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El juicio quebrantado de EE UU

JULIA GODDARD/LA TROMPETA

El juicio quebrantado de EE UU

Los tribunales corruptos son un problema que destruyen a una nación.

La crisis electoral de EE UU nos ha enseñado mucho. Una lección fundamental es la de cómo las cortes de esta nación están de corruptas. La administración Trump presentó más de 60 demandas por fraude en varios Estados, de modo que los tribunales tuvieron muchas oportunidades para pronunciarse sobre la legitimidad de las elecciones. ¡Pero casi todas estas demandas fueron denegadas!

Incluso la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a escuchar el caso Texas vs. Pensilvania y todos que exponían cómo los fiscales generales cambiaron unilateralmente las leyes electorales de los Estados, para poder inundar las ciudades con votos por correo no verificados. ¡Qué terrible decisión!

Por sólo las apariencias, la prensa en general aceptó esto como prueba de que las acusaciones de fraude eran infundadas. Sin embargo, yo estoy convencido de que en muchos casos las disposiciones [de los jueces] dijeron más sobre el desafuero de los tribunales, ¡que sobre la validez de las acusaciones!

¿Cuántos jueces no se habrán negado a revocar la elección porque su candidato preferido ganó? ¿O porque tenían miedo de las consecuencias por cuestionar ese resultado?

¿Se está realmente haciendo justicia?

Una gran cantidad de corrupción en el sistema judicial está siendo expuesta. ¡Sin embargo, estos tribunales están determinando el futuro de la nación y de su vida!

Necesitamos entender lo que la Biblia dice sobre este tema, pues tiene algunas profecías asombrosamente específicas y condenatorias sobre nuestros tribunales.

Una Constitución evolucionando

Las leyes deben ser escritas por nuestro poder legislativo. Los jueces y los magistrados deben interpretar la ley, o mejor dicho, dejar que la ley se interprete a sí misma. Ellos no tienen autoridad para reescribir la ley. Si ellos reescriben la ley, es casi imposible corregir el error.

Sin embargo, los jueces están torciendo la ley en cualquier dirección que favorezca su objetivo político. No son árbitros imparciales de la ley; quieren obtener un resultado en particular.

El sesgo político de los jueces conduce a la división, a la crisis y el desastre. Para dar un ejemplo, la tensión en EE UU antes de 1860 fue exacerbada por los tribunales. La decisión de la Corte Suprema en el caso Dred Scott vs. Sandford finalmente ayudó a desencadenar un derramamiento de sangre rampante.

¡Se requirió una guerra civil para anular esa decisión!

¡Esto nos da una idea de lo difícil que es cambiar lo que hacen los jueces!

Hoy vemos el mismo problema. Cuando la Corte Suprema de EE UU falló sobre el “matrimonio” homosexual o sobre el Obamacare, los jueces no estaban realmente mirando la ley para ver qué decía. Ellos querían legalizar el “matrimonio” homosexual y el Obamacare, y buscaron en la ley excusas para hacerlo.

¡Nuestra Constitución es la ley suprema de la nación! Si los jueces no están sujetos al derecho constitucional, ¡no están sujetos a nada ni a nadie!

Las facultades de derecho habitualmente enseñan sobre ser “realistas legales”. Al igual que el ex vicepresidente Al Gore, estos quieren una “Constitución en evolución”. Este razonamiento otorga a los jueces poderes despóticos y vicia la ley fundamental establecida por nuestros antepasados.

Los jueces están tomando el poder de las ramas legislativa y ejecutiva mientras reescriben la Constitución. ¿Entonces por qué nuestros políticos lo permiten? Porque a menudo a ellos les gusta que los jueces hagan eso, si las decisiones son favorables a sus propios puntos de vista, a sabiendas que los votantes no las aprobarían.

Nuestros políticos simplemente carecen de la visión para ver cuán desastroso es este proceso que se basa en la anarquía egoísta, ¡y no en la ley!

