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Didier Descouens

¿Creó Dios la evolución?

El mundo natural por sí mismo responde la pregunta.

¿C reación o evolución? Pocas preguntas son tan divisivas, y la mayoría de la gente está convencida de saber la respuesta correcta. La tierra es el único planeta con vida, y tiene millones de formas de vida. ¿Fueron todas ellas creadas por un diseñador inteligente? O ¿evolucionaron todas de un ancestro unicelular? Desde que Charles Darwin publicó El origen de las especies por medio de la selección natural , estas preguntas han dividido a los creacionistas de los evolucionistas.

Pero ahora, más y más personas, incluyendo al Papa, dicen que se puede creer en ambas, en la creación y en la evolución. “Dios no es (…) un mago, sino el Creador que dio vida a todas las cosas”, le dijo el papa Francisco a la Academia Pontificia de las Ciencias. “La evolución en la naturaleza no es inconsistente con la noción de la creación, porque la evolución requiere de la creación de seres que evolucionan” (27 de octubre de 2014). En otras palabras, el Papa está diciendo que Dios crea nuevas especies usando la evolución.

En Estados Unidos, la mayoría de los budistas, hindúes, judíos, católicos y protestantes de la corriente principal, creen que la evolución es la mejor explicación para el origen de la vida humana. Los protestantes evangélicos y los cristianos que guardan el Sábado creen que Dios esculpió al hombre a su imagen y semejanza.

Una encuesta de Gallup de mayo de 2017 muestra que el 38 por ciento de los adultos estadounidenses cree que Dios guio el proceso de la evolución del hombre durante millones de años. Por primera vez desde que Gallup comenzó a hacer seguimiento a esta tendencia en 1982, la creencia de que Dios creó directamente al hombre no es la respuesta más común.

La idea de que Dios dirige el proceso evolutivo es llamada evolución teísta. ¿Es eso cierto?

Es importante entender la pura verdad sobre el origen de las especies y cómo comenzó la vida humana.

El plano de la vida

Desde la ameba microscópica hasta la secuoya gigante, cada cosa viviente tiene su propio genoma. Un genoma es la suma del material genético de un organismo. Las moléculas llamadas bases nitrogenadas se juntan para formar moléculas más grandes llamadas pares de bases. Estos pares de bases se juntan para formar cadenas largas y retorcidas de ácido desoxirribonucleico (adn). Estas cadenas de adn almacenan las instrucciones para construir las varias proteínas que conforman un organismo. Ellas son los planos de la vida.

Una cadena de adn que contiene suficiente información para producir una proteína es un gen. Estos genes pasan de una generación a la siguiente en paquetes llamados cromosomas. Si se compara un genoma con un conjunto de instrucciones escritas de cómo hacer un ser viviente, las bases nitrogenadas son como letras, los pares bases son como palabras, los genes son como capítulos, los cromosomas son como libros, y el genoma es como toda una biblioteca.

Los genetistas estiman que cada célula en el cuerpo de un pájaro cantor contiene 2 mil millones de bases nitrogenadas, agrupadas en 17.000 genes. Si usted escribiera un manual de cómo “hacer” un pájaro cantor usando una letra por cada base nitrogenada, el libro sería siete veces más grande la que Enciclopedia Británica.

El genoma humano es incluso más complejo.

Realmente, no existe una tecnología que sirva como analogía para la complejidad del genoma.

“El genoma no es solo una simple cadena de letras explicando en detalle una serie lineal de instrucciones”, escribe el Dr. John Sanford en su libro Entropía Genética. “En realidad incorpora múltiples códigos lineales que se superponen y constituyen un sistema de información sumamente sofisticado que representa lo que se denomina compresión de los datos. (…) Además de que sus formas de información genética a manera de lenguaje son múltiples, superpuestas y lineales, el genoma está lleno de incontables bucles y ramas, como un programa de computadora”.

Una lista de bases nitrogenadas representa solo la primera dimensión de complejidad del genoma. La analogía de una enciclopedia será útil para explicar cómo la información genética pasa de una generación a otra. Pero ni siquiera comienza a arañar la superficie del diseño maravilloso del genoma.

Variedad genética

Cuando los estudiantes de secundaria comienzan a estudiar la hipótesis de la evolución, aprenden sobre los pinzones. Estas aves cantoras son nativas de las islas Galápagos y exhiben una diversidad extraordinaria en el tamaño, forma y función del pico.

Darwin estudió 15 variedades de estas aves, cada una con un pico especial que le permite alimentarse de diferentes tipos de comida. Una variedad tiene un pico grande útil para partir semillas. Otra variedad tiene un pico largo útil para buscar larvas. Otras formas de picos permiten a los pinzones comer insectos, frutas, hojas o néctar de cactus.

¿Por qué toda esta variedad? ¿Se debe todo esto al proceso que Darwin llamó selección natural?

