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Alemania contra Viktor Orbán
Es una batalla entre dos regímenes dictatoriales. Uno es nacional, el otro supranacional. Alemania acusa al gobierno húngaro de socavar el Estado de derecho, una señal contundente de una dictadura nacional en ascenso. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, acusa a Alemania de interferir en la política húngara a través de la Unión Europea, instaurando una dictadura supranacional. Una batalla similar se desarrolló en Polonia, y Alemania ganó. ¿Quién ganará en Hungría?
La Comisión Europea retiene 18.000 millones de euros (21.000 millones de dólares) en fondos de la UE a Hungría, alegando incumplimientos de la legislación europea. El último Informe sobre el Estado de derecho, publicado por la Comisión Europea el 8 de julio, afirma que Hungría no ha hecho “ningún progreso” para poder recibir esos fondos en breve.
“Desearía que fuera de otro modo y que esos fondos pudieran ponerse a disposición y que el pueblo húngaro, que es muy significativamente a favor de la UE, estuviera en condiciones de beneficiarse de ellos, pero para ello es necesario que se respete el Estado de derecho”, declaró el comisario europeo de Justicia, Michael McGrath, al presentar el informe.
Pero podría empeorar. El nuevo gobierno de coalición alemán dirigido por Friedrich Merz exige que la UE castigue más severamente a los países que violen “el Estado de derecho”. Politico describió la cláusula como una “referencia apenas encubierta a la Hungría de Viktor Orbán”.
Las acusaciones no carecen de razón. En junio, Csaba Lukács, fundador y redactor del periódico Magyar Hang, declaró a la Trompeta:
El partido gubernamental constituyó una nueva fundación. Se llama Fundación de Medios de Comunicación de Europa Central, y compraron o se apoderaron de más de 500 medios de comunicación: emisoras de tv, emisoras de radio, portales web, periódicos impresos, diarios rurales, todo tipo de medios, y están difundiendo pura propaganda gubernamental. (…)
Vivimos en Hungría desde hace más de 10 años en situación de emergencia. Están extendiendo esa situación de emergencia año tras año. Empezaron con la migración. Más tarde, fue la emergencia de la covid. Ahora es una emergencia bélica porque se libra una guerra en el país vecino, Ucrania. Así, vivimos en una situación de emergencia constante que permite al gobierno gobernar sin la autorización del Parlamento. Pueden emitir decretos gubernamentales. No hay debate en el Parlamento (…) También pueden restringir el trabajo de los periodistas.
Orbán afirma que estas medidas tiene como objetivo proteger a la población húngara de la influencia extranjera. En cuanto a la pérdida de fondos de la UE, Orbán lo considera el precio de la libertad. Pero no todo el mundo en Hungría está de acuerdo.
El líder de la oposición, Péter Magyar, y su Partido Tisza abogan por alinear los intereses de Hungría con los de la UE. Magyar promete desbloquear los miles de millones de euros de fondos suspendidos para reactivar la economía. Magyar es un antiguo miembro del partido Fidesz de Orbán y representa el desafío político más serio a los 15 años de gobierno de Orbán.
En una entrevista publicada en el canal de YouTube de Mandiner, Orbán acusó al líder de la oposición, Péter Magyar, y a su Partido Tisza de estar respaldados por potencias extranjeras. Dijo:
No lucho contra Péter Magyar y el Partido Tisza, sino contra sus amos alemanes. (…) Siempre se ha dictado desde fuera lo que este país necesita. Y a esas personas siempre las encuentran las potencias extranjeras que se preocupan por lo que ocurre en Hungría y quieren influir en los acontecimientos húngaros.
Sus comentarios se hacen eco de los del partido polaco Ley y Justicia. Su presidente, Jarosław Kaczyński, afirmó en 2021: “Los alemanes han puesto las cartas sobre la mesa. Quieren instaurar el Cuarto Reich”.
