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El golpe de Estado en curso de la izquierda radical

LA TROMPETA

El golpe de Estado en curso de la izquierda radical

Esto no es sólo una elección en querella.

Estados Unidos está envuelto en una batalla electoral hostil. ¿Es esto sólo una disputa política y postura partidaria? ¿Es un riña aislada y aleatoria aquí y allá mientras el resto de la nación duerme en paz? ¿Es una fase que finalmente pasará? ¿O es algo más?

En memoria reciente, una crisis grave detrás de otra ha dominado las noticias, sólo para dar paso a una nueva crisis. En este punto, ¿quién se acuerda de cuán despiadadamente la izquierda atacó a la presidencia de George W. Bush? ¿Ni cuán abiertamente los medios estadounidenses mostraron su polarización para ayudar a elegir a Barack Obama? ¿Ni la avalancha de escándalos de la administración de Obama: el billón de dólares de “estímulo”; mintiendo para pasar el Obamacare; la operación de proliferación de armamentos “Rápido y Furioso”; el Servicio de Impuestos Internos (IRS) seleccionando a los conservadores; justificando ataques de drones matando ciudadanos estadounidenses; el perdón [presidencial] al traidor Bowe Bergdahl; dejar morir a estadounidenses en Bengasi; el servidor secreto de la secretaria de Estado Hillary Clinton; un acuerdo nuclear para salvar al régimen en Irán; espiar a los periodistas de la Associated Press y Fox News; espiar a miembros del Congreso; espiar la campaña de Trump y espiar en masa todos los días a los estadounidenses?

Todo eso fue antes del 20 de enero de 2017. Después que Donald Trump se convirtió en el presidente oficial de EE UU, la Oficina Federal de Investigaciones (fbi) de Obama continuó espiándolo y obligó al asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, a dejar su cargo sólo 22 días después [de recibirlo]. Desde el quinto mes hasta el mes 27 de la presidencia de Trump, el Departamento de Justicia trató de derribar la administración con una investigación ilegal y políticamente motivada, que se sabía eran falsas acusaciones de conspiración con Rusia. Los medios de comunicación, los cuales ahora incluyen a ex cabecillas de redes de espionaje de Obama, abrieron un ataque total y continuo contra las políticas y la legitimidad del presidente Trump. Los liberales se enfurecieron contra los nombramientos judiciales de él. Su gente les gritaba a los funcionarios de la administración [Trump] hasta sacarlos de los restaurantes. El Congreso imputó oficialmente al Presidente por investigar los tratos de Joe Biden con Ucrania. Los funcionarios del poder ejecutivo lo criticaron, filtraron información y trabajaron en su contra. Los izquierdistas forzaron el mayor cierre de la economía y los derechos estadounidenses, y luego lo culparon por las consecuencias económicas, y ni se diga por las muertes del coronavirus.

Luego, en el periodo previo a las elecciones de 2020, ejecutivos tecnológicos bloquearon la evidencia potencialmente incriminatoria de corrupción masiva de la familia Biden, y censuraron al Presidente y sus partidarios. Periodistas de los medios abierta y rutinariamente acusaron a Trump y sus partidarios de “racistas” y “mentirosos”, sin evidencia y ni siquiera una explicación. La infame y terrible votación de 2016, regresó como un método para reprimir votantes. Y los demócratas iniciaron y ganaron demandas “debido al covid”, dijeron, para permitir los votos por correo fácilmente falsificados.

Es fácil ver los titulares de las noticias más recientes y pulsar a un canal diferente. Pero retroceda un momento y mire todo esto.

La concentración de poder en las burocracias, el control de los aparatos de noticias, el control de la tecnología, la vigilancia, el espionaje y la manipulación de votos son ahora hechos de la vida real en Estados Unidos de Norteamérica.

Todo esto apuntó al mismo objetivo. Esto no es la política de costumbre. ¡Esto es una revolución!

¡La izquierda radical está haciendo un esfuerzo coordinado, sostenido, poderoso, ilegal e inmoral para tomarse el poder en EE UU!

Es fácil olvidar mientras aún haya comida en el refrigerador y algún juego para ver en la tv, pero las naciones fuertes se debilitan. Las revoluciones ocurren. Y, como se está haciendo más obvio cada semana, EE UU no es inmune.