Los genetistas han descubierto un gen, llamado alx1, que parece ser el principal responsable de la variación en el tamaño, forma y función del pico. La forma del pico de un pinzón está determinada por los genes que hereda de sus padres. Dado que las diferentes variedades de pinzones pueden cruzarse, es posible que un pinzón herede diferentes formas del gen alx1 de cada padre. Por lo tanto, un macho de pico grande y una hembra de pico pequeño pueden tener un polluelo de pico mediano.

La hipótesis de Darwin de la selección natural predice que un pinzón con el mejor tipo de pico para un entorno particular competirá mejor que otros pinzones y tendrá más polluelos que sus vecinos. De esta manera, su tipo de pico se volverá más común a medida que se extinguen los pinzones con otros tipos de picos. La idea que sustenta la “selección natural” quita a Dios de la ecuación, como si Él no tuviera nada que ver con el lugar donde se asentaron los animales y la gente. Sugiere que es la naturaleza la que hace la selección.

La Biblia dice que es Dios quien alimenta a los pinzones de las Islas Galápagos. “Mirad las aves del cielo, que no siembra, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mateo 6:26).

Dios creó las diferentes variedades de pinzones, y creó los diferentes tipos de alimento que los pinzones comen. También creó las diferentes formas del gen alx1 que aseguran que los pinzones tengan picos especiales diseñados para los alimentos que estaban destinados a comer. Entonces, los pinzones simplemente vuelan a los sitios donde se encuentran los alimentos que Dios proveyó para ellos. Si nacen con un pico largo, vuelan a lo alto de un cactus donde crecen las flores con néctar. Si nacen con picos cortos, vuelan a la base del cactus donde pueden comer garrapatas de una iguana. Algunos pinzones incluso arrancan espinas del cactus y las usan como herramienta para sondear las larvas que sus picos no pueden alcanzar.

Es importante observar que incluso lo que los evolucionistas llaman “selección natural” nunca puede crear nueva información genética. Los genes para todos los 15 tipos de picos ya existen en la población de pinzones del mundo. En ciertas situaciones, los factores ambientales pueden influir en el paso de los genes a una nueva generación. Pero no se pueden seleccionar genes inexistentes.

La selección natural puede explicar la supervivencia del más apto, pero no puede explicar la llegada del más apto”. Así describió el botánico y genetista Hugo de Vries el problema que enfrentan los darwinistas. Las criaturas pueden pasar una variedad de características a sus descendientes; pero solo dentro de límites establecidos. La naturaleza no puede crear nuevos rasgos que no existieran ya dentro del genoma de la población.

Especie reproduce especie

Cambios pequeños dentro de una especie a veces son llamados adaptaciones. Esa adaptación ocurre, por ejemplo, cuando el gen para picos grandes se vuelve más común en una población de pinzones. Pero siempre llega un punto donde el pico del pinzón no puede ser más grande. Los genes para picos que superan un cierto tamaño no existen en el genoma del pinzón, así como los genes para las branquias no existen en el genoma del pinzón. La única forma en que un pinzón puede adicionar genes nuevos al genoma de sus polluelos es reproduciéndose con un pinzón que posee esos genes. Por lo tanto, el potencial adaptativo de un pinzón está limitado por el tipo de animales con los que puede reproducirse para producir una nueva generación.

Este hecho demuestra la declaración de la Biblia de que las criaturas se reproducen según su propia especie. “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. (…) Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. (…) E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:11, 21, 25).

El relato de la creación de la Biblia no dice que Dios hizo al hombre según la especie animal, o la especie del mono, sino que Él hizo al hombre según la especie de Dios. “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. (…) Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:26-27).

Los científicos clasifican a los pinzones en 15 especies diferentes. Dado que cada una de estas especies puede reproducirse con las otras, ellas son solo variedades de lo que la Biblia llamaría la “especie” de pinzón. Del mismo modo, los científicos clasifican a los coyotes, dingos, chacales, lobos grises, lobos rojos, y 340 razas de perros domésticos como diferentes especies, pero ellos son variedades de la “especie” de perro.

Un pinzón puede añadir nuevos genes de pinzón al genoma de sus polluelos reproduciéndose con un pinzón de otra variedad. Un perro puede añadir nuevos genes al genoma de sus cachorros reproduciéndose con un perro de otra variedad. Pero un pinzón no puede añadir genes de perro al genoma de sus polluelos, porque el pinzón no puede reproducirse con un perro. Las especies se reproducen dentro de los límites de su propia especie.

Los evolucionistas teístas afirman que Dios creó los pinzones haciendo alteraciones graduales a las amebas durante millones de años, pero esto simplemente no es lo que la Palabra de Dios expresa claramente.

El problema con las mutaciones

Cuando Charles Darwin escribió El origen de las especies por medio de la selección natural en 1859, los científicos no sabían casi nada de genética. Darwin pudo observar que las crías heredaban las características físicas de sus padres. Pero él sabía que sus observaciones solo explicaban cómo se preservaban las características viejas, no cómo se creaban las características nuevas.

