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KEVIN FRAYER/GETTY IMAGES

Aprenda la lección de la ‘Gran Multitud’

Podría protegerlo de un mundo de sufrimiento.

El libro de Apocalipsis describe a un grupo de personas llamado “la gran multitud”. Este grupo es tan numeroso que nadie puede contarlo. Y contiene una poderosa lección que debemos entender hoy. ¡Su vida misma depende de ello!

Este mensaje crucial en el corazón del libro de Apocalipsis se relaciona directamente con los problemas que amenazan la civilización a los que se enfrenta nuestro mundo actual, y muestra lo que usted, individualmente, debe hacer para estar protegido de ellos.

Este mensaje es doble. En primer lugar, es una advertencia: si le presta atención, ¡no tendrá que experimentar la clase de tribulación que experimentará la gran multitud! En segundo lugar, también es un mensaje con una magnífica esperanza. En este mundo lleno de problemas, en un momento muy urgente, ¡todos necesitamos ver esta esperanza!

Un ejemplo de la misericordia de Dios

Aquí está la descripción de este grupo: “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en las manos” (Apocalipsis 7:9). Esta masa de gente, que habla diferentes idiomas, está vestida con ropas blancas. Esto indica que habían escuchado la verdad de Dios y se habían arrepentido. ¿Cómo sabrían que debían arrepentirse a menos que hubieran escuchado el mensaje de arrepentimiento de Dios?

¡Éste será el momento en que veremos los verdaderos frutos de nuestro trabajo actual!

El contexto muestra que su arrepentimiento sucede durante la Gran Tribulación, un período de 2 años y medio de sufrimiento como nunca antes había experimentado este mundo. Como resultado de su arrepentimiento durante la Tribulación, escaparán del Día del Señor, el tiempo de un año de la ira de Dios que sigue a la Tribulación.

¡La dolorosa verdad es que estas personas también podrían haber escapado de la Tribulación, de todo ese sufrimiento, si hubieran escuchado y respondido a la Palabra de Dios hoy!

Sin embargo, éste es un ejemplo del maravilloso amor y misericordia de Dios por toda la humanidad. Dios siempre envía un mensaje para advertir de una calamidad que se aproxima, dando a la gente la oportunidad de volverse de sus pecados y arrepentirse. Todos tenemos esa oportunidad, pero la mayoría no la aprovecha.

¿Por qué las ramas de palmera?

Estas personas arrepentidas, vestidas con ropas blancas, salen al encuentro de Cristo con ramas de palmera en las manos. ¿Cuál es el significado de este detalle?

El único otro lugar en el Nuevo Testamento con un suceso similar está en Juan 12:12-13: “El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!”. Estas personas salieron con ramas de palmera a recibir a Cristo en Su primera venida.

Cuando Cristo vino por primera vez, Dios comenzó a cosechar Sus primeros frutos, la pequeña cosecha que continúa hasta hoy. Aquellos que entienden el camino de vida de Dios están siendo preparados hoy para ayudar a Cristo a gobernar al mundo entero en los mil años de gobierno de Jesucristo en la Tierra, cuando el mundo entero experimentará paz, prosperidad y alegría. Dios está dando a estos primeros frutos una recompensa absolutamente asombrosa.

Dios quiere que este pueblo florezca como las palmeras (Éxodo 15:27; Números 33:9). El Diccionario Bíblico de Smith dice esto sobre las palmeras: “Eran célebres en la época de los evangelios y de Josefo. El historiador judío menciona la exuberancia de estos árboles una y otra vez, no sólo en alusión a la época de Moisés (…) sino en el relato de la campaña romana bajo Pompeyo (…), en las crónicas de Antonio y Cleopatra. Herodes el Grande hizo mucho por Jericó y se interesó mucho en sus palmerales”.

Hubo un tiempo en que Jericó era llamada la ciudad de las palmeras (Deuteronomio 34:3; Jueces 1:16). ¡Esta ciudad era floreciente en muchos aspectos! Pero hoy Jericó no tiene palmeras. Incluso el Monte de los Olivos floreció con palmeras, pero hoy hay muy pocas. Esto simboliza el estado degenerado de este mundo terrible. Nuestro mundo no está floreciendo. Está plagado de problemas.

