‘Archivos de Twitter’: La noticia falsa sobre la confabulación con Rusia al descubierto

Este martes, el periodista de investigación Matt Taibbi publicó un nuevo reportaje sobre cómo “Twitter dejó entrar a la Comunidad de Inteligencia”. Estos archivos revelan cuán pocos datos tenía y cuán pocos necesitó el gobierno para lanzar el engaño de cuatro años sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016.

El origen: comenzó en agosto de 2017, después de que Facebook suspendiera 300 cuentas con “sospecha de origen ruso”. Así nació la cuestión de la interferencia rusa en las elecciones a través de las redes sociales. Facebook fue el único foco de atención al principio. Correos electrónicos internos de Twitter muestran incluso que Twitter estaba tan seguro de que no le afectaban las cuentas rusas, que simplemente redirigía esas consultas a Facebook.

• “Twitter no es el enfoque de la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones en este momento; el enfoque está en Facebook”, dijo el vicepresidente de Public Policy, Colin Crowell.

Al mes siguiente, Twitter realizó una revisión rutinaria de 2.700 cuentas sospechosas. Entre ellas, sólo encontró 22 posibles cuentas rusas y otras 179 cuentas potencialmente vinculadas a ellas. Y eso es todo lo que necesitó el gobierno para convertir el problema de Facebook en un problema también de Twitter.

Una montaña de un grano de arena: el senador de Virginia Mark Warner estaba furioso. Twitter es “francamente inadecuado a todos los niveles”, dijo. Hillary Clinton dijo: “Es hora de que Twitter deje de arrastrar los pies y asuma el hecho de que su plataforma se está utilizando como herramienta para la guerra cibernética”. Twitter estaba entonces en todos los ciclos de noticias y recibiendo mala prensa. Esto obligó a Twitter a formar el Grupo de Trabajo sobre Rusia para investigar. Pero incluso entonces, no encontró “ninguna prueba de un enfoque coordinado” con sólo 15 cuentas de alto riesgo, dos de las cuales pertenecían a la organización mediática rusa RT.

La falta de pruebas sólo agravó los ataques contra Twitter. El Congreso empezó a amenazar con legislación, calificando a Twitter como una “plataforma eficaz de desinformación”. Twitter se comprometió a colaborar con el Congreso para limitar la publicidad política que estuviera en desacuerdo con el gobierno.

El Senado había encontrado su fórmula:

• Amenazar a Twitter con legislación.

• Filtrar información tergiversada a la prensa y crear una crisis de relaciones públicas para Twitter.

• Obligar a Twitter a permitir que el gobierno se encargue de moderar y pedir personalmente que se suspendan las cuentas, mucho más allá del alcance del engaño sobre Rusia.

El gobierno utilizó la noticia falsa sobre Rusia para meterse de lleno en el asunto. No había suficientes cuentas con vínculos con Rusia para afectar la totalidad de las elecciones presidenciales. Pero había suficientes para que el fbi, la Agencia Central de Inteligencia y el Senado empezaran a tomar el control. La cosa llegó a tal extremo que incluso el congresista Adam Schiff le informaba a Twitter de las cuentas que él personalmente quería que se suspendieran.

Twitter intentó contraatacar. Pero estas organizaciones gubernamentales controladas por la izquierda estaban decididas a crear una especie de vigilancia y control tipo Gran Hermano. Al final, Twitter cedió. El engaño sobre Rusia no sólo fue una herramienta para destruir a la principal oposición a este objetivo, sino también un medio para conseguirlo.

Obtenga más información: lea nuestro artículo “Verdades oscuras expuestas” del último número de la Trompeta.