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Putin Xi Jinping

Mikhail Svetlov/Getty Images

Edición especial: ¡Él tenía razón! (vigesimoséptima parte)

¡Él tenía razón!: Los reyes de oriente

Continuación de Edición especial: ¡Él tenía razón! (vigesimosexta parte)

G uerra fría: es el término dado al conflicto entre Estados Unidos y la Unión Soviética (cada cual acumulando armamentos y a un paso antes de atacarse) desde 1945 hasta la caída del Muro de Berlín y el colapso de la economía soviética en 1989-1991. Para la mayoría de occidentales que vivieron durante este tiempo, la Guerra Fría, más que meramente competencia sobre diferencias ideológicas, significó miedo.

Durante más de cuatro décadas, el mundo permaneció en brasas por el conflicto americano-soviético. A medida que ambos lados producían elaborados programas espaciales y de mísiles, más norteamericanos cedían a la moda de tener un “refugio contra bombas en cada patio”. Había rumores de “comunistas en cada ropero y debajo de cada cama”. Niños en edad escolar por toda la nación, con regularidad y en horas fuera de clase, practicaban evacuaciones de emergencia. Nadie estaba libre de la ardiente amenaza de guerra con armas atómicas.

La carrera de armamentos aumentó a velocidad tan espantosa que en la década de 1980 se hablaba de tecnología de mísiles guiados por láser vía satélite (programa Guerras de las Galaxias), y del invierno nuclear y “destrucción global múltiple”.

Nadie parecía tener una respuesta para los complejos problemas de la Guerra Fría. Nadie, excepto un portavoz excepcional de noticias. En medio de la cacofonía de reportes de noticias confusos que surgieron en esa era, esa voz solitaria clamaba: “¡Rusia no atacará a Estados Unidos!”

Un hombre, Herbert W. Armstrong, repetidamente se atrevió a declarar, años antes de la caída de la Unión Soviética, que la urssno era el poder al que debíamos temer. El verdadero poder que vigilar según él, era otra potencia: Diez gobernantes de naciones que se formarían en los siguientes años como los “Estados Unidos de Europa”. Él dijo que Rusia continuaría como una amenaza para el mundo, pero no en la manera que la mayoría de occidentales pensaban. Rusia se combinaría económica y militarmente con China, predijo él, para finalmente crear una superpotencia asiática gigantesca nunca antes vista en el mundo.

Aún antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, el Sr. Armstrong pudo prever la aparición de estas dos superpotencias en el tiempo del fin. En la edición de junio/julio de 1934 de La Pura Verdad, él proclamó: “Las escrituras profetizan que dos grandes poderes militares se levantarán en los últimos días; uno, el reavivamiento del Imperio Romano por una federación de diez naciones en el territorio del antiguo Imperio Romano; el otro … Rusia, con sus aliadosposiblemente China o Japón”.

No muchos, sin embargo, escucharon sus predicciones. Muchos se rieron de declaraciones como ésta, que aparecieron en La Pura Verdad de diciembre de 1956: “Hemos advertido que no es Rusia quien nos conquistará, no es Rusia quien dominará Europa; ¡es una unión de diez naciones fascistas en Europa que llegará a ser un tercer poder en el mundo y se levantará a conquistar las democracias del Noroeste de Europa y Estados Unidos!”

Recuerde: ¡Esa declaración se publicó en el cenit de la Guerra Fría!

No es extraño que la gente se burlara. Especialmente cuando, un mes después, él escribió la siguiente declaración: “¡La idea que se ha vendido en el mundo occidental es que Rusia es una poderosa nación industrial y militar que amenaza con sobrepasar a Estados Unidos, capaz de emprender una guerra de escala mundial contra nosotros, es el engaño más colosal de nuestro tiempo! ¡Stalin siempre creyó, como Hitler, que si al mundo se le dice una mentira bastante grande, la creerán! Al mundo no le gusta creer la verdad. ¡Los comunistas son los mentirosos más crónicos, habilidosos, consistentes y miserables en la tierra!” (La Pura Verdad, enero de 1957).