Declarando al ganador

¿Cuán descarado es este esfuerzo por tomarse el poder? El día de la elección, el New York Times publicó este tweet revelador: “El papel de declarar el ganador de una elección presidencial en EE UU reside en los medios de comunicación. Las cadenas de televisión y los canales de noticias por cable han prometido ser prudentes”. Luego publicaron, “Hemos borrado un tweet anterior que se refería de manera imprecisa al papel de los medios de comunicación en la elección presidencial de EE UU. Los medios proyectan ganadores y reportan resultados; pero no declaran al ganador de la elección”.

El papel de los medios de comunicación es reportar los hechos, incluyendo evidencia veraz de fraude electoral, recuentos y otra información pertinente. Pero en lugar de eso, ellos han conspirado para declarar que EE UU está ahora bajo una nueva administración radical. Esto no es coincidencia. Días después de deliberar sobre a cuáles Estados anunciar y cuándo, el New York Times y toda cadena de noticias importante en EE UU se sincronizaron perfectamente con la campaña de Biden y con el Partido Demócrata, el sábado 7 de noviembre a las 11:30 a.m., cuando ellos decidieron que Joe Biden se convertiría en el 46º presidente de EE UU.

Unos días más tarde, el Departamento de Seguridad Nacional declaró que habíamos tenido “la elección más segura en la historia de EE UU”. Otras agencias de seguridad estuvieron de acuerdo.

Esto, a pesar del hecho que en el año 2000, el demócrata Al Gore disputó durante 37 días el resultado de la elección presidencial, los medios dijeron que él merecía tener su oportunidad en las cortes.

Y hasta a pesar de esto que sigue aquí.

Las ‘irregularidades’

Periodistas, comentaristas, ejecutivos tecnológicos, funcionarios electorales, demócratas y otras élites asumen que usted creerá que la mayoría de los estadounidenses votaron por Joe Biden para que sea presidente.

Usted debe creer esto a pesar del hecho que los votantes les otorgaron a los republicanos ganancias significativas por todas partes, excepto para la presidencia. A pesar que el presidente Trump recibió 10 millones de votos más que en la elección anterior, incluyendo más votos de mujeres y de minorías; a pesar que recibió 4 millones más votos que Hillary Clinton o Barack Obama, en su tiempo. A pesar que la carrera política de Joe Biden hizo su campaña en gran parte desde su sótano, y que recibió pocas preguntas de los reporteros, y que realizó eventos de campaña pequeños y poco frecuentes, y luego que supuestamente recibió más votos que el presidente Trump, o que cualquier otro candidato presidencial en la historia de EE UU. Y a pesar de las numerosas “irregularidades” que han surgido sobre el voto y el escrutinio del voto.

Antes de las elecciones, los miembros del Congreso le escribieron a Dominion Voting Systems diciendo que su software era vulnerable a la manipulación. Una misteriosa actualización se cargó en el software de Dominion en vísperas de las elecciones. Los pequeños “fallos” del software de votación en el día de las elecciones cambiaron los votos de un candidato a otro. El director de seguridad y estrategia de Dominion, graduado de la Universidad Berkley de California (quizás la universidad izquierdista más radical del país), estuvo involucrado en un grupo radical en línea que se oponía al “prejuicio racial”, y publicó manifiestos y canciones de Antifa sobre matar policías en su página de Facebook (que ahora está oculta). Un miembro de un lobby de Dominion fue “director de protección de votos” para la campaña de Obama de 2012, casi todas las donaciones políticas registradas de los empleados de Dominion son para demócratas, y un exempleado de Dominion pasó a un trabajo en la sede estatal del Partido Demócrata y luego se postuló para alcalde como demócrata. Al parecer, Dominion Voting Systems además está conectado con miembros del personal e incluso con familiares de las demócratas radicales de California Nancy Pelosi y Dianne Feinstein. La compañía también presuntamente sobornó a funcionarios electorales para que compraran sus sistemas.

A pesar del hecho de que el software de Dominion supuestamente puede monitorear y manipular votos en tiempo real usando un disco portátil, o a través de acceso a la Internet o incluso desde naciones extranjeras. Ese software supuestamente puede ignorar las firmas, ignorar votos de candidatos menores, o catalogar los votos a un candidato mientras borra los del otro. Algunos testigos han presentado declaraciones diciendo que el software fue diseñado con el propósito de manipular las elecciones. La compañía ha estado implicada en varias “irregularidades” electorales, incluyendo la alteración de las elecciones de 2004 en la notoriamente corrupta Venezuela.