Estos jueces están destruyendo el proceso democrático y ejerciendo el poder como dictadores. Esto significa que no podemos mantener el estado de derecho. Todo el sistema de justicia se contamina cada día más. Eso destruye el respeto de la gente por estas instituciones.

Muchos jueces locales tienen este mismo espíritu anárquico. Una investigación reciente de Reuters encontró que “a miles de jueces estatales y locales en todo el país [se les permitió] permanecer en cargos de extraordinario poder y prestigio, aun después de violar las reglas de ética judicial o violar las leyes que se comprometieron a respetar” (30 de junio de 2020). En muchos casos, los jueces les “mintieron a los funcionarios estatales y obligaron a los acusados a languidecer en la cárcel sin un abogado, y luego regresaron al tribunal, a veces con poco más que una reprimenda de las agencias estatales que supervisan su conducta”.

Los fiscales federales, que forman parte de la rama ejecutiva, también son corruptos. La abogada del teniente general Michael Flynn, Sidney Powell, fue fiscal federal sobre nueve fiscales estadounidenses, tanto republicanos como demócratas, y ella fue la abogada principal de 350 apelaciones penales mientras estuvo en el Departamento de Justicia. En 2014, publicó un libro titulado Licensed to Lie: Exposing Corruption in the Department of Justice [Con licencia para mentir: exponiendo la corrupción en el Departamento de Justicia].

Ella escribe que “un pequeño grupo de abogados de alto rango del Departamento de Justicia de EE UU” están “manipulando” casos judiciales, a menudo motivados por el deseo de una prensa positiva, y de promociones y cargos políticos, sin mencionar la ideología. Ella dice que el departamento es “político, incestuoso, egoísta y auto institucionalizado”. Sus principales líderes han utilizado el poder de las condenas ilegales para servir a una serie de fines injustos como: poner fin a la carrera del senador Ted Stevens, cambiar el equilibrio de poder en el Senado; destruir la firma contable Arthur Andersen; condenar a personas inocentes en Enron y Merrill Lynch y encarcelar a gente inocente. Algunas personas relacionadas con estos casos fueron asesinadas o se suicidaron. Y en realidad, la corrupción es mucho más profunda de lo que incluso la Sra. Powell se da cuenta.

¿No podemos ver lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos? A menos que hagamos cambios substanciales, ¡ciertamente nuestro futuro es muy oscuro!

Juicios contrarios a la familia

El profeta Miqueas escribió poco antes de que el reino de Israel fuera al cautiverio en el 721 a. C. Él tenía un mensaje para una nación al borde de la destrucción. Es un mensaje que Dios quiere que nuestras naciones escuchen hoy. Y parte del mensaje tiene que ver con la justicia.

“Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel; ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo?” (Miqueas 3:1).

¿Quiénes son Jacob e Israel en este tiempo del fin? Hemos comprobado por más de 60 años que en estas profecías Israel se refiere principalmente a EE UU, Gran Bretaña y la nación judía (para comprobarlo, solicite nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía, de Herbert W. Armstrong).

Dios se dirige a los jefes de Israel; a saber, los gobernantes, magistrados y funcionarios gubernamentales responsables de defender la ley. Su responsabilidad es proporcionarnos justicia basada en la ley. Ellos, entre todas las personas, deben comprender el buen juicio.

Dios está hablado de los sistemas judiciales aquí. El Léxico hebreo-caldeo de Gesenius define lo que es justo como la sentencia de un juicio, de acuerdo con la ley. Los jueces deben interpretar y hacer cumplir la ley. Otras traducciones usan la palabra justicia en lugar de lo que es justo.

La única ley perfecta es la de Dios. Sin embargo, los creadores de la Constitución de EE UU basaron gran parte de ese documento en la ley de Dios, al grado que ellos la entendían.

