Reciba nuestro boletín gratis

Putin Xi Jinping

Mikhail Svetlov/Getty Images

Edición especial: ¡Él tenía razón! (vigesimoctava parte)

¡Él tenía razón!: Los reyes de oriente

Continuación de Edición especial: ¡Él tenía razón! (vigesimoséptima parte)

La secesión de Europa Oriental

Uno de los sucesos significativos que el Sr. Armstrong predijo ayudaría a la formación de esta nueva superpotencia asiática es la separación de Europa Oriental de las garras de la URSS, evento que ocurrió en 1989.

Desde abril de 1952, aún mientras Alemania Occidental se reconstruía después de haber sido bombardeada hasta escombros en la Segunda Guerra Mundial, La Pura Verdad escribió: “Puede ser que Rusia devuelva Alemania Oriental a los alemanes y sea forzada a abandonar su control sobre Hungría, Checoslovaquia y partes de Austria para completar la unión de diez naciones”.

Note lo que el Sr. Armstrong escribió en un folleto publicado inicialmente en 1955, más de 45 años antes que Europa Oriental se separara de la URSS: “Algunas de las naciones de los Balcanes van a zafarse de detrás de la Cortina de Hierro. Al parecer, Rusia ya ha perdido a Yugoslavia de Tito. Rusia probablemente todavía perderá más de sus satélites orientales europeos”.

No muchos habrían creído esa declaración en aquel entonces, o este informe que apareció en La Pura Verdad el año siguiente: “La opresión comunista en Europa Oriental está siendo derrocada … Hemos enseñado con años de antelación lo que le pasaría al infortunado imperio de Rusia en Europa Oriental. Estas profecías han estado en su Biblia por los últimos 1.900 años. Pero el mundo, y las iglesias de este mundo, se han negado a creerlas” (diciembre de 1956).

El Sr. Armstrong en un tiempo sospechó que la ruptura de Europa Oriental sería antes de lo que fue. Estos eventos, sin embargo, fueron detenidos por un poco más de tiempo del que él (y los demás) esperaban. Como dijo el sabio Salomón milenios atrás: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora” (Eclesiastés 3:1). Las condiciones no estaban suficiente maduras a mediados de la década de 1950.

En enero de 1957 el Sr. Armstrong escribió: “¡Cuando el momento psicológico apropiado llegue, varias de estas naciones se separarán de Moscú, y el mundo entonces quedará atónito al saber que previamente habían entrado en un pacto secreto aliándose con Alemania, Italia, España y otras naciones europeas en una Europa fascista unida! Otra evidencia más significativa de esta tendencia, que muestra que estas naciones satélites están realmente separándose de Moscú y volviéndose más hacia el Occidente, es el hecho de que nuevamente a los católicos romanos se les está permitiendo su libertad en estos países”.

¡Ese “momento psicológico apropiado” finalmente llegó luego de la caída del Muro de Berlín en 1989! ¡Esa profecía ha ocurrido ante nuestros propios ojos!

Sí, los rusos creyeron por años que el Occidente trataría, por todos los medios a su alcance, de atraer a las naciones satélites de Europa Oriental a su órbita. Los rusos temían que Alemania Occidental, sobre todos, usaría estos mismos medios para llevarse algunas de las naciones en los Balcanes, fuera de la esfera de influencia soviética.

¡Ahora podemos ver que muchas de las naciones europeas orientales escaparon de hecho del control de Rusia Soviética! Estos países incluyen la República Checa, Alemania Oriental, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumania, Eslovenia y las naciones que una vez formaron parte de Yugoslavia. Cada uno de estos ya es parte de la Unión Europea, o está clamando por ser miembro de ella.

¡Durante la Guerra Fría el discernimiento del Sr. Armstrong fue correcto!

¿Por qué es significativa la pérdida de estas naciones orientales europeas? Porque debilita drásticamente las defensas fronterizas occidentales de Rusia. Rusia ha aprendido, luego de sufrir tres veces invasión europea a través de Polonia en dos siglos, que no puede luchar una guerra en dos frentes. Esa es la razón porqué hoy, Rusia y Belarús están reafirmando su influencia económica y diplomática en los estados del antiguo sur soviético, y aún su influencia militar, como en el caso de Chechenia. A ellos nada les gustaría más que traer de regreso al redil comunista, a la antigua Comunidad de Estados Independientes de la urss(Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Kazajstán, Cherkesia, Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán).

Es también por eso que, al mismo tiempo, Rusia está tratando de lograr términos pacíficos con su vecino oriental comunista.

Asia central y del sureste

Durante el período de la Guerra Fría, Rusia y China continuamente jugaban al gato y al ratón. Normalmente, Rusia dominaba la situación. China, sin embargo, empezó a tener gran progreso después de la Guerra Fría. Ambos países tienen sus ojos puestos en la conquista de Asia Central, Indochina y Asia del Sureste. Su meta final, dijo el Sr. Armstrong, ¡no es expansión limítrofe, sino el control mundial!

¡La Pura Verdad de diciembre de 1959 reveló algunos de estos planes comunistas, incluyendo los planes de Rusia y China de formar una coalición! “El programa de Rusia no es, tomar a Europa y atacar a Estados Unidos primero. El programa comunista, que nuestros líderes deben saber, es primero la toma de Asia. Lenín escribió que el camino a Paris, Londres y Nueva York es vía [Pekín] y Delhi … .”