A pesar del hecho de que Smartmatic (una compañía que produce máquinas de votación) está ubicada fuera de EE UU, como Dominion. Su presidente ha sido un ex político de izquierda británico con vínculos al multimillonario George Soros, un activista de extrema izquierda. La subsidiaria estadounidense de Smartmatic está dirigida por Peter Neffenger, quien fue jefe de la Administración de Seguridad en el Transporte de Barack Obama. Ahora figura en la página oficial de Joe Biden como miembro voluntario de su “equipo de revisión de la agencia” del Departamento de Seguridad Nacional.

A pesar del hecho que el software y el hardware de elecciones no sólo es vulnerable sino también malicioso; a pesar del hecho que millones de votos vinieron de boletas por correo fácilmente falsificadas; a pesar del hecho de que numerosos modelos estadísticos del voto “oficial” varían extremadamente desde las elecciones anteriores. A pesar del hecho de que la gente fue engañada y presionada el día de la elección, algunas personas votaron en múltiples Estados, votos que fueron contados múltiples veces, votos no elegibles fueron contados, varios Estados indecisos detuvieron el reporte de sus conteos inexplicablemente en la noche de la elección, varios lotes de votos llegaron al final de la noche (todos favoreciendo a un sólo candidato y ni siquiera a otros candidatos de su propio partido), decenas de miles de votos llegaron después del día de las elecciones, algunos trabajadores de la Oficina Postal dicen que sus supervisores ilegalmente pusieron la fecha del día anterior en los votos, algunas ciudades y distritos reportaron una improbable o imposible alta participación de votantes, los observadores de un partido fueron bloqueados para observar el proceso de conteo mientras otros trabajadores electorales les gritaban; y hasta los difuntos votaron.

A pesar de todo esto, a pesar del hecho de que todas estas “irregularidades” sucedieron a beneficio de un candidato, el mismo candidato que los periodistas de los medios y funcionarios electorales apoyan, se espera que usted crea que una mayoría de estadounidenses votaron por Joe Biden para ser presidente.

Y se espera que usted ignore el hecho de que los medios y las compañías de tecnología están, incluso ahora, trabajando horas extras para censurar la información acerca de Smartmatic, Dominion, la familia Biden, otros demócratas y cualquier cosa que reduzca las oportunidades de que la izquierda radical amase el poder.

El complejo tecnológico y de los medios [la prensa] de los demócratas radicales está apostando que suficientes de sus oponentes estén tan confundidos, desinformados, descuidados o asustados como para desafiar su audaz afirmación. No hay nada para ver aquí. Siga con su vida normal, bajo la administración Biden-Harris.

¿Usted cree en esas élites que afirman que “no hay evidencia” de fraude? ¿Cree usted que éstas fueron las elecciones más seguras de la historia de EE UU?

Estas no son las características de una elección segura. Estas no son las acciones de un periodismo libre, independiente e imparcial. No son las acciones de funcionarios electorales legítimos. No son las acciones de representantes que sirven a sus votantes. Son las acciones de una facción que intenta tomarse el poder.

Justicia

El papel del Departamento de Justicia es investigar y procesar crímenes. Parece imposible que no se hayan cometido numerosos delitos electorales importantes en las elecciones presidenciales de 2020 de EE UU. Así que el fiscal general, Bill Barr, publicó una carta el 9 de noviembre facultando a los fiscales a investigar el fraude electoral en dichas elecciones. Él escribió que los fiscales pueden “perseguir acusaciones substanciales de votación e irregularidades en la tabulación de votos antes de la certificación de las elecciones en sus jurisdicciones en ciertos casos, como yo ya lo he hecho en instancias específicas”. Normalmente los fiscales no investigan fraude sino hasta después que una elección ha sido certificada, así que ésta es una acción notable del fiscal general Barr.

El fiscal general está indicando que hay grandes problemas. De lo contrario, probablemente no enviaría tal carta a todos los fiscales de EE UU, a los fiscales generales adjuntos y al director del fbi hasta después que la votación fuera certificada (si acaso se certificara) ni se expondría todavía más a la ira de los izquierdistas.

