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Parkland, shooting

Carolyn Cole/Los Angeles Times por medio de Getty Images

El tiroteo de Parkland: la impactante historia que usted no ha escuchado

Entienda la vergonzosa verdad de lo que llevó a esta tragedia, y usted verá mejor cómo protegerse de ser la próxima víctima.

Después de que ocurrió el asesinato en masa en una escuela secundaria en Florida el pasado 14 de febrero, los estudiantes por todo EE UU han hablado de la necesidad de un mayor control de armas. Estos jóvenes han estado convencidos de que, si aplican presión, los legisladores van a prohibir más armas de fuego, van a requerir más control de antecedentes y van a prevenir futuros tiroteos en las escuelas.

Estos estudiantes han sido enormemente engañados.

Usted puede pensar que ya ha escuchado todo lo que hay que escuchar sobre el tiroteo en Parkland, pero aquí hay cierta información importante que podría cambiar su punto de vista de esa tragedia.

Hay una lección sumamente importante que podemos extraer de esto. Es un principio que debemos aplicar como sociedad, y que cada uno de nosotros debe aplicar como individuo, para ser protegidos de tales tragedias.

Ésta no es sólo otra opinión. Es lo que la Biblia dice específica y repetidamente sobre esta materia. Éste es el punto de vista de Dios sobre este asunto.

Los asesinatos sin sentido que cometió Nikolas Cruz en la Secundaria Marjory Stoneman Douglas fueron pura maldad. Cualquiera puede reconocer eso.

Pero la pregunta fundamental pero polémica es, ¿cómo lidiamos con el mal? ¿Cuál es nuestra actitud hacia el mal, y qué acciones tomamos contra él?

La tragedia en Parkland ocurrió porque tuvimos la respuesta a esa pregunta, peligrosa y fatalmente errónea. Cometemos este error bajo nuestro riesgo. Usted puede estar cometiendo este error sin siquiera darse cuenta.

‘Educación no encarcelación’

Esta historia comienza varios años atrás en el Condado de Miami-Dade, Florida.

Comenzamos con un comunicado de prensa de las escuelas públicas del Condado de Miami-Dade, del 15 de febrero de 2012, con el siguiente titular, “La policía escolar de Miami-Dade reduce la delincuencia juvenil en un 60 por ciento”. “La policía escolar de Miami-Dade (m-dspd, por sus siglas en inglés) fue elogiada recientemente por el Departamento de Justicia Juvenil de Florida por disminuir dramáticamente la delincuencia en las escuelas públicas del Condado de Miami-Dade”.

“El Departamento de Policía Escolar tiene la distinción de disminuir la delincuencia juvenil relacionada con las escuelas en un impresionante 60 por ciento durante los últimos seis meses de 2011, el que fue el mayor descenso en cualquier escuela distrital del Estado”.

El Sistema de escuelas públicas de Miami-Dade tiene su propia fuerza policial, que incluye a los asistentes del sheriff llamados “oficiales de recursos escolares”. Su jefe de policía es designado y está bajo las órdenes de la junta escolar y el superintendente, no por la policía municipal.

Después el jefe de policía escolar, Charles Hurley, dijo en un comunicado de prensa que, “Hace tres años nos dispusimos crear y mantener un departamento de policía enfocado en redefinir nuestro rol y reafirmar nuestros valores a través de la prevención, la intervención, el cumplimiento y la educación. Nuestra consigna es la educación no la encarcelación” (énfasis añadido en todo).

Este comunicado de prensa dice que los administradores y la policía escolar adoptaron un “planteamiento centrado en el estudiante para el cumplimiento de la ley dedicándose y ayudando a los estudiantes y sus familias”.

Esto suena bien y noble. ¿Pero cuáles son los efectos? Seis años atrás, cuando las escuelas públicas de Miami-Dade enfrentaron la pregunta ¿cómo lidiamos con el mal?, su respuesta fue justificar el comportamiento criminal entre los estudiantes.

Estudio del caso Trayvon Martin

Un estudiante del Distrito Escolar de Miami-Dade era un adolescente llamado Trayvon Martin. Él fue exactamente el tipo de chico que este programa de educación-no-encarcelamiento tenía como objetivo mantener fuera de la cárcel.