Vea nuestra situación financiera. Las restricciones por el coronavirus han endeudado profundamente a nuestros gobiernos, han destruido muchas empresas y han agravado una serie de problemas económicos ya graves. Los comentaristas y analistas expresan su profunda preocupación; ven que nuestras finanzas no están floreciendo como palmeras. ¡Y una crisis financiera en EE UU sacudiría al mundo entero!

Muchas otras crisis amenazan a nuestro mundo. Una Rusia beligerante, una China autoritaria y expansionista, una superpotencia europea en ascenso, la creciente agresión de Irán, la división en EE UU, por nombrar algunas. Muchos en este mundo hacen la vista gorda ante estos acontecimientos.

¿Cuál es la causa de estos problemas? Hemos perdido mucho de la belleza que Dios creó para nosotros, porque no somos espirituales como deberíamos ser. El hombre sigue degenerando su carácter. Sí, hacemos avances en tecnología, pero no apreciamos la belleza de Dios —el mundo natural que Él creó— porque no pensamos como Dios.

Dios nunca quiso que este mundo sufriera el dolor y la miseria que vemos hoy. Dios nos dio la opción entre la vida y la muerte, y nosotros elegimos la muerte (Deuteronomio 30:19). Fue nuestra elección. Dios ciertamente no permitiría que esto sucediera si la humanidad lo siguiera.

Sin embargo, Dios dice que incluso en medio de esta confusión y agitación, Él protegerá a los que le son sumisos y obedientes (Apocalipsis 3:10; 12:14). Dios promete hacerlo. Y lo cumplirá porque nunca, jamás, mentirá (Tito 1:2; Hebreos 6:18). Pero ¿realmente le creemos a Dios? Si hay algún momento para creer verdaderamente en Sus promesas, es ahora. Dios protegerá a los que viven Su modo de vida hoy. Si lo hacemos, Él dice que nunca nos abandonará (Hebreos 13:5).

Cuando usted tiene esa seguridad, no tiene por qué temer a los acontecimientos mundiales. ¡Puede tener confianza y fe en el gran Dios vivo! (Para aprender sobre el verdadero arrepentimiento según Dios, solicite mi folleto gratuito Cómo ser un vencedor. Éste le mostrará lo que Dios espera de usted).

¿Se arrepentirá?

Debemos entender la tremenda lección que hay en Apocalipsis 7: “Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (versículos 13-14). ¡Estas personas tuvieron que lavar sus ropas! Estaban sucias. Y Dios quería que se limpiaran. Puede que pensaran que estaban limpios, pero no lo estaban. En la Gran Tribulación, tuvieron que enfrentar la realidad.

Estas personas lavaron sus ropas “en la sangre del Cordero”. Esa es la preciosa sangre de Jesucristo. Él vino a la Tierra y murió por nosotros, sufriendo como ningún hombre lo ha hecho, para que podamos tener Su justicia y florecer como la palmera. Lo hizo por usted y por mí. Nunca debemos tomar Su sacrificio a la ligera. Dios en la carne, un ser sin pecado, fue desfigurado más que ningún hombre y luego asesinado (Isaías 52 y 53). ¡Ese es el precio por nuestros pecados!

Aquellos en esta multitud se arrepentirán durante el peor sufrimiento de la historia humana. ¡Pero considere la lección! Mire la severidad con la que Dios tuvo que corregirlos y la terrible calamidad que tuvo que permitir ¡antes de que estuvieran dispuestos a volverse y buscarlo! Él no quiere tener que hacer eso. Esas personas escaparán del Día del Señor. Pero podrían haber evitado por completo el sufrimiento de la Tribulación si hubieran prestado atención al mensaje de advertencia de Dios hoy.

¿Qué profundidad de sufrimiento se necesita para hacerlo cambiar a usted? ¿Qué hace falta para que usted reconozca el amor de Dios y busque Su camino?

