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El hombre detrás del dinero

SAUL LOEB/AFP VIA GETTY IMAGES, ALEX WONG/GETTY IMAGES, DAVID DEE DELGADO/GETTY IMAGES, HOLLIE ADAMS/GETTY IMAGES, POPOW/ULLSTEIN BILD VIA GETTY IMAGES

El hombre detrás del dinero

¿Filántropo con visión de futuro o titiritero en la sombra? Aquí están los hechos.

George Soros es uno de los multimillonarios más influyentes y controvertidos del mundo. Su patrimonio neto es actualmente de 8,6 mil millones de dólares (23 mil millones en 2017). E incluso a los 90 años, es un activista que usa su riqueza para cambiar la sociedad.

Steve Kroft de 60 Minutes, dijo: “Él puede mover los mercados financieros mundiales simplemente expresando una opinión o desestabilizar a un gobierno comprando o vendiendo su moneda”. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que Soros “asigna personas para dividir naciones y destrozarlas”.

¿Quién es George Soros?

Nació György Schwartz en Hungría en 1930 en una familia judía. Cuando los nazis instalaron un gobierno títere durante la Segunda Guerra Mundial, su padre sobornó a un funcionario de gobierno para que aceptara al joven George como “ahijado”. Ese funcionario confiscó propiedades judías en Hungría, acompañado por Soros, que sólo tenía 14 años al final de la guerra.

Después de ver el rumbo de Hungría bajo el nuevo régimen comunista, Soros emigró y se matriculó en la Escuela de Economía de Londres en 1947. Allí conoció al filósofo Karl Popper, que le influyó tanto que quiso convertirse en filósofo también.

Popper enseñaba que la verdad no se puede conocer con certeza y que las “verdades” establecidas sólo son “ciertas” hasta que se refutan. Identificó el estado ideal como una “sociedad abierta”, libre de comunismo, fascismo, nacionalismo (que asoció con el fascismo), ideología, fundamentalismo religioso u otras formas de “tribalismo”. Condenó “la religión de la autoridad ciega, la magia y el tabú”, que intenta “destruir el mayor logro del cristianismo: la creencia de que todos somos hermanos; que todas las diferencias entre nosotros no son muy importantes en última instancia; la creencia, en resumen, en la unidad de la humanidad”.

El concepto de Popper de una “sociedad abierta” tuvo especialmente un profundo efecto en el joven Soros. Y continuaría afectando al mundo.

Millones, luego miles de millones

Soros trabajó en Londres, luego se mudó a la ciudad de Nueva York en 1956. Se convirtió en una estrella en ascenso en Wall Street como especialista en los mercados europeos, adquiriendo el conocimiento y la estatura para administrar fondos de cobertura (enormes sumas agrupadas por inversionistas ricos y un gerente que luego invierte en el mercado de valores y en otros lugares). En 1967, administró su primer fondo extraterritorial, luego abrió el segundo en 1969. En 1973, fundó Soros Fund Management, que más tarde pasó a llamarse Quantum Fund, con un éxito inusual. Durante 10 años, obtuvo un rendimiento del 4.200%. Durante ese mismo periodo, el índice S&P 500 ganó un 47%. Para 1981, la prensa llamaba a Soros “el mayor administrador de dinero del mundo” del “fondo de cobertura más exitoso del mundo”. Su patrimonio neto se estimaba en 100 millones de dólares.

Soros continuaría sacudiendo no sólo el mundo financiero sino también al mundo político.

En 1988, Soros nombró a Stan Druckenmiller como director principal de Quantum. Juntos ejecutaron lo que Investopedia llama “la mayor operación de [divisas] de la historia”.

El gobierno británico mantenía la libra esterlina a precios artificialmente altos para permanecer en el mecanismo de tipo de cambio de Europa, un precursor del euro. En 1992, Soros vio que Gran Bretaña no podía mantener este alto nivel, y paralizó la moneda (esencialmente una inversión apostando a que la libra bajaría de valor). Otros inversores se unieron, lo que ayudó a forzar una devaluación de la libra tan masiva que Gran Bretaña tuvo que sacar la libra del mecanismo de tipo de cambio. La maniobra hizo ganar a Soros mil millones.

En 1997, Soros apostó contra la moneda de Tailandia, el baht. Otros inversores le siguieron. El Banco de Tailandia colapsó, desencadenando una crisis financiera que afectó a la mayoría de las grandes economías de Asia. Pero Soros se benefició. En 2013 y 2014, Soros apostó contra el yen japonés, y ganó otros mil millones de dólares.

“Básicamente, estoy ahí para ganar dinero”, dijo Soros en una entrevista en 60 Minutes sobre su papel en la crisis financiera asiática de 1997. “No puedo ni miro las consecuencias sociales de lo que hago”.

Pero ¿qué ha hecho con sus miles de millones de dólares? Resulta que sí está bastante interesado en las consecuencias sociales.