Un respetado blog llamado Conservative Treehouse documenta la carrera escolar de Martin. Todo esto se puede verificar mediante copias de los documentos originales, comunicados de prensa, informes policiales, transcripciones de juicios y declaraciones juradas.

En octubre de 2011, el oficial de recursos escolares Darryl Dunn buscaba a Trayvon en su escuela secundaria, y encontró un escondite con joyas de mujer, un reloj de hombre y un destornillador plano que describió en su reporte como “una herramienta de robo”.

Una investigación de asuntos internos hecha por la Policía Escolar de Miami-Dade reveló después que estos artículos habían sido robados a unas pocas cuadras de la escuela secundaria de Trayvon.

Pero el oficial Dunn nunca presentó un informe criminal o abrió una investigación criminal sobre el asunto. El Conservative Treehouse informó que, “En lugar de eso, y como resultado de la presión del Jefe Hurley para evitar informes criminales para estudiantes negros, Dunn señaló las joyas como ‘artículos encontrados’ y los transfirió, junto con la herramienta de robo, a la sala de propiedad de la Policía de Miami-Dade donde fueron puestos en un estante sin asignar a nadie para la investigación” (1 de mayo, 2013).

El sistema escolar simplemente eligió no tratar el robo como un delito.

Los administradores y la policía escolar también cubrieron la posesión de marihuana de Trayvon y falsificaron los informes del incidente. El distrito escolar también implementó una política de “prohibir el intercambio de informes de la Policía Escolar de Miami-Dade a agencias externas sin redacción. Los oficiales tuvieron que enviar todas las solicitudes a través del oficial de información pública” (ibíd). Esta política no podría tener otro propósito que el de encubrir su manipulación de los números.

Ellos fueron muy lejos para mejorar sus estadísticas.

Bueno—las estadísticas mejoraron. Todo lo que usted tiene que hacer para lograr una “impresionante disminución del 60 por ciento” en la delincuencia es dejar de considerar el robo y la posesión de marihuana como actos delictivos.

¿Cómo lidiaron ellos con el mal? En vez de detenerlo, los administradores de Miami-Dade lo acomodaron.

¿Cómo afectó esta política el comportamiento de Trayvon? En su tercer y cuarto año de secundaria, sus mensajes de texto indican que él estaba fumando marihuana, participando en peleas a puñetazos y considerando comprar una pistola. Y sólo 11 días después que las escuelas de Miami-Dade emitieran ese comunicado de prensa—y sólo tres días después de que lo atraparan con marihuana nuevamente y simplemente fue suspendido de la escuela en vez de ser remitido a la policía—estaba deambulando por las calles con suficiente thc en él para dañar su cuerpo y su mente, tuvo un altercado con alguien que estaba tratando de proteger su vecindario, ¡y fue asesinado a tiros!

Ese “enfoque centrado en el estudiante para la aplicación de la ley” mantuvo a Trayvon fuera de la cárcel—pero seguramente no ayudó a su carácter o a poner su vida en un mejor camino. Muy bien pudo haber contribuido a su espantosa y prematura muerte.

Redefiniendo la criminalidad

El descenso estadístico en la delincuencia juvenil en Miami-Dade fue aclamado como un tremendo éxito. El distrito escolar del condado de Broward decidió seguir el ejemplo. Broward, el séptimo distrito escolar más grande del país, tuvo la cantidad más alta de arrestos relacionados con las escuelas en el Estado durante el año escolar 2011-2012. Los oficiales del distrito querían mejorar sus estadísticas como lo hizo Miami-Dade. (Esto los haría reunir los requisitos para obtener dinero adicional en subvenciones estatales y federales). Así que la junta escolar y el superintendente del distrito llegaron a un acuerdo con los oficiales del orden público del condado de Broward y la naacp para detener el arresto de los estudiantes por delitos.

¿Por qué la naacp (Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color) estaba involucrada en un acuerdo con la policía y un distrito escolar? Porque la verdadera intención de la policía era reducir el arresto de los jóvenes negros. El 5 de noviembre de 2013, la Associated Press citó informes del Departamento de Educación que muestran que, a nivel nacional, más del 70 por ciento de los estudiantes involucrados en arrestos relacionados con la escuela o con el cumplimiento de la ley se remiten a negros o a hispanos.