Durante la incertidumbre pública sobre la Crisis de Berlín de 1961 y la Crisis Cubana sobre Mísiles de 1962, La Pura Verdad categóricamente declaró que Estados Unidos no necesita temer a la Unión Soviética. “Los rusos han retrocedido, o han cedido casi en cualquier punto que ha surgido, para no entrar en guerra contra Estados Unidos” (octubre de 1962).

El Sr. Armstrong continuó hablando de estos y otros asuntos específicos, proveyendo proyecciones claras referentes a importantes eventos mundiales, hasta su muerte el 16 de enero de 1986. Aún así, no muchos le creyeron.

Pero, unos pocos años después que el Sr. Armstrong saliera de la escena, la urss se derrumbó y la Cortina de Hierro se enmoheció en el olvido. De repente, el Imperio del Mal perdió su posición establecida en Europa Oriental y la amenaza comunista a Estados Unidos, de hecho, pareció disminuir. La Guerra Fría terminó. ¡Además, una Alemania reunificada apareció, tal como el Sr. Armstrong lo había declarado!

¿Cómo pudo el Sr. Armstrong haber sabido, hace más de 65 años, que estos eventos mundiales resultarían de esta manera? Fácil: ¡usó el libro de más venta en el mundo como su guía!

Ya hemos hablado de la validez de sus predicciones (vea artículo: dictador mundial) que tratan de la superpotencia europea dirigida por Alemania. En este artículo, señalaremos lo que el Sr. Armstrong y los escritores de La Pura Verdad dijeron sobre Rusia, y el próximo superpoder asiático.

Historia de Rusia y China

¡En los próximos años habrá un cambio asombroso en los eventos mundiales! Una superpotencia asiática gigante, con Rusia y China modernizadas al mando, afectará dramáticamente el curso de la historia. ¡De hecho, este emergente bloque de poder, un conglomerado de pueblos que forman una cuarta parte de la población mundial, estará intensamente envuelto en la marea tumultuosa de eventos que traerán a conclusión los 6.000 años de autogobierno humano!

“De vez en cuando comentaristas de noticias, al describir la próxima lucha militar catastrófica por el control mundial, usan la expresión bíblica Armagedón vista en Apocalipsis 16:16. Pero lo que no mencionan es una sorprendente profecía sobre ‘Armagedón’ hallada en Apocalipsis 16:12. ¡En este versículo leemos que ‘el camino de los reyes del oriente’ será preparado!” (La Pura Verdad, diciembre de 1962).

¿Quiénes son estos “reyes del oriente”? Es crucial que entendamos sus identidades si vamos a saber dónde encajan las naciones modernas en profecía bíblica.

La Biblia, principalmente en los libros de Génesis, Jeremías, Ezequiel y Apocalipsis, identifica a estos líderes o naciones como Mesec, Tubal, Gog y Magog.

El Sr. Armstrong señaló: “hay acuerdo general entre estudiantes de profecía, que ‘Gog’ en la tierra de ‘Magog’ es la vasta región norteña de Eurasia que se extiende desde el Báltico hasta el Pacífico. ‘Mesec’ es Moscú, ‘Tubal’ es Tobolsk. El margen de la Biblia dice: ‘Príncipe de Rosh’, que es Rusia” (Pura Verdad, abril de 1981).

Históricamente, las relaciones entre estos países han sido inestables, especialmente entre Rusia y China. Por siglos, estas dos naciones han oscilado entre conflicto y cooperación. En años recientes estos dos vecinos comunistas han estado forjando una unión más estrecha, por varias razones. (Para una mayor explicación por favor solicite nuestro folleto: Russia and China in Prophecy).

Continúa en Edición especial: ¡Él tenía razón! (vigesimoctava parte)

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