Cuando Darwin especuló que una clase de organismo era capaz de evolucionar en otra clase, él estaba dando un salto a la fantasía.

Cuando Hugo de Vries descubrió las mutaciones en la década de 1890, los evolucionistas formularon la hipótesis de una idea llamada neodarwinismo. Las mutaciones son errores en el proceso de replicación del adn. Según los neodarwinistas, esos errores genéticos raros y fortuitos crean nuevos genes. Ellos dicen que la selección natural entonces elimina los errores genéticos malos y selecciona los buenos.

El problema con esta hipótesis es que las mutaciones son errores aleatorios al nivel de las bases nitrogenadas del genoma. Recuerde que, si usted compara el genoma con una biblioteca, los genes son capítulos y las bases nitrogenadas son letras. Por lo tanto, una mutación es como una letra “a” extra en un manual de genética de 225 volúmenes sobre cómo hacer un ave cantora. Si usted reimprime una enciclopedia con un error cada año, la enciclopedia no va a evolucionar aleatoriamente un capítulo nuevo de formas de picos, no importa cuántas veces se reimprima. En lugar de ello, se degenerará en una mezcla de letras que no le dirán cómo construir absolutamente nada.

El gen promedio en el genoma de un ave cantora tiene más de 100.000 bases nitrogenadas de longitud, y solo las mutaciones que ocurren en un espermatozoide o en un óvulo pasan a la siguiente generación. Dado que la mayoría de las características requieren información de más de un gen, la hipótesis neodarwinista requeriría de millones de mutaciones beneficiosas perfectamente sincronizadas para crear un pico de pinzón con la forma perfecta para comer semillas. Y se podría necesitar solo una mutación perjudicial para destruir las intrincadas instrucciones de un pico tan perfecto.

Por esa razón el zoólogo estadounidense Edwin Conklin dijo que “la probabilidad de que la vida se origine por accidente es comparable con la probabilidad de que el diccionario en versión completa resulte de una explosión en una imprenta”. Sus palabras se quedan dramáticamente cortas para describir lo absurdo de la evolución neodarwinista.

Pensar que la maravillosa complejidad de incluso un solo gen, por no hablar del genoma entero, es resultado de mutaciones no dirigidas, desafía la lógica. Algunos sostienen que un Creador omnipotente podría guiar secretamente el proceso de mutación. Sin embargo, la Biblia declara enfáticamente que Dios creó cada especie de planta y animal en una sola semana. Dado que no hay fósiles que muestren un tipo de organismo evolucionando en otro, el mundo natural por sí mismo no provee ninguna evidencia que refute el relato de la Biblia.

Sujeto a la decadencia

Es un principio de entropía que un sistema cerrado siempre tiende hacia un estado de desorden, a menos que sea mantenido por una fuerza externa. El genoma de los seres vivos no es diferente. Las mutaciones genéticas hacen que la información se pierda, no que se gane. Por lo tanto, las mutaciones genéticas son dañinas para un organismo. Ellas solo explican la presencia de variedades menos aptas para sobrevivir.

Hay evidencia de que el daño causado a las cadenas de adn por las mutaciones es lo que hace que los organismos envejezcan y mueran. Sin embargo, además de estas mutaciones preprogramadas, otras mutaciones se pueden producir al quebrantarse leyes físicas. Se ha demostrado que una dieta inapropiada, el abuso de drogas y la exposición a radiación dañina aumentan la probabilidad de mutaciones genéticas.

Estas mutaciones no crean espontáneamente rasgos físicos nuevos y mejores; destruyen la afinada complejidad de los genes que Dios creó originalmente.

Piense también en esto: aun siendo nosotros una creación tan formidable y maravillosa (Salmos 139:14), cuando Dios desea hacer algo permanente, no lo hace de materia física; lo hace de espíritu. Dios solo hace algo de materia física cuando su plan requiere que aquello esté sujeto a la decadencia (Romanos 8:19-23).

La Biblia claramente muestra que el genoma de cada especie de criatura fue lo más perfecto en el día en que Dios lo creó. En los años siguientes, estos genomas se han deteriorado.

Al igual que la evolución atea, las afirmaciones de la evolución teísta van en contra de lo que la Biblia revela. En lugar de enseñar que la humanidad fue creada a la imagen de Dios, afirma que la humanidad desciende de algún animal inferior. En lugar de enseñar que la especie se ha reproducido según su especie, afirma que una especie puede evolucionar en otra especie. En lugar de enseñar que las criaturas están sujetas a decadencia, afirma que cada especie ha estado mejorando cada vez más.

La razón principal por la cual la evolución atea se ha vuelto tan popular hoy día es que la gente lucha por reconciliar la palabra clara de la Biblia con los principios falsos de la ciencia que se enseña en las mejores escuelas y universidades. Pero un estudio honesto de la genética y la física, muestra que no hay contradicción entre la Biblia y la ciencia verdadera. 

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