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‘Allahu akbar’ en la Casa Blanca
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió ayer al exlíder de una rama de Al Qaeda, y después una multitud en la avenida Pennsylvania gritó “¡Allahu akbar!”. Esta fue la escena que rodeó la visita del presidente sirio Ahmed al-Sharaa a Washington, D. C., el primer jefe de Estado sirio en hacerlo.
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“Es un líder muy fuerte”, dijo Trump en el Despacho Oval. “Viene de un lugar muy duro y es un tipo duro”. Me cae bien. “Quiero llevarme bien con él, el presidente, el nuevo presidente de Siria”, especificó Trump: “Queremos ver a Siria convertida en un país que tenga mucho éxito, y creo que este líder puede hacerlo”.
Funcionarios estadounidenses y sirios han anunciado que Siria se unirá a la coalición mundial para derrotar al Estado Islámico. Desde 2017 hasta enero de este año, Sharaa dirigió Hayat Tahrir al-Sham, una filial de Al Qaeda y la principal fuerza rebelde que derrocó la dictadura del presidente Bashar Assad en diciembre. Hayat Tahrir al-Sham se ha disuelto oficialmente y Sharaa, que fue retirado el viernes de la lista estadounidense de terroristas globales especialmente designados, ha afirmado que quiere gobernar Siria como una república secular.
Sin embargo, miles de yihadistas extranjeros bajo el liderazgo de Sharaa permanecen en el país y su régimen ya ha perseguido a minorías religiosas como los alauíes y los drusos. Que Sharaa fuera recibido por un grupo de la diáspora siria a las puertas de la Casa Blanca al grito de “¡Allahu akbar!” es una señal reveladora de lo que su base de apoyo espera de él.
Al Qaeda estrelló dos aviones contra la ciudad natal de Trump el 11 de septiembre de 2001. Sharaa ha dedicado su vida a masacrar infieles en nombre de Alá y sus hombres siguen persiguiendo a los no musulmanes.
La voluntad del presidente Trump de enfrentarse a él es un ejemplo espectacular de lo que Stephen Flurry ha denominado “síndrome de locura por la paz”: la idea de que todo conflicto puede resolverse mediante el diálogo y la negociación.
La Trompeta pronostica que el acercamiento de Estados Unidos a Siria no acabará bien. Una profecía del Salmo 83 predice que Siria, a la que se hace referencia con el antiguo nombre de “los agarenos” (versículo 6), formará parte de una alianza formada para atacar a Estados Unidos. Lea más en el artículo de Gerald Flurry “La caída de Siria: Otra profecía clave cumplida”.