Lo que es justo significa todo el proceso o toda la administración de justicia. La palabra hebrea es mishpat. La misma palabra se traduce como “legal” (por ejemplo, Ezequiel 18:5, 21, 27). El punto es que en verdad lo que es justo siempre debe incluir a la ley. Por eso es crucial que los jueces no cambien ni rechacen la ley justa. Dios responsabiliza a los jueces y gobernantes por su juicio contra toda institución y cada individuo.

A los ojos de Dios, ¿qué tan malo es nuestro sistema de justicia hoy?

“Dije ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre sus huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en ollas” (Miqueas 3:1-3).

Dios está hablando figurativa y espiritualmente. ¡Su evaluación de nuestro sistema judicial aquí es probablemente la metáfora más espantosa de la Biblia! ¿Será verdad que las cortes estadounidenses son así de malas?

Considere el legado de estos tribunales. ¡Muchas de las peores perversiones en la historia de la nación han sido aprobadas por los tribunales! No por los legisladores elegidos para el cargo. En muchos casos estas perversiones eran tan extremas que no pudieron aprobarse democráticamente, por lo que las cortes las aprobaron. Posteriormente se volvieron la norma y fueron aceptadas por el estadounidense común.

En 1973 la Corte Suprema fue la que legalizó el aborto. En 1992, dictaminó que los Estados no pueden poner una “carga excesiva” sobre una mujer que busca un aborto. Cuando los Estados han tratado de evitar esto, los tribunales han intervenido para detenerlos. Incluso si la mayoría en un Estado quisiera restringir o prohibir el aborto, legalmente no puede hacerlo. La Corte Suprema ha inventado un derecho constitucional para tener un aborto y derogará cualquier ley que viole este “derecho”. Hoy en EE UU, en promedio, un bebé es abortado cada 36 segundos. Eso es casi un millón de bebés al año que son destrozados o envenenados. ¡Esto es lo que EE UU les hace a los miembros más vulnerables de la sociedad! Los Padres Fundadores estarían horrorizados. ¿Es Dios extremo al decir que los tribunales “les parten los huesos y los cortan en pedazos”?

Por décadas, los tribunales estadounidenses han dictaminado que no toda la pornografía es “obscena”; algunas están protegidas como “libertad de expresión” por la Primera Enmienda. En 2000, una corte rechazó una ley que restringía los programas de temas sexuales, a las horas de la noche por cable; querían que la gente tuviera acceso a la pornografía día y noche. En 2007 un tribunal de distrito revocó la Ley de Protección Infantil en Línea; era una ley para proteger a los niños de la pornografía dañina. Los tribunales también suavizaron la Ley de Prevención de Pornografía Infantil, diciendo que era demasiado estricto prohibir las imágenes que “parecen ser de un menor que participa en una conducta sexualmente explícita”.

Una encuesta de 2018 encontró que el 98% de los hombres y el 73% de las mujeres informaron sobre el uso de pornografía en la Internet en los seis meses anteriores. El niño promedio tiene sólo 11 años cuando se encuentra con la pornografía por primera vez. Los mejores sitios de pornografía del mundo reciben tantos visitantes en un día como cnn tiene en un mes. ¿Qué les está haciendo esto a nuestras familias y a nuestros hijos? En nombre de la “libertad de expresión”, ¡nuestros líderes están permitiendo que el diablo esclavice a nuestros jóvenes incluso antes de que aprendan a vivir! La pornografía más vil se canaliza directamente a sus propios hogares. La Biblia nos manda a huir de la tentación y de la fornicación. Vamos a pagar un precio mortal por nuestra rebelión contra Dios.

Los tribunales también han impulsado la homosexualidad. En 2003, el caso Lawrence vs. Texas legalizó la homosexualidad en todo EE UU. En 2015, Obergefell vs. Hodges legalizó el “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Estas decisiones no habrían sido tomadas por el Congreso, que debería estar haciendo leyes. En muchos casos, la mayoría de los estadounidenses se han opuesto a la agenda de la izquierda.

