “no se le habría permitido a ningún católico ingresar a una iglesia protestante, y mucho menos participar en un servicio de coronación”. ¡Así de dramáticamente cambió la Reina Isabel la relación entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia católica romana!

Antes de la coronación, el Papa le dio al rey Carlos lo que, según él, eran dos fragmentos de la “Cruz Verdadera”. Estos se colocaron dentro de una cruz mucho más grande y se usaron para encabezar toda la procesión de coronación. “Dado que la relación entre la corona británica y la Iglesia católica ha sido difícil en el pasado, la decisión de Carlos de poner el regalo papal en el primer plano de sus ceremonias de coronación es significativa”, escribió la Agencia Católica de Noticias (20 de abril).

Esta fue también probablemente la primera vez que se cantó un himno en latín en una coronación desde la época de Isabel i en 1533.

A petición personal del rey Carlos, en la coronación se leyó un ejemplar de los evangelios pertenecientes a “san Agustín”. Agustín fue el hombre que introdujo la Iglesia católica en Gran Bretaña hace 1.400 años. Es venerado como el hombre que trajo el cristianismo a las islas británicas. Pero es un hecho histórico que en Gran Bretaña ya existía una versión diferente del cristianismo, ¡y los católicos la eliminaron!

Durante miles de años de historia, la Iglesia católica ha perseguido violentamente a sus rivales. La mayor parte del mundo está dormido ante este peligro. Pero la gente está a punto de ser alcanzada por un rayo que los despertará de su estupor.

La Biblia nos dice que Dios va a salvar a la mayoría de la humanidad. Eso incluye a católicos, protestantes, musulmanes y todas las demás personas religiosas, pero en Su marco de tiempo y a Su manera.

La mano de Dios también está detrás del poder creciente de la Iglesia católica hoy. Pero usted necesita leer nuestros materiales para entender por qué.

‘Fin del Imperio Británico’

Cuando el papa Benedicto visitó Gran Bretaña en 2010, la primera visita de Estado oficial de un papa desde la Reforma, Andrew Brown escribió en The Guardian: “Este fue el fin del Imperio Británico. En los cuatro siglos desde Isabel i hasta Isabel ii, Inglaterra ha sido definida como una nación protestante. Los católicos eran los otros; a veces terroristas violentos y rebeldes, a veces simplemente inmigrantes sucios. El sentido de que esta era una nación especialmente bendecida por Dios surgió de una lectura profundamente anti-católica de la Biblia. (…) La rebelión contra el papa fue el acto fundamental del poder inglés. Y ahora el poder se ha ido, y quizás también se haya ido la rebelión” (9 de septiembre de 2017; énfasis añadido).

¡Qué maravilloso recuerdo de la historia de Gran Bretaña! Y qué realidad tan condenatoria. Los británicos han olvidado que Dios les dio su majestuoso imperio, que ya no existe. Y eso pasó porque han olvidado la Biblia, ¡que tiene mucho que decir en contra de la Iglesia católica romana! El hecho de que Gran Bretaña olvide sus lazos con el Dios de la Biblia es una señal mortal del futuro inmediato de la nación.

Los cristianos de este mundo son vergonzosamente ignorantes de la Biblia, y si no conocen la Biblia, ¡no conocen a Dios!

Como dijo Brown, hoy el “poder de Gran Bretaña se ha ido”. A causa de los pecados de la nación, Dios ha quebrantado la soberbia de su orgullo (Levítico 26:19). Los británicos todavía tienen un poder considerable, pero son demasiado tímidos para usarlo.

No es casualidad que el rey Carlos eliminara la palabra “imperio” de su coronación. Cuando su madre fue coronada, se le entregó un orbe de oro y se le dijo: “Recuerda que el mundo entero está sujeto al poder y al imperio de Cristo nuestro Redentor”. Carlos cambió eso para que dijera: “Recuerda siempre que los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo”. Los británicos ahora están tan incómodos con la idea de un “imperio” que ni siquiera están dispuestos a hablar sobre el Imperio de Dios.

Las palabras cambiadas son mucho menos bíblicas. Sí, Dios gobierna en el reino de los hombres (Daniel 4:17). Pero la declaración de que “los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor” es una profecía para el futuro. Es lo que los ángeles exclamarán al regreso de Cristo (Apocalipsis 11:15). En su vergüenza por la palabra “imperio”, los responsables de la coronación están pervirtiendo el evangelio.

Dos tronos

“Pocos se dan cuenta de que la monarquía británica sigue el modelo de la historia judía”, escribió la periodista británica Melanie Phillips dos días antes de la coronación. “Los primeros reyes ingleses incluso creían que eran descendientes del rey David. Apreciaron el aspecto revolucionario del antiguo Israel: su monarca no era el gobernante supremo, un estatus que invita a la tiranía y el despotismo, sino que él mismo respondía ante Dios, el único y verdadero Rey sobre todo” (4 de mayo).

¡Es cierto que la familia real de Gran Bretaña se remonta hasta el rey David! Pocos reconocen esto, pero usted puede probar que es cierto. Herbert W. Armstrong lo explicó en su libro Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía; le enviaremos un ejemplar gratuito si lo solicita.

Dios le prometió al rey David: “Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. Él edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino” (2 Samuel 7:12-13).

