Reciba nuestro boletín gratis

Ship. Artic

La Trompeta/Julia Goodard

La batalla por el Ártico

‘Los rompehielos de Rusia lo convierten en el rey del Ártico, y Estados Unidos es solo un indigente’.

SAN PETERSBURGO

Nuestra entrada a San Petersburgo en barco podría haber sido difícil y peligrosa si no hubiera sido por los famosos buques rompehielos de Rusia que llegaron unas semanas antes. A través de la ventana de nuestro camarote en el M/S Princess Anastasia, vimos kilómetros de hielo que habían sido destrozados para dar paso al comercio y al turismo en las aguas alrededor de la antigua capital de la nación.

Los rompehielos de Rusia en el Mar Báltico son un activo económico importante. Pero hay otra región donde la creciente flota de rompehielos de Rusia está marcando una diferencia más significativa, no solo económica sino también militarmente: el Ártico.

Históricamente, el gélido Ártico ha estado relativamente libre de las luchas geopolíticas entre las potencias mundiales que han acosado a la mayoría de las demás regiones. Pero en las últimas décadas, debido al deshielo y al mejoramiento de la tecnología, esto ha comenzado a cambiar. La región se ha vuelto cada vez más importante para las naciones árticas: EE UU, Canadá, Dinamarca (Groenlandia), Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia. Y ninguno ha estado más decidido a dominarla que Rusia, que está logrando sus objetivos en gran medida con los rompehielos.

Energía y minerales

El Servicio Geológico de EE UU estima que el Ártico posee el 30% del gas natural no descubierto del mundo y el 13% del petróleo. También contiene vastos depósitos de minerales como oro, zinc y platino. En total, estos recursos tienen un valor estimado de 30 billones de dólares, y los rusos están ganando acceso a ellos a un ritmo sin precedentes.

La planta de gas natural líquido de Yamal es un ejemplo notable. Ubicada a casi 612 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, yamal en el idioma local significa literalmente “fin del mundo”. Las temperaturas descienden a menos de 14 grados Celsius bajo cero, y durante siete a nueve meses cada año las aguas alrededor de esta tierra baldía forman capas de hielo de más de dos metros de espesor. Hasta que se abran instalaciones mineras en la luna, usted no encontrará un entorno más hostil para la industria que el que rodea a Yamal lng.

Pero gracias a una nueva flota de 15 rompehielos Arc7 que pueden transportar cargamentos de gas natural licuado (gnl), los rusos pueden mantener el funcionamiento durante todo el año mientras extraen y transportan los 1,25 billones de metros cúbicos de reservas de gas natural de Yamal. “El carguero rompehielos (…) permitirá que el gnl sea transportado no solo durante los meses de verano, sino también durante todo el año”, escribió Hellenic Shipping News (16 de abril).

Gran visión, mayor control

Durante una visita a Yamal lng en 2017, el presidente ruso Vladimir Putin dejó en claro que la planta y sus rompehielos forman parte de una visión más amplia para dominar la región. “Este es quizás el mayor paso hacia adelante en nuestro desarrollo del Ártico”, dijo. “Ahora podemos decir con seguridad que Rusia se expandirá a través del Ártico éste y el próximo siglo”.

Una parte importante de esta expansión es el desarrollo de la Ruta del Mar del Norte, que se extiende a lo largo de la costa ártica de Rusia desde el Mar de Kara hasta el Mar de Bering y el Océano Pacífico. Con esta ruta, Rusia puede enviar gas desde Yamal y otros lugares del Ártico a naciones orientales, sedientas de energía, semanas más rápido que el tiempo requerido para viajar a occidente por Europa y a través del Canal de Suez. En el caso de China, la nación más sedienta de energía de todas, la Ruta del Mar del Norte reduce los tiempos de envío hasta en 15 días.

