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Australia responde a la masacre de Bondi con más leyes de discurso de odio

El primer ministro australiano Anthony Albanese anunció ayer que el gobierno restringirá y perseguirá aún más a las personas que promuevan la violencia, incluidos predicadores que promuevan discursos de odio, y agregará más disposiciones para cancelar o rechazar visas de personas que considere que están difundiendo “odio y división”. Esto ocurre después de que dos islamistas radicales asesinaran a 15 personas, incluido un niño, en una celebración judía de Hanukkah en Bondi Beach. El aumento en el poder del gobierno puede permitir a la policía australiana combatir mejor el extremismo islámico, pero también puede usarse contra otras religiones e ideologías que el ya opresivo gobierno federal considere inconvenientes.