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Gary Dorning/La Trompeta

Cómo hablan los sellos de Isaías y Ezequías

Una de las relaciones más grandes entre rey y profeta alberga un mensaje inspirador y lleno de esperanza.

Dos importantes artefactos arqueológicos hicieron su estreno mundial el 10 de junio en una exhibición en nuestras oficinas en Edmond, Oklahoma. La exhibición, llamada “Los sellos de Isaías y el rey Ezequías descubiertos”, presenta dos bulas de arcilla, prueba arqueológica definitiva, del rey Ezequías y de lo que creemos que es Isaías el profeta, descubiertas en Jerusalén justo al sur del Monte del Templo. También incluye otros 36 objetos del período del antiguo Israel durante el cual vivieron estos dos hombres. Estamos entusiasmados de presentar esta prueba electrizante de la veracidad de la Biblia.

Para el evento del estreno, nos conectamos en directo con el Hotel King David en Jerusalén, Israel, donde hablaron el viceministro de la oficina del Primer Ministro Michael Oren y la arqueóloga principal la Dra. Eilat Mazar.

En su discurso el Dr. Oren, que también es un destacado historiador, habló sobre la controversia dentro de la arqueología, lo que significan diversos artefactos, lo que nos dicen sobre la historia y para quién es importante. Sin embargo, creo que hay un principio arqueológico que, si se siguiera, unificaría a la comunidad arqueológica.

Hace cincuenta años, Herbert W. Armstrong, de quien toma el nombre nuestra universidad, comenzó una maravillosa colaboración con el Prof. Benjamín Mazar. Ellos empezaron a trabajar juntos en proyectos arqueológicos en 1968. Yo estuve en ese tiempo y siempre apoyé los esfuerzos del Sr. Armstrong en Jerusalén. Estaba realmente entusiasmado con esos proyectos. Cuanto más profundice usted en la Biblia, más crecerá su entusiasmo por excavar en Jerusalén.

Hemos continuado esta colaboración “puente de hierro” con la nieta del profesor Mazar, la Dra. Eilat Mazar.

Eilat ha dicho repetidamente que cuando excavamos debemos “dejar que las piedras hablen” y así permitir que los descubrimientos proporcionen la evidencia de su contexto histórico. Realmente creo que si todos siguiéramos este principio, se eliminaría la mayor parte de la controversia y nos unificaría.

La Dra. Mazar y yo tenemos diferentes puntos de vista y diferentes creencias religiosas. Hoy, quiero darle a usted mi opinión sobre este tema: deje que las piedras del rey Ezequías y de Isaías hablen. Cuanto más lo he investigado, más inspirado y lleno de esperanza he quedado.

Relación rey y profeta

Lo que hace que estos dos sellos de arcilla sean más fascinantes que otros hallazgos arqueológicos es que representan una notable relación de rey y profeta. Estos dos hombres estaban trabajando juntos en la mayor asociación entre rey y profeta desde el rey David y Samuel. Encontrar estos sellos en el mismo estrato de suelo, del mismo período histórico y a unos pocos metros el uno del otro, destaca la forma en que estos hombres trabajaron estrechamente entre sí.

Existe una controversia en torno al sello de Isaías, sobre si pertenecía al profeta o a alguna otra personalidad. Yo creo que cuando nos fijamos en el peso de la evidencia concerniente al profeta Isaías, no debería tomarse de otra manera. (Nosotros, junto con la Dra. Mazar, hemos escrito extensamente sobre este tema). Hay 16 versículos bíblicos donde el rey Ezequías y el profeta Isaías se mencionan juntos. El hecho de que estos objetos fueran hallados tan cerca el uno del otro es perfectamente consistente con el relato bíblico de su relación.

Un milagro estimulante

El rey Ezequías es considerado uno de los reyes más justos que gobernó Judá desde los tiempos de David. “E hizo [Ezequías] lo recto ante los ojos de [el Eterno], conforme a todas las cosas que había hecho David su Padre” (2 Crónicas 29:2). Ezequías entró y limpió el templo que Salomón había edificado. Él restauró a los sacerdotes y levitas a sus deberes ordenados por Dios. Restableció el mensaje de Dios en Judá. Bajo su liderazgo, la mayoría de la nación estaba apartándose de la idolatría y volviéndose hacia Dios.

Pero una gran crisis estaba justo en la puerta de Judá: el ejército asirio. Ezequías tenía debilidades, al igual que cualquiera de nosotros. Y a partir de algunos de los artefactos que se han descubierto de su reinado, podemos ver que él tenía una relación con Egipto. Él buscó una alianza con los egipcios en un esfuerzo por mantener a Senaquerib, el líder de Asiria, fuera de Judá. El profeta Isaías había advertido a Ezequías en contra de este rumbo. Pero él no escuchó al hombre de Dios en ese momento.

