El asombroso fraude a la asistencia social en Minnesota financia el terror en Oriente Medio

Los inmigrantes somalíes en Minnesota han estado desviando fraudulentamente miles de millones de dólares de la asistencia social de los contribuyentes y enviándolos a Somalia, según descubrió una investigación del City Journal , con millones de ellos financiando directamente el terrorismo.  

Nuestra investigación muestra lo que ocurre cuando una mentalidad tribal se enfrenta a una burocracia de corazón sangrante, cuando lealtades de clanes importados chocan con una clase política demasiado tímida para ofender, y cuando se utilizan cínicamente acusaciones de racismo para escudar conductas delictivas. 
—City Journal 

El programa de Servicios de Estabilización de la Vivienda de Medicaid de Minnesota, puesto en marcha en 2020, debía costar 2,6 millones de dólares al año. En los seis primeros meses de este año, ha pagado 61 millones de dólares. El abogado Joe Thompson dice que la “gran mayoría” es fraudulenta. 

“Lo que vemos son esquemas apilados sobre esquemas, drenando recursos destinados a los necesitados. Parece no tener fin”, dijo Thompson. “He pasado mi carrera como fiscal de fraudes, y la profundidad del fraude en Minnesota me deja sin aliento”.

Un ejemplo atroz son las familias somalíes que reciben dinero alegando que sus hijos padecen autismo. Estas reclamaciones a Medicaid en Minnesota se dispararon de 3 millones de dólares en 2018 a 399 millones de dólares en 2023. Los somalíes crearon docenas de centros de tratamiento del autismo y a los niños somalíes de 4 años se les diagnosticó autismo al triple del promedio del Estado.

¿Adónde van a parar todos esos dólares? Gran parte vuelve a Somalia, donde 4 de cada 10 hogares reciben dinero del extranjero. “Sólo en 2023, la diáspora somalí devolvió 1.700 millones de dólares, más que el presupuesto del gobierno somalí para ese año,” informa City Journal.  

Y no poca parte de ella está financiando a al-Shabaab, el grupo terrorista islámico vinculado a Al Qaeda. El informe del City Journal afirma que se han canalizado millones “a través de una red de ‘hawalas’, traficantes informales de dinero basados en clanes, que han acabado en las cofres de al-Shabaab”. El artículo se titula “El mayor financiador de al-Shabaab es el contribuyente de Minnesota”. 

Se trata en gran medida de una maldición autoinfligida, propiciada por la corrección política y la cobardía; un sistema de bienestar hinchado y desbocado; y burócratas corruptos. Pero es sólo una faceta de una maldición mayor, impuesta divinamente a causa de los pecados de Estados Unidos, de la que se advierte en Deuteronomio 28:43: “El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo”.