Y Rusia ahora está aumentando su control en esta ruta de una manera preocupante. Moscú anunció en marzo que los barcos extranjeros deben presentar una solicitud con 45 días de anticipación, traer un piloto marítimo ruso a bordo para el cruce y pagar elevadas tarifas de tránsito. Cualquier embarcación que no cumpla puede ser detenida e incluso “destruida”, dijo Moscú. Incluso si un barco extranjero cumple con todos los requisitos, las autoridades dicen que pueden rechazar cualquier solicitud de paso sin explicación.

La parte preocupante, e ilegal, de estas nuevas reglas rusas tiene que ver con el Estrecho de Bering, que se encuentra entre EE UU y Rusia. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (convemar) dice que las aguas dentro de 200 millas náuticas desde la costa de una nación constituyen su zona económica exclusiva (zee), sobre la cual tiene control. Pero los estrechos internacionales como el de Bering están excluidos de las zee. La convemar garantiza la libertad de navegación a través de ellos.

Rusia, sin embargo, insiste en que la Ruta del Mar del Norte, incluyendo el Estrecho de Bering, está sujeta a sus nuevas reglas. Debido a esta política ilegal, el comandante de la Guardia Costera de EE UU, Sean Fahey, advirtió recientemente que “los derechos y libertades de los que disfrutan todos los Estados para operar barcos y aeronaves en el dominio marítimo” pronto podrían convertirse en “el asunto estratégico más importante” en el Ártico.

Pero debido a una “brecha rompehielos” cada vez más amplia entre Rusia y el resto del mundo, el control de Rusia sobre el Ártico solo se incrementará.

Rey del Ártico’

“No se pueden explorar las profundidades del Ártico, o atravesar sus mares, si no se puede llegar a él”, escribió Terrell Starr para Foxtrot Alpha en “Los rompehielos de Rusia lo convierten en el rey del Ártico, y EE UU es solo un indigente” (26 de enero de 2017).

Con 54 embarcaciones, incluyendo siete modelos de propulsión nuclear, Rusia ya tiene la flota de rompehielos más grande del mundo. Un distante segundo lugar, con 10 barcos, va para Finlandia. Canadá tiene siete, al igual que Suecia. EE UU tiene cinco, ninguno de los cuales es nuclear.

El número de rompehielos por sí solo no cuenta toda la historia. Solo Rusia y EE UU operan rompehielos “pesados”, que tienen el poder de romper bancos de hielo más gruesos. Pero aquí nuevamente, Rusia tiene una gran ventaja con dos rompehielos pesados operativos y cuatro más en reparación. EE UU tiene solo uno, el uscgc Polar Star de 42 años, y opera en la Antártida, al otro lado del mundo.

Los fuertes rompehielos de Rusia son considerablemente más nuevos y permanecen en el Ártico durante todo el año. Putin dice que para 2035, Rusia tendrá 13 grandes rompehielos, incluyendo nueve gigantes de propulsión nuclear. A finales de año, los rompehielos nucleares pesados de 33.000 toneladas de la clase Arktika de Rusia se someterán a pruebas en el mar. No muy lejos estará la clase Lider, de 71.000 toneladas de propulsión nuclear, que será el rompehielos más pesado del mundo por mucho. El Polar Star, en comparación, pesa alrededor de 10.000 toneladas.

“Las carreteras del Ártico son rompehielos”, dijo recientemente el senador de EE UU Dan Sullivan. “Rusia tiene súper autopistas y nosotros tenemos caminos de tierra con baches”. A medida que las flotas de Rusia siguen creciendo, EE UU y otras naciones encontrarán cada vez más difícil desafiar el control de Putin sobre el Ártico.

Asuntos militares

En los últimos años, Rusia se ha apresurado a revivir muchas bases militares soviéticas abandonadas en el Ártico. Gracias en gran parte a sus rompehielos, los rusos han modernizado pistas de aterrizaje e instalaciones de radar en numerosas islas, han establecido cuatro nuevas unidades de comando de brigada del Ártico, abrieron 16 puertos, construyeron nuevas bases aéreas y desplegaron sistemas de misiles antibarcos y tierra-aire para la región.

