Australia prohíbe las redes sociales a los jóvenes

Los niños de Australia ya no pueden acceder a las redes sociales, ya que hoy ha entrado en vigor la primera prohibición nacional del mundo. Cientos de miles de cuentas han sido desactivadas, y las plataformas que no tomen “medidas razonables” para excluir a los usuarios menores de 16 años se arriesgan a multas de hasta 33 millones de dólares por infracción.

Las redes sociales han sido catastróficas para toda una generación de jóvenes.

• Alrededor del 95% de los adolescentes estadounidenses utilizan las redes sociales. Los usuarios diarios habituales presentan tasas más elevadas de tristeza persistente, desesperanza, acoso y riesgo de suicidio. Los niños que usan las redes sociales por más de tres horas al día duplican su riesgo de sufrir problemas de salud mental. El adolescente promedio pasa 3,5 horas en las redes sociales.

Con demasiada frecuencia, los padres han fracasado a la hora de protegerlos, y ahora el gobierno está tomando cartas en el asunto.

Ahora se prohíbe a los niños australianos tener cuentas en estas plataformas, pero aún pueden visitarlas y navegar por ellas. Las aplicaciones de mensajería como Discord y WhatsApp, sin embargo, no se ven afectadas.

• Lemon8, un sitio de redes sociales propiedad de la misma empresa china que creó TikTok, se convirtió de inmediato en la aplicación más descargada de la App Store australiana de Apple, ya que antes era demasiado pequeña para incluirse en la prohibición.

• Yope —una alternativa a Snapchat— ocupó el segundo puesto, y Coverstar —un clon de TikTok— ocupó el tercer puesto.

• Las plataformas de juego o juegos como Roblox tienen varias opciones para el chat dentro del juego. Roblox, en particular, ha sido expuesto repetidamente como muy peligroso para los niños.

Más allá de que la ley sea insuficiente y fácil de eludir, existen otras preocupaciones.

Ahora los adultos deben demostrar que tienen más de 16 años para acceder a algunos de los foros de noticias y discusión más utilizados. Pueden hacerlo subiendo copias de su pasaporte o permiso de conducir, o haciendo fotos o videos, que son analizados por la inteligencia artificial.

• Para reducir al mínimo la carga de la verificación, las aplicaciones intentarán determinar la edad de una persona estudiando su comportamiento, pero con millones de personas interactuando cada una en línea miles de veces, esto exige mucha vigilancia, incluso censura. En el Reino Unido, por ejemplo, las noticias sobre delitos cometidos por inmigrantes suelen ocultarse en las redes sociales y sólo se muestran si alguien demuestra su edad. La mayoría de la gente no se molesta.

Australia también está a la cabeza del mundo en la creación de un sistema de identificación digital. Adoptó algunas de las restricciones más draconianas del mundo a la libertad de expresión y a la vida cotidiana durante la COVID. No es de extrañar que muchos australianos sospechen que su gobierno no está actuando de buena fe, y que está utilizando una buena causa para establecer la infraestructura necesaria para espiar y vigilar lo que todos sus ciudadanos hacen y dicen en Internet.

“Lea un libro y deje de desplazarse” es un buen consejo del primer ministro australiano Anthony Albanese. Sin embargo, puede que pronto llegue el momento en que la infraestructura de vigilancia digital impida que la gente lea la verdad. La Biblia describe una época en la que la tierra no puede soportar las palabras de advertencia procedentes de la Biblia (Amós 7:10); esto conduce a una hambruna de la palabra de Dios (Amós 8:11). Nuestro artículo “La guerra global contra la libertad de expresión” muestra cómo naciones de todo el mundo están tomando medidas enérgicas contra lo que se puede decir en Internet.