Consecuencias sociales

Después de fundar el Quantum Fund, pero antes de empezar a quebrar bancos centrales, Soros comenzó a trabajar para cambiar la sociedad.

En 1979, comenzó a usar su colosal riqueza para apoyar causas políticas internacionales, forzar cambios políticos y ayudar a derribar gobiernos.

“Era una sociedad cerrada con todas las instituciones de un país del Primer Mundo, pero estaba fuera del alcance de la mayoría de la población por motivos raciales”, dijo Soros sobre su financiación de becas universitarias para jóvenes negros en la Sudáfrica del apartheid. “¿Dónde podría encontrar una mejor oportunidad para abrir una sociedad cerrada?”.

En la década de 1980, Soros apoyó la actividad anticomunista en los países soviéticos tras la Cortina de Hierro. En 1984 abrió una fundación, oficialmente con fines humanitarios, en su Hungría natal. Entre otras cosas, distribuyó fotocopiadoras a grupos independientes para interrumpir el control de la información por parte del gobierno comunista. La riqueza de Soros también apoyó el movimiento Solidaridad de Lech Walesa en Polonia y la Carta 77 de Václav Havel en Checoslovaquia. Cuando cayó la Unión Soviética, Walesa y Havel se convirtieron en los primeros presidentes poscomunistas de sus países.

En la década de 1990, Soros financió a Otpor en Yugoslavia, el movimiento que finalmente ayudó a derrocar a Slobodan Milosevic. Incluso admitió su papel en la caída del régimen.

Lord Mark Malloch-Brown, uno de los confidentes más cercanos de Soros, escribió que Soros “merece la misma figuración que Gorbachov, Reagan, Thatcher y Kohl en la caída del Muro de Berlín”. Pero el comunismo no era el único objetivo de Soros.

Soros aprovechó su éxito en Hungría para fundar una organización más grande, el Open Society Institute [Instituto Sociedad Abierta], en 1993. Hoy en día se conoce como Open Society Foundations, y Soros sigue siendo su presidente.

El sitio web de la organización afirma que “Las Open Society Foundations, fundadas por George Soros, son el mayor financiador privado del mundo de grupos independientes que trabajan por la justicia, la gobernanza democrática y los derechos humanos”. (También es la segunda organización filantrópica más grande del mundo). “Otorgamos miles de subvenciones cada año a través de una red de fundaciones y oficinas nacionales y regionales, financiando una amplia gama de proyectos”.

“Aunque he hecho una fortuna en los mercados financieros”, escribió Soros en el Atlantic, “ahora temo que la intensificación desenfrenada del capitalismo del liberalismo y la difusión de los valores del mercado en todas las áreas de la vida esté poniendo en peligro nuestra sociedad abierta y democrática. El principal enemigo de la sociedad abierta, creo, ya no es el comunista sino la amenaza capitalista…”.

“Popper demostró que el fascismo y el comunismo tenían mucho en común, aunque uno constituyera la extrema derecha y el otro la extrema izquierda, porque ambos dependían del poder del Estado para reprimir la libertad del individuo. Quiero ampliar su argumento. Sostengo que una sociedad abierta también puede verse amenazada desde la dirección opuesta, desde el excesivo individualismo” (febrero de 1997).

En otras palabras, las democracias de libre mercado no son “sociedades abiertas”.

Sociedades ‘cerradas’

Si la gente está “tratando de proteger sus tradiciones y costumbres [y se opone] a los cambios sociales que amenazan su modo de vida”, afirmó Popper, sus sociedades están “cerradas” y deben ser cambiadas. Arriba en la lista de sociedades conservadoras “cerradas” que se resisten al socialismo, al internacionalismo y al globalismo están naciones como EE UU, Gran Bretaña e Israel. Muchos estadounidenses, británicos y judíos creen que la verdad existe, que es universal, que se puede conocer y se puede encontrar en la Biblia. Creen que el gobierno debe alinearse lo mejor posible con la verdad. Esto va en contra de todo lo que Popper y Soros afirman que representa una sociedad “abierta”. Rechazan la existencia de la verdad y la alineación y aplicación de ésta por parte del gobierno.

Soros quiere que la sociedad estadounidense, británica, israelí y otras similares se abran. Y se ha mostrado dispuesto y capaz de socavar no sólo el comunismo sino también las sociedades libres. Para construir una nueva sociedad, hay que destruir la que existe.

Antes, durante y después del referéndum británico sobre la salida de la Unión Europea, Soros trató de mantener a los británicos dentro. Durante los últimos 4 años y medio, Soros ha gastado mucho dinero patrocinando Best for Britain y abogando por un segundo referéndum para revertir la votación de 2016. ¿Por qué? Porque el Brexit simboliza el rechazo del internacionalismo y la aceptación del tradicionalismo y el nacionalismo.

Soros también es uno de los principales financiadores de Black Lives Matter (blm). Aparte de un sitio web, no existe una organización real llamada “Black Lives Matter”. Es un proyecto de la Organización Socialista Camino de la Libertad, que procede de una organización maoísta llamada Nuevo Movimiento Comunista. Por eso en su página web se han publicado numerosas reivindicaciones que no tienen nada que ver con la raza, pero sí con el socialismo.