“La modernización de las fuerzas árticas y de la infraestructura militar ártica se está llevando a cabo a un ritmo sin precedentes ni siquiera visto en la época soviética”, dijo a Reuters Mikhail Barabanov, jefe de redacción de Moscow Defense Brief (30 de enero de 2017).

Con estas bases y misiles, Rusia puede proteger sus demandas de energía y hacer cumplir sus nuevas reglas para la Ruta del Mar del Norte incluso si otras naciones del Ártico cuestionan su legalidad.

Una nueva era peligrosa’

Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, Rusia se dirigió con dificultad a la siguiente década como una nación mermada y exhausta. Estaba fuera de la corriente principal de los asuntos internacionales, y muchos occidentales la ignoraron.

Entonces Putin llegó al poder y comenzó a enderezar la nave y cambiar su curso. En agosto de 2008, sorprendió a gran parte del mundo al invadir la antigua nación soviética de Georgia y poner una quinta parte de su territorio internacionalmente reconocido bajo control ruso.

En octubre de ese año, el jefe de redacción de la Trompeta, Gerald Flurry, escribió sobre lo que la invasión marcaba para el futuro: “El ataque de Rusia a Georgia en agosto marca el inicio de una nueva era peligrosa en la historia. Este fue el primer golpe militar de un súper poder asiático en ascenso, ¡y habrá más! (…) ¡Hemos presenciado el inicio de una nueva era!”.

El Sr. Flurry especuló luego sobre cuál sería la próxima exnación soviética que podría estar en la mira de Rusia: “¿Ocurrirá una crisis con Ucrania? Con toda seguridad Rusia está dispuesta a hacer guerra por Ucrania, ya que es su granero”. El tiempo demostró que el pronóstico fue preciso, cuando en 2014 Rusia invadió y anexó la Península ucraniana de Crimea, y desestabilizó las regiones orientales de Ucrania.

Desde entonces, Putin ha seguido usando su poder para evitar que Georgia, Ucrania y otros países exsoviéticos desarrollen relaciones más estrechas con Europa. Hizo de Rusia un jugador importante en Oriente Medio, donde ha debilitado la influencia de EE UU, ha ayudado al brutal régimen sirio y a Irán en su búsqueda de armas nucleares. Putin también ha transformado al ejército ruso en una fuerza moderna y más letal del siglo xxi, incluida su militarización y control del Ártico.

Es claro que Putin está restaurando el poder de Rusia e impulsando su relevancia internacional hacia los niveles soviéticos. Y como escribió el Sr. Flurry, el mundo está ahora en una “nueva era peligrosa”.

La profecía bíblica muestra que, en los próximos años, Putin llevará a Rusia en una dirección aún más agresiva. En su folleto El príncipe de Rusia profetizado, el Sr. Flurry explica que Putin es descrito personalmente en las antiguas profecías bíblicas en Ezequiel 38 y 39. “Necesitamos observar a Vladimir Putin de cerca”, escribe. “¡Creo que es casi seguro que será el ‘príncipe de Rosh’ de quien Dios inspiró a Ezequiel para que escribiera hace unos 2.500 años!”.

El gobierno de Vladimir Putin indica que “estamos entrando en la peor crisis de la historia del hombre”, escribe él, pero agrega que estos eventos son “súper inspiradores al mismo tiempo”.

El Sr. Flurry continúa: “Vladimir Putin es una señal, literalmente una SEÑAL , ¡de que Jesucristo está a punto de retornar! Este es uno de los mensajes más inspiradores de la Biblia. ¡Lo que estamos viendo en Rusia conduce finalmente a la transición del hombre gobernando al hombre, hacia Dios gobernando al hombre! ¡Y ya casi está aquí! Está a solo unos pocos años de distancia”.

El ascenso de la Rusia de Putin, incluido su dominio del Ártico, señala que la Tercera Guerra Mundial nuclear está cerca. Ese es un hecho que debería ponernos serios a todos. Pero estas tendencias también están íntimamente ligadas a las mejores noticias imaginables: Jesucristo pronto regresará a la Tierra y traerá una era de paz y prosperidad sin precedentes para todo el mundo.

Boletín, AD