La ruptura familiar está destruyendo vidas y toda nuestra civilización, ¡y los tribunales de EE UU han liderado el camino! Con razón Dios está airado. ¿Es Él demasiado extremo al compararnos con caníbales?

La justicia de Dios

La profecía de Miqueas continúa: “Entonces clamaréis a [el Eterno], y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hacéis malvadas obras” (Miqueas 3:4). Los principales, incluidos los jueces, ignoraron el clamor de sus víctimas.

Pronto, en la Gran Tribulación Dios no hará caso del clamor de estos jueces pidiendo ayuda. Eso incluye a todos los que operan con este mismo espíritu maligno.

El mensaje de Dios es sobre el juicio, de Su sistema de justicia. Él les habla a los principales; a políticos, abogados, jueces, educadores, a los medios de comunicación y a la religión. Ellos deben escuchar el juicio de Dios, el cual lo recalco que se refiere a lo que es justo, lícito o conforme a la ley; en este caso, la ley de Dios. Deben cambiar, ¡o nuestra casa nacional se derrumbará!

“Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho” (versículo 9). Nuestros líderes “abominan el juicio” y “pervierten todo el derecho”. ¡Lo que es derecho, ellos lo tuercen!

Ése es nuestro sistema de justicia. Y Dios le dice a Su mensajero que se dirija directamente a los gobernantes diciendo: “¡Oíd ahora esto!”. La gente debe escuchar la reprensión de Dios sobre la justicia, o sufrirán más que cualquier otra nación en la historia. Y usted... ¿“oye esto”?

“Sus jefes juzgan por cohecho [soborno], y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en [el Eterno], diciendo: ¿No está [el Eterno] entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros” (versículo 11). Los juicios de los líderes religiosos y laicos no están motivados por el amor a la ley, la Constitución o la justicia. Buscan ganancias personales. Y no temen ni respetan a Dios.

“Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla al antojo de su alma, y lo confirman” (Miqueas 7:3). Los políticos y los jueces están tomando la iniciativa para buscar recompensas personales. ¡Qué abominable!

Estos líderes cometen injusticia si no pueden conseguir lo que quieren. Sus motivos son muy impuros. Cuando Miqueas escribe “y lo confirman”, ¡quiere decir que conspiran para subvertir la justicia! Tejen caminos corruptos y atrapan a la gente como una araña atrapa moscas en su telaraña.

¡Cuán urgentemente necesita este mundo nuevos líderes! La buena noticia es que este caos que estamos experimentando nos llevará directamente a un mundo gobernado por líderes temerosos de Dios que defienden el estado de derecho y emiten juicios justos. ¡Estos líderes están siendo preparados ahora!

El juicio quebrantado

¿Qué importancia tiene el juicio? Lo que Jesucristo dijo sobre esto puede sorprenderlo.

A los líderes religiosos de Su época, Jesús les dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello” (Mateo 23:23). ¡Cristo reprendió a estas personas por enfocarse en los detalles minuciosos de la ley mientras ignoraban “lo más importante” de la ley! Estos asuntos más importantes, es por donde debemos comenzar. Sólo entonces podremos tener la perspectiva correcta para seguir sus detalles.

Note el orden de los asuntos más importantes: juicio, misericordia, fe. ¡Dios pone la justicia [o sea, lo que es justo] por encima de la misericordia y la fe! Debemos dar la prioridad adecuada a los asuntos más importantes, en el orden adecuado.

Necesitamos juicio para saber cómo sujetarnos al tronco del árbol y no distraernos con las ramitas. Los judíos de la época de Cristo estaban fracasando en esto, lo que creó serios problemas. La gente de nuestros días comete el mismo error en una escala más catastrófica.

