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El libro que explica su mundo

MATTHEW FRIESEN/LA TROMPETA

El libro que explica su mundo

Ochenta años de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.

¿Quién es el Israel de la Biblia? Tucker Carlson y el senador Ted Cruz discutieron sobre este tema en el podcast de Carlson, que tiene en promedio más de un millón de visitas. Ambos hombres son cristianos pero tienen creencias bíblicas diametralmente opuestas.

Este es un microcosmos de la confusión sobre la identidad del Israel bíblico en la religión, la sociedad y el gobierno a nivel mundial. Se debate, con armas, en el Oriente Medio, donde los conflictos por la religión, por Jerusalén y, en última instancia, por el Israel de la Biblia amenazan con engullir la región y el mundo. De hecho, es una pregunta cuya respuesta usted necesita porque afecta a su vida.




“Nos corresponde y sin demora revisar pronto esa historia y abrir nuestros ojos a las promesas y a las advertencias divinas que han pasado casi totalmente inadvertidas a nuestros pueblos”. Todo esto está conectado con la generalmente ignorada historia bíblica que es clara y sencilla y que lleva al conocimiento de la identidad de nuestro increíble linaje y la identidad profética moderna. Y es la historia más asombrosa y más fascinante que usted alguna vez haya leído. Más extraña que cualquier obra de ficción. ¡Pero es verdad!

Estas fascinantes palabras en el libro Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, solicitado por millones de personas, son de Herbert W. Armstrong, el televangelista, educador, filántropo y teólogo más importante del siglo xx. Escrito hace 80 años, este libro es aún más relevante e importante hoy en día.

Este aniversario también nos recuerda que la verdad de este libro fue atacada, casi destruida y luego salvada milagrosamente.

La llave maestra

Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía explica la “llave maestra” que abre todas las profecías bíblicas.

La profecía bíblica, ya sea pronunciada por los profetas del Antiguo Testamento, por Jesucristo o por los apóstoles del Nuevo Testamento, se enfoca en un pueblo: Israel.

El Sr. Armstrong llegó a una encrucijada en 1926. Sus esfuerzos empresariales se vieron frustrados en repetidas ocasiones por acontecimientos que escapaban a su control, y, al mismo tiempo, se enfrentó al reto que le planteó su esposa respecto al día de culto cristiano y a la objeción de su cuñada sobre lo que él creía acerca de la creación. Comenzó un estudio de seis meses, noche y día, para encontrar respuestas.

Las respuestas llegaban, una tras otra, a medida que comparaba la literatura científica con la Biblia y diversos pasajes de las Escrituras entre sí. Encontró pruebas irrefutables del Creador, de la Biblia como Palabra de Dios, del día de culto cristiano y de la realidad de la profecía bíblica.

Él no lo sabía entonces, pero esto marcó el inicio de uno de los acontecimientos más importantes del siglo xx. La Biblia predijo que Dios enviaría a un hombre como el antiguo profeta Elías (Isaías 40:3; Malaquías 4:5). Jesucristo confirmó que “a la verdad (...) viene” y especificó que también “restaurará todas las cosas” (Mateo 17:10-11). Dios estaba llamando al Sr. Armstrong para que cumpliera este papel: restaurar las verdades bíblicas que la verdadera Iglesia de Dios había perdido a lo largo de siglos de persecución, migración y letargo espiritual. (Para saber más, solicite su ejemplar gratuito de La verdadera historia de la verdadera Iglesia de Dios).

Una verdad que el Sr. Armstrong restauró fue la identidad de Israel moderno. Esta es la llave maestra para desentrañar la profecía bíblica.

Un tercio de toda la Biblia es profecía. ¡Un verdadero cristiano necesita esta llave maestra! Cuando conozca a los descendientes modernos de las naciones que aparecen en la Biblia, podrá comprender cómo se aplican las antiguas profecías a nuestro tiempo.

Después de tres años y medio más de estudio, junto con su esposa, Loma, el Sr. Armstrong encontró la Iglesia que más se atenía a las doctrinas de la Biblia: la Iglesia de Dios, con sede en Missouri. (El Sr. Armstrong comprendió más tarde que ésta era la era de Sardis de la Iglesia de Dios).