“Ahora que la votación ha terminado, es imperativo que el pueblo estadounidense pueda confiar en que nuestras elecciones fueron conducidas de tal forma que los resultados reflejan fielmente la voluntad de los votantes”, escribió el Sr. Barr.

¡El ataque de la izquierda radical en las elecciones es un ataque no sólo al presidente Trump sino también al sistema electoral y a la confianza del pueblo estadounidense en su propio gobierno!

La carta del Sr. Barr especifica que el fraude que no afecte a una elección federal, no debería ser investigado sino hasta después que las elecciones fueran certificadas, y deben ser investigadas inmediatamente sólo aquellas que pueden afectar el resultado.

Esta es una directiva legal e imparcial para la protección de las elecciones, que son la base de la república constitucional estadounidense. ¡Sin embargo, esto enfureció a los izquierdistas! Ellos acusaron al fiscal general de inmiscuirse en una elección para impactar su resultado porque él está investigando evidencia de intromisión en una elección.

En respuesta al memorando de Barr, Richard Pilger, director de la Unidad de Delitos Electorales del Departamento de Justicia, renunció inmediatamente. Pilger protestó porque el fiscal general estaba quebrantando un precedente de 40 años, por no haberse esperado hasta que la elección fuera “certificada y sin oposición”. ¿Fue altruista su motivación? Resulta que Pilger fue nombrado por la administración de Obama en 2010, inmediatamente trabajó con Lois Lerner en el irs en el infame escándalo que impidió que las organizaciones sin fines de lucro con [la organización] del “Tea Party” o “Patriota” recibieran el estado de exención de impuestos, luego le dio a Lerner un pase libre desde la rama de delitos electorales. Pero aparentemente su integridad no le permitirá investigar fraude electoral.

¡Ésto es el “Estado profundo” en acción!

El presidente Trump y quienes lo apoyan, como el fiscal general Barr, están enfrentando oposición e incluso traición en su propio gobierno. Mi padre, el editor jefe de la Trompeta, Gerald Flurry, escribió sobre esto en el artículo “¿Puede el presidente Trump obtener el control de su propio gobierno dividido?” (latrompeta.es). Él llamó la atención sobre cómo Barr “parecía surgir de la nada” y señaló que su nominación y confirmación ocurrieron en fechas significativas. (Para saber más de estas fechas significativas, solicite Enero 16: el día de milagros de Dios). Él dijo que pensaba que Barr le ayudaría al presidente Trump a obtener el control de su propio gobierno dividido. Él escribió: “Cuando uno comienza a aplicar la ley, como Barr lo hace, los que la quebrantan comienzan a ponerse nerviosos. (…) Ya hay denunciantes quienes ven lo que Barr está haciendo y se están presentando para revelar las irregularidades de las que están al tanto. Yo creo que Dios hizo que el Sr. Barr viniera. Alguien tenía que venir, revertir lo que la administración de Obama había hecho, ¡y ayudar a Jeroboam a salvar a Israel! Amós 7:13 indica que el Presidente va a ganar el control de lo que se hace en esos poderosos edificios federales y podrá gobernar el país”.


Crédito: Chip Somodevilla/AFP/Getty Images

“Ahora que la votación ha concluido, es imperativo que el pueblo estadounidense pueda confiar en que nuestras elecciones se llevaron a cabo de tal manera que los resultados reflejan con precisión la voluntad de los votantes”.


— WILLIAM BARR


El presidente Trump cumple la profecía de Dios usando a un líder como el rey Jeroboam ii para liderar un resurgimiento temporal en EE UU, una de las naciones que se remonta al antiguo Israel.

Los izquierdistas radicales y las élites del Estado profundo están retando al presidente Trump por decir la verdad y así desafiar a todo el sistema electoral. Y eso es exactamente lo que él hizo. Él se ha rehusado a conceder la elección, y denunció el fraude electoral.

Pero la facción que se le opone, incluyendo al expresidente Obama, es desvergonzada, malvada y poderosa. Esa facción espera, más bien exige, que la gente siga la corriente. Y mucha gente está siguiendo la corriente. Incluso la mayoría de los conservadores y cristianos [evangélicos] quienes se oponen fuertemente a Biden y al Partido Demócrata radical, sienten que no hay nada que ellos puedan hacer.