Las fundaciones de Soros han donado millones de dólares a organizaciones asociadas con Camino de la Libertad. Ésta es la misma organización que incendia ciudades estadounidenses y pide el asesinato de policías. Los disturbios de blm tienen como objetivo destruir y transformar la cultura y la sociedad estadounidense tradicional. Si bien Soros y los socialistas en blm y en otros lugares pueden diferir sobre cómo transformar la sociedad actual, están unidos en su intento por destruirla.

Las fundaciones de Soros financian al-Haq y el Centro Palestino de Derechos Humanos, que tienen vínculos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo militante Palestino Comunista clasificado como organización terrorista por Estados Unidos, la UE, Israel y Canadá. Soros incluso ha sido vinculado a la financiación de afiliados de la Hermandad Musulmana, un partido islamista radical con afiliados en todo el mundo, que convirtió a Egipto en una dictadura islamista bajo Mohamed Morsi entre 2012 y 2013.

Soros no sólo financia a grupos activistas que eligen a sus propios líderes. Patrocina a candidatos concretos.

Soros ha donado millones de dólares a Priorities usa Action, el principal super pac (comité de acción política) del Partido Demócrata. Priorities usa Action fue el principal financiador de Hillary Clinton durante su campaña presidencial de 2016. Cuando ella se preparaba para anunciar su campaña en 2013, Soros se convirtió en copresidente del Grupo Nacional de Finanzas del super pac Ready for Hillary. Durante las elecciones de 2012, donó un millón de dólares a un super pac que apoyaba a Barack Obama.

Los políticos estadounidenses casi siempre dependen del patrocinio de los ricos, pero cuando se combinan los miles de millones de dólares de Soros con su activismo político y su historial de financiación de los disturbios sociales y cambios de régimen, sus pensamientos, palabras y acciones merecen atención.

En 2004, Soros dijo que impedir el segundo mandato del presidente George W. Bush era “el foco central de mi vida”, calificando la elección como “una cuestión de vida o muerte”. Caracterizó al presidente Donald Trump entre las filas “de los dictadores potenciales o reales” y “un peligro para el mundo”, y se dice que gastó 70 millones de dólares para impedir su reelección en 2020.

Más allá de las conocidas donaciones masivas a grupos y candidatos, ¿qué más ha hecho Soros para frustrar “un peligro para el mundo” y avanzar en su sueño de cambiar regímenes y establecer una “sociedad abierta”?

Entre las organizaciones y empresas vinculadas a Soros hay dos nombres particularmente sorprendentes: Dominion Voting Systems y Smartmatic, las dos empresas en el centro de las acusaciones de fraude electoral digital.

Smartmatic vendió su filial, Sequoia, a Dominion Voting Systems y todavía tiene influencia en la empresa. ¿Y quién lidera Smartmatic? Lord Mark Malloch-Brown, el hombre que ha sido confidente de Soros durante décadas y al que nombró en diciembre presidente de Open Society Foundations.

Esto no es una prueba de que Soros ayudó a robar las elecciones, pero ciertamente lo pone en la ecuación.

Una dimensión espiritual

Ahora volvemos a la pregunta: ¿Quién es George Soros?

Es indiscutiblemente, un multimillonario, un generoso filántropo, un progresista extremo y un poderoso partidario de grupos políticos volátiles que promueven su agenda. Y tiene éxito en todas estas cosas. Probablemente admitiría que se opone a cualquier estadounidense que valore la herencia tradicional de EE UU y su papel en el mundo.

“¿Cree usted que Estados Unidos de América ha sido principalmente una fuerza positiva en el mundo durante la mayor parte de su historia?”, escribe el redactor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, en Great Again. “¿Tiene una opinión favorable de los Padres Fundadores, la Constitución, la separación de poderes, el estado de derecho, el Destino Manifiesto, la libertad de religión, la libertad de expresión, la economía de libre mercado y el papel de EE UU en la Primera y Segunda Guerra Mundial?

“Si es así, seguro que está profundamente alarmado por el estado actual de EE UU…”.

“Hay una dimensión espiritual en el declive de EE UU que la mayoría de la gente no ve. ¡La crisis que enfrenta esta nación no se debe a un mal presidente! La causa es mucho más profunda. Pero la mayoría de la gente no está dispuesta a afrontarlo”.

La fuente de los problemas sociales y políticos de EE UU no es un jugador de poder invisible, un titiritero que no se ve o un dictador disfrazado que organiza e inspira a organizaciones y líderes radicales con el propósito de destruir a esta nación.

Esta fuente no es George Soros. Tampoco es Joe Biden, Barack Obama o Hillary Clinton. Para comprender quién o qué es esa fuente, cómo funciona y por qué tiene tanto éxito, solicite una copia gratuita de Great Again [disponible en inglés]. 


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