¡Esta verdad hace temblar al universo! ¡Dios dijo que Él establecería el trono de David para siempre! Esa es una de las promesas más importantes que Dios hace en la Biblia.

La reina Isabel ii se sentó en el trono de David. Dios le dio el honor, y con él vino una gran responsabilidad.

El mundo y muchos británicos se preguntan por qué Gran Bretaña se aferra a su trono. La sorprendente respuesta es que ¡Jesucristo ha mantenido vivo el trono británico!

Las soluciones a los problemas de Gran Bretaña se pueden encontrar en la comprensión de la verdadera ascendencia del trono británico. Las ricas tradiciones que rodean ese trono apuntan a algo mucho más grande de lo que la mayoría de la gente cree.

Existe evidencia de que la tatarabuela de la reina Isabel, la reina Victoria, sabía que el trono de Gran Bretaña comenzó con David. Pero la mayoría de los periodistas y académicos no muestran interés en comprobar si ese antiguo trono existe o no y en la suprema magnitud de su importancia. Y comprobarlo no es difícil.

Se de usted cuenta o no, ese trono representa la única esperanza en este mundo terriblemente peligroso. Ese mismo trono tiene una conexión directa con la promesa de que Jesucristo regresará y traerá la paz a todo el mundo.

Sin embargo, la Iglesia católica afirma tener el trono de Dios en la Tierra en el Vaticano.

En 1570, el papa Pío v afirmó que Dios le había dado el poder de destituir a los reyes de Inglaterra de su trono. El escribió: “Pío, obispo, siervo de los siervos de Dios. Aquel que reina en las alturas (…) me ha encomendado a mí, (…) a uno solo en la Tierra, (…) al obispo de Roma, para que la gobierne en plenitud de poder”.

¡Este poder religioso quería tomar el trono del rey David! Y ha hecho esfuerzos poderosos para gobernar este mundo.

El objetivo principal de la Iglesia católica a través de los tiempos realmente ha sido destruir el trono de David. El Sacro Imperio Romano conoce ese trono y ha tratado de destruirlo a lo largo de la historia. Ésta no puede soportar la idea de que alguien más tenga el trono preeminente en la Tierra. ¡Y cuando tiene el poder, mata a los que no están de acuerdo! Lo ha hecho vez tras vez, sin embargo, la gente todavía no se da cuenta de lo peligrosa que es esa Iglesia.

Por esta razón fue tan peligroso que el rey Carlos incluyera la Iglesia católica romana en esta ceremonia.

Nada de estos cambios hacia la Iglesia católica va a ayudar al rey Carlos. Lo crea o no, las Escrituras muestran que Dios en realidad está levantando un nuevo imperio católico en Europa para corregir a la familia real británica. Jeremías 22:18-19 dice que el rey británico “en sepultura de asno será enterrado”. ¡El Sacro Imperio Romano no le dará a este hombre ningún trato real!

Una vez más, al final Dios tiene un plan para salvar a todos los católicos. Él está permitiendo el surgimiento de esta Iglesia hoy. Pero están siendo movidos por una fuerza espiritual maligna que odia el trono de David, porque representa su reemplazo en el trono de la Tierra.

Un nuevo trono

La moral bíblica y una historia con Dios son la fuente de fortaleza para el trono de David. Por esta razón, el diablo siente un odio especial por la familia real británica. ¡Él sabe que la historia y la profecía del trono de David contienen el plan maestro de Dios!

Hace tres años escribí sobre un cambio importante que Dios está haciendo en la forma en que trata con la familia real británica. Esa vez dije que este cambio “¡indica fuertemente que Gran Bretaña se hundirá rápidamente!”. En noviembre del año pasado escribí: “Creo que ahora que la Reina ha muerto, la desaparición de Gran Bretaña se acelerará. Estamos a punto de ver un final muy triste para ese trono…”.

Dios prometió que un descendiente de David siempre se sentaría en ese trono. Sin embargo, Jeremías profetizó sobre el fin de este trono y la muerte de su último rey. ¿Cómo puede ser esto?

Para cumplir Su promesa a David, Dios debe hacer un cambio y mover ese trono. De esa manera Él todavía puede protegerlo del Sacro Imperio Romano. Todavía puede brillar como una luz en un mundo oscuro de una manera que la familia real británica nunca pudo.

La reina Isabel ii se sentó en el trono de David cuando se convirtió en reina, según la promesa de Dios a David. Ese trono le fue arrebatado en 2017. Mi libro gratuito El nuevo trono de David explica por qué y cómo.

Quiero animarlo a estudiar la verdad acerca de este nuevo trono de David. En medio de todas las malas noticias en este mundo, ¡esta es una verdad muy inspiradora! Muestra cómo Dios está vigilando de cerca estos eventos. También muestra cuán cerca estamos del regreso de Jesucristo, cuando venga a reclamar el lugar que le corresponde en el trono de David. ¡Ese trono eventualmente unirá a todo el universo! ¡Qué visión!

La realidad física de ese trono es suficiente para captar la atención y la imaginación de todo el mundo. Si tan sólo contemplaran esta realidad espiritual. ¡Qué futuro tiene la humanidad gracias al trono de David!

EL NUEVO TRONO DE DAVID

Un cambio dramático sobre cómo Dios está manejando este trono muestra cuán pronto ¡Jesucristo mismo estará sentándose en éste!