El siguiente texto fue incluido como la base para que el acuerdo deje de arrestar a los estudiantes: “Considerando que, por todo el país, los estudiantes de color, los estudiantes con discapacidades, y los estudiantes lgbti son impactados desproporcionadamente con arrestos escolares por el mismo comportamiento que sus compañeros…”.

Esa es una condena dramática: los administradores escolares decidiendo si se arrestan estudiantes o no por delitos basados en la raza, en la orientación sexual o discapacidad física. Por supuesto, no hay evidencia de que las escuelas repriman desproporcionadamente el mal comportamiento de los estudiantes discapacitados. El uso de tal lenguaje expone la naturaleza abiertamente política de este acuerdo, basado en una acusación explícita de racismo e intolerancia total.

Y hay más. Este acuerdo fue “uno de los primeros planes integrales que reúne a oficiales distritales, a la policía y funcionarios de la fiscalía estatal para crear una alternativa a las políticas de tolerancia cero que prevalecen en muchas escuelas. El cambio está diseñado para reducir lo que se conoce como el “conducto de la escuela a la prisión”, donde los estudiantes acusados de delitos como interrumpir la clase o entretenerse son suspendidos, arrestados o acusados de crímenes” (ibíd).

Grotescamente, este artículo también se refiere a una demanda del Departamento de Justicia de la era de Obama que afirma que hay un “conducto de la escuela a la prisión” en parte del Estado que encierra a los estudiantes por infracciones menores como flatulencia o lenguaje vulgar”. Como si los estudiantes que expulsaran gases en clases fueran a ir a prisión por eso. Como si el problema real no fueran los delitos cometidos por los jóvenes, sino más bien los funcionarios escolares intolerantes y racistas ávidos de criminalizar a los estudiantes.

El plan, por lo tanto, era manejar más la mala conducta estudiantil dentro de la escuela. AP informó que por “faltas no violentas”—incluyendo la posesión de marihuana y parafernalia de drogas—“los administradores están instruidos para tratar y resolver la situación sin un arresto”. Se describe el uso de “niveles graduales de intervenciones escolares”. Después del quinto incidente, los estudiantes son remitidos a la policía” (ibíd). AP continuó diciendo que, en menos de un año académico, el Superintendente de Broward Robert Runcie informó una disminución en los arrestos relacionados con la escuela de un 41 por ciento.

Otra historia de éxito, traída hasta usted por un simple cambio en la política: simplemente deje de arrestar criminales.

¿Esto va a hacer que la escuela sea más segura? ¿Va a ayudar a otros estudiantes? ¿Va a ayudar siquiera a estos jóvenes delincuentes?

Engaño creciente

Conservative Treehouse informó que, “Inicialmente, la policía excusaba comportamientos de faltas menores”. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que los delitos graves, incluso delitos violentos (robo a mano armada, asaltos y otros peores) fueran excusados. La necesidad de continuar reduciendo los arrestos año tras año significaba que comportamientos ilegales cada vez más severos tenían que ser ignorados. Con el tiempo, incluso la conducta ilegal más severa fue filtrada por la reacción de la policía. Descubrimos eso cuando seis policías denunciaron sobre una conducta criminal grave que se les ordenó esconder. [Fueron estos denunciantes los que expusieron la verdad sobre Trayvon Martin.] El sheriff y los jefes de policía les decían a los policías de la calle y policías de las escuelas que ignoraran conductas criminales cada vez peores. La policía tendría que tomar la mercancía robada y a propósito falsificaría los registros de la policía para registrar la mercancía robada como si la hubieran encontrado a un lado del camino. Ellos pusieron drogas y mercancías robadas en bolsas y las enviaron a salas de almacenamiento en el departamento de policía. La mercancía robada estaba guardada en salas de almacenamiento acumulando polvo. No podían devolverles las cosas a las víctimas porque eso significaría que la policía tendría que explicar cómo es que tenían su custodia. Así que simplemente la ocultaban” (22 de febrero).

Eso es un tremendo engaño. Aquí hay una regla general: si usted cree que va a ayudar a la gente a través de la mentira y el engaño, se está engañando a sí mismo.