A lo largo de la Biblia, Dios dice que protegerá a Su pueblo de ese tiempo terrible porque le obedecen ahora. La gran multitud, sin embargo, no hizo caso lo suficientemente pronto. Llegaron al punto de casi perder sus vidas físicas, pero se arrepintieron a tiempo.

¿Puede reconocer cuando Dios está tratando de llegar a usted? ¿Conoce lo suficiente a Dios como para saber dónde está hablando? La Biblia es Jesucristo en imprenta, y sólo hay un lugar en la Tierra donde usted puede escuchar todo el mensaje que Él está hablando. Usted no puede escapar de la Tribulación venidera a menos que sepa dónde está hablando Dios y luego preste atención al mensaje que está siendo entregado por Su pueblo.

¡Aprenda la lección!

Hay dos grandes problemas con la gran multitud antes de que se arrepientan. Primero, no están vestidos con ropas blancas, lo que significa que carecen de justicia. Se habían engañado a sí mismos pensando que eran justos, como muchos cristianos profesos hoy. Segundo, estas personas no están floreciendo como una palmera. Dios quiere que vivamos con entusiasmo y emoción. ¡Él quiere que tengamos la vida abundante! (Juan 10:10). Esa es la forma en que Dios quiere que todos vivan, pero el hombre ha elegido no hacerlo. Ha decidido seguir su propio camino.

Esta multitud innumerable está compuesta por personas que recuerdan haber escuchado el mensaje de advertencia de Dios y, por ello, se dan la vuelta. La gran multitud debe haber escuchado el mensaje de Dios antes de la Gran Tribulación. Pero no se comprometieron con éste; no se arrepintieron, no lavaron sus ropas.

Observe una profecía para hoy en Ezequiel 33: “Y vendrán a ti como viene el pueblo, y estarán delante de ti como pueblo mío, y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia. Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos” (versículos 31-33). A esta gente le encantaba oír la Palabra de Dios, pero no hacían nada con lo que oían. De nuevo, esta profecía es para hoy.

Mire las cosas terribles que están sucediendo en el mundo hoy. Estamos en los bordes exteriores de la gran tormenta de la Tribulación ahora mismo. El tiempo es muy urgente. ¡Pero usted debe comprobar esto por sí mismo!

Ese es el mensaje que la gran multitud no escuchó a su debido tiempo. Pero lo escucharán en la Gran Tribulación, ¡y entonces saldrán y se volverán a Dios! Lavarán sus ropas con la sangre de Cristo, y llegarán a entender esta gran y maravillosa visión. Y en el momento en que se arrepientan, Dios los sacará de la Tribulación para que no tengan que enfrentar más sufrimiento. Esto muestra cuán maravillosamente misericordioso es Dios.

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 2). Dios nos ama; somos Sus amados. Él es un Dios de justicia y juicio perfectos. Nos examinará y nos someterá a pruebas. Nos castigará cuando sea necesario. Pero por encima de todas las cosas, Él quiere que prosperemos y tengamos buena salud. ¡Quiere que florezcamos como la palmera! No quiere que vivamos con miedo, como le ocurre al mundo entero hoy.

La innumerable multitud escapará del peor año de la historia de este planeta. Y Dios está feliz de protegerlos. Pero lo habría hecho antes si hubieran prestado atención a lo que Él dice ahora, cuando todavía hay tiempo.

¡Aprenda esta poderosa lección de la “gran multitud”! ¡Usted está escuchando el mensaje de Dios hoy! No se límite a archivarlo en su memoria y actuar después. ¡Actúe ahora! ¡Vuélvase a Dios en arrepentimiento! Aprenda a amar Su camino de vida y amar la Biblia, porque no hay nada como ella cuando usted la entiende de verdad. ¡Dios nos está ofreciendo una vida llena de esperanza! Él quiere protegerlo y cuidarlo ahora mismo, y promete hacerlo si se vuelve y le obedece hoy. ¡Eso es algo por lo cual estar emocionado! 

Este artículo fue traducido del artículo “Learn the Lesson of the ‘Great Multitude’” de theTrumpet.com.


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