El verano pasado, los líderes políticos y policiales de EE UU permitieron la destrucción de nuestras ciudades. Argumentaron que esta devastación estaba justificada por las supuestas injusticias raciales. Muchos pirómanos, ladrones, asaltantes y otros criminales quedaron impunes porque los líderes querían mostrarles comprensión abundante y misericordia hacia las minorías. ¡Éste es un juicio quebrantado! Eso NO les mostró comprensión ni misericordia a los millones de personas que tuvieron sus negocios destrozados, propiedades saqueadas, casas demolidas, ¡y comunidades arruinadas! No hizo nada para resolver los problemas raciales, ¡hizo que esos problemas fueran mucho peores! E hizo mucho daño a las personas que quedaron atrapadas en esta violencia porque legitimó su sentido de agravio y fomentó su odio, violencia y desafuero.

En un ejemplo extremo, Kim Gardner, el fiscal de circuito de St. Louis, liberó a todos los alborotadores y saqueadores arrestados durante una protesta de Black Lives Matter, pero procesó a la familia McCloskey por defender su hogar de una turba peligrosa. En una entrevista con Tucker Carlson, de Fox News, Mark McCloskey dijo: “Es un mundo totalmente al revés, Tucker. (…) La fiscal aparentemente decidió que su trabajo como fiscal no es mantenernos a salvo de los criminales, sino mantener a los criminales a salvo de nosotros”.

¡Ejercer “misericordia” sin un buen juicio es un desastre! Por eso es que el juicio debe ser lo primero. Si su juicio se quiebra, su vida se quebrará.

¿Qué causa que el juicio se quebrante? La razón es más siniestra de lo que usted cree.

La causa principal

Oseas fue otro profeta en la escena durante el mismo tiempo que Miqueas. Y el mensaje de Oseas, como el de Miqueas, se aplica a tres descendientes del antiguo Israel del tiempo del fin: Gran Bretaña (Efraín), EE UU (Manasés) y el Estado judío (Judá). Oseas a menudo se refiere al reino del norte como “Efraín”, la tribu más prominente, y “Samaria”, la capital. Pero sus profecías se aplican a Efraín y Manasés.

“Efraín es vejado [oprimido], quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de mandamientos” (Oseas 5:11). Efraín es oprimido, lo que significa que la gente es extorsionada con fraude y violencia. El juicio está quebrantado. Muchas decisiones que se toman en la sociedad actual son atroces.

Note la razón de este juicio quebrantado: Efraín “quiso andar en pos de mandamientos”. El Barnes Commentary dice: “El mandamiento que Efraín siguió voluntariamente fue sin duda el de Jeroboam: ‘Es mucho para vosotros subir a Jerusalén; he aquí vuestros dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto’ [1 Reyes 12:28]. Y Jeroboam ordenó fiesta a los hijos de Israel. A través de este mandamiento, Jeroboam obtuvo el terrible título de ‘quien hizo pecar a Israel’”.

La palabra “quiso” debería ser obstinadamente quiso. Efraín caminó obstinadamente tras el mandamiento de Jeroboam. Todos los reyes de Israel después de Jeroboam i siguieron obstinadamente su mal camino (2 Reyes 10:28-31). Aquí hay una gran diferencia: según un diccionario conocido, “quiso” significa estar “inclinado o dispuesto favorablemente en mente, listo, pronto para actuar o responder, hecho, soportado o aceptado por elección, o sin falta de entusiasmo”. Pero obstinadamente significa “obstinadamente y a menudo perversamente, voluntarioso hasta un grado pervertido, hecho deliberadamente, intencional”. Esto implica emprender una decisión sin restricciones, aun sabiendo que está mal.

El Theological Wordbook of the Old Testament dice: “Comenzar un acto indica claramente la función de la mente para iniciar. El verbo se concentra en el elemento de la voluntad, más que en los factores emocionales o motivacionales. Hace hincapié en el acto deliberado de la voluntad del individuo, para participar en una iniciativa determinada, y no en lo que pudo haberlo llevado a esa decisión”. En otras palabras, ¡la persona quiso ir en la dirección equivocada!

Este problema es diferente a dejarse llevar por las emociones. Aquel pecado es atroz porque es deliberado e intencional. La gente sabe que va en la dirección equivocada, pero aun así prosigue.