Todo lo referente a esta política tiene un hedor nauseabundo. Piense en estos oficiales del distrito escolar, en el sheriff, los jefes de la policía, los funcionarios de recursos escolares—ellos no estaban pensando en las víctimas de estos hurtos, robos y asaltos, ni siquiera en el bienestar de los estudiantes que cometieron esos delitos.

Ellos estaban pensando en las estadísticas y en los beneficios políticos y financieros que podría traerles el crear la apariencia de éxito en su enfoque progresivo del crimen juvenil. Ellos querían manipular el sistema para “probar” que las altas tasas de encarcelamiento entre los jóvenes negros son causadas por la política racista, o que atrapar y liberar a un criminal incipiente era un enfoque más progresivo y centrado en el estudiante”.

El delito en las escuelas de Broward no desapareció—sino que floreció. “Desde 2012 hasta 2018 sólo ha empeorado. En Broward y Miami-Dade es casi imposible que un estudiante sea arrestado. El personal dentro de los niveles superiores [de los agentes del orden público] mantiene un seguimiento de los arrestos, y cuando se alcanza cierta cantidad, todo lo demás se excusa. Bien, no tomó mucho tiempo para que las bandas criminales en Broward y Miami-Dade se dieran cuenta del beneficio de usar estudiantes para sus actividades criminales. Después de todo, los niños podrían irse… así le sería más fácil al crimen organizado salirse con la suya si reclutaban a adolescentes de la escuela secundaria. Como los delincuentes se volvían más hábiles en el momento en que se encontraban en las oficinas de los funcionarios, ellos programaban sus crímenes más grandes para que ocurrieran después de que se lograba la cuota mensual máxima de arrestos. Los robos a mano armada más graves eran programados para finales de mes o de trimestre. Los delitos realmente serios eran programados para las últimas fases de los periodos de recolección de datos. De esta manera los estudiantes delincuentes tenían casi garantizado que se saldrían con la suya”.

Éste es el ambiente impactante y vergonzoso bajo el cual operaba la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas.

El trabajo de estos administradores era proteger a estos jóvenes. En vez de eso, los sacrificaron para proteger su retorcida ideología.

Ignorando las advertencias

¿Qué pasa cuando no se trata el mal con fuerza? ¿Qué pasa cuando se crea un sistema más interesado en las estadísticas que en los estudiantes?

El Miami Herald informó el 20 de febrero acerca de un estudiante en el distrito de escuelas públicas del condado de Broward: “A veces, el comportamiento de Nikolas Cruz podía ser una pesadilla para el administrador escolar: los maestros y otros estudiantes decían que golpeaba puertas, maldecía a los maestros, peleaba y amenazaba a sus compañeros de clase y trajo una mochila con balas a la escuela. Acumuló una serie de castigos por groserías, desobediencia, insubordinación e interrupciones”.

Le dijo a un terapeuta que había soñado con que asesinaba personas y estaba empapado en sangre. Un pariente llamó a la oficina del sheriff de Broward (bso, por sus siglas en inglés), insistiendo en que se apoderaran de las armas de Cruz. Un informante llamó a la bso diciendo que “podía ser un tirador de escuela en ciernes”.

Los administradores lo transfirieron a una escuela especial, luego a la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, luego de vuelta de Marjory, luego entre otras tres instituciones. Este salto escolar en serie fue la única opción que dejó el distrito después de resolver no disciplinar a los estudiantes.

Muchas personas sabían que tan loco estaba este estudiante, pero eran incapaces de hacer algo.

Además de verse obstaculizados por políticas que les impedían confrontar con decisión la amenaza de un estudiante como Cruz, estas escuelas estaban siendo patrulladas por oficiales de recursos escolares que rutinariamente encubrían la criminalidad estudiantil para protegerlos de la policía.

En 2014, adivine quién ganó el premio al Oficial de Recursos Escolares del Año dado por la comisión de Delitos del condado de Broward. Scot Peterson. Le atribuyeron el manejo de los problemas “con tacto y juicio”, y se dijo que él era “activo en aconsejar y apoyar a los estudiantes”. Él fue un fiel adherente del lema de “educación no encarcelamiento”—acomodación no confrontación.

El Miami Herald informó: “Hace dos años, de acuerdo con una línea de tiempo recién publicada de interacciones con la familia de Cruz, un agente investigó un informe de que Cruz ‘planeaba un tiroteo en la escuela’—información que fue remitida al oficial de recursos escolares, sin resultado aparente (22 de febrero).