Pero cuando prácticamente toda voz prominente y poderosa dice, Así es como tiene que ser, y no se tolera la disidencia, es cuando los siervos de Dios hablan y dicen, ¡Ésto es lo que Dios dice! Y eso es exactamente lo que mi padre hizo inmediatamente después que los medios declararon a Joe Biden presidente electo. Cuando todos, incluyendo muchos conservadores, sintieron que la elección había terminado, ¡mi padre confiadamente afirmó que no era así!

La Palabra de Dios

¡Parece que estamos descubriendo más noticias tumultuosas e impactantes acerca del gobierno de EE UU cada semana! Vienen tan rápido que la gente encuentra difícil incluso procesarlo. Pero la profecía bíblica hace claro como el cristal los factores principales.

Vivimos en el tiempo cuando Amós 7 será cumplido. Los versículos 12 y 13 muestran una profecía en la que un rey tipo Jeroboam (cumplido por el presidente Trump) permanecerá en el poder. Estos versículos dicen que él tendrá apoyo de un “santuario” (particularmente los evangélicos) y “la capital [la corte] del reino” (la Corte Suprema de EE UU y otras agencias federales). De hecho, estos versículos muestran que él recibirá, y rechazará, una advertencia de la verdadera Iglesia de Dios, quien publica la Trompeta. Basado en esta profecía en particular, así como en otras, mi padre inmediatamente rechazó la declaración de Joe Biden como el ganador de la elección.

No sabemos exactamente cómo serán cumplidas estas profecías, pero sabemos qué observar. Observe de cerca lo que sucede en el Departamento de Justicia, especialmente con el fiscal general Barr, y vea cómo él ayuda al Presidente a obtener más control sobre la rama ejecutiva (en gran medida hostil) y contra el descarado fraude electoral. Observe la Corte Suprema, particularmente la nueva jueza Amy Coney Barret. La profecía muestra que estas ramas del gobierno jugarán un papel importante al exponer la corrupción en la política estadounidense; ¡una corrupción que debe ser expuesta! Y observe a un profeta de Dios llevar un poderoso mensaje de advertencia, ¡a los niveles más altos del gobierno estadounidense!

Dios está usando estos eventos y a estos personajes y otras, para mostrarle a la nación y al mundo la verdad: ¡que nuestra nación y nuestro mundo no tienen esperanza sin Dios! ¡Él está demostrándole a la humanidad que nuestra última y única esperanza es volverse a Él! Los días de “normalidad” en EE UU se acabaron. La guerra no violenta por el control de nuestro gobierno está a punto de volverse en una explosión ultra violenta. Todos seremos afectados.

Es tiempo de actuar. Como Jesucristo nos dijo en Mateo 26:41, ¡Velad, y orad!

La gente está enfocada en esta demanda o en ese recuento, pero usted debe mirar más a fondo que eso. Mire las causas y efectos más profundos. Mire los principios fundamentales. Ponga de nuevo a Dios en la historia y en los eventos actuales, ¡y aplique la Biblia a la elección de 2020!

Los conservadores estadounidenses y quienes apoyan a Trump podrían aplaudir estas revelaciones que exponen a la izquierda radical. Y la verdad debe salir a la luz. La verdad está saliendo. Es probable que veamos más bombas electorales casi semanalmente. Pero estas revelaciones impactantes de un complot elaborado, criminalidad en altos niveles y fraude electoral masivo no sólo muestran que el presidente Trump debe ganar otro mandato. ¡Muestran que todo nuestro sistema político y electoral está corrupto y comprometido! En algunas ciudades, ¡esto ha sido así toda la vida!

Incluso cuando el presidente Trump emerja de esto, de alguna manera aun aferrándose al poder, la verdad de que nuestro sistema de gobierno está completamente corrupto y vulnerable a enemigos extranjeros y domésticos que están dispuestos a manipularlo, será evidente para todos. Necesitamos mucho más que informantes valientes y abogados de primer nivel para salvar a este país. Necesitamos la Biblia, necesitamos a Dios, ¡y necesitamos arrepentimiento! 


ESTADOS UNIDOS BAJO ATAQUE

¿Está usted preocupado sobre hacia dónde está dirigiendo el país la administración actual? ¿Y sobre si la nación puede o no sobrevivir los próximos cuatro años? La situación está peor de lo que usted piensa, y sólo existe una forma para solucionar este problema gigantesco.