Y note: ¡Oseas 5:11 muestra que ésta es la causa del juicio quebrantado!

La rebelión voluntariosa quebranta el juicio. ¡Es una terquedad auto destructiva del peor grado! Y el juicio quebrantado contamina la misericordia y la fe. Coloca erróneamente la misericordia primero en la lista, por lo que los criminales reciben una misericordia injusta y las víctimas no reciben justicia.

Ésta es una actitud espiritual cínica y pervertida. Sabiendo que están equivocadas, algunas personas todavía siguen el camino de la voluntad propia y su juicio se quebranta. ¡Pueden terminar tomando decisiones en las que incluso un niño sabría bien qué hacer! Ésta es la condición de nuestras naciones hoy.

La advertencia

La profecía de Oseas continúa: “Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, te has prostituido, y se ha contaminado Israel. (…) La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y Efraín tropezarán en su pecado, y Judá tropezará también con ellos” (Oseas 5:3, 5). La sociedad de hoy está destrozada por crisis insolubles porque muchas personas carecen de buen juicio. Estamos plagados de terribles divisiones en la política, entre las razas y las religiones, en la educación y la ciencia.

En Oseas 7:11 a Efraín se le llama “paloma incauta [tonta]”. Gran Bretaña y los otros descendientes modernos del antiguo Israel están tomando decisiones como de una paloma tonta. El juicio quebrantado es desastroso. ¡Derriba a naciones! Nos derribará a cualquiera de nosotros si no corregimos el problema. La mayoría de la gente ni siquiera puede comprender cuán malo es su juicio. Sin embargo, nada en nuestras vidas, familias, Iglesias o naciones funciona correctamente sin un buen juicio. ¡Las personas con juicio quebrantado siguen sin parar hasta que se destruyen a sí mismas!

Dios quiere que todos ejerzamos un juicio correcto sobre nuestra forma de vida. Él dice: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19). Ésta es la mayor elección que tenemos ante nosotros: ¡la vida o la muerte! Las decisiones equivocadas producen terribles maldiciones e incluso la muerte. Pero podemos elegir un camino diferente; el camino de las grandes bendiciones, espiritual y físicamente (versículo 20).

Estos fracasos en la sociedad ejercen más presión sobre los padres para que protejan a sus familias. Si juzgamos correctamente, podremos salvarnos a nosotros y a nuestras familias de maldiciones terribles.

Satanás el diablo está muy activo en el mundo de hoy. Él es la causa de causas de todo juicio quebrantado. Pero Dios ya ha juzgado a Satanás (Juan 16:11). Jesucristo pronto regresará a la Tierra para remplazar a Satanás como gobernante de este mundo.

Cristo va a establecer un reino basado en Su ley perfecta, un reino que ejerce juicio y misericordia en perfecto equilibrio.

Dios le está enseñando a Su pueblo fiel cómo ejercer un buen juicio hoy. Él está entrenando a los jueces y líderes del maravilloso Mundo de Mañana: ¡personas que juzgarán a todas las naciones bajo Dios! Aquellos que obtengan esta recompensa juzgarán incluso a los ángeles caídos (1 Corintios 6:2-3). ¡Qué noble desafío y qué inspiradora oportunidad! Cualquiera que busque tal responsabilidad debe estar preparándose hoy. 


MIQUEAS: ¡EL PUEBLO DE DIOS SE LEVANTA COMO SU ENEMIGO!

Este libro tiene un mensaje espantoso para las naciones de Israel-principalmente los pueblos norteamericano y británico. ¡Pero el enfoque primordial está en la propia Iglesia de Dios que se vuelve Su enemigo en este tiempo del fin! Pocas personas entienden esta verdad de vértigo. Sin embargo, Miqueas también nos da algunas de las mejores noticias de toda la Biblia. Él describe los primeros frutos de Dios nacidos dentro la Familia de Dios y el mundo entero en paz bajo el gobierno de Cristo.