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Barack Obama desenmascarado por traición
La gente no se da cuenta de lo cerca que estuvo Estados Unidos de Norteamérica del colapso total. Hace siete años, escribí un artículo titulado “Salvando temporalmente a EE UU de la izquierda radical”, diciendo que si Hillary Clinton hubiera ganado las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, habría significado “¡el fin de nuestra república constitucional!”. Me enfoqué en una reunión traicionera que el presidente Barack Obama convocó el 5 de enero de 2017 para discutir cómo inculpar a Donald Trump de coludirse con Rusia para robar las elecciones. En aquel momento, mucha gente tachó tales declaraciones de teorías conspirativas.
Ahora vemos que esa evaluación era totalmente acertada.
La directora de Inteligencia Nacional del presidente Trump, Tulsi Gabbard, ha sacado a la luz nueva información que lo demuestra.
Gabbard fue vicepresidenta de la Convención Nacional Demócrata durante el segundo mandato de Obama. Pero ahora está demostrando que es más leal a Estados Unidos que al Partido Demócrata.
El viernes pasado, la oficina de Gabbard publicó un memorando titulado “Nuevas pruebas de la conspiración de la Administración Obama para subvertir la victoria y la presidencia del presidente Trump en 2016”, junto con 114 páginas de información clasificada.
Estos documentos fueron los primeros de su clase en señalar con el dedo a Barack Hussein Obama. Las investigaciones previas de John Durham, Devin Nunes y Kash Patel expusieron muchos detalles sobre el “engaño del Rusiagate”, pero se quedaron cortas a la hora de ir a por Obama. Critiqué a Patel en mi artículo de 2022 “Barack Obama al descubierto” por decir “Todos los caminos conducen a Andy McCabe”. Sí, el subdirector del fbi McCabe mentía, pero todos los caminos conducían a Barack Obama. A Durham, Nunes y Patel sólo les faltó valor para decirlo.
Gabbard está mostrando mucho más valor. Los documentos que dio a conocer prueban que en “los meses previos a las elecciones de noviembre de 2016, la Comunidad de Inteligencia (CI) evaluó sistemáticamente que Rusia ‘probablemente no intentara (…) influir en las elecciones utilizando medios cibernéticos”. De hecho, el 7 de diciembre de 2016, se prepararon temas de conversación para el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, en los que se decía: “Los adversarios extranjeros no utilizaron ciberataques contra la infraestructura electoral para alterar el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses” (el enfásis es mío).
Sin embargo, a pesar de esta evaluación, el presidente Obama convocó una reunión el 9 de diciembre para hablar de Rusia con Clapper, McCabe, el director de la cia John Brennan, el secretario de Estado John Kerry, la fiscal general Loretta Lynch, la asesora de Seguridad Nacional Susan Rice y otros. Tras esta reunión, el asistente ejecutivo de Clapper envió un correo electrónico a los trabajadores de la CI encargándoles la creación de una nueva evaluación “a petición del presidente”. Fue esta nueva evaluación la que Obama discutió con sus jefes de espionaje los días 5 y 6 de enero.
En “Salvando temporalmente a EE UU de la izquierda radical”, hablé de lo traicionero que fue para Obama socavar a su sucesor —el presidente de Estados Unidos debidamente elegido— en estas reuniones de enero. Pero acabo de aprender esta verdad adicional: cómo Obama y Clapper decidieron, el 7 de diciembre de 2016, realizar una nueva y fraudulenta evaluación de inteligencia. Esta fecha del calendario tiene mucho significado personal para mí: es el aniversario de mi despido de la Iglesia de Dios Universal en 1989.
También es una fecha que Dios utiliza para destacar a una importante figura histórica.
En mi libro Estados Unidos bajo ataque, destaco la historia de Antíoco iv Epífanes, que profanó el lugar santísimo del templo de Dios con un ídolo de Júpiter Olimpo. Cometió ese hecho abominable el 15 de Kislev de 167 a. C. Una nota a pie de página de The New American Bible explica que el 15 de Kislev probablemente coincidió con el 6 de diciembre del año 167 a. C. Así que el 7 de diciembre habría sido el primer día en que se prohibió a los sacerdotes realizar sus sacrificios. Es interesante que esto ocurriera en la misma fecha en que fui despedido por una figura parecida a Antíoco en la Iglesia de Dios del tiempo del fin.
También creo que las actividades de Obama durante los 40 días entre el 7 de diciembre de 2016 y el 16 de enero de 2017 fueron proféticamente significativas.
Herbert W. Armstrong murió el 16 de enero de 1986. Puede leer nuestro folleto Enero 16: el día de milagros de Dios para ver por qué acontecimientos estremecedores de la Tierra ocurren tan a menudo el 16 de enero. Dios está tratando de enfocar nuestra atención en la importancia del Sr. Armstrong y en dónde Dios está trabajando hoy.
Si Barack Obama hubiera tenido éxito en utilizar a la Comunidad de Inteligencia estadounidense para mantener a Donald Trump fuera del cargo, ¡entonces Estados Unidos ya no sería una república constitucional! Sería una tecnocracia autoritaria dirigida por el estado profundo de Barack Obama. Por eso Dios tuvo que intervenir milagrosamente y salvar temporalmente a Estados Unidos de la mano de Donald Trump, un tipo del antiguo rey israelita Jeroboam ii.
“Donald Trump es un hombre con serios problemas”, escribí en mi artículo de 2018. “Pero la izquierda radical está librando una guerra implacable contra el presidente ¡y llevando a su destrucción a este país! Y fue sólo la elección del Sr. Trump lo que evitó que problemas hasta peores derribaran a esta nación incluso más rápido”.
Sin embargo, ahora que el presidente Trump ha salvado a Estados Unidos temporalmente, debe actuar para que la nación regrese a Dios.
Tulsi Gabbard y Pam Bondi han destapado la vil traición y corrupción en torno a Barack Obama, Jeffrey Epstein y muchos otros. Pero, ¿tomará medidas la administración Trump para llevar a los criminales ante la justicia? Si no lo hace, entonces el resurgimiento de Estados Unidos puede acabar siendo mucho más temporal de lo que la gente espera.
Jeroboam ii fue el último rey de Israel en recibir una advertencia directa de los profetas de Dios. Sin embargo, rechazó la corrección de Dios y su reino se convirtió en un estado vasallo de Asiria tras su muerte. Esta historia se repetirá a menos que el pueblo de Estados Unidos se aparte de sus pecados y busque a Dios.
Dios realizó milagros literales para devolver al presidente Trump al poder. Debe darse cuenta de que estos milagros tienen un propósito principal: ¡son una advertencia para nosotros y una oportunidad para arrepentirnos!
Dios ha profetizado algunas duras verdades: que salvará a Estados Unidos por última vez, que fortalecerá el mensaje de advertencia que usted está leyendo ahora mismo hasta el punto de que la Tierra no pueda soportar nuestras palabras, y que Estados Unidos será finalmente destruido a causa de sus pecados. Pero en este breve lapso de tiempo, usted todavía tiene una oportunidad —su última oportunidad antes de la Gran Tribulación— para arrepentirse ante Dios.