“Parte del plan comunista [es] poner a India y Pakistán en una prensa gigante entre Rusia y China … China roja insiste que tiene derecho legal no sólo al Tíbet sino [también] a muchas partes de India y Asia del Sureste … ¡Su sueño constante durante siglos ha sido la conquista mundial! … China sabe, sin embargo, que en esta era altamente industrializada puede lograr este sueño sólo como aliado de Rusia … .”

“China está lista ahora para empezar a devorar al resto de Asia con el apoyo militar secreto de Rusia. Los planes se pusieron al descubierto en [la Guerra de Corea]. China, no Rusia, intervino en Corea. Corea se dividió. China, no Rusia, lanzó ataques en Indochina y tomó control de Vietnam del Norte. Vietnam se dividió. Luego, los comunistas chinos tomaron todo el Tíbet. ¡Desde el Tíbet, los chinos planean la conquista de India dividiéndola y devorándola trozo a trozo! … ¡El Partido Comunista controlará finalmente no sólo los estados rusos, sino Chinae India también!” ¡Recuerde, eso fue escrito en 1959!

La Pura Verdad pronosticó algunos cambios geopolíticos que están por verse. No obstante, aun mientras Estados Unidos permanecía en la cima del poder mundial, ésta advertía de contratiempos internacionales inminentes de Estados Unidos en Vietnam.

Note esto de la edición de noviembre 1961: “Habiendo llegado virtualmente al borde de otra guerra ‘tipo Corea’ sobre Laos, es casi seguro que Estados Unidos tendría que luchar una batalla mayor en Tailandia o Vietnam del Sur”.

En mayo de 1968, siete años antes de la rendición incondicional de Vietnam del Sur al comunismo, La Pura Verdad declaró: “La profecía bíblica revela que ni aun Estados Unidos con toda su fuerza nuclear, puede prevenir que Asia del Sureste finalmente sea invadida por el comunismo”.

China, con la ayuda de la URSS, continuó interfiriendo en Asia Central y del Sureste durante los años 1960. En diciembre de 1962, La Pura Verdad informó sobre el conflicto fronterizo chino-indio. “¡[Los soviéticos están] suministrando a los chinos con conocimiento técnico y permitiendo que 600 millones chinos devoren al resto de Asia! … Es parte de su propaganda decir que estas áreas estuvieron una vez bajo mando chino”.

“Una mañosa arremetida doble de los Rojos ha cogido de nuevo al Occidente fuera de guardia. Mientras Rusia establecía en secreto un área de mísiles en Cuba, la China Roja reunía suministros inmensos, 100.000 hombres y armamento pesado para un ataque a India. China Roja ya ha capturado más de 129.000 kilómetros cuadrados de territorio hindú … Casi nadie, parece, esta consciente que la India es mucho más importante para los líderes comunistas que Cuba. Cuba es un premio extra, que los comunistas hallaron por casualidad. Pero la próxima gran meta en el pensamiento comunista es la India … Los celos insignificantes entre Moscú y [Pekín] no les impiden su meta mutua: conquista mundial. Todo esto es parte del gran plan comunista enunciado por Lenín hace 30 años”.

La Pura Verdad continuó siguiendo la afinidad chino-rusa durante varios años posteriores. En julio de 1966, esta predicción sorprendente se cumplió: “India sabe que China Roja está efectuando una acumulación masiva de tropas en su frontera. India sabe que China Roja tiene la bomba atómica y posiblemente la bomba de hidrógeno. ¡Eso significa, en las consideraciones más urgentes de seguridad nacional, que India debe obtener la bomba! Puramente como una medida defensiva contra China Roja, por supuesto. Pero entonces está Pakistán … [que es] una nación, nacida de odios violentos entre hindúes y musulmanes. Si la India construye las bombas, los paquistaníes buscarán en desesperación ayuda de las grandes potencias. ¡Se verían forzados a obtener armas nucleares!”

¡Para 1998, ambos India y Pakistán probaron bombas nucleares, súbitamente pronunciándose miembros del exclusivo club nuclear!

Además de abrir camino en Asia Central, China Roja intentaría adquirir el control de sus islas vecinas. En este asunto, ha sido la práctica de líderes occidentales tratar de “calmar” a China a través de diversos “diálogos de paz”, a menudo en vano. La Pura Verdad (que no trataba ser “políticamente correcta”) en la década de 1960 no escatimó palabras con respecto a este problema.

“La mente asiática es totalmente diferente a la mente occidental. No razona de la misma manera. ¡Aunque tratemos de engañarnos a nosotros mismos creyendo que nuestros dólares, misiones comerciales, consejeros militares y envíos de armas, nuestros barcos hospitales, obras de caridad y ayudas con alimentos contribuyen a prevenir la ola de la amenaza ascendente del comunismo en estas naciones orientales, ¡estamos fallando! A estos pueblos ingenuos les impresiona la fuerza, no las palabras. Sienten un parentesco más cercano con otros pueblos de la esfera asiática que con los lejanos ‘yankis’ con costumbres, idiomas y religiones tan totalmente diferentes a lo de ellos” (noviembre de 1961). 

Continúa en Edición especial: ¡Él tenía razón! (vigesimonovena parte)

HWR_ES_AD_1