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China, Military

Helen H. Richardson/The Denver Post vía Getty Images

Asia en profecía (sexta parte)

Russia y China en profecía: capítulo seis

Continuación de Asia en profecía (quinta parte)

El tercer ay

Mientras mantenemos en mente la secuencia de tiempo, movámonos hacia adelante a Apocalipsis 11:14-15: “El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto. El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. Dos de los tres ayes están completos. Después de eso, los reinos de este mundo han de convertirse en el Reino de Dios. En esta etapa, Cristo retornará, y el gobierno de Dios nuevamente tomará en mando de la Tierra, ¡con Dios a la cabeza!

Este anuncio causará que los ángeles se regocijen (versículos 16-17), pero el mundo no, incluso después de toda la destrucción. El versículo 18 dice que las naciones estarán enojadas y airadas hacia Cristo. ¡Y, por difícil que sea de creer, lo que quede del poder de la bestia y de Asia de hecho se juntará para pelear contra Cristo! Esta batalla en el último toque de trompeta determinará el resultado final de la Tercera Guerra Mundial.

Apocalipsis 15 y 16 describen este tercer ay en mayor detalle. Así como el séptimo sello fue divido en siete toques de trompeta, el toque final de trompeta se divide en siete copas de la ira de Dios, las últimas siete plagas (Apocalipsis 15:1, 6). Al retorno de Cristo, Dios envía siete plagas sobre la humanidad a causa de su testarudez.

En Apocalipsis 16:12, vemos que Dios seca el río Éufrates para preparar el camino para que las hordas asiáticas se reúnan con lo que queda del poder de la bestia cerca de Jesucristo en Jerusalén. Dios los reúne en un lugar llamado Armagedón (versículo 16), el nombre griego para el monte Meguido. Un amplio valle en forma de cuenca, Meguido está localizado aproximadamente a 88 kilómetros al noroccidente de Jerusalén. Después de que Cristo retorne a Jerusalén, los ejércitos reunidos en Armagedón dirigirán su atención hacia su único enemigo común: el Rey de reyes.

Hay maravillosas buenas noticias en medio de todos estos horrores. Ambos ejércitos se reunirán en Armagedón para pelear contra el otro, ¡pero terminarán peleando contra Cristo en Su Segunda Venida!

El “rey altivo de rostro”, el líder del poder de la bestia, intentará pelear contra Cristo, y será “quebrantado, aunque no por mano humana” (Daniel 8:25). Los ejércitos pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá (Apocalipsis 17:12‑14). ¡Todas estas fuerzas malvadas serán contundentemente derrotadas!

¡La conclusión de esa batalla marcará el comienzo de una nueva y pacífica era para toda la Tierra!

Pero dese cuenta de la horrible oscuridad que ocurrirá antes del amanecer de ese día. Será un tiempo de sufrimiento como ninguno en la historia humana. ¡Y ya estamos viendo los comienzos de esa oscuridad!

¿Está usted consciente de lo que está sucediendo realmente en este mundo?

Piense en esto: ¡Los soldados de Europa, Rusia y China de hoy en día son algunos de los mismos soldados que marcharán desde Meguido a Jerusalén para ser destruidos por Jesucristo mismo!

¡Eso es lo cerca que estamos llegando al final de esta era del hombre! ¿Está usted listo para lo que está a punto de ocurrir?

Apocalipsis 19 describe el triunfo de Jesucristo sobre las fuerzas malvadas del hombre. ¡Esta victoria introduce al mundo de mañana, cuando Jesucristo gobernará esta Tierra con Sus santos! ¡Por 1.000 años, el mundo florecerá en abundante paz y prosperidad! 

Continúa en Asia en profecía (séptima parte)

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