¿Quién era este oficial de recursos? Scot Peterson. ¿Y por qué el oficial Peterson no hizo nada? Porque estaba demostrando su galardonado “tacto y juicio”. Estaba haciendo su parte en mantener a este estudiante hispano fuera del “conducto de la escuela a la prisión” y minimizando los arrestos—especialmente de los estudiantes de las minorías.

Él estaba haciendo su trabajo exactamente de la forma que el programa lo dirigió a hacerlo.

Y éste fue el asistente del sheriff que estaba de servicio el día que Nikolas Cruz llevó un rifle semiautomático al edificio 1200 y les disparó a 34 personas, dejando a 17 muertas. Cuando sonaron los disparos, el oficial de recursos escolares del año de Parkland en 2014 entró a la escena con su chaleco antibalas, con un arma blanca en la mano, corrió hacia un lado del edificio, se puso en posición de defensa, y esperó cuatro minutos.

Hasta que los disparos se detuvieron.

Estamos en una guerra

¿Cómo lidiamos con el mal? La verdadera razón de la tragedia de Parkland es ésta: si usted no se enfrenta al mal, el mal terminará destruyéndolo a usted. Las personas detrás de esta acomodación masiva del mal han alejado magistralmente la culpa de ellos y la colgaron sobre las armas. Pero las 17 personas que murieron en Parkland no murieron porque hubiera muy pocas leyes sobre las armas. Ellos murieron porque hay un enfoque peligroso e incorrecto para lidiar con el mal.

El mal se propaga. Los malos hábitos llevan a adicciones. Las fuerzas culturales destructoras como la vulgaridad, la violencia y el quiebre familiar se multiplican y empeoran. Los tiranos políticos siguen conquistando territorio y gente hasta que alguna fuerza más grande interviene para detenerlos.

Nuestra sociedad niega profundamente este simple hecho. Puede verlo en padres que no frenan a sus hijos. Puede verlo en los jueces que protegen a los delincuentes más que a las víctimas. Puede verlo en los políticos que insisten en que nuestros enemigos cambiarán si simplemente negociamos con ellos. Si no identificamos el mal como algo con lo que hay que luchar, no podemos resistirlo.

El fracaso en tratar con Nikolas Cruz es sólo una ilustración de toda una cultura peligrosamente tolerante con el mal.

El mal es real en nuestro mundo. Y ya sea que nos demos cuenta o no, estamos en una guerra contra éste. Muchas personas quieren darle cabida, negociar con él, entenderlo, explicarlo. Pero esas personas sucumbirán ante él.

Debido a que no estamos luchando contra el mal con la fuerza suficiente, ¡nos está venciendo de forma contundente! Otras formas de lo que ocurrió en Florida ocurrirán en nuestras familias, nuestros matrimonios y nuestras mentes si no enfrentamos el mal.

¿Cómo lidia Dios con el mal?

El Dios de la Biblia es un Dios de amor. Él es “[¡El Eterno!] [¡El Eterno!] Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado…” (Éxodo 34:6-7). Pero él también “de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”.

Él dice en Éxodo 23:7, “Porque yo no justificaré al impío”.

“[El Eterno] prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento abrazador…” (Salmos 11:5-6). “[El Eterno] es Dios celoso y vengador; [el Eterno] es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. [El Eterno] es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. [El Eterno] marcha en la tempestad y el torbellino… ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿Y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas” (Nahúm 1:2-3, 6).

El Nuevo Testamento dice que Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo…” (Romanos 2:6-9). Y Hebreos 12:29 dice que “nuestro Dios es fuego consumidor”.

En Sus leyes para el antiguo Israel, Dios les ordenó ciertos castigos por crímenes que protegían no a los perpetradores del mal sino a las pasadas y futuras víctimas potenciales de aquello. ¡Sus enérgicos y rápidos castigos disuadieron a futuros criminales!

Su instrucción a los padres sobre la crianza de sus hijos aplica el mismo principio: cada vez que vea el mal en un niño, ¡confróntelo y sáquelo! Eso es lo que Trayvon Martin y Nikolas Cruz necesitaban desesperadamente.

