
Emma Moore/LA TROMPETA; NordNordWest via Wikimedia Commons
Aviones rusos en Estonia: Putin pone al descubierto la falta de carácter de la OTAN
El viernes, tres cazas rusos penetraron ilegalmente en el espacio aéreo de Estonia en lo que el ministro de Asuntos Exteriores estonio calificó de incursión “descarada sin precedentes”. La nación báltica es aliada de la OTAN, y tales provocaciones están haciendo que algunos países de Europa del Este cuestionen la resiliencia de la OTAN. En realidad, la alianza de seguridad occidental ha sido puesta a prueba y se ha demostrado que es insuficiente.
La frontera de la OTAN en el noreste está siendo puesta a prueba por una razón. Tenemos que ir en serio. P. D.: Turquía dio un ejemplo hace 10 años. Algunos elementos para la reflexión.
—Dovile Šakaliene, ministra de Defensa de Lituania
Se refería a un incidente ocurrido en 2015, cuando Turquía derribó un avión ruso que se desvió hacia su espacio aéreo. Hoy en día, la alianza de la OTAN no muestra la misma fuerza en Estonia.
La respuesta del presidente Trump fue bastante moderada. Dijo a los periodistas en la Casa Blanca: “No me encanta. No me gusta cuando eso ocurre. Podría ser un gran problema”.
El objetivo de Putin, incluso por encima del de conquistar Ucrania, es destruir la OTAN. En nuestro número de septiembre de 2018 de la Trompeta, Gerald Flurry escribió:
El presidente ruso Vladimir Putin ve a la OTAN como una fuerza que restringe el surgimiento de Rusia y retrasa su búsqueda por reconstruir el antiguo Imperio Soviético. Él no ha ocultado su aversión por esta organización liderada por EE UU. Así que su razón para querer desentrañarlo es evidente.
La historia nos enseña mucho sobre la estrategia de Putin. Una de las principales razones por las que Adolf Hitler insistió en ocupar los Sudetes fue “exponer la falta de valentía de las potencias occidentales”, según William L. Shirer en Auge y caída del tercer Reich.
Putin tiene hoy el mismo objetivo. Al sacar a la luz la falta de valentía de la OTAN, está sembrando la división y el miedo, lo que le facilitará la tarea de someter a su dominio el antiguo territorio soviético. Si nuestros líderes mundiales reconocieran este objetivo general tratarían al dictador ruso de forma diferente en sus negociaciones.