Dios no estaba contento con lo que Ezequías estaba haciendo. Como corrección, permitió que Senaquerib y su gigante ejército marcharan a Judá y conquistaran 46 ciudades poderosamente fortificadas. Esto fue profundamente alarmante para Ezequías. Pero una vez más, en lugar de acudir a Dios y a Su profeta, Ezequías fue al templo, lo despojó de su oro y plata, y le pagó tributo a Senaquerib. Él esperaba poder comprar protección recurriendo a un hombre; ese fue un error monumental.

Este tributo sólo alentó a Senaquerib a redirigir su ataque a Jerusalén. Envió una carta a Ezequías en la que proclamaba que después de atacar a Egipto, regresaría a Jerusalén. En ésta, Senaquerib se burló y se mofó del gran Dios, ¡todo para su gran vergüenza!

Al fin, Ezequías eligió una respuesta diferente. “Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que las hubo leído, subió a la casa de [el Eterno] y las extendió Ezequías delante de [el Eterno]” (2 Reyes 19:14). En el templo, Ezequías clamó a Dios. Él ya no iba a depender de los hombres ni de la riqueza para su protección. Él comenzó a recurrir a Dios. Y luego, cosas increíbles comenzaron a suceder.

Dios escuchó la oración de Ezequías y le envió a Isaías con un mensaje. El rey y el profeta ahora estaban trabajando juntos. Isaías dijo: “Por tanto, así dice [el Eterno] acerca del rey de Asiria: No entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad, dice [el Eterno]. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo” (versículos 32-34).

El ejército de Senaquerib finalmente asedió Jerusalén. Ciento ochenta y cinco mil soldados rodearon la ciudad. Nadie podía entrar, y nadie podía salir. La ciudad estaba lista para morir.

Pero Dios cumplió lo que había prometido. Cuando los guardias dentro de la ciudad se levantaron una mañana, vieron que el ejército gigante de Senaquerib, todos los 185.000 hombres, ¡estaban muertos! ¡Dios había enviado un ángel para destruir un ejército entero! ¡Dios protegió a Jerusalén de una manera milagrosa por causa de David y por Su propia causa!

Después que todo su ejército fue asesinado de forma milagrosa, Senaquerib regresó a Nínive. Él había sido humillado profundamente. Pero aun así registró su conquista de las otras 46 ciudades.

Este gran rey gentil había conquistado Laquis, la segunda ciudad más grande de Judá. Grabó ese evento en relieves en una pared de su palacio en Nínive. Estaba muy orgulloso de sus logros. Se jactó de que “encerró [a Ezequías] como un pájaro enjaulado en su ciudad real de Jerusalén”. Y ahí es donde termina el registro secular de la historia. A través de artefactos como el Prisma de Taylor y los relieves del muro de Laquis, Senaquerib documentó sus exitosas conquistas. Pero con respecto a Jerusalén, no llegó a documentar la única noche que cambió todo; para esa ciudad, para Judá y para la superpotencia asiria.

Algún tiempo después de su regreso, dos de sus hijos lo asesinaron y luego huyeron a Armenia. Otro hijo finalmente se convirtió en el rey de Asiria.

¿Por qué cree usted que sus hijos lo mataron? ¿Supone que tuvo que ver con esta sorprendente derrota, el hecho de que en una noche el ejército asirio fue completamente aniquilado por un ángel de Dios?

No siempre se puede confiar en la historia y la documentación de los hombres. Pero siempre se puede confiar en la verdadera historia de la Biblia. Esta es una lección difícil que la humanidad tiene que aprender. He visto la historia de Senaquerib desde el ángulo de los documentos seculares y los registros bíblicos, y cada vez que leo lo que la Biblia dice, ¡quedo cada vez más impresionado, emocionado y estimulado a la acción!

¡Y dos figuras importantes en el centro de esta notable historia dejaron sellos en el polvo de Jerusalén!

El sello de Ezequías

Cuando uno mira el sello del rey Ezequías, tiene que preguntarse: ¿por qué creó un sello que representa un sol con dos alas hacia abajo?

El pasaje en 2 Reyes 20 nos dice que alrededor del tiempo de las conquistas de Asiria, Ezequías estaba “enfermo hasta la muerte”. Dios realmente estaba poniendo a prueba a este rey. Humillado por su enfermedad, Ezequías pronunció una oración sincera y sollozante a Dios. Entonces Dios le dijo a Isaías: “Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice [el Eterno], el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de [el Eterno]. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo” (versículos 5-6).