“Tras un exhaustivo estudio e investigación, encontré que las llamadas ‘diez tribus perdidas’ de Israel habían migrado a Europa Occidental, las Islas británicas y más tarde a Estados Unidos”, escribió el Sr. Armstrong en su autobiografía. “Esta verdad fue manuscrita en un extenso documento de casi 300 páginas y enviado por correo al redactor y líder de esta Iglesia”. En respuesta al manuscrito, Andrew Dugger, líder de la Iglesia de Sardis de Stanbury, escribió en una carta con fecha del 28 de julio de 1929: “Usted sin duda tiene razón, y aunque por el momento no puedo utilizarlo en el periódico [la publicación de la Iglesia] actualmente, puede estar seguro de que su trabajo no ha sido en vano”.

Esa admisión resume el problema de la era de Sardis; ¡no quisieron difundir esta verdad por el mundo! Los miembros de Sardis de la Iglesia de Dios no hicieron nada con ella, pero el Sr. Armstrong sí, y de forma dramática.

El Sr. Armstrong fue ordenado al ministerio en junio de 1931, y a través de él, Dios reveló más verdades bíblicas. También comenzó un modesto programa de radio que se convirtió en el programa El Mundo de Mañana en 1934, así como la revista La Pura Verdad.

Entonces, en 1945, esta pequeña obra, dinámicamente viva con la verdad restaurada, alcanzó un punto de inflexión. Ese fue el año en que el Sr. Armstrong publicó Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.

El libro constituyó un fuerte toque de trompeta, no sólo informando a las naciones modernas que descendían del antiguo Israel, sino también alertándolas sobre profecías que les advertían que se arrepintieran.

En 1947, el Sr. Armstrong fundó el Ambassador College y el departamento de publicaciones. La obra de proclamar la profecía bíblica creció rápidamente.

La maravillosa verdad restaurada sobre la identidad de EE UU y Gran Bretaña en la profecía bíblica ha estado bajo ataque desde entonces.

La guerra por la verdad

El Sr. Armstrong amplió el libro en 1967 y continuó ofreciéndolo en radio, televisión, medios impresos y publicidad, y recibió 6 millones de solicitudes a lo largo de su vida.

En la década de 1970, mientras el Sr. Armstrong viajaba y se reunía con cientos de jefes de Estado, legisladores y otros líderes mundiales, los líderes rebeldes de la Iglesia empezaron a diluir las doctrinas y a introducir ideas liberales en el Ambassador College. Destrozaron el contenido de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, calificándolo injustamente de racista y poco académico.

La rebelión llegó a su clímax en 1979, cuando los rebeldes convencieron al fiscal general de California para que atacara al Sr. Armstrong y a la Iglesia de Dios Universal (idu) en una violación de la libertad religiosa. El Sr. Armstrong se defendió, ganó en los tribunales y en la legislatura de California. Posteriormente reforzó las verdades de este libro, actualizándolo en 1980 y publicándolo en tapa dura.

El Sr. Armstrong falleció el 16 de enero de 1986. Sus sucesores juraron seguir sus pasos... pero, casi de inmediato, atacaron las verdades bíblicas que él había enseñado. Cometieron una traición espantosa y una transformación sistemática, sutil y engañosa de las doctrinas de la Iglesia, incluyendo las de Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.

Con el tiempo, la traición se hizo más evidente. El nuevo líder de la Iglesia, Joseph Tkach Jr., acusó al Sr. Armstrong de haber plagiado a J. H. Allen, Judá Sceptre and Joseph’s Birthright [El cetro de Judá y la primogenitura de José]. Como explica el capítulo 4 de Raising the Ruins [Levantando las ruinas], el Sr. Armstrong leyó el libro de Allen durante su investigación pero encontró que gran parte del mismo contenía errores, como se puede ver fácilmente con sólo leer ambos libros. Las conclusiones y la exactitud profética son completamente diferentes.

En 1987, los editores de la idu recortaron más de dos tercios del libro, reduciéndolo de 184 páginas a 53, alegando falsamente haberlo hecho para ahorrar en gastos de envío. Al año siguiente, dejaron de publicar Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía de forma permanente. No dijeron a los miembros de la Iglesia la verdadera razón —que rechazaban lo que enseñaba— hasta años después. De la misma manera, intentaron destruir el mejor libro del Sr. Armstrong, El misterio de los siglos.

Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, el libro que había construido la Iglesia de Dios, el libro que constituía una de las advertencias más eficaces a los pueblos de Gran Bretaña y EE UU, estaba agotado, enterrado en una tumba de traición.

Pero la guerra por la verdad no había terminado.

Mantenerse firme

El 7 de diciembre de 1989 fue otro punto de inflexión histórico. Tkach Jr. había convocado a dos ministros de la idu a su despacho por negarse a rechazar la verdad que el Sr. Armstrong había enseñado en El misterio de los siglos y a lo largo de su extenso ministerio. La mayoría de los ministros de la idu secundaron los cambios de Tkach o fueron cómplices de la conspiración. Pero estos dos ministros, Gerald Flurry y John Amos, se aferraron a lo que el Sr. Armstrong les había enseñado de la Biblia. Tkach los despidió.

Mientras salía de aquella oficina, el Sr. Flurry dijo: “Este es el primer sorbo de una copa muy amarga que va a tener que beber”.

Comenzó una nueva organización, la Iglesia de Dios de Filadelfia (idf), dedicada a mantener las verdades de la Biblia restauradas por Dios a través del Sr. Armstrong.

Exactamente siete años después de su constitución oficial, la idf imprimió El misterio de los siglos el 20 de diciembre de 1996, resucitando la mayor obra del Sr. Armstrong. A los pocos días, los abogados de la idu enviaron una carta de cese y desistimiento, y luego presentaron una demanda alegando infracción de los derechos de autor. El Sr. Flurry presentó una contrademanda, reclamando los derechos de todos los libros importantes del Sr. Armstrong, incluyendo Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía.

Se trazaron las líneas de batalla para una batalla judicial: la idu estaba utilizando sus derechos de autor para suprimir las enseñanzas de su propio fundador. La idf luchaba por sus derechos constitucionales y por la verdad de Dios.

La historia de la transformación de la idu y el litigio por los derechos de autor, que duró años, están documentados en Raising the Ruins.

Victoria

La Iglesia de Dios Universal perdió su demanda en el tribunal de distrito, pero ganó en apelación. Cuando la Corte Suprema se negó a conocer del caso, la idf parecía no tener esperanzas. Entonces, el 16 de enero de 2003, exactamente 17 años después de la muerte del Sr. Armstrong, la idu aceptó inexplicablemente los términos de un acuerdo. Vendieron a la idf todos los derechos de impresión de El misterio de los siglos, Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía y otros 17 libros y folletos del Sr. Armstrong. ¡Dios había concedido una victoria milagrosa!

Esta verdad vital comenzó a salir al mundo de nuevo cuando nuestra civilización se acercaba a su mayor crisis.

Ha pasado ya toda una vida, 80 años, desde que Dios utilizó a Elías, el de los últimos tiempos, para restaurar la verdad de la Biblia, revelar la identidad del Israel actual y advertir a los israelitas modernos. Se ha librado una guerra —y se ha ganado— para darle a usted la oportunidad de leer este libro junto a la Biblia. La verdad que contiene y su advertencia podrían cambiar su vida.

¿Cuál ha sido su respuesta a la llave maestra de la profecía? ¿Cree usted que sin duda es correcto, pero no le encuentra utilidad? Esta historia nos enseña una lección vital: una vez que tenemos la verdad, ¡debemos hacer algo con ella!

Lea este libro de nuevo, o por primera vez, y responda al reto con el que el Sr. Armstrong lo concluyó: “¡Bajo la dirección y la autoridad de Dios, he expuesto la verdad ante los lectores!”. ¡Descuidarlo será trágico más allá de lo imaginable! ¡Hacerle caso le traerá bendiciones, felicidad y gloria indescriptibles! La decisión ahora es suya”.

ESTADOS UNIDOS Y GRAN BRETAÑA EN PROFECÍA

La gente del mundo occidental estaría sorprendida y boquiabierta, ¡si lo supieran! Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australasia y África del Sur pondrían en marcha gigantescos programas de protección, ¡si lo supieran! ¡Ellos podrían saberlo! ¡Pero, no lo saben! ¿Por qué?