El gobierno autoritario polaco se enfrentó a las ambiciones dictatoriales supranacionales de Alemania. El resultado puede revelar el futuro de Hungría. Como escribió Richard Palmer, subdirector de redacción de la Trompeta:
El partido polaco Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), que gobernaba Polonia desde 2015, se interpuso directamente en el camino de las ambiciones europeas de Alemania. Sus líderes denunciaron repetidamente el dominio alemán de la UE. (…)
Muchas medidas fundamentales para transformar la UE en un superestado requieren el consentimiento unánime de todos los miembros. Polonia se ha interpuesto a menudo en el camino. El gobierno del PiS también frustró a Alemania de otras maneras; por ejemplo, exigió a Alemania 1,4 billones de dólares en reparaciones por la destrucción que había infligido en la Segunda Guerra Mundial.
La UE contraatacó. En octubre de 2021, el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas empezó a multar a Polonia con un millón de euros al día, la sanción más elevada de su historia, acusando al gobierno polaco de interferir en el poder judicial. El PiS respondió amenazando con abandonar la Unión por completo. (…)
En lugar de ello, el 13 de diciembre, cuando el presidente polaco tomó juramento a Donald Tusk como primer ministro, Polonia quedó bajo control alemán.
Tusk ha sido, entre otras cosas, presidente del Consejo Europeo, el órgano rector de la UE. Su nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Radoslaw Sikorski, es famoso por decir: “Temo menos al poder alemán que a la inactividad alemana”. La última vez que Sikorski ocupó ese cargo, fue una de las voces más fuertes en Europa que pedían más liderazgo militar alemán.
Polonia se ha rendido más o menos al dominio alemán; hay indicios de que Hungría le seguirá. El partido de Magyar alcanzó el 30% en las elecciones al Parlamento europeo de 2024, mientras que el de Orbán obtuvo el 44,6%, su peor resultado en unas elecciones al Parlamento Europeo. Una encuesta realizada en junio mostró que el Partido Tisza tiene una ventaja de 15 puntos de cara a las elecciones nacionales del próximo año.
También hay más señales anecdóticas de que Orbán está perdiendo el control del poder. En marzo, el Parlamento húngaro aprobó una ley que prohibía las marchas del orgullo. En una marcha celebrada el 28 de junio, hubo una asistencia récord, sin que las autoridades lo impidieran. El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung comentó:
Estaba claro para todos: Orbán, que se había mostrado tan seguro de sí mismo, era incapaz de imponerse en su propio terreno. Ese no puede haber sido el mensaje que quería enviar. La confusión entre los partidarios fieles de Orbán y los medios de comunicación leales sugiere que esto ha provocado incertidumbre en las filas del partido Fidesz de Orbán.
Orbán calculó mal.
Cada vez hay más pruebas de que Orbán está a punto de perder el control, lo que sería otro gran paso en el cumplimiento de la profecía bíblica.
Apocalipsis 17 describe un bloque europeo liderado por Alemania. “Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia” (versículos 12-13).
En la la Trompeta de marzo de 2022, el redactor jefe Gerald Flurry explicó: “Podemos esperar que surjan 10 líderes fuertes en Europa —seguramente algunos de ellos ya están en el poder— y que se unan para fortalecer una superpotencia europea dirigida por Alemania”.
La profecía bíblica es clara en que estos líderes europeos se someterán a Alemania en un momento de gran crisis. Si Orbán no está dispuesto a hacerlo, será sustituido por el dictado supranacional de Alemania.
La buena noticia es que esto precederá a un gobierno mundial gobernado no por los hombres, sino por Dios Mismo. El versículo siguiente de Apocalipsis 17 muestra que Jesucristo regresará para someter a estos gobernantes e instaurar el gobierno de Dios en la tierra (véase también Daniel 2:44).
Para comprender cómo estos acontecimientos mundiales conectan con las mejores noticias que la humanidad jamás haya podido escuchar, lea “Diez reyes del nuevo sacro imperio romano surgiendo ya” por Gerald Flurry.