Después de recibir esta promesa, Ezequías pidió una señal como prueba de que Dios lo sanaría. Se le dio la opción de ver al sol moverse hacia delante o hacia atrás. Ezequías sabía que el sol avanza todos los días, por lo tanto quería que retrocediera. ¡Y eso es exactamente lo que hizo Dios! La sombra en el cuadrante solar retrocedió 10 grados. ¡El sol se movió hacia atrás como una señal a este gran rey de que Dios no solo lo sanaría, sino que también sanaría a Jerusalén y a todo Judá! Dios agregó 15 años a la vida de Ezequías. ¡Esta es una poderosa parte de esta historia!

Las alas en la bula de Ezequías representan la sanidad y protección de Dios. Este es el simbolismo que se encuentra en toda la Biblia. El Salmo 84:11 dice que “Dios es sol y escudo”; el Salmo 91:4 dice que podemos refugiarnos bajo las alas de Dios; Ezequiel 16:8 dice que Dios nos cubrirá con protección. Estos versículos explican por qué Ezequías usaría tal simbolismo en su sello real.

La Biblia interpreta su propio simbolismo.

“Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación [“sanidad”, versión King James, en inglés]; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada” (Malaquías 4:2). Este es esencialmente el mismo simbolismo en el sello de Ezequías. ¡Deje que hable la piedra de Ezequías! ¡Este versículo habla con una voz estruendosa hoy! ¡Dios sanó a Ezequías y a toda la nación! Esa bula es un recordatorio impresionante de la protección de Dios. ¡Qué maravillosa promesa de parte de Dios de que Él “en sus alas traerá sanidad”! ¡Qué milagrosa sanidad!

Nuestra fe puede debilitarse, como la de Ezequías. Estamos sujetos al pecado, al igual que uno de los más grandes reyes de Judá. Pero Ezequías realmente sabía cómo cambiar las cosas. ¡Qué historia tan inspiradora!

La Dra. Mazar ha dicho que el diseño de la bula de Ezequías fue creado después de la invasión de Asiria. ¿Por qué elegiría Ezequías este diseño para su bula? Él quiere que recordemos esta historia milagrosa. ¡Estamos hablando de milagros que están sacudiendo al universo! No sé cómo alguien no podría sentirse conmovido profundamente por esta verdad maravillosa.

El mensaje de Isaías para hoy

El rey Ezequías trabajó muy de cerca con uno de los profetas más grandes de la Biblia. Isaías tenía una advertencia poderosa para Judá en su libro. Pero él no escribió este mensaje para su tiempo. Dios le instruyó: “Ve, pues, ahora, y escribe esta visión en una tabla delante de ellos, y regístrala en un libro, para que quede hasta el día postrero, eternamente y para siempre” (Isaías 30:8). Este versículo se refiere a los últimos días, la época que conduce a la venida del Mesías. ¡Muchas otras escrituras muestran que este es el tiempo en el que vivimos hoy!

En su libro, Isaías se esforzó por registrar toda la historia de Ezequías, que también está registrada en 2 Reyes. ¿Por qué haría eso? ¡Porque esa historia es relevante para nuestro tiempo! Estamos viviendo en los últimos días. Dios quiere que volvamos a ese ejemplo y aprendamos algunas de las mejores lecciones de la Biblia.

Si usted realmente cree en la Biblia, entonces puede comprender algunas poderosas lecciones de ella.

El mundo se está volviendo muy peligroso. Ya sea que la gente se dé cuenta o no, están surgiendo amenazas de poderosos ejércitos extranjeros. ¡El ejemplo de Ezequías e Isaías trabajando juntos muestra cómo se pueden superar tales amenazas! Esta combinación es uno de los ejemplos más poderosos de la Biblia de un rey que trabaja con un profeta. ¡Nos dan un ejemplo asombroso del tipo de milagros que pueden provenir de tal compañerismo!

El libro de Isaías contiene algunas de las profecías más inspiradoras de la Biblia. Por ejemplo, Dios dice en Isaías 51:16: “Y en tu boca he puesto mis palabras, y con la sombra de mi mano te cubrí, para yo plantar los cielos y fundar la tierra, y decir a Sion: Pueblo mío eres tú” [versión King James, en inglés].

¿Qué quiere decir Dios cuando dice que Él va a “plantar los cielos”? ¡Muchos versículos muestran que Él embellecerá todo el universo! Él hará que la Tierra florezca como una rosa, ¡y luego expandirá esa belleza hacia el cosmos! Isaías 9:7 dice que “lo dilatado de su imperio [gobierno de Dios] y la paz no tendrán fin”; ¡será para siempre!

Dios está planeando ese futuro justo ahora. Y usted puede ser parte de ello.

Usted puede ver porqué Dios quiere mantener viva la visión de Ezequías e Isaías. Deje que hablen las piedras de Ezequías e Isaías. La historia que representan es impresionante, si realmente la creemos. Esas piedras tienen una poderosa voz de esperanza para cualquier época, ¡pero especialmente para el tiempo en el que vivimos hoy! 

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