Proverbios 13:24 dice que, si usted detiene el castigo, aborrece a su hijo, pero si lo ama, lo castiga inmediatamente. El padre que ama a su hijo se pone en acción cuando ve el mal. “La vara y la corrección dan sabiduría; más el muchacho consentido avergonzará a su madre” (Proverbios 29:15). La tragedia de Parkland es una prueba amarga de aquello.

En Romanos 13, ¡el apóstol Pablo dice que Dios pone a las autoridades de este mundo en posiciones de poder para atemorizar a los criminales! Dice que el ejecutor de la ley “es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo” (versículo 4).

Vea lo que sucede cuando los agentes de la ley no hacen su trabajo—¡cuando se trata de acomodar el delito en vez de ejecutar la ira sobre él!

¿Odia usted el mal lo suficiente?

Lo que sucedió en Parkland fue el resultado de manejar el mal a nuestra manera “más iluminada y más tolerante”—en vez de hacerlo a la manera de Dios. La gente piensa que conoce el camino hacia la justicia. Pero si usted no está mirando la definición de Dios sobre la justicia, ¡eso es auto justicia! Eso es muy peligroso. ¡Sólo vea los resultados!

“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).

¿Está usted dispuesto a aceptar la perspectiva de Dios sobre este asunto? “No seas sabio en tu propia opinión; teme a [el Eterno], y apártate del mal” (Proverbios 3:7). “Los que amáis a [el Eterno], aborreced el mal” (Salmos 97:10). “Aborreced el mal, y amad el bien…” (Amós 5:15). “Aborreced lo malo, seguid lo bueno” (Romanos 12:9).

Como sociedad, ¡simplemente no odiamos el mal lo suficiente!

Mucha gente odia muchas cosas, ¡pero no odiamos el mal como Dios define el mal! ¡No enfrentamos el pecado de la forma como Dios define el pecado!

Dios enfrenta el mal. Él vio cómo comenzó todo: cuando el arcángel Lucifer, a quien Dios creó, comenzó a albergar pensamientos vanos que finalmente lo llevaron a tratar de usurpar el trono de Dios (lea Ezequiel 28:14-18). Dios respondió con violenta fuerza, expulsando a Su adversario, y a todos sus demonios, fuera del cielo y arrojándolo a la Tierra. Lea Apocalipsis 12:7-12.

Estas escuelas quieren evitar “prácticas de exclusión” como la expulsión. ¡Pero Dios practica la expulsión! ¡Él arrojó el mal! (Romanos 16:17, 2 Juan 10, 1 Corintios 5:11).

El pasaje en Apocalipsis 12 concluye con una escalofriante advertencia: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo” (versículo 12). Sí, el diablo está justo aquí entre nosotros—incluso, en algunos aspectos, dentro de nosotros. ¿Lo reconoce usted?

¿Por qué Dios nos maldeciría con la presencia de Satanás? Porque Él quiere que aprendamos a enfrentar el mal. Y Él quiere que seamos testigos de primera mano de las devastadoras consecuencias de fallar en hacerlo. Dondequiera que fallemos en enfrentar el mal—entre naciones, dentro de las comunidades escolares, en nuestras familias, dentro de nosotros mismos—éste se expandirá.

El gobierno de Dios

Cuando Dios establezca Su gobierno, ¡Él va a reprimir el mal! ¡Regirá con una vara de hierro! Ésa es la única manera de lidiar con la rebelión arraigada. ¡Usted no puede razonar, negociar, acomodar! ¡Debe ser sofocada por la fuerza!

Y ya que Él va a hacer eso, ¡Él volverá la Tierra en un pacífico paraíso! ¡La Biblia está llena de profecías de la paz y prosperidad que este mundo disfrutará muy pronto! ¡Pero eso es posible sólo porque Dios eliminará el mal!

Y eso es lo que Él espera que nosotros estemos haciendo en nuestras vidas hoy.

Aprenda esta lección. Entienda este principio. Sea testigo de los problemas en nuestra sociedad por haber fallado en aplicarlo—¡y asegúrese de aplicarlo en su propia vida! Si usted lo hace, entonces puede disfrutar de la paz que produce como resultado—¡tal como seguramente se experimentará en toda la Tierra muy pronto!

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